Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) participará como orador, junto a otras personalidades, en una sesión dentro de la reunión anual del Foro Económico Mundial que se celebrará en Davos (Suiza), denominada Preparándose para la enfermedad X.

Según la OMS, la enfermedad X representa el conocimiento de que una epidemia internacional grave podría ser causada por un patógeno del que actualmente se desconozca que cause enfermedades humanas.  Una desconocida enfermedad provocada por un hipotético patógeno podría provocar 20 veces más muertes que la pandemia de coronavirus, alertó.

Esta potencial enfermedad se encuentra en el mismo nivel de importancia en la investigación que otras enfermedades peligrosas con las que lidiamos en la actualidad y que engrosan la lista de las prioridades del organismo internacional.

En la versión actualizada de esta lista de enfermedades, que plantean el mayor riesgo para la salud pública debido a su potencial epidémico y/o si no existen contramedidas o son insuficientes, se encuentran exclusivamente agentes virales.

La noticia de la inclusión de esta temática en la reunión del Foro Económico Mundial generó un acalorado debate en las redes sociales, reseña Russia Today y la revista Fortune.

Algunos usuarios advirtieron que los supuestos preparativos para la enfermedad desconocida podrían ser paralelos a los tipos de medidas de cierre implementadas durante la pandemia de covid-19.

En contraposición a esta postura, Amesh Adalja, académico principal del Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud, en Estados Unidos, comentó que los profesionales de salud pública siempre han realizado experimentos mentales y ejercicios prácticos para prepararse para las pandemias.

Sugerir arbitrariamente que estos ejercicios y reuniones son parte de algún tipo de conspiración, evade el propósito real para el que sirven y los problemas en los que están tratando de ganar terreno, añadió.

Stuart Ray, vicepresidente de medicina para integridad y análisis de datos en el Departamento de Medicina del Johns Hopkins, señaló que sería irresponsable que los líderes mundiales no se reunieran en el foro y reafirmó la importancia de que estas reuniones se publiciten. La coordinación de la respuesta de salud pública no es una conspiración, es simplemente una planificación responsable, agregó.

17 enero 2024| Fuente: Juventud Rebelde| Tomado de |Ciencia y Técnica

Debido a la creciente incidencia de la COVID-19 en el mundo es necesario continuar con el uso de mascarillas y la vacunación, afirmó el viernes el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus

«Las enfermedades respiratorias causadas por COVID-19, la gripe y otros patógenos han aumentado en muchos países durante semanas y se espera que esto continúe después de las recientes festividades», escribió Ghebreyesus en su cuenta personal de la red social X (antes Twitter).

Ante tal situación, el jefe de la OMS instó al público a «hacerse la prueba y buscar atención cuando sea necesario, porque los tratamientos contra la COVID-19 pueden prevenir enfermedades graves y la muerte».

«Continúen usando mascarillas, ventilación y distanciamiento para reducir la exposición, y asegúrense de que ustedes y sus seres queridos estén al día con sus vacunas contra la COVID-19 y la gripe», agregó.

Además, sugirió a los gobiernos «brindar acceso a pruebas, tratamientos y vacunas confiables, especialmente a quienes corren mayor riesgo de sufrir una infección grave». Las autoridades deben «mantener la vigilancia, la secuenciación y la presentación de informes para seguir la evolución del virus que provoca la COVID-19 y proporcionar mensajes claros sobre los riesgos y las medidas para reducir el riesgo para sus poblaciones», señaló Ghebreyesus.

En el mismo contexto, el funcionario recordó que hay que seguir las recomendaciones permanentes para contrarrestar la COVID-19, que fueron emitidas por la OMS en 2023 para abordar las amenazas globales de la enfermedad.

8 enero 2024| Fuente: Granma| Tomado de| Salud

En materia sanitaria 2023 comenzó con la respuesta a un gran terremoto en Türkiye y Siria, y terminó con la terrible guerra en Gaza, significó la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su resumen anual.

A la vez, el mundo vivió otras crisis, conflictos y la amenaza constante de brotes epidémicos y del cambio climático, los cuales también fueron objeto de atención de esa agencia de Naciones Unidas.

En el año que concluyó los equipos de expertos de la OMS identificaron alrededor de 750 indicios que requerían un análisis y un debate en profundidad, solicitó a los países que proporcionaran más información y convocó a los gobiernos y a los asociados a unirse en la respuesta a esas urgencias.

Así, entre otras acciones promovió la adopción de medidas para reducir las amenazas a la salud pública con el fin de mantener más segura a toda la población, objetivo para el cual dio respuesta a 65 emergencias, 22 de las cuales eran inéditas.

Muchas de ellas estuvieron relacionadas con conflictos, ya que, en países como Etiopía, Haití, Myanmar, la República Democrática del Congo, Sudán y Ucrania, entre otros, las crisis y la inseguridad se agravaron.

La OMS se movilizó para prevenir, detectar y responder a los brotes de enfermedades infecciosas, fortaleció el acceso a los servicios de salud esenciales, incluida la capacidad hospitalaria para cubrir todas las necesidades desde los partos hasta las lesiones de guerra, capacitó a trabajadores de la salud y suministró medicamentos esenciales y equipos médicos.

También trabajó para habilitar a los laboratorios y, en la medida de lo posible, fortaleció su capacidad para el diagnóstico de enfermedades, mientras en no pocas ocasiones, su personal arriesgó su vida para prestar atención sanitaria en colaboración con los asociados de todo el sistema humanitario.

La OMS estuvo sobre el terreno cada vez que se produjo una catástrofe, y estas fueron numerosas en 2023: terremotos en el Afganistán, Nepal, Siria y Türkiye, inundaciones devastadoras en Libia, en Pakistán y Sudán del Sur, olas de calor, incendios forestales, sequías y más.

Entre otras acciones, desplegó equipos médicos de emergencia, envió ayuda médica y prestó asistencia a los países para hacer frente a las consecuencias de estos desastres a medio y largo plazo para la salud.

Como organismo principal del Grupo de Acción Sanitaria designado por el Comité Permanente entre Organismos, la agencia sanitaria de la ONU coordinó la asistencia de salud prestada por 900 asociados, para responder a las necesidades de 107 millones de personas afectadas por crisis en 29 países.

Cada día, en algún lugar del mundo, un equipo de la OMS se lanzó a la tarea de investigar un brote junto a los expertos y trabajadores del Ministerio de Salud de las naciones afectadas y para su enfrentamiento y control, afirmó si director general Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Durante 2023 hubo un resurgir sin precedentes de muchas enfermedades infecciosas: carbunco, chikungunya, cólera, fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, dengue, difteria, gripe del virus respiratorio sincitial, que requirió respuesta coordinada a nivel regional y mundial.

Hubo otros brotes, como los de la fiebre de Lassa en Nigeria y la enfermedad del ébola en Uganda, así como de Marburgo en Guinea Ecuatorial y la República Unida de Tanzanía.

En cada situación apoyó en el transporte de muestras, la realización de análisis de laboratorio tanto a nivel central como local, la creación de capacidades para la secuenciación genómica a nivel nacional, investigación de casos y localización de contactos de los pacientes, además de establecer hospitales de campaña para contener los brotes y salvar vidas.

A pesar de ello la atención de la salud también fue objeto de ataques, con más de mil 200 atentados con afectaciones a trabajadores, pacientes, hospitales, dispensarios y ambulancias en 19 países y territorios, lo que provocó que más de 700 personas perdieran la vida y casi mil 200 resultaron heridas.

4 ene 2024 | Fuente: CubaSí| Tomado de | Noticias| Ciencia y Tecnología