Jusvinza, un fármaco fruto de la consagración de los hombres y mujeres de la ciencia cubana, devuelve la esperanza a pacientes afectados por la artritis reumatoide (AR) en el municipio de Trinidad.

Con dolor e inflamación crónica en las articulaciones de sus manos y pies, Matilde Alfaro, una psicóloga de 62 años, es el vivo ejemplo de las secuelas de un padecimiento por lo general invalidante. “Fui diagnosticada en el 2019 y mi evolución no ha sido de las más favorables. Las crisis son frecuentes, pero siempre me vuelvo a levantar”, dice y estremece su determinación.

Las mismas angustias pueden leerse en la historia clínica de Yolanda, Eduviges, Ángel y de muchas otras personas que viven con la enfermedad autoinmune más frecuente en Cuba y la de mayor tasa de deserción laboral. Ahora, una noticia esperanzadora abre nuevos caminos hacia la recuperación de estos pacientes.

Jusvinza en Sancti Spíritus

La fase de estudio clínico de este producto inmunomodulador, eficaz en la reducción de la inflamación en pacientes con AR, ha sido larga, incluida la etapa de la covid, en la que el fármaco —nombrado comercialmente como Jusvinza— fue empleado para tratar a los pacientes graves y críticos.

Registrado y con permiso para uso como medicamento por la entidad reguladora nacional, el fármaco comienza a incorporarse al sistema de salud como un tratamiento válido contra la enfermedad y desde hace algunas semanas ya se aplica en la provincia de Sancti Spíritus.

Afortunadamente, uno de los primeros municipios que pudo incluirse en este estudio abierto fue Trinidad. La doctora Mildrey Santos Ramos, especialista en Medicina General Integral (MGI) y Reumatología, la considera una oportunidad única para quienes conviven con la patología y también para quienes desde la ciencia se esfuerzan por mejorar sus síntomas más molestos.

“Logramos captar a unos veinte pacientes con los criterios de selección para la fase actual de ensayo clínico que se realiza en el Hospital Provincial Camilo Cienfuegos. En el primer mes deben ir un día a la semana, en este caso el jueves, y los siguientes cinco, una vez al mes.

“El medicamento se aplica subcutáneo y no posee reacciones adversas. Lo más importante es que no se puede perder ninguna de las dosis para estudiar la evolución de la enfermedad. Queremos que mejoren su calidad de vida”.

Con varios años de experiencia profesional, la doctora Mercedes de León Castillo, también especialista en MGI y Reumatología, valida en la práctica médica un criterio que en no pocas ocasiones retrasa el diagnóstico y tratamiento de la AR.

De acuerdo con la especialista, no se conocen las causas de esta enfermedad sistémica autoinmunitaria crónica que afecta las articulaciones y suele comenzar con síntomas generales e inespecíficos, como cansancio, debilidad y en ocasiones fiebre baja. Esto se acompaña de dolor, rigidez e hinchazón de las articulaciones.

“En algunas ocasiones no se identifica a tiempo y los pacientes pasan por múltiples especialidades hasta llegar a nosotros; por ello, en las clases con los estudiantes de Medicina insistimos mucho en la importancia del diagnóstico temprano. El ochenta por ciento de los pacientes presenta algún tipo de anormalidad articular permanente en los primeros diez años”, alerta la reconocida profesional.

La evolución de Matilde ilustra la preocupación de la doctora. “Comencé con una inflamación muy grande en los pies, consulté con la uróloga, el nefrólogo, el ortopédico… hasta llegar a la reumatóloga. Ya no solo es el dolor sino la deformación de las articulaciones”, refiere y muestra sus manos como evidencia.

El caso de Ángel González tiene muchas coincidencias. Al dilatarse el diagnóstico, las crisis fueron más frecuentes. Hoy con 68 años y otras patologías asociadas recibe el tratamiento con el producto cubano. “Me siento muy optimista”, declara a Escambray.

