Médicos chilenos graduados en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), de Cuba, aplican hoy el modelo de las Brigadas Henry Reeve al enfrentar la crisis sanitaria por los incendios en la región de Valparaíso.

Amaya Candia, presidenta de la agrupación de egresados de esa institución, declaró a Prensa Latina que esa es la inspiración para el trabajo de primera respuesta ante situaciones de desastre, como las existentes hoy día en el centro-sur del país.

Esto es así, agregó, porque muchos de los graduados en las primeras generaciones estuvieron con la Henry Reeve en ocasión de los terremotos ocurridos en Haití y Chile en 2010, o cuando el aluvión de Atacama cinco años después.

Entonces, afirmó, nosotros fuimos acompañantes de las brigadas cubanas que trabajaron en nuestro país y eso nos guía en la forma de hacer las cosas.

Respecto a la atención brindada en el terreno, Candia mencionó la curación de heridas punzocortantes, quemaduras hasta segundo grado, porque las mayores son enviadas a hospitales cercanos, problemas respiratorios y muchos golpes y contusiones.

En cuanto a la gravedad de los incendios ocurridos en estos días, coincidió en que es la peor catástrofe después del terremoto de 2010 o los fuegos ocurridos en Valparaíso en 2014 que destruyeron unas dos mil viviendas.

Además de las limitaciones para la distribución de ayuda, hay una gran ansiedad de las personas que persistentemente tratan de subir hasta las áreas más dañadas para interesarse por la situación de sus familiares o amigos.

Esto, dijo, nos dificulta mucho la movilidad para estar junto a la población más afectada, o regresar antes de la aplicación del toque de queda, es algo muy parecido a un estado de guerra, indicó.

Más que trabajar en albergues y hospitales, lo que los egresados de la ELAM hacen es crear puestos médicos rotativos, con recorridos hacia lugares a donde no se ha ido, sitios en los cuales hay mucha gente que no quiere salir de sus casas porque sienten mucho temor, dijo Candia.

Por su parte, el médico Ariel Ramírez, explicó a esta agencia que se conformaron dos grupos de voluntarios de la ELAM, junto a otros médicos locales, en los sectores de Villa Independencia y El Olivar, entre los más afectados por los incendios.

Aseguró que esas brigadas permanecerán en el lugar durante la semana para dar atención a los damnificados.

De acuerdo con los últimos informes de las autoridades, los incendios desatados desde el viernes en la región de Valparaíso causaron la destrucción de miles de viviendas y ocasionaron la muerte a 112 personas, cifra todavía muy preliminar.

Los servicios meteorológicos pronostican una mejoría en el clima a partir de este lunes, lo cual contribuirá a combatir las llamas.

El Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres indicó que en el país se mantienen 10 alertas rojas, cuatro amarillas y siete tempranas preventivas por incendios forestales.

5 febrero 2024| Fuente: CubaSí| Tomado de| Noticia| Ciencia y Tecnología

En materia sanitaria 2023 comenzó con la respuesta a un gran terremoto en Türkiye y Siria, y terminó con la terrible guerra en Gaza, significó la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su resumen anual.

A la vez, el mundo vivió otras crisis, conflictos y la amenaza constante de brotes epidémicos y del cambio climático, los cuales también fueron objeto de atención de esa agencia de Naciones Unidas.

En el año que concluyó los equipos de expertos de la OMS identificaron alrededor de 750 indicios que requerían un análisis y un debate en profundidad, solicitó a los países que proporcionaran más información y convocó a los gobiernos y a los asociados a unirse en la respuesta a esas urgencias.

Así, entre otras acciones promovió la adopción de medidas para reducir las amenazas a la salud pública con el fin de mantener más segura a toda la población, objetivo para el cual dio respuesta a 65 emergencias, 22 de las cuales eran inéditas.

Muchas de ellas estuvieron relacionadas con conflictos, ya que, en países como Etiopía, Haití, Myanmar, la República Democrática del Congo, Sudán y Ucrania, entre otros, las crisis y la inseguridad se agravaron.

La OMS se movilizó para prevenir, detectar y responder a los brotes de enfermedades infecciosas, fortaleció el acceso a los servicios de salud esenciales, incluida la capacidad hospitalaria para cubrir todas las necesidades desde los partos hasta las lesiones de guerra, capacitó a trabajadores de la salud y suministró medicamentos esenciales y equipos médicos.

También trabajó para habilitar a los laboratorios y, en la medida de lo posible, fortaleció su capacidad para el diagnóstico de enfermedades, mientras en no pocas ocasiones, su personal arriesgó su vida para prestar atención sanitaria en colaboración con los asociados de todo el sistema humanitario.

