Alguna vez alguien que se sintió feliz manifestó: “Veo la vida color de rosa”; por el contrario, una persona deprimida tiene la percepción de que todo lo que le rodea es opaco, gris y sin brillo.

Podemos ver a los colores como aliados para desenvolvernos mejor en la vida, teniendo en cuenta que están estrechamente ligados a las personas.

No caben dudas de que, al contemplar una mañana el cielo azul acompañado de un sol brillante, se pudiera pensar lo dichoso que somos al disfrutar de tal hermosura y, ¿por qué no? quizás tengamos la disposición de llevar adelante cualquier proyecto que nos ocupe por difícil que sea. Lo cierto es que, aunque parezca asombroso, el ojo humano puede percibir siete millones de colores diferentes.

Estos tienen su propio lenguaje; por ejemplo, en alguna ocasión seguramente usted ha escuchado estas frases: “se puso verde de envidia; está rojo de ira; la situación está negra con pespuntes grises; sólo son maneras de describir sentimientos, estados de ánimos y ambientes”.

Como símbolos y creencias sobre los colores se destacan que el rojo es el más común en las banderas nacionales; en la antigua Grecia el verde simbolizaba la victoria, y el amarillo se mantiene como símbolo de los celos y engaños.

Una curiosidad es que una bandera blanca es el símbolo universal de la tregua; significa también luto en China y Japón, mientras que el negro lo representa en Occidente; un cinturón negro en Karate identifica a un experto en este arte marcial.

Asociaciones populares sobre los colores dicen que el rojo se asocia con el amor, la energía, el calor, la pasión y el corazón; el azul con la sabiduría, la lealtad, la verdad, la frescura y la armonía; el amarillo con el intelecto, la luz, la fertilidad y la autoestima. El naranja se vincula con la fertilidad, la energía, la alegría, la sensualidad y la seguridad, así como el verde con la juventud, la naturaleza, la vida y la esperanza.

La cromoterapia es el uso del color de forma terapéutica para corregir los desequilibrios energéticos. Merece la pena aprovechar el poderoso influjo del color para ayudarse a uno mismo, utilizándolo según sean nuestras necesidades.

Los verdes y azules son relajantes, fríos y calmantes, y los cálidos como el rojo, naranja y amarillo estimulan; los diferentes colores se pueden aplicar a la decoración de la casa y a la hora de vestirnos; alguien tímido que necesita un empujón de vitalidad puede utilizar el rojo. Un niño hiperactivo, los suaves, y el verde para estimular la creatividad. El amarillo y el turquesa, dan un giro positivo a nuestras vidas.

Un paisaje verde habla de naturaleza y primavera; un semáforo rojo advierte del peligro; el color rosa de un bebé despierta afecto y ternura.

Cada día de la semana tiene su propio color; los griegos y los romanos, relacionaban cada día con sus dioses mitológicos, atribuyéndoles cualidades.

Los colores actúan tanto en el plano físico, como en el mental, se relacionan directamente con las emociones y ejercen una influencia directa y decisiva sobre la mente y el cuerpo, y tienen mucho que ver con la forma de reaccionar de las personas.

18 enero 2024| Fuente: Radio Rebelde| Tomado Natural y Tradicional

enero 18, 2024 | Gleidis Hurtado Cumbá | Filed under: Bienestar, Cuba, De la prensa cubana, Felicidad, Medicina Natural y Tradicional, Salud | Etiquetas: , , , , |

Daniela será mamá. Nos lo ha dicho con una tímida sonrisa con la que apenas muestra los dientes, asumo sea por la incertidumbre, preocupación, felicidad a flor de piel, o cualquiera de esos otros tantos sentimientos abrumadores cuando se trata de la primera vez.

Ella, como nosotras, posee todos los derechos para sentir esa cantidad de emociones juntas, porque una cree y hasta se convence –antes de tener hijos– de que durante el embarazo engorda nueve kilos, uno por mes, dicen…, pero mi primero lo terminé con 20 por encima del peso inicial. Y ahí el terror se apoderó de mí, cuando mi bebé solo pesó tres kilos y medio.

Hasta llegamos a creer que ser mamá no es tan difícil; otras parecen más desenfadas en su quehacer.

Entonces aparecen ese miedo irracional, desorientación, confusión, un no sé qué que no te deja ubicar en tiempo y espacio, pero tampoco lo entiendes y te estresas.

Luego llega el desengaño, pues dormir mal no tiene necesariamente que influir en nuestro humor, y te percatas cuando un día a las 5:30 de la mañana una sonrisita traviesa o una carcajada muestran la encía pegada a tu pecho, y descubres que eso te hace inmensamente feliz, aunque apenas hayas dormido.

Los planes de una maternidad “respetuosa”, “correcta”, o “adecuada” se convierten en el manual de ensamblaje que ni lees ni pones en práctica, pues la vida y la experiencia son mucho más “ricas”. Le pondrás a ver muñes –los apropiados según la etapa– para poder bañarte, peinarte y vestirte, todo de una, y ni lo dudarás. Puede que incluso, aquello de dormirle en otra cama o cuarto no sea; así te darán los diez, 18, 26 meses o cinco años de edad durmiendo a su lado, en tu propia cama.

Por supuesto, tampoco pensaste en que se podía caer, y un día sucedió, en una milésima de segundo mientras te diste media vuelta un instante. Y vuelve una a sentir ese miedo irracional del día en que volviste a casa dispuesta a enfrentar esta nueva vida.

Recuerdo entonces la frase dicha por la madre de una buena amiga y por tantas mujeres antes: “Desde que ustedes nacieron nunca más dormí tranquila”. ¡Cuánta verdad decía! Tú creyendo que seguirías durmiendo como tronco, pero no, siempre le escuchas en medio de la noche, de la oscuridad, del más profundo sueño.

