Jun
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Muchos nombres pudieran mencionarse de médicos, estudiantes de ciencias médicas y personal de apoyo para que todo funcione como está previsto en el vacunatorio ubicado en el consultorio no. 32, de la comunidad Altos del 30 de Noviembre, en esta ciudad, en la intervención sanitaria en marcha contra la COVID-19.
El candidato vacunal Abdala esperaba por sus vecinos, luego de que cada uno fue avisado con antelación el horario que le correspondía, de forma escalonada.
Todos lo que cumplían una misión en la importante tarea de suministrar la primera dosis mostraban interés por cada persona que llegaba.
¿Cómo se siente? ¿Todo bien?, eran preguntas que daban la bienvenida hasta formar grupos de 10 para cada bulbo que se abriría.
Esmero, cuidado y preocupación se apreciaban en los rostros con batas blancas, que convidaban a los representantes de las organizaciones de masas presentes a convocar a todas las personas previstas en la jornada, con la disposición de recibir Abdala.
Hubo quien llegó con la presión arterial un poco alta, quizás por el temor al pinchazo, y pacientemente se esperó estabilizarla para proseguir con todos los pasos establecidos antes de pasar al área de inyección.
Luego la hora de espera para volver a tomar la presión y conocer de la aparición de algún síntoma fluyó de la mejor manera, sin que el personal de salud mostrara apuro alguno.
Hay quien probó con uno y otro equipo para verificar si era real o no la presión que marcaba el reloj del equipo y, cuando se comprobó, se trató con profesionalidad para inspirar confianza y tranquilidad.
Quienes este viernes recibieron la prima dosis de Abdala en el consultorio no. 32 de los Altos del 30 de Noviembre salieron satisfechos de la atención y el trato recibido y por eso en la despedida manifestaron la seguridad de que el próximo día 25 se verían de nuevo las caras para la segunda dosis.