May
6
Hay noticias que llegan y sacuden la existencia. Quiso el destino que la recibida en las primeras horas de este domingo 4 de mayo traspasara el marco de la duda, de lo indeciso, para hacerla realidad. Ha fallecido en La Habana el Dr. C. Armando Caballero López en una etapa final en que su salud se vio afectada.
Y aunque no pudo ganar su última batalla partirá inmenso como lo demostró hasta su último día.
Quedan para siempre su faceta de investigador, la sabia del buen médico que buscó los nuevos conocimientos a favor del necesitado, las clases impartidas en la Universidad Médica o en un recinto hospitalario, el tesón por lograr su título de especialista de I y II grados en esa Anestesiología y Reanimación con la dignidad y el decoro de un profesional de excelencia, o la del II grado en Medicina Intensiva y Emergencias.
Hablar de méritos, medallas, distinciones y estímulos sería interminable, tan honoríficos como la de miembro reconocido de la Academia de Ciencias de Cuba, pero la que más le satisfizo —y me lo hizo saber en varias ocasiones— fue la de no pensar en distingos ni menos en la fama.
Se sentía campesino, como aquel muchachito, oriundo de Seibabo, que un día llegó con apenas cinco años a Santa Clara, y recordaba aquel regalo de su abuelo a partir de un libro que invitaba a ganar en salud. Quizás la justa puerta entreabierta para penetrar en ese, su mundo.
Jamás olvidó a quienes lo enseñaron y fueron sus maestros en la especialidad, al Dr. Arturo Escamilla Bringas, como impulsor en ese camino de la necesaria y a veces olvidada anestesia. Valen, entonces, los libros dedicados a esa rama, algunos con la participación de múltiples colegas, convertidos en referente de la medicina cubana y más allá de nuestras fronteras, hasta llegar al último contentivo de 197 capítulos, con 170 autores, y parte de ellos especialistas de todos los continentes.
Y un hombre de bien hablaba de satisfacciones. Su voz se enaltecía al recordar que la provincia tuvo la segunda sala de Terapia Intensiva en el país, a punto de cumplir 53 años, el próximo 8 de mayo: Su querida Sala 1, como se le llamaba en el hoy hospital Celestino Hernández Robau.
Y el otro regocijo es que sus dos hijos varones hayan proseguido las sendas del intensivismo, sin olvidar que su esposa Nancy resultó una enfermera de prestigio en sus años de labor.
Lamentablemente el corazón del Dr. Caballero estaba resentido. Un infarto previo en Angola en años atrás, repetido en etapa reciente, sumado a otros episodios que conllevaron a una compleja intervención cardiovascular en apenas días fueron deteriorando su salud.
Sin embargo, no conoció derroteros Seguía como el guerrero invencible o el deportista de altos rendimiento que aspira a su próxima meta como el arduo trabajo desplegado en los días intensos de la Covid.
Mucho más pudiera decirse, pero hoy Villa Clara y Cuba sienten el dolor cercano. Sus compañeros a los que forjó, las tantas personas que hizo volver a la vida y escucharles un “Gracias doctor”, los familiares que lo situaron en una especie de altar ante tanta gratitud, quienes un día recibieron un regaño o un llamado de atención para hacer mejores las cosas como lección inolvidable.
Vaya en paz, doctor, emprenda feliz el camino de la eternidad porque cumplió con la obra prometida. Que se vista de gloria el sendero de las ciencias médicas, y que desde donde esté ilumine por siempre la vida al contar con un Caballero del honor y de todos.
El presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, se refirió desde Rusia al fallecimiento del doctor Armando Caballero, reconocido galeno cubano y figura destacada en el ámbito de la medicina intensiva y la anestesiología.
Durante su trayectoria, el Dr. Caballero dedicó su vida al servicio de la salud pública, siendo ampliamente admirado por su compromiso profesional y humano en la salvación de miles de vidas. Su labor trascendió fronteras, consolidándolo como un referente en su especialidad y como un pilar fundamental para el sistema sanitario cubano.
El mandatario cubano expresó sus condolencias a través de la red social X, enviando un sentido abrazo a los familiares, amigos y pacientes del eminente médico, cuya influencia alcanzó a numerosas personas en toda la isla.