La esperanza tiene nombre

Diagnosticada desde hace 26 años, Yolanda Polo fue una de las primeras pacientes trinitarias escogidas para probar la eficacia de Jusvinza. “Estuve trabajando hasta los 48 años y sufrí mucho cuando tuve que jubilarme por criterio médico. Ahora tengo otras complicaciones, pero he luchado contra ellas; soy muy disciplinada y trato de llevar una vida normal, a pesar de mis limitaciones”.

El camino hacia la mejoría evidente de los síntomas apenas comienza, mas ella y el resto de los pacientes sienten que la vida les da otra oportunidad. “Nos explicaron que a partir de la quinta dosis es que se deben ver los resultados”, comenta Yolanda.

Sin embargo, Adriana Ponce, después de la segunda aplicación, se siente “un poquito mejor”. La doctora de profesión, y ahora paciente, fue diagnosticada hace solo tres años. “Es muy difícil cambiar de rol porque conocemos las complicaciones de la enfermedad, pero confiamos plenamente en la ciencia cubana y en la dedicación de las doctoras Mildrey y Mercedes, dos especialistas excepcionales que tenemos en Trinidad”.

Ángel se siente también muy feliz. “He notado alguna mejoría, incluso pude bajar la dosis del medicamento que antes tomaba. En el hospital converso con otros pacientes que comenzaron primero con el tratamiento y están recuperándose muy bien”.

“Me siento altamente esperanzada”, confiesa Matilde, y Yolanda tampoco se queda atrás: “Somos muy felices, ha sido maravilloso ser parte de esta experiencia y estamos muy agradecidos. Al final queremos hacer un maratón porque tenemos la certeza de que vamos a salir adelante”.

Por el momento, los pacientes trinitarios escogidos para esta fase del ensayo clínico deben ir por su cuenta al hospital provincial y es, sin duda, una limitante en cuanto a costos de transportación y accesibilidad. “Quisimos dar a conocer primero la noticia y los beneficios, para luego buscar apoyo desde la Dirección de Salud en el municipio”, acota la doctora Mercedes.

Más adelante, podría incluso administrarse en las propias instalaciones sanitarias de la localidad gracias a este estudio que abre nuevas posibilidades para tratar a la población local; según Biocubafarma más de 66 000 cubanos que conviven con la AR recibirán el novedoso producto de factura nacional. La esperanza tiene el nombre de Jusvinza.

26 Abril 2025 Fuente: Escambray/ Noticias/ Salud

El desarrollo de Jusvinza comenzó hace varios años y hoy se consolida como un innovador tratamiento antiinflamatorio con grandes potencialidades para combatir enfermedades de este tipo agudas y crónicas. Con un equipo multidisciplinario liderado por el líder científico del proyecto, la iniciativa cuenta con especialistas en laboratorio, desarrollo tecnológico, control de calidad, producción y comercialización, operando tanto en Cuba como en México.

“La investigación con Jusvinza se ha centrado en patologías autoinmunes, con especial énfasis en la artritis reumatoide. Para demostrar su efectividad, hemos realizado varios estudios clínicos. En la fase uno, documentamos la seguridad del medicamento, mientras que en la fase dos lo combinamos con metotrexato, que es el tratamiento estándar para pacientes con artritis. Además, hemos obtenido evidencia de su efectividad en el mundo real, sin necesidad de otro modificador”, explicó Gillian Martínez Donato, gerente de Jusvinza.

Afirmó que actualmente, el equipo se encuentra culminando la fase tres del estudio clínico para obtener el registro en Cuba. Este proceso implica la combinación del medicamento con metotrexato, estrategia que se alinea con los protocolos internacionales. Si los resultados son positivos, se espera la aprobación de un registro condicionado, lo que permitirá avanzar hacia su comercialización.

“El siguiente paso será desarrollar estudios clínicos adicionales para evaluar el uso del medicamento de manera independiente, sin combinarlo con metotrexato. Las evidencias recopiladas en su aplicación en el mundo real indican que este fármaco podría ofrecer beneficios significativos cuando se administra por sí solo”, confirmó Martínez Donato.