Ciertamente no todo es lindo tampoco, el brazo extendido a 90 grados puede doler, y a veces hará falta levantar la voz, como cuando se te suelta de la mano y cruza solo la calle, o se esconde en casa y te hace pasar un susto de muerte.

Antes, pensaba que habría problemas donde en realidad no los hay, y solo en algo una no se equivoca, en que cuando tienes hijos la vida cambia para siempre, porque empiezas a querer a esa nueva persona más que a tu propia vida.

Sí, Daniela será mamá. Tal vez, aunque no le hemos dicho, no sabe o sospecha que confiamos en que dará lo mejor de sí, que nadie la juzgará y que se puede tomar su tiempo para hacer las cosas a su propio ritmo y el de su bebé. Todas fuimos Daniela alguna vez.

11 diciembre 2023| Fuente: Victoria.cu| Tomado de |Opinión| Isla de la Juventud

diciembre 11, 2023 | Gleidis Hurtado Cumbá | Filed under: Bienestar, Cuba, De la prensa cubana, Felicidad, Salud | Etiquetas: , , , |

Un orgasmo no se tiene, se aprende a tenerlo, o mejor dicho, se aprende a permitirse obtenerlo,

Valerie Tasso, sexóloga francoespañola.

«Gracias a la página publicada este 8 de agosto (Orgasmo, la octava maravilla), ya sé por qué no llego al clímax, a pesar del esfuerzo de mi pareja para ayudarme a lograrlo. Pero aún no entiendo para qué me hace falta, por qué insiste, si está todo bien en el plano del cariño y de la convivencia», escribió una lectora hace dos semanas.

Lo que faltó en aquella infografía lo compartimos ahora, y tiene que ver con la importancia de una vida saludable, plena y placentera, también en la dimensión erótica, pues somos seres sexuados y nuestra salud mental está directamente relacionada con la salud sexual.

El goce físico y el placer emocional asociado a esa satisfacción son pilares fundamentales para establecer una equidad entre la mente y el cuerpo, cuya influencia mutua está bien demostrada por la ciencia.

Un orgasmo desata sensaciones y emociones, un turbión de hormonas y recuerdos que transforman nuestras células, su principal productor y receptor. Por eso, una sexualidad plena y equilibrada en sus cuatro dimensiones (afecto, identidad, familia y erotismo), constituye un factor fundamental para el buen funcionamiento de nuestro organismo y sus sistemas, con la infinidad de beneficios que les proporciona.

Desde el intercambio de miradas y caricias eróticamente intencionadas, en nuestro cuerpo se disparan procesos encaminados a acercarnos al máximo placer, acompañado de un «reseteo» de nuestros sistemas más autónomos, como el respiratorio, el circulatorio, endocrino, metabólico…

Antes de llegar al pico orgásmico aumenta la concentración de sangre en la zona genital, lo cual provoca una turgencia y agradables latidos focalizados. Luego regresa al torrente sanguíneo, removiendo toxinas en su retroceso.

También en ese intervalo previo al clímax hay una tensión paulatina del sistema osteomuscular, muchas veces automática e inconsciente: una contracción beneficiosa por corto tiempo que luego conduce a una relajación más prolongada, desde el suelo pélvico hacia el resto de nuestros músculos, generando una sensación restaurativa similar a la provocada por un masaje o una sesión de yoga, meditación o ejercicios cardiorrespiratorios.

El orgasmo está catalogado como una de las mejores experiencias sensoriales del ser humano, pues además libera hormonas esenciales para el bienestar, como la dopamina, la oxitocina y la vasopresina, cuyo efecto es notablemente beneficioso para el estado de ánimo y la respuesta intelectual y emocional a los desafíos de la vida.

No solo captas mejor el problema y su contexto, sino que además logras darle el lugar justo en tu vida, sin melodramas ni fijaciones enfermizas.

Ese disparo feliz oxigena los millones de células que nos constituyen mediante la aceleración del ritmo cardiaco, la presión arterial y la frecuencia respiratoria.

Al favorecer el estado anímico, ayuda a evitar la depresión, tan común en nuestros días, pues las llamadas hormonas de la felicidad tienen un efecto sedante natural que favorece el descanso mediante un sueño reparador, eliminando así el insomnio.

Durante ese proceso hay un aumento del flujo sanguíneo y el oxígeno que llega al cerebro, manteniéndolo activo y saludable. Por esa razón, alivia los dolores menstruales, migrañas y cefaleas, ya que desconectan las terminaciones nerviosas por algunos segundos. Algunos estudios han demostrado que después de la estimulación del punto G pueden tolerar el dolor hasta un 110%.

En el instante de mayor placer, se liberan hormonas que favorecen la reducción de la ansiedad y tensión acumuladas, y por tanto baja el estrés. Esa liberación te permite ver la vida desde otra perspectiva más holística, integradora, con un marcado positivismo y optimismo en la toma de decisiones.

Como también favorece la circulación externa, contribuye a mejorar la calidad del pelo y la piel, que adquieren un brillo favorable, y a la medida que te ves mejor en el espejo se fortalece tu autoestima y confianza emocional, lo cual aumenta la calidad de vida a solas o en pareja.

Entonces, date permiso para ser feliz y disfrutar de una sexualidad sana y estable que tantos beneficios reporta para nuestra salud mental y reproductiva y recuerda: tener orgasmos es una buena solución a muchos problemas de salud, y la mejor manera de evitarlos.

05/09/2023

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septiembre 9, 2023 | Gleidis Hurtado Cumbá | Filed under: Bienestar, Cuba, De la prensa cubana, Felicidad, Salud | Etiquetas: , , , , , , , , |