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Instituciones del Grupo de las Industrias Biotecnológicas y Farmacéuticas (BioCubaFarma) y del Ministerio de Salud Pública, llevaron a cabo un ensayo clínico liderado por el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC), a partir del cual se evidenció la efectividad del Policosanol –el conocido PPG– como un medicamento coadyuvante potencial para controlar la prehipertensión y la hipertensión arterial grado i en pacientes con bajo riesgo cardiovascular.
Acerca de los resultados que arrojó esa investigación, que permiten ampliar las perspectivas de ese producto cubano, con más de 30 años de uso en el país y amplia aceptación en mercados internacionales, se reflexionó ayer en la reunión del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, con expertos del sector de la Salud que trabajan, desde la ciencia y la innovación, para buscar respuestas a los principales problemas sanitarios que afectan a la población cubana.
Justamente es la hipertensión arterial el principal factor de riesgo de las enfermedades cardiovasculares, las cuales se encuentran entre las tres primeras causas de muerte en Cuba y que, como enfermedades no transmisibles de tan elevado impacto, implican no solo desafíos sanitarios de elevada magnitud, sino también en el ámbito social.
De acuerdo con la explicación ofrecida por Sarahí Mendoza Castaño, directora de Investigaciones del cnic, el ensayo incluyó 400 pacientes, divididos en dos estratos: prehipertensos e hipertensos grado i (estos últimos son los que se clasifican como de riesgo bajo).
Tras administrar 20 mg diarios del medicamento, durante 12 semanas, a ambos grupos, refirió la investigadora, de manera general se «observó una disminución significativa de los valores de la presión arterial sistólica (máxima) y diastólica (mínima). En el caso específico de los pacientes con hipertensión grado i, ello comenzó a manifestarse a partir de las cuatro semanas de tratamiento».
Asimismo, explicó que no ocurrieron eventos adversos en ningún paciente en el transcurso del ensayo clínico, como tampoco se modificaron los indicadores físicos y sanguíneos de seguridad, por lo que resultó ser «seguro y bien tolerado».
Si bien Mendoza Castaño insistió en que «el Policosanol no es un antihipertensivo, pues para demostrarlo se necesitan muchos más estudios, con más niveles de dosis y una mayor población para poder extrapolar los resultados», sí se demostró que su uso es beneficioso en el manejo de pacientes de bajo riesgo, como evidenció este estudio en particular.
Los resultados, valoró, nos conminan a seguir estudiando el tema, porque no está cerrado, sino que tenemos mucho que seguir investigando al respecto.
En tal sentido, el Presidente Díaz-Canel indicó a los científicos, teniendo en cuenta las potencialidades demostradas y el camino ya iniciado, a diseñar una hoja de ruta que permita ampliar los estudios sobre el empleo de este medicamento, así como su producción en el país.
Al término de la reunión, que contó, además, con la presencia de los vice primeros ministros Inés María Chapman Waugh y Jorge Luis Perdomo Di-Lella, así como del titular de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, y miembros de la Comisión de Ciencia del Partido Comunista de Cuba, en declaraciones al equipo de prensa de la Presidencia, el jefe del Departamento de Enfermedades no Transmisibles de Salud Pública, Salvador Tamayo Muñiz, aseguró que «este producto tiene una importancia y perspectiva muy altas».
El hecho de que, actualmente, el daño vascular representa en Cuba «alrededor del 40 % de la mortalidad de las diez primeras causas de muerte, hacen de este un asunto de elevada gravedad, pues es alto el impacto de la hipertensión arterial que, lamentablemente, en los últimos 15 años, ha tenido una desviación hacia la mortalidad prematura».
De tal manera, apuntó, «cualquier avance en el tratamiento de las enfermedades crónicas es significativo».
4 julio 2024| Fuente: Radio Revolución| Ciencia| Salud
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Un total de 213 pacientes villaclareños se beneficiarán, en una primera etapa, de la aplicación del producto biotecnológico Jusvinza, un péptido inmunorregulador para el tratamiento de la artritis reumatoide, enfermedad crónica irreversible que erosiona cartílagos y huesos.