Este avance representa una esperanza para quienes padecen artritis reumatoide y otras enfermedades inflamatorias, ofreciendo un tratamiento con un mecanismo de acción innovador que busca mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Añadió que además del estudio clínico del medicamento combinado con metotrexato, Jusvinza también se encuentra en una línea de desarrollo independiente para su uso exclusivo en pacientes con artritis reumatoide. Este enfoque busca consolidar su posicionamiento como tratamiento autónomo.

“Actualmente, en Cuba, Jusvinza cuenta con un registro condicional, otorgado tras los resultados obtenidos en la fase dos del estudio clínico. Este registro permite su uso bajo condiciones similares a las evaluadas en esa fase y está sujeto a la culminación de la fase tres, que involucra un mayor número de pacientes y una muestra más representativa de la población real”, señaló la gerente.

Según comunicó se prevé que la fase tres concluya este año, con el objetivo de obtener el registro definitivo en 2026, lo que permitirá su uso expandido en todo el país. Si los resultados cumplen las expectativas científicas, Jusvinza podrá consolidarse como un tratamiento clave para enfermedades inflamatorias.

Gracias a su amplio mecanismo de acción, Jusvinza presenta potencialidades para el tratamiento de diversas enfermedades inflamatorias, tanto agudas como crónicas. “Actualmente, se desarrollan estudios clínicos en otras indicaciones médicas de alto impacto, como el síndrome de distrés respiratorio agudo y la neumonía grave adquirida en la comunidad, esta última siendo la cuarta causa de muerte en unidades de cuidados intensivos en Cuba”, expuso la especialista.

En comparación con otros antiinflamatorios disponibles, este ofrece ventajas significativas, aunque su mecanismo de acción continúa siendo objeto de una investigación profunda. En Cuba, estas investigaciones avanzan en colaboración con empresas extranjeras, lo que permitirá demostrar todas las potencialidades del medicamento.

Además de la artritis reumatoide, Jusvinza proyecta estudios clínicos en espondilitis anquilosante, una enfermedad autoinmune similar a la artritis, pero localizada en la columna vertebral. También se evalúa su aplicación en pacientes con lupus, especialmente aquellos que, durante la pandemia de COVID-19, fueron tratados con el medicamento y mostraron mejoras en sus condiciones preexistentes.

“El desarrollo de Jusvinza comenzó hace aproximadamente 15 años y ha avanzado significativamente a pesar de los desafíos impuestos por el contexto económico. A lo largo de este tiempo, además de los estudios preclínicos que respaldan su eficacia, se ha acumulado evidencia en pacientes reales, lo que refuerza su potencial para el tratamiento de enfermedades inflamatorias”, dijo.

En el caso de la artritis reumatoide, Jusvinza se posiciona como una alternativa innovadora en un mercado donde los pacientes suelen depender de múltiples tratamientos, como esteroides y otros fármacos tradicionales. Sin embargo, la disponibilidad limitada de ciertos medicamentos complica el acceso a opciones terapéuticas efectivas, sobre todo en enfermedades graves.

Martínez Donato aseguró que, para acelerar su desarrollo y registro en nuevos mercados, Jusvinza ha explorado diversas modalidades de negocio. La expansión internacional requiere estudios clínicos en cada país, lo que ha llevado a la firma de acuerdos estratégicos. En 2018, se concretó una licencia de patente en China con una empresa farmacéutica, y recientemente se aprobó un estudio clínico fase uno en colaboración con Pfizer en ese país.

Además de China, otras compañías extranjeras han mostrado interés en el desarrollo de Jusvinza, lo que ha propiciado negociaciones clave para su expansión. Eventos internacionales, como ferias especializadas, ofrecen una oportunidad para visibilizar sus beneficios y conectar con empresas que podrían facilitar su registro y comercialización en diferentes regiones.

