Como ningún estadista o líder político, incluso mundial, Fidel Castro impulsó el desarrollo de la ciencia, la investigación y la tecnología para el bien de su país y la humanidad con proyectos practicamente imposibles en países subdesarrollados.

Tan temprano como el 15 de enero de 1960 expresó sus visionarias palabras de que “el futuro de nuestra Patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia, tiene que ser un futuro de hombres de pensamiento…”, y hoy la ciencia cubana es fruto de esa mirada anticipada.

A partir de ese momento los cubanos comprendieron y se hicieron partícipes de los esfuerzos de un gobierno revolucionario que demandó de científicos e investigadores y de todas las inteligencias para construir un presente y un futuro de bienestar y prosperidad para todos.

Así comenzó el desarrollo educacional integral con acceso universal y gratuito para todos los cubanos, que tuvo como punto de partida la campaña masiva de alfabetización, la creación de escuelas y universidades en todas las provincias y la edición de libros científico-técnicos.

También se volcaron recursos a la formación de miles de científicos en Cuba y en el exterior, la construcción de una institucionalidad para la ciencia, la construcción de centros científicos en todo el país y en casi todos los sectores, que contaron con el impulso, el diseño estratégico y la presencia fundacional del líder histórico.

De todos sus legados sobresale la constitución del Sector Biotecnológico a partir de 1981, que acumuló experiencias y resultados extraordinarios como la producción de interferones, lo que situó a Cuba entre los primeros del mundo en este tipo de producción.

Para destacar la preocupación y satisfacción por ese resultado el doctor Manuel Limonta, al frente del equipo creador de ese medicamento, rememoró en su libro Fidel, interferón y biotecnología cubana, la emoción del líder cubano al tener en sus manos los primeros bulbos cuando dijo:

“… esto es algo que vale la pena, algo muy importante, es una transformación real y objetiva, grande para nuestro país, para la ciencia y para el desarrollo futuro”.

Luego vinieron otros empeños y proyectos en lo que no faltó su guía y orientación oportuna, de lo que hablan la vacuna contra la Meningitis Meningocóccica, el desarrollo de los sistemas ultramicroanalíticos (SUMA), la obtención del inmunógeno contra la hepatitis B, del Policosanol (PPG) y de la Estreptoquinasa recombinante.

A esos logros se sumaron la producción de una variada nomenclatura de anticuerpos monoclonales, de preparados radiactivos para el diagnóstico médico y la investigación, aun cuando el país siempre ha estado bloqueado y ocupado en no pocas urgencias económicas y sociales, como lo fue el llamado período especial.

Justo en ese momento cuando nadie preveía el papel relevante del desarrollo industrial en el sector biotecnológico y farmacéutico, Fidel indicó dar mayor alcance y jerarquía al desarrollo de la ciencia, las tecnologías de avanzada, la investigación y la obtención de nuevos medicamentos, vacunas y productos.

Su propósito principal era crear la base tecnológica y productiva con sistemas de calidad y control más avanzados, integración entre las instituciones, sistema de trabajo a ciclo cerrado, impacto en la salud y en la producción de alimentos en Cuba, y realizar gestión exportadora directa como fuente de ingresos financieros para aportar a la economía nacional.

Sin dudas, su gran aporte fue generar una política de desarrollo de la ciencia y la tecnología impregnada de valores éticos, humanista y de trabajo colectivo, de solidaridad internacional y de promoción de los diversos campos de la investigación científica.

Por eso el colofón de su impronta en la ciencia fueron las investigaciones y materialización de cinco candidatos vacunales totalmente cubanos, de los cuales dos ya son vacunas, como solución clínica ante la pandemia de la Covid-19, con un probado y efectivo impacto para su contención en Cuba y otras naciones, lo que habla de su reconocimiento internacional.(Tomado de PL)

10 agosto  2023 (Radiohc)

Sancti Spíritus, 6 ago (RHC) Especialistas de esta central provincia de Cuba corroboran hoy la efectividad del HeberFERON en el tratamiento del carcinoma basocelular (CBC), una de las lesiones malignas de piel más frecuentes en este territorio.

