No por habituales, las visitas de Fidel al contingente Blas Roca, siempre generaban la satisfacción de abrirle las puertas a un amigo entrañable. Hubo un año en que estuvo 243 veces, lo mismo unos pocos minutos que hasta diez horas. Su presencia se tornó habitual, necesaria y querida.

Cándido Palmero, el jefe fundador, quien estuvo desde 1987 hasta 1992, cuenta que él solía prepararse bien para cualquier pregunta sobre alguna edificación o planes de la nueva carretera que iban a construir; “sin embargo, lo primero que quería saber era sobre cómo marchaba la recuperación de aquel compañero que se recuperaba tras un infarto o del muchacho que se accidentó”, evoca.

En la sede de la brigada #1 Movimiento de Tierra, este 13 de agosto se enviaron felicitaciones a quien hoy arriba a su onomástico 96. Y se habló en presente porque su raigal ejemplo anima todos los días a esa tropa insignia entre los constructores cubanos.

El secretariado nacional de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) entregó al contingente Blas Roca el sello Héroes del Moncada, instituido recientemente para distinguir a quienes sobresalen por su abnegada trayectoria productiva, y con logros emulativos y sindicales.

Así lo destacó el integrante del Buró Político del Partido y Secretario General de la central obrera en la nación caribeña, Ulises Guilarte de Nacimiento, quien significó el legado del Líder Histórico de la Revolución cubana entre esa ejemplar fuerza de avanzada que asume en estos momentos numerosos encargos y, de manera particular, dentro de los barrios en transformación de la capital cubana.

Momentos antes de que Cándido Palmero y otros cuatro integrantes del contingente recibieran el Sello Aniversario 80 de la CTC, la trabajadora Zarahí Lamadrid Espinosa aseguró que Fidel es el padre que guía y enseña, y sus ideas permanecen entre ellos.

Como colofón de la celebración no faltó un gesto que tanto gustaba a quien cumple años cada amanecer: una dotación de camiones de gran porte hizo sonar sus bocinas, en señal de respeto y continuidad.

En horas más tempranas de la mañana se entregó una obra de gran impacto para la capital, como es la sala de quimioterapia del Hospital Docente Clínico Quirúrgico Miguel Enríquez, en el municipio de Diez de Octubre.

Allí hay capacidad para atender con mayor calidad en las prestaciones a unos 40 pacientes de los municipios de San Miguel del Padrón, Cotorro, Regla, Guanabacoa y Diez de Octubre, además de casos de las provincias de Artemisa y Mayabeque.

La directora del complejo institucional, Doctora en Ciencias Odalys González Peña, resaltó la importancia de ese servicio de medicina nuclear, que dispone de los medios diagnósticos necesarios y un equipo multidisciplinario integrado por oncólogos, psicólogos y otros integrantes.

Desde su fundación hasta la fecha, allí se han ampliado las instalaciones y crecido los servicios. El de quimioterapia es altamente necesario, teniendo en cuenta que el cáncer figura entre las seis primeras causas de muerte en el país y en La Habana es la segunda.

El hospital recibió el Sello Aniversario 80 de la CTC como reconocimiento a la labor humanista que desempeña. También le fue conferido al doctor Osmín Rivas, profesor y especialista del centro, quien participara en el grupo de apoyo durante el asalto al Palacio Presidencial el 13 de marso de 1957, e integrara la primera brigada médica internacionalista cubana en la hermana República de Argelia.

En este complejo institucional de la Salud Pública cubana y en el contingente Blas Roca tuvo lugar el llamamiento de la CTC y sus sindicatos nacionales para respaldar el Sí durante el referendo al nuevo Código de las Familias, previsto el próximo 25 de septiembre.

(Tomado de Tribuna de La Habana)

agosto 14/2022 (Cubadebate)

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