Díaz-Canel resaltó el legado del Dr. Caballero, subrayando su entrega incansable y el impacto de su trabajo en comunidades de Cuba, donde dejó una huella imborrable como profesional y ser humano.
4 Mayo 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud
Abr
24
Estrés y ansiedad son dos palabras que resultan populares en el mundo moderno. Según el blog de salud de MAPFRE, en la actualidad, casi todo cuanto nos rodea (trabajo, familia, circunstancias personales), nos pueden generar grandes dosis de tensión, estrés o ansiedad. En este sitio web se explican las diferencias entre los términos, que muchas personas identifican como similares.
En cuanto a su origen, las respuestas de estrés se desencadenan ante una determinada situación, cuando la persona siente que no tiene los recursos necesarios para hacerle frente a algo y se siente superada. De tal manera, podría decirse que el estrés está determinado por factores externos. En cambio, el origen de la ansiedad es mucho más difuso y la persona se siente amenazada o experimenta miedo, pero no es necesario que sepa de donde provienen esas emociones. Aquí entonces los factores desencadentes son internos, como pueden ser pensamientos catastróficos, preocupación y anticipación de eventos improbables, angustia o miedo.
Desde el punto de vista sintomático, en el estrés la emoción predominante es la preocupación desencadenada por el estímulo que ha contribuido al desbordamiento de la persona; mientras que en la ansiedad predomina el miedo a que algo malo pueda suceder. Por ejemplo, un estudiante estaría estresado por los exámenes finales cuando a causa de su preocupación se torna irritable, triste o nervioso. En caso de ansiedad, este mismo estudiante estaría además anticipando sus errores y el fracaso escolar. Una vez pasados los exámenes el estrés remite, pero la ansiedad se mantiene ya que está asociada a una construcción interna propia y a pensamientos irracionales en torno a una idea. La persona ansiosa continuaría pensando que podría haber hecho un mejor papel, se preocupa por los resultados del examen o por las evaluaciones del próximo semestre.
Desde el punto de vista temporal el estrés se atasca en el presente y el tiempo pasa muy lento, mientras que la ansiedad se sitúa en el futuro y anticipa la derrota. Se dice que el estrés produce ansiedad, pero el individuo que padece ansiedad no necesariamente sufre de estrés. La ansiedad es considerada una manifestación del estrés. Tanto uno como la otra se consideran respuestas adaptativas, pero cuando se presentan en exceso pueden causar grandes problemas de salud. Siempre la gravedad de la ansiedad es mayor debido a que puede causar trastornos psicológicos como ansiedad generalizada, ataques de pánico, fobias e hipocondrías, entre otras. En cambio, la severidad del estrés no es tan intensa, pero su exceso puede contribuir al desencadenamiento o la agravación de enfermedades orgánicas.
En todo el mundo, muchas personas buscan ayuda en la Medicina Natural y Tradicional para lograr un mejor manejo del estrés y la ansiedad. De las múltiples opciones posibles que pudieran comentarse, les comparto acá dos bien sencillas, el uso de una planta medicinal y de un punto de acupuntura.
Toronjil o melisa
La Melissa officinalis L., perteneciente a la familia de las lamiáceas, fue incluida por Roig en su obra “Plantas Medicinales, aromáticas y venenosas de Cuba”. En ella se plantea que su cultivo se introdujo en nuestro país en 1951. Se trata de una especie probablemente originaria de Asia Menor, que se extendió durante la Edad Media a la zona occidental de la cuenca mediterránea. Es una planta herbácea perenne, que tiene la característica de que sus hojitas son dentadas, con la superficie pilosa, las que huelen a limón cuando se rompen. No es la Mentha × piperita o toronjil de menta, son dos especies diferentes.
La melisa o toronjil tiene varias indicaciones, entre ellas el manejo del estrés y la ansiedad. Téngase en cuenta, por ejemplo, que la Agencia Europea de Medicamentos respalda su uso tradicional para aliviar los síntomas de estrés mental y también para facilitar el sueño.
La forma de emplear la melisa o toronjil con este fin sería en infusión, utilizando una cucharada de las hojas troceadas para una taza de agua hirviendo, equivalente a 250 mililitros y se pueden beber hasta 3 tazas diarias. No debe utilizarse la planta en el caso de mujeres embarazadas, durante la lactancia ni en niños menores de 12 años. También se desaconseja su consumo concomitante con hormonas tiroideas.
