Jun
5
Nicaragua busca poner fin a la transmisión vertical del VIH: «Es un logro de la estrategia de salud»
La transmisión materno-infantil de VIH en Nicaragua se redujo a menos del 2% de los casos positivos registrados en 2024, lo que encamina a este país a obtener la certificación de la eliminación vertical del virus por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sputnik visitó el Hospital de la Mujer «Bertha Calderón Roque» en Managua, un centro de atención de la mujer en esta nación latinoamericana, para conocer la estrategia que llevó a Nicaragua alcanzar este éxito atribuido a su modelo de salud, de acuerdo con la doctora Carmen Cruz, directora de la entidad sanitaria.
«Este es un logro más de nuestro Gobierno, gracias a todas las estrategias que se vienen impulsando a través del Ministerio de Salud y en consonancia con nuestro modelo de salud familiar comunitario, en conjunto con nuestra red comunitaria a los diferentes niveles en que estamos organizados», expresó Cruz.
La experta precisó que la transmisión materno infantil puede ocurrir en la gestación, el alumbramiento o durante la lactancia, de allí la importancia de captar a la mujer en una etapa temprana.
«Durante el embarazo, ocurre más o menos en un 20% de la transmisión; la segunda etapa donde puede ocurrir la transmisión al bebé es durante el parto, que es el mayor porcentaje de probabilidades de transmisión, y la tercera es durante el puerperio, que es cuando ya nació el niño, pero la mamá viene y alimenta al bebé con la leche materna», expresó la especialista nicaragüense.
Atención prioritaria
El fortalecimiento de la infraestructura sanitaria y la dotación de medios diagnósticos en Nicaragua durante la Administración sandinista llevaron a este país centroamericano a reducir las estadísticas de 58 infantes nacidos con VIH en 2006 a dos en 2024, de acuerdo al Mapa de la Salud.
Estas acciones se combinan con la participación comunitaria, la atención integral y la prevención, lo que ha elevado la atención prioritaria materno infantil frente al virus que produce el síndrome de inmunodeficiencia adquirida.
«Todo comienza con las captaciones tempranas que realizamos como Ministerio de Salud de los embarazos y parte de las pruebas que nosotros realizamos de manera obligatoria en un embarazo. Está la realización de la prueba de VIH y la prueba de sífilis, en el caso de que una de las pruebas saliera positiva, [a] esa paciente se le hacen otras pruebas y se le da seguimiento multidisciplinario», manifestó Cruz.
El protocolo de atención de una embarazada con diagnóstico positivo en Nicaragua implica la realización de pruebas de carga viral para verificar si el VIH «se encuentra indetectable», el cumplimiento del tratamiento antirretroviral y controles integrales.
Participación comunitaria
De acuerdo con la doctora Cruz, este protocolo ha presentado variantes en los últimos años, dados los avances en el tratamiento para combatir al virus.
«Hace muchos años se hablaba de que había algunas semanas en las cuales a la paciente se le tenía que iniciar el tratamiento especial para el VIH; sin embargo, como la medicina igualmente ha venido avanzando, ahora no importa en la semana de embarazo en la que se encuentre, inmediatamente que se detecta la infección, se inicia el tratamiento«, agregó Cruz.
La actuación de miembros voluntarios de la red comunitaria vinculados al sistema de salud es clave para el acompañamiento de las pacientes en sus controles y tratamiento antirretroviral.
«Si por algún motivo ella no llega a su cita, se le localiza para llevarla a su atención y no perder esa continuidad, esto permite de que, si la paciente está embarazada con VIH y está garantizándose su tratamiento, el porcentaje de que ese bebé nazca con la enfermedad o que hay una transmisión es del 0.06%, es decir, prácticamente estamos hablando de casi nulo», agregó la médica nicaragüense.
La OMS estableció en el 2010 la meta global de eliminación de la transmisión vertical del VIH y sífilis. Este compromiso implica, además, que las autoridades sanitarias deben de monitorear a los bebés expuestos a estas enfermedades.
«Ya cumplimos esos indicadores»
Para que las naciones logren la certificación de la OMS deben garantizar el cumplimiento de los indicadores que determinan la sostenibilidad de los esfuerzos para reducir al mínimo la transmisión del VIH entre la madre y el hijo.
A decir de la titular del Hospital de la Mujer en Nicaragua, este país debe cumplir con criterios de impacto y de proceso, que garanticen mantener la tasa de transmisión vertical del VIH menor del 2%, así como garantizar una cobertura de las atenciones prenatales mayor o igual del 95%.
Además, el número de mujeres embarazadas que recibieron su tratamiento antirretroviral de manera adecuada debe ser superior al 95%.
«El año pasado recibimos la visita de expertos de la OPS que visitaron hospitales donde tenemos atención obstétrica, precisamente andaban revisando cómo estamos, ellos se fueron muy contentos y transmitieron esa información de que nosotros ya cumplimos esos indicadores, pero hay un proceso para hacer esa certificación, por lo menos un año debe estar sostenido esos indicadores», puntualizó la funcionaria.
Nicaragua espera en este 2025 obtener la certificación sanitaria y convertirse en el país número 20 en el mundo que elimina la transmisión vertical del VIH. Cuba fue el primer país que obtuvo este reconocimiento a nivel global en 2015.