“Jusvinza destaca por su potencial para tratar enfermedades sin soluciones terapéuticas definidas, lo que lo convierte en una alternativa prometedora para abordar problemas de salud que afectan a numerosas poblaciones. A través del contacto con compañías y la presentación de resultados en eventos internacionales, se busca consolidar acuerdos que impulsen su desarrollo y permitan su llegada a nuevos mercados”, ratificó la gerente.

Este esfuerzo no solo representa un avance en el ámbito farmacéutico, sino que también podría contribuir significativamente a mejorar la calidad de vida de pacientes con enfermedades inflamatorias graves y crónicas en distintas partes del mundo.

23 Abril 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud

EL despertar de Elba cada mañana se convertía en una pesadilla. La dificultad para caminar con inmenso esfuerzo. Su mejor compañero era un bastón, necesario para las tareas cotidianas en el hogar o salir en busca de alimentos. La responsable de los dolores e inflamaciones era la artritis reumatoide (AR), una enfermedad que perjudica más a las mujeres que a los hombres.

Según la Revista Cubana de Reumatología, la AR suele comenzar con síntomas generales e inespecíficos: como cansancio, debilidad y, en ocasiones, fiebre baja. Esto se acompaña de dolor, rigidez e hinchazón en las articulaciones.  Si no se trata tempranamente, la enfermedad avanza rápido y el 80 por ciento de los pacientes presenta algún tipo de anormalidad articular permanente en los primeros diez años.

Los síntomas clásicos de la inflamación, como dolor, calor, aumento de volumen e impotencia funcional, es decir, la incapacidad para el normal funcionamiento de las estructuras afectadas) son simétricos, atacan de manera parecida a ambos lados del cuerpo y afectan a las pequeñas articulaciones de las manos y los pies.  La rodilla, el hombro, la cadera y el codo pueden sufrir daños grandes en articulaciones.  Un síntoma típico es la rigidez, que llega a prolongarse por más de una hora, cuando el paciente se levanta o luego de largos períodos de inactividad física.

Con la esperanza de aliviar su padecimiento, Elba forma parte de un grupo de voluntarios de la región oriental del país que participan en el estudio de intervención del péptido Jusvinza para el tratamiento de dicha enfermedad.

La Jusvina, obtenido por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), ha evidenciado su eficacia en la etapa de la pandemia de la Covid-19, con buenos resultados en el tratamiento de la hiperinflamación que ocasiona esa dolencia.

Las investigaciones para el tratamiento de la artritis reumatoide (AR) concluyeron su fase II. En septiembre del año 2023, se le otorgó el registro médico sanitario condicionado a Jusvinza para el tratamiento de los pacientes con artritis reumatoide. La Doctora en Ciencias María del Carmen Domínguez Horta, investigadora titular y especialista principal del Proyecto Autoinmunidad de la Dirección de Investigaciones Médicas del CIGB y líder científica del proyecto Jusvinza, explicó.

En toda la región oriental, se incluyeron 534 pacientes y los resultados han sido positivos. Jusvinza es parte del cuadro básico de medicamentos en Cuba para uso de los reumatólogos. El medicamento se aplica por vía subcutánea, y el paciente no necesita estar ingresado, pero la administración debe realizarse en un servicio de Reumatología, tomando todas las precauciones”, agregó Domínguez Horta.

Ambas fases demostraron que el tratamiento con Jusvinza es seguro y con beneficios clínicos para el paciente, pues controla la actividad inflamatoria, mejora la discapacidad funcional y la calidad de vida. Contribuye a la reinserción a la sociedad y, a su vez, mejora la productividad laboral y disminuye el impacto socioeconómico que genera la enfermedad en el paciente, la familia y la sociedad.

Queda mucho por investigar sobre este fármaco, es muy nuevo y aún faltan por complementar otros estudios, pero es una opción de la que disponen nuestros enfermos. Todos estos logros son fruto del trabajo de los centros asociados con el campo de la biotecnología en nuestro país.

