A diferencia de lo que muchos pudieran imaginar para estas fechas, Cuba vive su peor “rebrote” desde el inicio de la pandemia, entrando por primera vez en la fase de transmisión comunitaria. Las altas cifras de contagios registrados en la Mayor de las Antillas en los últimos meses, vuelven a centrar las miradas en las curvas y modelos matemáticos en busca de la añorada respuesta de “cuándo pasará la epidemia”.

Los modelos para predecir la evolución de la covid y el impacto de las medidas para su control se tornan en una bola de cristal de moda en todo el planeta, más cuando ya ha comenzado a diferentes ritmos, la vacunación en diversas naciones.

La gran pregunta es, cómo y cuánto podremos aplanar la curva de contagios (que es la curva de nuevos casos diarios) y dilatarla en el tiempo, para no tensar los recursos disponibles en el sistema sanitario y volver a una relativa nueva normalidad.
Los modelos se ajustan
Para el doctor Pedro Más Bermejo, vicepresidente de la Sociedad Cubana de Higiene y Epidemiología, tras 16 meses de trabajo, la palabra clave para lograr mayor efectividad en los pronósticos es trabajo colectivo.

“Contamos con el aporte de un grupo de profesionales en La Habana, y en otras provincias, donde participan epidemiólogos, matemáticos, geógrafos y otros especialistas en estos menesteres. Los territorios han creado sus propios modelos y eso nos sirve a nosotros para ajustar el tiro de lo que vemos desde acá”.

Los modelos probabilísticos y estadísticos, así como los dinámicos fueron la base de los pronósticos de la epidemia de la COVID-19 en Cuba, los cuales permiten estimar el número de casos activos cada día y el de pacientes recuperados.

La relevancia de todos estos modelos es que proyectan la cantidad de personas que pueden estar infectadas por la enfermedad, un indicador fundamental para el sistema de salud y que resulta básico para las decisiones gubernamentales en el enfrentamiento a la pandemia.

No obstante, Más Bermejo reconoció que la experiencia ha hecho que estos modelos tengan ajustes y mejores interpretaciones, atendiendo a dónde ocurren los focos de trasmisión. “Hemos tenido que hacer evaluación de los resultados de los modelos para mejorar la precisión de las proyecciones. A veces nos pasa, eventualmente, que en una provincia un aumento inesperado de casos ocurra en una institución cerrada, que tiene impacto limitado en la trasmisión comunitaria y los modelos reflejan este crecimiento, de ahí la importancia de la interpretación epidemiológica integrada”.

Este elemento también se ha de tener en cuenta en las proyecciones futuras, al introducir la variante “vacunación”, ya que Cuba presenta una situación muy favorable al producir, administrar y distribuir sus propios inmunógenos.
La curva se dispara, ¿qué pasa con las vacunas?
La llegada de las vacunas se convirtió en el gran rayo de esperanza durante 2021 para muchos ciudadanos, tras meses de altas cifras de fallecimientos, sucesivas olas de infecciones y confinamientos interminables por la covid-19.

Sin embargo, los más avezados conocedores advierten de que no se puede bajar la guardia: “aplicar la vacuna del coronavirus no es una carta blanca para ignorar las medidas de salud como el uso de mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado de manos”, advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS). Un elemento en el que coinciden los expertos cubanos y alertan ante la compleja situación epidemiológica que vive el país.

“Debemos recordar que las vacunas lo que disminuyen es la probabilidad de que el paciente llegue a estados graves y críticos de la enfermedad, pero no la transmisión y por tanto, vacunarnos no puede ser, para nada, un símbolo de desmovilización de las buena prácticas que conocemos”, asegura Más Bermejo.

Entre tanto, el decano de la Facultad de Matemática, el doctor Raúl Guinovart Díaz, apunta que en los inicios del proceso de vacunación no se detiene el crecimiento de los contagios, hay una especie de inercia hasta que se comience a frenar, debido a que los anticuerpos demoran un tiempo en alcanzar el nivel necesario.

“¿Cómo se hace para que ese tiempo sea más corto? Esto puede lograrse cuando se mantienen y cumplen medidas epidemiológicas y sanitarias, incluidas la limitación de la movilidad de las personas, el impulso del teletrabajo y evitar las aglomeraciones. Con nosotros compite el verano porque aumenta el movimiento de las personas. La vacuna no frenará en seco la trasmisión”.

