A menudo, la vida nos va poniendo en ámbitos diferentes, experimentamos situaciones vinculadas con la salud y la enfermedad desde ángulos distintos en tanto somos pacientes, profesionales de la salud, familiares, ayudantes circunstanciales o simples observadores.

Me gradué de médico hace algo más de 15 años, como profesional de la salud viví situaciones de todo tipo; trabajé en lo público, lo privado, consultorios, hospitales, clínicas, centros de tratamiento de cólera u hospitales de campaña por desastres naturales; atendí en domicilios, en distintas ciudades y diferentes países del mundo. Poseo, gracias a los aprendizajes profundos de todas esas experiencias, una certeza: lo más importante, lo verdaderamente relevante es hacer sentir la condición de ser humano a quienes acudan por asistencia o cuidado.

Por haberme formado gracias al esfuerzo de un pueblo y la decisión de su Gobierno –me refiero a Cuba–, he vivido cada situación profesional como una oportunidad para hacer eso que me exigieron (sin firmar ningún papel, solo con el peso del ejemplo): brindar todo cuanto pueda para que esa persona o familia o comunidad puedan sentirse escuchados, comprendidos, respetados, cuidados. Recuerdo un cartel del hospital en que me formé, que decía: “Es incalculable lo que significa para el que está sufriendo, una simple aspirina dada por la mano amiga de quien siente y hace suyos los sufrimientos”.

Sin embargo, hoy me toca estar en otro lugar, vivenciar algo totalmente diferente a cualquier experiencia anterior. Mi padre tiene cáncer de esófago con metástasis. No sabía que dolería tanto la enfermedad de ese gigante que me acompañó a cada una de las cosas que se me ocurriera hacer, que orientó mis curiosidades intelectuales proponiendo amablemente tal o cual libro, que fuera con su integridad y su consecuente actuar un faro, mi camino a seguir.

No pretendo emborronar cuartillas hablando de mi padre o mi relación con él. Hoy quiero compartir otra cosa, algo que me parece importante para quien se ocupa(rá) de una de las cosas más trascendentales de la existencia de cualquier persona: depositar en otras manos, en esas manos, la ilusión de la cura, del menor dolor posible, evitar el sufrimiento o el malestar siquiera.

No hay palabras capaces de abordar lo inenarrable, nada se parece al sentir del padecer de mi padre. Siento un severo dolor, como si se desgarrara mi alma, una tristeza profunda y total, una amargura que cercena todo cuanto alrededor sucede; una ansiedad incontenible que somatiza en mí y se vuelve insoportable, pesadillas entremezcladas con despertar abrupto y la infernal certeza de que es cierto; unas ganas tremendas de que permanezca así, como quiere y sabe él estar: sereno, confiado, estructurando su presente para construir su devenir, aferrado a su meta y asimilando con optimismo y templanza todo cuanto emerge.

Reflexionando retrospectivamente sobre mi práctica, me siento en deuda con cada una y cada uno de los pacientes que atendí, también con sus familias. A pesar de darlo todo en cada situación, me faltaba algo, sin esta vivencia no tenía idea de cuán trascendente es ese momento. De saberlo hubiese dado un plus, hubiese extralimitado mis capacidades para alojarme allí, en el lugar en que se siente menos dolor, donde el pesar se diluye fugazmente; tendría que haber potenciado esa mirada que abraza y entiende; debí intensificar el apretón de manos o el abrazo; mis palabras serenas tendrían que llevar también el sonar de una certeza, la invitación a una esperanza que habita en la conciencia de la finitud, en la trascendencia del amor contenido en el recuerdo perenne.

Cierto es que, como dice un gran amigo, se aprende andando y viviendo, sin embargo, mi ilusión con estas palabras compartidas es que llegue a oídos de quienes serán profesionales de la salud, que puedan incorporarlas sin necesidad de vivencias semejantes; que de antemano sepan que es así de sublime y así de simple.