Lo anterior lo corroboró a la prensa Vladimir Sánchez, coordinador del Programa de Cáncer de Piel en Sancti Spíritus, donde cerca del 80% de los enfermos tratados respondieron favorablemente, con una recuperación total después de 9 dosis del fármaco, precisó.

El medicamento cubano, dispuesto para la Atención Primaria y Secundaria de Salud, fue aplicado a unos 200 pacientes con el CBC en zonas de alto riesgo y solamente 24 no alcanzaron el objetivo previsto, al reaparecer el mal.

Al valorar los beneficios del fármaco, apuntó el dermatólogo, es garantía para mantener la estética personal, muy difícil en casos de aplicar cirugía, añadió.

El HeberFERON inhibe el crecimiento tumoral, reduce o elimina los CBC de cualquier subtipo, tamaño y los resultados terapéuticos son comparables con otros tratamientos no disponibles en el país

El producto logrado por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), de La Habana, mezcla de interferones Alpha-2b y Gamma, es inyectable alrededor de la lesión tres veces por semana durante 21 días.

Es frecuente en zonas como la nariz, las orejas, los párpados y la región periocular, donde puede recurrir luego de un tiempo de haberse realizarse el tratamiento, analizó el especialista. Sobre su presencia en la provincia, alertó que Cabaiguán es uno de los municipios con mayor reporte debido al fototipo cutáneo de las personas, de piel muy blanca, y al poco arbolado urbano para proteger a los individuos de las radiaciones ultravioletas.

Desde el 2016 el HeberFERON se incluyó en el cuadro básico de medicamentos del país y desde entonces se implementó su uso en la Atención Primaria y Secundaria de Salud, con estudios de referencia en el Hospital Provincial General Camilo Cienfuegos, de Sancti Spíritus. (Fuente:PL)

(Radiohc)

Nimotuzumab, un anticuerpo monoclonal humanizado para el tratamiento del cáncer de páncreas

El medicamento cubano Nimotuzumab, un anticuerpo monoclonal humanizado para el tratamiento del cáncer de páncreas, recibió la aprobación para ser utilizado en China, según explicó el director de la empresa mixta Biotech Pharma (BPL), Bai Xianhong.

En una entrevista con Prensa Latina, el directivo resaltó la cooperación biotecnológica entre los dos países y aseguró que la validación del fármaco estuvo avalada por los ensayos clínicos en 23 centros de toda la nación asiática.

Además, se trata del primer producto comercializado por BPL y el primer anticuerpo monoclonal humanizado en China desde 2008, con resultados muy positivos en el enfrentamiento al cáncer naso faríngeo. «Teníamos un público de destino de unos 50 000 pacientes al año, pero en el caso del cáncer de páncreas la cifra alcanza los 120 000 enfermos», citó PL.

Argumentó que el tumor de páncreas constituye uno de los más mortales del mundo, difícil de diagnosticar temprano, la mayoría de ellos ya están en una etapa avanzada cuando se encuentran, los métodos para combatirlo son limitados y la tasa de mortalidad es alta, de ahí la importancia de este medicamento sino-cubano que puede beneficiar a más personas y alargar la esperanza de vida, agregó.

Ese medicamento está registrado en Cuba desde el año 2002, se utilizó en el enfrentamiento a la COVID-19, una vez que redujo la mortalidad en pacientes en etapas críticas o severas de la peligrosa enfermedad, según explicó la doctora Tania Crombet Ramos, directora de Investigaciones Clínicas del Centro de Inmunología Molecular (CIM) en el Taller Gerencial Nacional de Ensayos Clínicos, que se efectuó en Holguín en mayo último.

También anunció que el referido anticuerpo monoclonal se probará contra el cáncer de cuello del útero, que está entre las neoplasias que más defunciones provocan en nuestra nación, divulgó Granma.

7 de agosto de 2023 (Granma)