2 Junio 2025 Fuente: Radio Caribe/ Noticias/ Salud
May
21
Los Estados Miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) adoptaron un histórico acuerdo sobre Pandemias para que el mundo sea más equitativo y seguro, en el marco de la 78 Asamblea Mundial de la Salud que se celebra en Ginebra, Suiza.
De acuerdo con un artículo publicado en el sitio web de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), con esta decisión histórica culmina más de tres años de intensas negociaciones iniciadas por los gobiernos en respuesta a los devastadores efectos de la pandemia de la COVID-19, y motivadas por el objetivo de hacer que el mundo esté mejor preparado y responda de manera más equitativa ante futuras pandemias.
El doctor Teodoro Herbosa, secretario del Departamento de Salud de Filipinas y presidente de la Asamblea Mundial de la Salud de este año, afirmó que, desde el momento álgido de la pandemia de la COVID-19, «los gobiernos de todos los rincones del mundo actuaron con gran determinación, compromiso y urgencia y, al hacerlo, ejercieron su soberanía nacional para negociar el histórico Acuerdo de la OMS sobre Pandemias que hoy ha sido adoptado».
«Ahora que el Acuerdo es una realidad, todos debemos actuar con la misma urgencia para implementar sus elementos clave, incluidos los sistemas que garanticen el acceso equitativo a productos sanitarios vitales relacionados con las pandemias. Así como la COVID-19 fue una emergencia única en la vida, el Acuerdo de la OMS sobre Pandemias representa una oportunidad única para aprovechar las lecciones aprendidas durante esa crisis y garantizar una mejor protección para la población mundial ante una posible pandemia futura», significó.
Por su parte, al intervenir en la sesión, el doctor José Angel Portal Miranda, titular de Salud Pública de Cuba, expresó que La Mayor de las Antillas acoge con satisfacción el acuerdo sobre pandemias, que es un paso importante para fortalecer la acción colectiva y cuya implementación exitosa requiere de mayor cooperación internacional.
Destacó que, durante los últimos tres años, la Isla ha participado activamente en las negociaciones para adoptar un instrumento jurídico sólido sobre prevención, respuesta y recuperación ante pandemias. «Las enfermedades no distinguen fronteras, ideologías o niveles de desarrollo. Por eso unir esfuerzos para enfrentarlas no es una opción, es una necesidad impostergable», sentenció.
Manifestó que los países en desarrollo necesitan recursos que sean suficientes y sostenibles que, por sí solos, no pueden garantizar. De ahí que el aporte y el compromiso de las naciones desarrolladas sea decisivo para lograr los objetivos previstos en este acuerdo, añadió.
«Le afirmamos nuestra disposición de compartir nuestras experiencias e innovaciones en función de la salud global. Es un deber con la humanidad lograr que los beneficios de este acuerdo lleguen a todos. Hoy más que nunca el mundo necesita unidad, solidaridad, responsabilidad compartida», agregó.
«Cuba está y estará siempre a favor de la vida», concluyó.
May
6
Cada 5 de mayo, la comunidad sanitaria internacional reafirma su compromiso con una de las estrategias más efectivas en la prevención de infecciones. Con el Día Mundial de la Higiene de las Manos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) impulsa entonces una reflexión profunda acerca del positivo impacto de la descontaminación cutánea en la seguridad hospitalaria y comunitaria.
La festividad, que durante este 2025 responde al lema “Guantes, a veces, higiene de las manos siempre”, insta a considerar que, si bien los equipos de protección individual son indispensables, no deben sustituir la correcta antisepsia cutánea, sino complementarla en un protocolo integral de bioseguridad. Por ello, reforzar esta práctica con protocolos rigurosos es una estrategia fundamental para optimizar recursos y garantizar estándares de calidad en la atención médica.
El uso de guantes y otros materiales de protección se incrementó exponencialmente con la pandemia de la COVID-19, generando un impacto ambiental alarmante debido al exceso de residuos biomédicos. En respuesta, la OMS recalca la necesidad de un uso racional de estos insumos, acompañado de una descontaminación meticulosa de las manos para minimizar la huella ecológica sin comprometer los estándares de bioseguridad. Este equilibrio entre protección individual y sostenibilidad ambiental se configura como un eje estratégico en la gestión hospitalaria del futuro.
Además, el organismo internacional incita a los gobiernos y centros médicos a reforzar sus programas de prevención y control de infecciones, integrando procedimientos de limpieza dentro de sus estrategias de seguridad. Al respecto, define como momentos críticos para aplicar estas medidas: antes de tocar al paciente, previo a procedimientos asépticos, tras la exposición a fluidos corporales, después del contacto directo y luego de manipular su entorno.
La puesta en práctica de este esquema sistemático contribuye a la protección de quienes reciben atención médica y reduce los riesgos de transmisión en hospitales y clínicas, de ahí que la adherencia a estos principios se haya posicionado como uno de los ejes de la seguridad hospitalaria. De igual forma, la correcta aplicación de estos programas no solo previene complicaciones severas como la sepsis, sino que también disminuye las hospitalizaciones y optimiza la carga laboral del personal sanitario.
Más allá de una simple efeméride, el Día Mundial de la Higiene de las Manos es una declaración de principios que subraya la responsabilidad compartida en la protección de la salud pública. En un escenario donde la resistencia antimicrobiana y las crisis epidemiológicas ponen a prueba la resiliencia sanitaria, consolidar una cultura de prevención y seguridad afín a este hábito no es una opción, sino una obligación ética y profesional.
5 Mayo 2025 Fuente: Radio 26/ Noticias/ Salud