Por otro lado, el catedrático señala que como consecuencia de los procesos de vacunación, las personas tienden a pensar que el problema está más próximo a resolverse y asumen una actitud más relajada.

Como demuestran las experiencias internacionales, los procesos de vacunación han venido acompañados de cierres temporales para cortar las “olas de contagio”, luego se alternan con pequeñas desescaladas “y así se va tanteando” hasta llegar a un punto “de no retorno” con la enfermedad.

Para llegar a ese punto, señalan los especialistas, se deben tener en cuenta dos elementos fundamentales. El nivel de inmunizados por haber padecido ya la enfermedad, y la velocidad de vacunación con que se logre avanzar en cada país.

“El nivel de infectados en Cuba ha sido muy bajo. A diferencia de otros países, donde, por ejemplo, la cifra de inmunizados ronda en el 10%; hasta la fecha Cuba solo reporta aproximadamente un 1,4%. En el caso de La Habana es el 3,4%”.

Este elemento es clave a la hora de lograr la llamada inmunidad de rebaño. La mayoría de los expertos hablaba de llegar a un 60%-70% de población inmune, bien por padecimiento o por vacunación.

“¿Por qué te decimos esto? Porque a diferencia de otras naciones con elevadas cifras de contagio en comparación con su población bruta, Cuba tendría que vacunar más para llegar a ese umbral. Mientras que un país que tiene el 10% de población infectada, vacunando el 60% puede lograr esa inmunidad, Cuba deberá llegar prácticamente al 70% para hacerlo”.

El segundo elemento mencionado (velocidad) por los expertos guarda relación intrínseca con el anterior.

Desde diciembre va creciendo el porcentaje de personas en el mundo que han sido vacunadas contra la COVID-19. Según datos ofrecidos por un portal de la Universidad de Oxford, que es referente, a nivel internacional hasta el 21 de junio, un promedio de 22.05 de cada 100 habitantes han recibido, al menos, una dosis.

En Cuba, que empezó recientemente este proceso de intervención sanitaria, un promedio de 20.11 de cada 100 habitantes han recibido al menos una dosis.

“En el caso de nuestro país, el bloqueo afecta que la vacunación se aplique más aceleradamente, porque restringe la disponibilidad de equipamiento, materiales e insumos. Hoy lo que tenemos son candidatos, que por la eficacia reportada por los promotores pueden ser considerada vacunas”, añadió Guinovart.

No obstante, el científico advierte que aunque las vacunas son “la varita mágica”, no resuelven los problemas de inmediato.

“A nivel internacional, la tendencia es a disminuir los casos, sobre todo los críticos y graves. Que disminuyan los casos te permite que disminuyan las muertes porque los sistemas sanitarios se van descongestionando. Pero las vacunas, y esto es muy importante, tardan un tiempo en hacer efecto. No es poner el pinchazo y ya. Si te expones al virus un día o una semana después de inyectarte, sigues vulnerable a la infección y puedes transmitir el virus a otras personas”.

La curva en el corto plazo
Los pronósticos para Cuba, a corto plazo, según apuntó el Decano de la Facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana, son desfavorables.
La Habana ha mantenido una situación sostenida de descenso de la incidencia de la enfermedad.

Lo que se pronostica para la capital, dijo, es que tal disminución continúe. Es algo que debe mantenerse en el tiempo, especialmente potenciado por la intervención sanitaria con los candidatos vacunales.

Según explicó recientemente en el Grupo Temporal de trabajo de la capital, a finales de julio y principios de agosto, de seguirse cumpliendo las medidas restrictivas, acompañadas de la intervención sanitaria, pudiera lograrse determinado control de la pandemia, “mientras arribaríamos a una situación mucho más favorable para los últimos días de agosto y principios de septiembre. Siempre recordando que, para ello, es imprescindible el acatamiento de las medidas restrictivas”.

En cuanto a las demás provincias, el escenario epidemiológico “se ha complicado tremendamente”, enunció el experto, quien ejemplificó que en Pinar del Río han crecido las cifras de casos confirmados diariamente (y así seguirá siendo en lo inmediato); en Matanzas y en Camagüey las circunstancias siguen siendo desfavorables; y en Granma, aunque “la situación es de estabilidad”, todavía los números no descienden como se desea y es necesario.

En la provincia de Santiago de Cuba, acotó el matemático, el panorama epidemiológico sigue siendo adverso y las cifras de contagio aumentan; al tiempo que Guantánamo, territorio en el cual se había registrado cierto control meses atrás, ha vuelto a retroceder.