Yintang
Es uno de los puntos llamados extraordinarios, ya que no pertenece a ninguno de los canales acupunturales y se localiza en la línea media, justo entre las cejas. Desde el punto de vista de la teoría de la Medicina Tradicional China, se plantea que este punto, entre otras funciones, calma el Shen (mente o ‘espíritu’). Actualmente se reconoce que su estimulación puede aliviar el estrés y la ansiedad. Por ejemplo, el Memorial Sloan Kettering Cancer Center de los Estados Unidos, recomienda en su sitio web el empleo de este punto mediante la técnica de digitopresión con el fin de controlar estos trastornos.
Para su aplicación, se recomienda al paciente adoptar una posición cómoda, preferiblemente sentado o acostado. Se coloca el pulgar de cualquiera de las dos manos en el punto medio entre las cejas y se oprime este con el pulgar, realizando movimientos circulares mientras aplica la presión durante dos o tres minutos. Preferiblemente los movimientos debieran ser en sentido antihorario, en contra de las manecillas del reloj. En caso de que sea más cómodo, puede utilizarse el dedo índice, pero siempre es necesario observar que la presión sea firme, pero sin necesidad de sentir dolor.
La estimulación del punto puede realizarse varias veces en el día, hasta que sus síntomas mejoren. No debe emplearse esta técnica sobre el punto cuando hay lesiones de piel en la zona, tales como heridas, enrojecimiento, inflamación, calor o pus.
Tanto la melisa como el punto Yintang resultan opciones válidas de autoayuda, que contribuyen al manejo del estrés y la ansiedad. Su empleo sin embargo, no sustituye la necesaria valoración profesional o la necesidad de adoptar otras medidas que serían orientadas por un médico o un psicólogo. En todo caso, y con suficiente certeza, son recursos disponibles para cuidar nuestra salud mental… ¡desde lo natural!
Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Desde lo Natural
Abr
18
Existen ciertas plantas medicinales que tienen sus propiedades terapéuticas en partes de ellas que normalmente se desechan cuando las consumimos, generalmente como alimento. Aunque no son las únicas, la calabaza y el maíz son sin dudas buenos ejemplos que ilustran esta realidad. Coincidimos que las semillas de la calabaza o los estigmas del maíz no suelen conservarse para su procesamiento como agentes terapéuticos y, sin embargo, tienen importantes propiedades medicinales.
La calabaza
La calabaza es una baya de cáscara dura, generalmente distribuida en las regiones cálidas y templadas del planeta. Es el fruto de las cucurbitáceas, del que existen diferentes variedades, silvestres y cultivadas, que pueden presentar diversidad en cuanto a forma, tamaño, textura, sabor y color.
El hombre suele aprovechar la calabaza en varios sentidos, fundamentalmente como alimento y también para la elaboración de bebidas. La cáscara puede usarse en la fabricación de utensilios, artesanías e incluso instrumentos musicales. Además, distintas partes del fruto y la planta en general son empleadas con fines medicinales y cosméticos. Específicamente las semillas de especies como Cucurbita pepo y Cucurbita moschata se utilizan para tratar la hiperplasia prostática benigna y algunos tipos de parásitos intestinales. Existe un uso etnomédico registrado, así como investigaciones preclínicas y clínicas que avalan tales aplicaciones terapéuticas.
Para no desechar las semillas, la parte más medicinal de la calabaza y que de seguro usted puede emplear en casa, lo primero es lavarlas bien con agua corriente una vez extraídas y colocarlas en una bandeja o un plato, cubiertas por una gasa o malla fina. De esta forma se exponen al sol para su secado. Como quiera que este proceso puede durar varios días, se tiene como opción tostarlas al horno, a una temperatura de 75 grados Celsius hasta que queden doradas. Alternativamente puede tostarse en el sartén. Ya sea al sol, en el horno o el sartén, siempre se deben remover las semillas, con mayor o menor frecuencia, en el primer caso para garantizar que se alcance un secado homogéneo y en los otros dos, para evitar que se quemen.