La OMS estuvo sobre el terreno cada vez que se produjo una catástrofe, y estas fueron numerosas en 2023: terremotos en el Afganistán, Nepal, Siria y Türkiye, inundaciones devastadoras en Libia, en Pakistán y Sudán del Sur, olas de calor, incendios forestales, sequías y más.

Entre otras acciones, desplegó equipos médicos de emergencia, envió ayuda médica y prestó asistencia a los países para hacer frente a las consecuencias de estos desastres a medio y largo plazo para la salud.

Como organismo principal del Grupo de Acción Sanitaria designado por el Comité Permanente entre Organismos, la agencia sanitaria de la ONU coordinó la asistencia de salud prestada por 900 asociados, para responder a las necesidades de 107 millones de personas afectadas por crisis en 29 países.

Cada día, en algún lugar del mundo, un equipo de la OMS se lanzó a la tarea de investigar un brote junto a los expertos y trabajadores del Ministerio de Salud de las naciones afectadas y para su enfrentamiento y control, afirmó si director general Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Durante 2023 hubo un resurgir sin precedentes de muchas enfermedades infecciosas: carbunco, chikungunya, cólera, fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, dengue, difteria, gripe del virus respiratorio sincitial, que requirió respuesta coordinada a nivel regional y mundial.

Hubo otros brotes, como los de la fiebre de Lassa en Nigeria y la enfermedad del ébola en Uganda, así como de Marburgo en Guinea Ecuatorial y la República Unida de Tanzanía.

En cada situación apoyó en el transporte de muestras, la realización de análisis de laboratorio tanto a nivel central como local, la creación de capacidades para la secuenciación genómica a nivel nacional, investigación de casos y localización de contactos de los pacientes, además de establecer hospitales de campaña para contener los brotes y salvar vidas.

A pesar de ello la atención de la salud también fue objeto de ataques, con más de mil 200 atentados con afectaciones a trabajadores, pacientes, hospitales, dispensarios y ambulancias en 19 países y territorios, lo que provocó que más de 700 personas perdieran la vida y casi mil 200 resultaron heridas.

4 ene 2024 | Fuente: CubaSí| Tomado de | Noticias| Ciencia y Tecnología

Nairobi- La contaminación atmosférica mata casi siete millones de personas cada año en todo el planeta, informó hoy el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).

La exposición al aire contaminado aumenta significativamente el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares, enfermedades cardíacas y pulmonares, cáncer y otras dolencias, provocando más de 6,7 millones de muertes prematuras al año, acotó el portal de la organización medioambiental.

Los contaminantes transportados por el aire son los mayores riesgos directos para la salud ambiental, pues el 99 por ciento de la población mundial respira aire inseguro.

Martina Otto, jefa de la secretaría de la Coalición Clima y Aire Limpio del Pnuma, alertó que las diferencias en los niveles de polución del aire a menudo coinciden con otras desigualdades.

Esta exposición puede tener implicaciones para la salud, perjudica la calidad de vida y conlleva costos para el individuo, las sociedades y las economías.

La reducción de la polución atmosférica es clave para mejorar la salud humana, aunque también hay que abordar la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de naturaleza y biodiversidad, y la contaminación y los desechos, además de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, afirmó Otto.

La especialista del Pnuma alertó que si bien este problema puede provenir de fuentes naturales, como erupciones volcánicas y tormentas de polvo, la mayor parte de la población mundial está afectada por la contaminación del aire causada por el hombre.

Citó entre las principales fuentes humanas la generación de energía, el transporte, la industria, la calefacción y cocina residencial, la agricultura y la quema de desechos, que originan también emisiones de gases de efecto invernadero.

Hay una particular preocupación por el impacto de las partículas finas PM2,5 -invisibles para el ojo humano y 40 veces más pequeños que el ancho de un cabello- y que debido a su tamaño pueden penetrar en los pulmones, donde causan inflamación, y también pasar al torrente sanguíneo y dañar el corazón y el cerebro.

La contaminación del aire tiene impactos a largo plazo (como enfermedades cardíacas, cánceres y accidentes cerebrovasculares) y a corto plazo, como irritación de los ojos, la nariz y la garganta, dificultad para respirar, tos y ataques de asma.

Este tipo de polución afecta a todas las edades, pero los más vulnerables son los que más sufren, e incluso puede afectar el desarrollo del feto.

Cada 7 de septiembre el mundo celebra el Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul para concienciar y facilitar las acciones que mejoren la calidad del aire.

(Fuente: Prensa Latina)

06/09/2023

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