“Insistimos, una y otra vez, que la vacunación por sí sola no resolverá nuestros problemas. Esta debe estar acompañada con disciplina y un fuerte rigor en las medidas ya anunciadas por el gobierno para el enfrentamiento a la pandemia. De todos depende de que aplanemos la curva definitivamente”, concluyó Más Bermejo.
Julio 01/2021 (Cubadebate)

Vacunas, modelos y picos de contagios: ¿La luz al final del túnel?

julio 2, 2021 | Maria Elena Reyes González | Filed under: De la prensa cubana | Etiquetas: , , , , , , , , |

Llevamos meses repitiéndolo, pero en estos días, es cuando ya podemos llamarles vacuna a dos de nuestros cinco candidatos vacunales; mientras nos llenamos de orgullo al conocer sus índices de efectividad.
Ahora que no es chovinismo ni especulación decir que nos estamos inmunizando con una de las cuatro mejores formulaciones del mundo (Abdala: 92,28 %) y crecen las expectativas por los resultados de Soberana 02 cuando entre en el estudio la tercera dosis; en estos momentos, lo confirmamos: más que una vacuna es un país, pero valdría la pena, además, ponernos a pensar ¿qué país?
La respuesta corta sería: Cuba. Una un poco más extensa y poética: la isla del Caribe donde un soñador de verde olivo se propuso firmemente que el futuro fuera de hombres (y mujeres) de ciencia. Pero hay una respuesta mucho más larga y también necesaria, que no niega las anteriores, sino las complementa.
Más que una vacuna, es un país, este país, el de las colas para el pollo, el de la escases, donde a duras penas se intenta enderezar la pirámide socioeconómica. Es el país de los coleros y los revendedores, de las tiendas en MLC, el del pan de harina de maíz, el de los apagones a veces, en el que no alcanza el salario y los productos «se pierden» porque «la cosa está mala».
Es un país más que una vacuna ¿el del «invento»? Un poco sí, para resistir. El país de la siguaraya y el caguairán, el de la resiliencia. El que camina todo el tiempo sobre un campo minado y a cada paso explota alguna bombita de ingratitud o resentimiento, pero no sé detiene, no se rinde. El país donde unos cuantos mercenarios montan shows mediáticos, mientras la mayoría puja por salvarse de una epidemia y otros demonios.
El país que se lleva en el alma a cualquier rincón del planeta y desde allí se sigue amando, por el que algunos pedalean para tender puentes de amor, mientras otros vienen, como las peores astillas del mismo palo, rompiéndolos a golpe de odio.
Es el país con la «prensa independiente» mejor pagada del mundo (Y con moneda dura, que cobran de la mano del enemigo declarado del propio país). Más que una vacuna es un país, el que salvó un crucero lleno de ciudadanos británicos ante lo cual la British Broadcasting Corporation (BBC) se hizo de la vista gorda, sin embargo, dedicó un texto entero a poner en duda la pertinencia de la estrategia cubana de vacunación contra la COVID 19.
El país que, en plena pandemia, ha sido víctima de políticas y medidas cada vez más duras para asfixiar una economía ya debilitada por 60 años de bloqueo económico, financiero y comercial de los Estados Unidos.
Es el país que presenta, cada año, pruebas contundentes ante las Naciones Unidas sobre las pérdidas y afectaciones que esas sanciones provocan en todos los aspectos de la vida de su pueblo y sale de la Asamblea General, invariablemente, con el apoyo casi unánime de la comunidad internacional, pero con la prepotencia imperial atravesada en la garganta, contra todo sentido de justicia y humanismo.
Es el país del humanismo más incondicional. El que ha enviado médicos a donde más duele el mundo: Haití después de un huracán, Pakistán después de un terremoto, África enferma de ébola, Italia cuando vivía la peor crisis sanitaria por la COVID 19 (son solo algunos ejemplos de una lista enorme).
Y ese país, que es la suma y la combinación de todo lo dicho y un poco más, es donde viven y trabajan los científicos a los que les agradecemos estas vacunas que hoy prometen salvarnos la vida. ¿Lo hemos concientizado? Ellos son el resultado de un sistema que ha invertido en educación gratuita y universal, aunque le cueste; que ha apostado por el capital humano contra viento y marea. De la voluntad aquella de que el futuro de Cuba fuera un futuro de hombres (y mujeres) de ciencia.
¿Estamos claros de que las carencias, las colas, el estrés, las limitaciones de recursos, no perdonan las casas ni los laboratorios donde viven y trabajan los genios que hoy aplaudimos con razón? ¿Será que entendimos que la proeza es doble porque está hecha a base de perseverancia y talento más que de presupuestos y recursos? Estaría bien homenajearlos a la hora de amasar el pan diario, atender a un cliente o reparar el alcantarillado de un barrio. Hace poco, en una cola, escuche una sentencia que me pareció sabia: «menos mal que los científicos cubanos sí tienen ganas de trabajar». Yo diría también: menos mal que piensan como país.
Ojalá todos los que nos proclamamos orgullosos de nuestros científicos y de nuestras vacunas seamos conscientes de que ellos no existen en una dimensión paralela, sino en esta, en la del bloqueo y la de la resistencia. Ellos viven y trabajan bajo los efectos del más largo y cruel bloqueo al que haya sido sometido pueblo alguno en la historia.
Existen en esta dimensión en que trabajar es el único modo de seguir construyendo una nación Soberana y donde el único camino es el de Abdala: defender a la patria.
Junio/2021 (Cubasi)
https://www.cubasi.cu/es/noticia/con-el-bloqueo-atravesado-en-la-garganta-mas-que-una-vacuna-es-un-pais

junio 30, 2021 | Maria Elena Reyes González | Filed under: De la prensa cubana | Etiquetas: , , , |

Los daños al Hospital General Docente Comandante Pinares, en el municipio artemiseño de San Cristóbal, provocados por el sismo ocurrido ayer martes motivaron la suspensión del servicio de hospitalización y complejizna el enfrentamiento a la COVID-19 en el territorio.
Ricardo Concepción Rodríguez, Gobernador de Artemisa, informó en reunión del Grupo Temporal de Trabajo (GTT) de la provincia que el movimiento telúrico dañó la infraestructura del hospital, lo cual exigió la evacuación de los pacientes ingresados, incluidos niños y graves, hacia centros de Pinar del Río y La Habana.
Recordó que la semana pasada se adoptó la medida de trasladar la sala de miscelánea del Hospital Pediátrico José Ramón Martínez, en Guanajay, para el Comandante Pinares y alistar el centro para casos pediátricos positivos a la COVID-19.
En tal sentido precisó que la pérdida temporal de las 400 capacidades (360 ocupadas) del hospital de San Cristóbal no solo obliga a las áreas de salud de los municipios a incrementar los niveles de resolutividad sino también a ser más eficaces en la lucha contra la pandemia del nuevo coronavirus.

Resaltó que las labores de recuperación de la institución comenzarán en breve y se trabajará fuerte para devolverle la total vitalidad en el menor tiempo posible.
Yolanis Torres Martínez, director del Hospital Comandante Pinares, dijo a la ACN por vía telefónica que, con excepción de la hospitalización, continúan alrededor de 12 servicios entre los que destacan hemodiálisis, imagenología, quimioterapia, interrupción de embarazo, cuerpo de guardia, cirugía de urgencia y emergencia.

Eiglys Argudín Somonte, directora provincial de higiene y epidemiología, refirió en el encuentro que en los últimos 15 días el territorio acumula mil 122 casos positivos de la COVID-19, la tasa es 217.8 por cien mil habitantes en tanto Mariel, Guanajay, Bauta, Alquizar, Artemisa y Candelaria sobrepasan esta cifra.
Enfatizó que debido a los elevados niveles de contagio y la circulación de cepas muy contagiosas la provincia pasó a la fase transmisión comunitaria (antes era de transmisión autóctona), lo cual demanda ajustar las medidas de enfrentamiento a la situación actual como el fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica, el aseguramiento de los servicios vitales y la reducción al máximo de la movilidad.
Argudín Somonte adelantó que el territorio iniciará la intervención sanitaria masiva con Abdala a partir del 12 de julio por los municipios de Artemisa y Bauta a los cuales seguirá Mariel el 18 mientras continúa la intervención sanitaria en trabajadores del sector de la salud y de la Zona Especial de Desarrollo Mariel.
Junio 30/2021 (Cubasi)
https://www.cubasi.cu/es/noticia/sismo-en-artemisa-complica-enfrentamiento-la-covid-19

junio 30, 2021 | Maria Elena Reyes González | Filed under: De la prensa cubana | Etiquetas: , , , , , |