Una vez que están adecuadamente tostadas, estas pueden consumirse enteras o trituradas. Para triturarlas puede utilizarse la batidora y de esta forma se pueden mezclar mejor en jugos, yogurt, caldos u otros alimentos. Las semillas enteras pueden ser consumidas con un poco de sal, pero debe tenerse cuidado con esto en caso de hipertensión arterial.
Si se van a utilizar para el tratamiento de la hiperplasia prostática benigna, las ‘Monografías de plantas medicinales de la Organización Mundial de la Salud’ recomiendan una dosis diaria de 10 gramos. Esto equivale aproximadamente a una cucharada sopera completa de las semillas trituradas y poco menos de cucharada y media de las semillas enteras. Aquí su uso debe ser prolongado.
Para el tratamiento de las lombrices intestinales Roig reconoce que en Cuba era habitual el uso de las semillas trituradas en forma de horchata. Con este fin se toma una taza de semillas y se remojan en 3 tazas de agua por al menos una hora, luego se licúa esta mezcla, se filtra y se agrega hasta litro y medio de agua. Por supuesto, el agua debe ser hervida. Para su consumo se agrega azúcar a gusto y opcionalmente puede utilizarse algún saborizante como esencia de vainilla. La preparación suele servirse fría. De cualquier forma, el uso por varios días seguidos de 10 gramos diarios de la semilla también garantiza un efecto vermífugo.
No se recomienda el consumo de semillas de calabaza con fines medicinales en gestantes por sus propiedades emenagogas. Tampoco se deben emplear en mujeres que lactan o en niños menores de 12 años por no estar demostrada la seguridad de su uso en estas poblaciones.
El maíz
Es una gramínea originaria de Mesoamérica y su nombre binomial o científico es Zea mays. Su infrutescencia femenina se conoce como mazorca en Cuba, aunque en otros países puede denominársele elote o choclo. En ella crecen los granos y los estigmas, los primeros la parte comestible de la planta y los segundos la medicinal.
Su domesticación se inició hace doce mil años aproximadamente en el eje neovolcánico de México, desde donde se propagó por el resto del continente, mucho antes de la llegada de los españoles. En el siglo XVI fue llevado a Europa y actualmente es el cereal con el mayor volumen de producción a nivel mundial, seguido por el trigo y el arroz.
Para su uso terapéutico se emplean los estigmas, también llamados estilos, barbas o pelos. Esta es una parte de la planta que comúnmente se desecha cuando se procesan las mazorcas, aunque se reconoce que su empleo puede ser beneficioso en pacientes afectados fundamentalmente por enfermedades del sistema urinario.
La ciencia moderna ha demostrado los efectos antiespasmódico, diurético, hipotensor y antiinflamatorio de los estigmas del maíz. Al respecto, la ‘Farmacopea Vegetal Caribeña’ en su tercera edición señala que puede ser recomendado su empleo para tratar el edema, la inflamación y el dolor de riñón. En el caso de infección o cálculos renales su uso debe ser considerado como complementario al tratamiento médico por su efecto diurético.
Es necesario señalar que, aunque el consumo de los estigmas de maíz es bastante seguro, debe observarse bien la dosificación, ya que en altas dosis pueden producir cólicos y diarrea. Las formas de preparación con estos fines pueden ser la decocción, la infusión y la maceración. La doctora en Ciencias Agrícolas Lérida Lázara Acosta de la Luz, en su obra ‘Plantas medicinales. Farmacia verde, una alternativa de cura’ recomienda emplear un manojo de los estigmas frescos para un litro de agua. En caso de decocción, se debe hervir por 10 minutos en recipiente tapado y para la infusión se agrega el agua hirviendo al envase con los estigmas. En una u otra preparación, se mantiene tapado el recipiente y se deja enfriar. Para la maceración, se agregan los estigmas a un litro de agua previamente hervida y se deja en reposo durante 12 horas. Antes de consumir, se deben filtrar estas preparaciones y se recomienda la ingestión de una taza, al menos cuatro veces en el día.
Estos son solo dos ejemplos de partes de plantas que normalmente en casa se desechan y que tienen propiedades medicinales bien demostradas. La Naturaleza es sabia, muchas veces se repite la frase, pero a veces obviamos esta sabiduría. Podemos de la calabaza y el maíz utilizar más que el fruto y las semillas, respectivamente, para cuidar nuestra salud… ¡desde lo natural!
Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Desde lo natural