Al respecto, el Doctor Witja Manuel Bermudez Marrero, especialista en reumatología y jefe del Grupo Provincial de la referida especialidad en el Hospital Universitario Clínico Quirúrgico Arnaldo Milián Castro, destacó:
«Jusvinza es un medicamento de producción nacional, realizado por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), para su uso en pacientes con artritis reumatoide. En otras zonas del país ya se han hecho estudios con dicho fármaco que han resultado alentadores, se ha demostrado su eficacia y efectividad, por lo que los compañeros del CIGB llegaron hasta Villa Clara para capacitar a los especialistas sobre su utilización».
La artritis reumatoide aflige al 1,2% de la población, principalmente mujeres. La prevalencia se sitúa en el entorno del uno por ciento; la relación de afectados según sexo es de 3 féminas y un hombre. Mientras la enfermedad debuta entre los 40 y 60 años de edad.
En Villa Clara se incorporan paulatinamente al tratamiento con Jusvinza más de 500 pacientes, puntualiza el doctor Witja Manuel Bermudez Marrero, también jefe del servicio de reumatología en el Arnaldo Milián.
«Ya hay más de 500 pacientes con diagnóstico de artritis reumatoide en la provincia, cifra que puede ir en aumento, en la medida en que avance el proceso de estudio, por lo que medicamentos como este resultan de vital importancia en el tratamiento de dicha afección».
Combatir la artritis reumatoide constituye una prioridad para Cuba y mucho más para Villa Clara, la provincia más envejecida del país, enfatiza el experto.
En Villa Clara comenzará la aplicación del producto biotecnológico Jusvinza, un péptido inmunorregulador para el tratamiento de la artritis reumatoide, otra batalla por la vida que lleva el nombre de los científicos cubanos.
27 junio 2024 Fuente: Radio Rebelde/ Noticias/ Salud
Jun
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Rusia y Cuba avanzan en la cooperación del sector biofarmacéutico para producir una cartera de medicamentos innovadores, aseguró hoy el director del Fondo de Inversión Directa (RDIF), Kiril Dmítriev.
El Foro Económico Internacional de San Petersburgo ha sido el espacio para dar a conocer varios de los acuerdos rubricados por el RDIF y un consorcio integrado por la empresa de biotecnología cubana BioCubaFarma y compañías farmacéuticas rusas para el desarrollo y posterior producción de fármacos contra enfermedades oncológicas y relacionadas con la edad, detalló el directivo.
Dmítriev anunció además que el volumen de las inversiones en la fase inicial ascenderá a 11,3 millones de dólares, con la posibilidad de seguir aumentando hasta 113 millones de dólares.
Asimismo, destacó que la entidad de la nación caribeña realiza actualmente un ciclo completo de desarrollo, producción y venta de productos biotecnológicos y farmacéuticos que abarca un importante número de países a nivel global.
«BioCubaFarma se ha convertido en el primer socio del RDIF de Cuba. Combinar nuestros esfuerzos y conocimientos nos permitirá desarrollar y llevar al mercado medicamentos innovadores contra los tipos más complejos de enfermedades causadas, entre otras cosas, por los cambios relacionados con la edad», argumentó Dmítriev.
Asimismo, exaltó que la empresa antillana tiene una serie de acuerdos internacionales para la producción de anticuerpos monoclonales y vacunas terapéuticas contra el cáncer, proteínas recombinantes y otros.
“En Rusia, BioCubaFarma ha registrado varias empresas que desarrollan medicamentos para el tratamiento del Parkinson y enfermedades oncológicas”, añadió.
Por otra parte, el director del Fondo argumentó que están trabajando para atraer al mercado ruso a los mejores fabricantes farmacéuticos del mundo con el fin de localizar la investigación y la producción de medicamentos, sustituir las importaciones y crear una base de producción propia.
BioCubaFarma tiene acuerdos para el desarrollo de productos innovadores con los principales institutos científicos rusos, así como con la Academia de Ciencias del gigante euroasiático.
Los medicamentos desarrollados por la empresa cubana están registrados en los países del Brics (Brasil, Rusia, India, China), en Belarús y Kazajistán naciones miembros de la Comunidad de Estados Independientes, así como en varios Estados de América Latina, África, Oriente Medio y Asia.
6 junio 2024 Fuente: Radio Rebelde/ Noticias/ Portada