Con la recuperación de la planta de tratamiento de agua el Hospital Universitario Docente Vladimir Ilich Lenin, de la provincia de Holguín, reabrió su servicio de hemodiálisis, uno de los de mayor impacto en la calidad de vida de poblaciones vulnerables.

En una tarea conjunta entre la Dirección General de Salud Pública y la Delegación de Recursos Hidráulicos, se devolvió la actividad en esa área vital, a través de la reparación y mantenimiento con el cumplimiento estricto de normas internacionales de calidad.

Rafael Ramírez Montero, especialista en tratamiento de agua, indicó a la ACN que como parte de los trabajos se recuperó una fuente hídrica propia mediante la rehabilitación de los tanques, la fundición de un nuevo brocal de protección para el pozo y la impermeabilización de la cisterna asociada al sistema.

También se sumaron las correcciones de los lazos de control, el cambio del lecho filtrante y las membranas para ósmosis inversa, lo cual se traduce en una mayor calidad.

Anteriormente, con la capacidad instalada la planta no era capaz de enfrentar los niveles de turbiedad que entraban por la red de acueducto, por tanto se le ajustaron los parámetros del pretratamiento, indicó el experto.

Luego de la reparación del equipamiento, está posee una mayor autonomía al recibir el servicio de agua tanto de las redes como de la fuente propia, lo cual garantiza la continuidad en su funcionamiento.

Por su parte, la doctora Sara Liz Ricardo Suárez, subdirectora del Lenin y jefa de servicio de atención al paciente grave de esa institución, indicó que desde hace dos meses los enfermos tenían que trasladarse hacia Las Tunas a recibir su tratamiento.

Precisó que la sala cuenta con 12 riñones artificiales en beneficio de unos 60 pacientes con enfermedad renal crónica avanzada quienes requieren de esta intervención médica como forma de mantenerse con vida.

La diálisis se aplica en personas con fallos renales para suplir la función de este órgano y utiliza una terapia depuradora a base de agua y de una máquina capaz de limpiar la sangre, por lo cual la planta de tratamiento es de vital importancia.

Cada uno cuesta un promedio de 158 mil pesos por paciente y pese a los efectos del bloqueo económico comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba, en la isla caribeña se garantiza esta intervención de manera gratuita para el 100 por ciento de las personas que así lo requieran.

17 Febrero 2025 Fuente: ACN/ Noticias/ Salud

Desde hace casi 17 años la familia de Miguel Ángel Martínez Manzano conoce del esmero y dedicación de los profesionales que en el servicio de Oncohematología, del Hospital Pediátrico Provincial Mártires de Las Tunas logran lo extraordinario ante la calidad de vida de la población infanto-juvenil.

El agradecimiento se erige cada jornada para el personal de la Salud Pública que estabiliza hemodinámicamente a su hijo quien a los tres meses de nacido le detectaron una anemia hemolítica, tras varios estudios específicos.

«Cada vez que hemos estado en este servicio, que es muy frecuente, existe una atención muy buena desde el trato del personal de enfermería hasta los médicos dentro o fuera de la sala, ellos se preocupan por mejorar y mantener estable a mi hijo», comenta su mamá Adaimis Martínez Manzano.

Esta maestra de primera infancia sabe del cuidado y la protección a tener con su jovencito pues padece de microesferocitosis, mientras insiste junto a la familia en el desarrollo de Miguel Ángel, quien vive además con su abuelita en el barrio Indaya, en el municipio cabecera.

«Su enfermedad se comporta bastante estable, hasta hace dos años antes que hubo que transfundir, pero normalmente facilitamos su cuidado evitando siempre los sangrados, acotó esta tunera.

Oncohematología: a favor de los pacientes infanto-juveniles

En Cuba el cáncer que se presenta en población infanto-juvenil constituye un problema de salud con alta prioridad que dispone de un Programa Integral para el Control del Cáncer.

Para Sistema de Salud Pública en Las Tunas el servicio de Oncohematología, del Hospital Pediátrico Provincial Mártires de Las Tunas, resultó uno de los más destacados durante el 2024 entre las prestaciones sanitarias de las instituciones de la Atención Secundaria en la provincia.

Al frente de este servicio la especialista en primer grado de Hematología, Yicenia Díaz Cabrera, detalló que «la provincia tiene un alto índice de enfermedades oncológicas y hematológicas en edad pediátrica y principalmente en el año anterior incidieron los tumores cerebrales así como las enfermedades oncológicas por ejemplo el osteosarcoma.