Dr. Emiliano Mariscal
Profesor titular de Epidemiología y secretario académico de la Escuela Superior de Medicina de la Universidad Nacional de Mar del Plata.
Miembro del contingente médico internacional Henry Reeve.
Graduado de la Escuela Latinoamericana de Medicina.

28 noviembre 2023 │ fuente: Cubadebate│ Tomado de │Opinión│ Salud

noviembre 28, 2023 | Gleidis Hurtado Cumbá | Filed under: Brigada Henry Reeve, Cobertura Universal de Salud, Cuba, De la prensa cubana, Educación, Salud | Etiquetas: , , , , |

Jamaica reanudó un programa de atención oftalmólogica que ofrece con apoyo de colaboradores de Cuba para detectar y tratar a pacientes con distintas enfermedades oculares, confirmó hoy una fuente oficial.

De acuerdo con el servicio de información del Gobierno (JIS, por sus siglas en inglés), actualmente en el hospital público de la capital laboran nueve profesionales de la mayor de las Antillas y reciben individuos aquejados de patologías como cataratas, retinopatía diabética y el pterigion.

Más de 6 000 jamaicanos en los últimos días acudieron a ese sitio para determinar si necesitan o no someterse a cirugías para corregir sus problemas de salud ocular.

Este mes se espera la llegada de más especialistas cubanos y también debe concluir la remodelación del hospital Saint Joseph, que acogerá el referido programa de salud con departamentos para las consultas, las cirugías y el cuidado postoperatorio.

JIS recordó que aparte de los servicios médicos, el proyecto de colaboración con Cuba también incluye la capacitación de oftalmólogos de Jamaica y la asistencia en el mantenimiento de equipos.

En octubre del año pasado, las dos naciones caribeñas firmaron una carta de intención sobre el suministro continuo de una brigada médica a Kingston.

Otro documento similar contempló la renovación de un acuerdo para el funcionamiento de un Centro de Oftalmología que, a lo largo de los años, facilitó un mayor acceso a servicios de alta calidad y oportunos.

Kingston y La Habana sellaron su primer convenio en esta esfera sanitaria el 28 de julio de 2009, luego en enero de 2010 inauguraron una clínica en aquel territorio y desde entonces los profesionales cubanos ofrecen prestaciones allí.

Datos oficiales indican que gracias a ese programa entre 2010 y 2019 se examinaron más de 35 000 pacientes, 21 412 recibieron cirugías y a 17 000 se les evitó la ceguera. (Con información de Televisión Avileña)

28 noviembre 2023 │ fuente: Cubadebate│ Tomado de │Noticias Salud

noviembre 28, 2023 | Gleidis Hurtado Cumbá | Filed under: Cuba, De la prensa cubana, médicos cubanos, Salud, Servicios de Salud | Etiquetas: , , , |

El V Taller Internacional de Virología Médica y Enfermedades Virales Emergentes y Reemergentes se realizará la próxima semana en Cuba, donde los especialistas debatirán sobre los avances que hoy muestra este campo

La Habana, Cuba. – El V Taller Internacional de Virología Médica y Enfermedades Virales Emergentes y Reemergentes se realizará la próxima semana en Cuba, donde los especialistas debatirán sobre los avances que hoy muestra este campo.

La cita de dos jornadas comenzará el martes y los expertos podrán participar de manera virtual en el cónclave que busca actualizar a especialistas, administradores de salud y otros interesados sobre los aspectos más relevantes relacionados con la microbiología.

Asimismo, se propone brindar elementos teóricos acerca de las principales virosis emergentes, las zoonosis con potencial emergente y las principales características clínicas de las infecciones virales emergentes y reemergentes.

El Taller proporcionará un foro para el intercambio de ideas y discusión de los conocimientos en este apartado, además de su impacto a escala global, regional y nacional.

28 noviembre 2023 │ fuente: Radio Reloj│ Tomado de │Noticias│ Salud

noviembre 28, 2023 | Gleidis Hurtado Cumbá | Filed under: Ciencia, Congresos/ Eventos/ Conferencias, Cuba, De la prensa cubana | Etiquetas: , , |