El estudio se aplica en las cinco provincias orientales y Camagüey y, en el caso específico de Granma, se encuentra en una etapa final, cuya conclusión debe ocurrir el venidero mes de abril.

En Granma existen dos sitios clínicos donde se lleva a cabo los estudios de intervención con Jusvinza.

Uno de ellos es, en Bayamo, en el Centro médico ambulatorio perteneciente al hospital Carlos Manuel de Céspedes, y el otro, ubicado en Manzanillo, en el hospital Celia Sánchez Manduley.

La licenciada en Ciencias Farmacéuticas Clara Eugenia Carvajal Mena, coordinadora provincial del Ensayo Clínico responsable de este estudio, expresó que se ha realizado a partir de un protocolo donde fueron incluidos los pacientes adultos con actividad de la enfermedad moderada o severa. Todos son evaluados inicialmente en sus respectivos policlínicos y remitidos a la consulta de Reumatología, donde se examina a fondo si cumplen con los criterios del estudio.

El proceso comenzó a fines de agosto del año 2023. Actualmente, nos encontramos en la semana 28, próxima a las conclusiones. El estudio incluye un total de 57 pacientes, siete interrumpieron el tratamiento por diferentes causas. De los 50 restantes, la mayoría alcanzó una respuesta positiva, eso confirmó que el medicamento es efectivo para la enfermedad.

La doctora Clarisbel Hernández Torres, especialista de primer grado en Medicina General Integral y Reumatología, así como investigadora principal en el sitio clínico de Bayamo, explicó que el estudio dura medio año, con una dosis semanal en el primer mes y mensual durante los restantes.

Una vez que los pacientes completan su novena dosis; entonces, al mes de haber concluido, que sería en la semana 28, se les vuelve a hacer una evaluación para observar la respuesta al tratamiento. Se evalúa también la seguridad y efectividad del péptido inmunorregulador.

La gran mayoría de los pacientes tuvo buena respuesta al tratamiento. La enfermedad dejó de ser tan agresiva, disminuyó el dolor, la inflamación, mejoraron los parámetros de laboratorio. Son resultados muy alentadores.

Es una gran satisfacción para los reumatólogos ver cómo un paciente que no tiene buena calidad de vida, por causa del dolor, la inflamación, la dificultad para caminar y para realizar las actividades cotidianas, puede contar con un medicamento de origen cubano como Jusvinza”, afirmó Hernández Torres.

Elba es una de las pacientes beneficiadas con el tratamiento. Comenta que supo de la existencia de Jusvinza por la radio, y eso le animó a llegar hasta su policlínico, desde donde fue remitida a la consulta de Reumatología.

Allí fui bien recibida, me hicieron los análisis para el posterior tratamiento, que he seguido al pie de la letra. Siento que he mejorado muchísimo, antes cojeaba y tenía que usar un bastón, ahora puedo andar con más facilidad. Mi vida ha cambiado. Recomiendo a las personas que sientan estas dolencias que no duden en llegar al área de Reumatología. Es una buena experiencia”, afirma la paciente de 69 años que prefiere no dar sus apellidos ni ser fotografiada.

La doctora Clarisbel Hernández Torres enfatizó en que es muy importante en los pacientes con AR el tratamiento rehabilitador, pues el proceso inflamatorio provoca que se atrofie la musculatura alrededor de la articulación y recuperarla influye en su movilidad. El tratamiento rehabilitador va muy apegado al medicamentoso, para la óptima recuperación del paciente, afirma.

Hasta el momento, Jusvinza ha demostrado ser eficaz y seguro para quienes lo reciben. En los meses siguientes, continuarán las investigaciones sobre este importante medicamento, obra de la biotecnología cubana.

05 abril 2024| Fuente: La Demajagua| Tomado de | Ciencia y Técnica| Salud

abril 6, 2024 | Gleidis Hurtado Cumbá | Filed under: Ciencia, Cuba, De la prensa cubana, Enfermedad, investigación, Medicamentos, Reumatología, Salud | Etiquetas: , , , , |