«En el caso del comportamiento hematológico fue un poco menor el índice pues en el servicio se detectaron tres pacientes con leucemia, remitidos a los centros de referencia».

Subrayó Díaz Cabrera que «junto a especialistas en Pediatría se logra la vigilancia de quienes ingresan en las salas de miscelánea y luego de varios estudios se diagnostican, se acogen en el servicio y posteriormente se trasladan hacia las instituciones establecidas, lo cual posibilita mayores probabilidades de supervivencia.

«También reciben el manejo asistencial quienes en algún proceso de su enfermedad tienen alguna descompensación y se ingresan para asegurar los cuidados necesarios y su evolución ante su traslado o el retorno al hogar».

Apuntó la galena que «aparte del diagnóstico y los medios para la conducta terapéutica el territorio tiene un amplio número de pacientes que oscilan con seguimiento por este servicio, otros por sus patologías van en seguimiento a centros de referencia en Holguín y Camagüey, o se remiten a las instituciones de La Habana.

«Indistintamente de su patología de base los pacientes se ingresan independiente de la causa por la que acuda, ya sea algún proceso infeccioso, una neumonía o los procesos de enfermedad de piel, como una piodermitis, entre otros».

Apuntes de la Oncología Pediátrica…

En la década de 1960 en Cuba inició la centralización gradual de la atención oncológica pediátrica en los centros especializados, inspirados en modelos de países de Europa y Norteamérica, que demostraron que este enfoque de concentración de materiales y de recursos humanos especializados en las prácticas asistenciales mejoraba la supervivencia de esta población.

Actualmente según datos de la Organización Panamericana de la Salud el cáncer es una de las principales causas de mortalidad entre niños y adolescentes en el mundo, con el diagnóstico de unos 274 mil afectados de entre 0 y 19 años.

El cáncer infantil comprende numerosos tipos de tumores, constituyendo los más comunes la leucemia, el cáncer cerebral, el linfoma y los tumores sólidos como el neuroblastoma y el tumor de Wilms.

Desde el 2001 se conmemora el Día Internacional de la lucha contra el Cáncer Infantil, una fecha que distingue la trascendencia del diagnóstico temprano y el acceso al tratamiento, y que en el 2025 la iniciativa mundial se enfoca en seis tipos: Leucemia linfoblástica aguda, Linfoma de Hodgkin, Retinoblastoma, Tumor de Wilms, Linfoma de Burkitt y Glioma de bajo grado.

Este año se celebra el día bajo el lema «Inspirando Acción por un Acceso Equitativo a la Atención para Todos los Niños con Cáncer».

15 Febrero 2025 Fuente: Tiempo 21/ Noticias/ Salud

Samuel ha vivido cuatro años con un dolor en la espalda. Es una bolita que tengo y crece cuando cargo un tercio de leña o el cemento. Me duele y ya no puedo trabajar, le dice al doctor Ovidio, médico cubano que lo escucha y lo ausculta. Primero le mide la presión con el único baumanómetro que hay en el centro de salud de IMSS-Bienestar; le escucha el corazón, los pulmones. Lo toma de la cara, mira sus ojos, el interior de los párpados inferiores. Una revisión básica completa.

El galeno le pregunta al paciente por una mancha que tiene en la parte inferior de la boca, si le duele. Lo debe ver el dermatólogo. Le pide que se suba a la camilla y se recueste. Ovidio palpa el estómago y pregunta si tiene molestias. Sí, amanecí con diarrea.

Ya sentado, el médico revisa la espalda, donde está la bolita. Palpa la zona y aprieta. Es por tu trabajo, eso que cargas provocó un nódulo sebáceo en el músculo. Todavía es pequeño pero con el tiempo va a crecer y también el dolor será más fuerte, explica el médico y pregunta si es posible que ya no cargue tanto. Pues no, es mi trabajo, es la respuesta inmediata de Samuel.

El doctor, quien desde 2004 ha trabajado en diferentes países como parte de las misiones cubanas, extiende la receta y él mismo va al cuarto donde está la farmacia y trae la medicina para calmar el dolor de la espalda y unas vitaminas, pero si puedes, deja de cargar tan pesado, insiste.

