El 25 de abril se celebra el Día Mundial del Paludismo con el objetivo de poner de relieve la necesidad de invertir continuamente en la prevención y el control de la enfermedad de la malaria. Fue en 2007 cuando los Estados Miembros de la Organización Mundial de la Salud declararon el Día Mundial del Paludismo para el 25 de abril en la Asamblea de la Salud.

Lema 2024: Acelerar la lucha contra el paludismo para un mundo más equitativo

En los últimos años, los avances en la reducción de la malaria se han estancado. La malaria no sólo sigue poniendo en peligro directamente la salud, sino que también crea un círculo vicioso de desigualdades. Los más vulnerables son las mujeres embarazadas, los bebés, los niños menores de 5 años, los refugiados, los migrantes y los pueblos indígenas.

La Región de África soporta la carga más pesada de la enfermedad con más casos mortales a consecuencia de la malaria. Para el año 2025 se establecieron unos hitos básicos y no se van a cumplir.

Una de las razones de esta desigualdad es que estos grupos de personas no acceden a los servicios sanitarios que necesitan, porque hay muchas barreras que lo impiden. Y esto obstaculiza el progreso hacia un mundo libre de malaria.

En el Día Mundial del Paludismo 2024, se pide acelerar la lucha contra la malaria para un mundo más equitativo a través de las siguientes acciones:

  • Poner fin a la discriminación y el estigma.
  • Involucrar a las comunidades en la toma de decisiones de salud.
  • Acercar la atención sanitaria a los lugares donde las personas viven y trabajan mediante la atención primaria de salud.
  • Abordar los factores que aumentan el riesgo de malaria.
  • Incluir intervenciones de control de la malaria en la cobertura sanitaria universal.

¿Qué es la malaria?

El paludismo o malaria es una enfermedad producida por parásitos, que mata al año entre 700.000 y 2.700.000 personas, de los cuales más del 75 % son niños en zonas endémicas de África. La mayoría de los contagios se producen por picaduras de mosquitos. Cada año se presentan 396 millones de casos de paludismo.

Los síntomas del paludismo o la malaria son muy variados, empezando con fiebre, escalofríos, sudoración y dolor de cabeza. Además, se puede presentar náuseas, vómitos, tos, heces con sangre, dolores musculares, ictericia, defectos de la coagulación sanguínea, shock, insuficiencia renal o hepática, trastornos del sistema nervioso central y coma. La fiebre y los escalofríos son síntomas cíclicos, repitiéndose cada dos o tres días.

En regiones donde la malaria es altamente endémica, las personas se infectan tan a menudo que desarrollan la inmunidad adquirida, es decir, son portadores más o menos asintomáticos del parásito. Actualmente no existe una vacuna eficaz contra la malaria. Sí existen tratamientos que varían según el país donde se administren. Una vía para detener la malaria es el uso de insecticidas, mosquiteras, ropa adecuada para evitar las picaduras.

Los viajeros presentan síntomas más graves que la población local, ya que estos han desarrollado cierto grado de inmunidad al estar expuestos al parásito, que ayuda a controlar la infección y disminuye la gravedad. El viajero que presente fiebre en los tres meses siguientes a la exposición se considera una urgencia por la posibilidad de presentar malaria.

Cómo colaborar para lograr la erradicación de la malaria:

  • Usa medidas de prevención: Si vives en una zona donde la malaria es endémica o viajas a una zona de riesgo, usa medidas de prevención como mosquiteras, repelentes de insectos y ropa de manga larga para protegerte contra las picaduras de mosquitos.
  • Participa en campañas de prevención: Las campañas de prevención son esenciales para reducir el número de casos de malaria. Puedes unirte a una campaña de prevención en tu comunidad o colaborar con organizaciones que las realicen en áreas de alto riesgo.
  • Dona para la causa: Las organizaciones sin fines de lucro que trabajan en la lucha contra la malaria necesitan financiación para llevar a cabo sus proyectos.
  • Educa a otros sobre la malaria: Muchas personas no conocen los síntomas, causas y prevención de la malaria. Educa a tus amigos, familiares y comunidad sobre la malaria y cómo prevenirla. Comparte información en tus redes sociales. Puedes usar los hashtags #paludismocero #DiaMundialDelPaludismo

25 abril 2024 Fuente: Radio Ciudad del Mar/ Salud

Cada 24 de marzo se celebra el Día Mundial de la Tuberculosis (TB), en conmemoración al descubrimiento de la bacteria causante de esta enfermedad por el doctor Robert Koch en 1882.

Pareciera una enfermedad lejana, perdida en los años en los que la esperanza de vida era muy baja. Un padecimiento que, de solo nombrarlo, uno se estremece completo y piensa en el peor de los finales.

La tuberculosis cobró miles de vidas en Cuba, sobre todo, en grupos de personas de bajos recursos, limitado acceso a la salud, residentes en barrios insalubres, y aunque a fuerza de prevención, tratamiento y control, los números hoy no alarman, la TB existe y hay personas que se contagian: en el mundo sigue siendo un problema.

Con una tasa inferior a 10 infectados por cada 100 000 habitantes, Pinar del Río es una de las provincias con resultados destacados en el Programa Nacional de Control de la Tuberculosis (PNCT), que iniciara en fecha tan temprana como 1962.

Tras el triunfo revolucionario de enero de 1959, uno de los primeros propósitos del joven gobierno y su naciente sistema de Salud, fue emprender una batalla campal contra la TB, uno de los flagelos que ocupaba en la década del’50 entre el octavo y décimo lugar como causa de muerte en Cuba.

En esa época “la lucha contra la tuberculosis estaba centrada fundamentalmente en el aspecto del tratamiento médico e higiénico -dietético de la enfermedad, y su centro radicaba en los sanatorios y dispensarios que existían a lo largo del país. Estas actividades no estaban concebidas con un enfoque epidemiológico. El diagnóstico era   eminentemente realizado mediante radiología, así como su seguimiento evolutivo; los servicios de bacteriología eran muy limitados, y a pesar de contar con la vacuna BCG, fue muy escaso su empleo”, según consta en el artículo Los programas de control de la tuberculosis de 1963 y 1970 en Cuba. Análisis histórico, del autor Enrique Ramón Beldarraín Chaple, publicado en la revista Medisur.

Una de las primeras medidas registradas en aras de reducir el número de contagios fue la administración de la vacuna de Bacilo Calmette-Guerin, BCG.

Entre el primero de enero de 1959 y el 30 de junio de 1961 se aplicaron un total de 808 475 dosis en todo el territorio nacional, lo que significó una elevación importante del nivel inmunitario de los recién nacidos, dirigido a la disminución del riesgo de enfermar con formas graves en la población infanto-juvenil, refiere el citado artículo.

Un cambio radical

En 1962 el PNCT inició una lucha incansable por transformar esta realidad, una vez que se entendió que las mayores posibilidades contra la enfermedad estaban en el trabajo epidemiológico y en la prevención.

Sobre el enfrentamiento en la actualidad, Guerrillero dialoga en esta edición con la doctora Yisel Ramos Águila, especialista de Primer Grado en Higiene y Epidemiología, subdirectora de Epidemiología del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, quien resalta desde un inicio que “los indicadores del Programa en Pinar del Río y en el resto del país obedecen a la gratuidad de nuestro sistema de Salud, la eficacia de los medicamentos, las garantías de seguridad alimentaria y laboral, así como el seguimiento sistemático por el médico y enfermera de la familia”.

Explica la doctora que en Cuba siempre ha existido la perspectiva de eliminar la tuberculosis como problema de salud: “De ahí que el PNCT se ha ido fortaleciendo con la necesidad de profundizar en el enfrentamiento de los determinantes de la TB y su enfoque social, de reforzar la integralidad dentro del Sistema Nacional de Salud, así como de la intersectorialidad, de modo que se corresponda con la situación actual de la enfermedad en vías de su eliminación como problema de salud pública”.

Agregó la especialista que en 2014, en la 67 Asamblea Mundial de la Salud desarrollada en Ginebra, se adoptó La Estrategia Fin de la TB, cuyo  propósito es terminar con la epidemia de tuberculosis en el mundo, y está vinculada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), bajo tres indicadores de alto nivel: reducir el número de muertes por tuberculosis en un 95 por ciento comparado con 2015, reducir los nuevos casos en un 90 por ciento entre 2015 y 2035, y garantizar que ninguna familia enfrente costos catastróficos debidos a esta enfermedad.

El país se encuentra integrado a la iniciativa mundial, por tanto, a partir de las metas que se ha trazado, ha incorporado paulatinamente cambios en el PNCT, con el objetivo de encaminar acciones dirigidas a la eliminación de la enfermedad.

Enfatiza Ramos Águila que para lograr su eliminación es esencial el diagnóstico oportuno, el tratamiento y cortar la cadena de transmisión, tareas en las que se enfoca el Programa del médico y la enfermera de la familia.

Desde la atención primaria

“La vigilancia de la enfermedad comienza en la Atención Primaria de Salud, a nivel de los consultorios médicos, en el que  el médico evalúa posibles contagios a través de la búsqueda pasiva de nuevos casos de TB, a partir del sintomático respiratorio por más de 21 días (SR+ 21) en las consultas médicas y en la pesquisa activa en grupos de alto riesgo o grupos vulnerables, con prioridad para las personas que presentaron una TB anterior, personas que viven con VIH, aquellas que residen en lugares con internamiento prolongado, personas socio-económicamente desfavorecidas, y niños menores de 18 años”, expone la subdirectora de Epidem¿Qué protocolos se siguen ante sospecha y confirmación de casos?

Al detectarse un SR+ 21 se le indica la toma de dos muestras de esputos para realizar baciloscopia, estas se efectúan en todos los laboratorios de las áreas de Salud, y a la primera muestra se le hace cultivo en nuestro Centro Provincial de Higiene, o en el Centro Municipal de Higiene, Epidemiología y Microbiología de Guane.

Al detectarse un caso positivo es evaluado por el especialista de Medicina Interna del área de Salud o por el especialista en Neumología. Posteriormente, el Equipo Básico de Salud es el responsable de la administración controlada de los fármacos y del seguimiento sistemático de los casos, además de realizar acciones de control de foco en busca de contactos intra y extradomiciliarios para estudiarlos y administrarles quimioprofilaxis, y de esta forma, detener la propagación de la enfermedad.

Aunque afecta a todas las edades y regiones, cabe destacar que es una enfermedad prevenible y tratable”, resalta Ramos Aguilar.

En nuestra provincia, agrega, la ejecución del PNCT se realiza, tanto en las áreas de Salud como en los hospitales, lo que ha contribuido al cumplimento de los diferentes indicadores del programa; además, contamos con los recursos necesarios para el diagnóstico de la enfermedad, disponibles en toda la red de laboratorios nuestra y con los medicamentos para el tratamiento, el cual es supervisado y controlado por el médico y la enfermera de la familia, lo que ha permitido que tengamos una tasa de curación superior al 85 por ciento.

Síntomas y prevención

La tuberculosis es causada por el Mycobacterium tuberculosis, una bacteria que casi siempre afecta a los pulmones. La infección se transmite de persona a persona a través del aire. “Cuando un enfermo de tuberculosis pulmonar tose, estornuda o escupe, expulsa bacilos tuberculosos al aire. Basta con que una persona inhale unos pocos bacilos para quedar infectada”, aclara.

Entre los síntomas más frecuentes, refiere la especialista vueltabajera, suelen presentarse tos, sudoración nocturna, fiebre, pérdida de peso, decaimiento, expectoración con sangre, entre otros; “pero debemos decir que la TB es una gran simuladora y puede aparecer de varias formas clínicas como una neumonía, un catarro común o, incluso, como una lesión”.

La afección, refiere, es un padecimiento crónico, que no se cura inmediatamente, sino al cabo de los seis meses de tratamiento efectivo y controlado. “La misma se previene a través del uso del nasobuco, cumpliendo las medidas de distanciamiento físico, manteniendo una buena higiene personal y ambiental, así como lavado frecuente de manos”, sintetiza la doctora.

A pesar de los siglos, la TB sigue siendo para el mundo una causa importante de mala salud, añade, y también una de las principales causas de mortalidad debido a un agente infeccioso. “Este año el lema será: Unamos esfuerzos. Llevemos a cero la TB”.

22 marzo 2024| Fuente: Guerrillero| Tomado de | Noticias