Ese es el trabajo que realizan los médicos cubanos en el centro de salud de El Retiro, localidad donde las casas son de madera, viven alrededor de 200 familias y aunque hay un centro de salud desde hace una década, el servicio no había sido regular. En los pasados tres años ha estado a cargo la doctora Marilú Trejo, quien de septiembre a diciembre de 2024 tuvo una licencia por maternidad.

El centro de salud se volvió a quedar sin médico, pero en octubre llegaron los cubanos. Laboran de lunes a viernes de las 7 a las 15 horas y ahora se preparan para fortalecer la atención primaria con visitas a los adultos mayores que ya no salen de sus casas, a las mujeres que dieron a luz y para ver a los enfermos que están en cama. También buscan acercarse a los hombres que, por su trabajo, casi no van al centro de salud.

La mayor asistencia es de mujeres con sus hijos. Algunas ya acuden de manera regular; otras por alguna enfermedad, como Marisela, quien llegó con dos bebés, gemelos de un año tres meses de edad, los más pequeños de sus cinco hijos. Tenían una infección de vías respiratorias y luego de revisarlos, el doctor Ovidio dispuso: vamos a aprovechar para pesar y medir a los niños e iniciar el seguimiento de su crecimiento y desarrollo.

Así lo hizo con la ayuda de la enfermera. Antes ya le había dado las medicinas y al menos dos veces le explicó a Marisela cómo tomarlas y en las de los niños, además de la receta, el especialista escribió en las cajas, las dosis que debería darles. No te vayas a equivocar, le dice.

En una comunidad donde se habla tseltal y se rige por los usos y costumbres es indispensable pedir autorización para realizar cualquier actividad, lo que incluye la presencia de personas extranjeras que llegaron para brindar atención médica en el centro de salud. Los dos médicos familiares cubanos no lo sabían y les tocó constatar la desconfianza de la población. En los primeros días, si acaso llegaba un paciente.

El cambio vino luego de la asamblea en la que se informó a la población sobre su presencia y la pregunta de si estaban de acuerdo en ser atendidos por ellos. Nos aceptaron y aumentaron las consultas, recuerdan los galenos Ovidio de Jesús Bermúdez y Pedro Jorge Creixell. En una segunda asamblea, la comunidad aceptó las visitas a las casas.

Ahora, hay días que atienden hasta 15 personas entre las 7 de la mañana y las 3 de la tarde. A veces baja la afluencia por el clima de esta zona, los Altos de Chiapas, donde lo cotidiano son las bajas temperaturas y, por lo mismo, la gente no sale de su casa. Y la neblina, la visibilidad es casi nula. No se ve nada, comentó Creixell.

La doctora Trejo se reincorporó en diciembre al trabajo. Su horario es de las 8 a las 16 horas y lo primero que destaca es la sorpresa que le ha provocado ver que los pacientes regresan para su seguimiento, en los días que les indican los cubanos. Llevo tres años aquí y no había logrado eso, apunta.

El Retiro está a casi tres horas de Tuxtla Gutiérrez, dependiendo de las condiciones del camino. Se llega a San Cristóbal de las Casas y de ahí a Oxchuc. Luego existen dos opciones: un camino de terracería y de subida por donde pueden circular vehículos, preferentemente camionetas todo terreno; unos 30 minutos hasta un punto donde el camino termina y hay que seguir a pie. El mapa dice que son 650 metros al centro de salud. El primer tramo es de bajada por una vereda lodosa que para un citadino implica un alto riesgo de resbalar y caer.

El otro es un camino que se abrió recientemente. Algunos tramos son de concreto y otros –que parecen la mayoría– de terracería, pero los vehículos llegan hasta el centro de salud.

Ese es el recorrido que a diario realizan los médicos. Viven en Oxchuc, en un edificio donde se rentan cuartos. Para subir a El Retiro por las mañanas, abordan un mototaxi que nos cobra de 70 a 80 pesos y se va por el camino nuevo. Para el regreso no hay transporte, caminamos, hacemos senderismo para bajar al municipio. Eso no es obstáculo para hacer nuestro trabajo, comenta el doctor Pedro Jorge, quien tiene 37 años de experiencia como médico familiar y está satisfecho porque ya nos va conociendo la población.

Ha estado en misiones en ocho países. Me faltaba México, dice con una amplia sonrisa, mientras toma un descanso. Camina a la calle y coincide con la salida de los niños de la escuela. Uno de ellos pasa cerca y extiende la mano: “¡qué hay, doctor!”

17 Febrero 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud