Ago
16
Mejorar los resultados de los indicadores del Programa de Atención Materno Infantil del pasado año en el país es una prioridad del presente y el fin no debe ser «quedar bien en números», porque detrás de eso está el necesario cuidado y protección a las embarazadas, los niños, e incluso, a la mujer en edad fértil.
Recientemente, en el contexto del Taller Nacional de Actualización en el manejo de recién nacido pre término extremo y crítico en el contexto de la COVID-19, la doctora Noemí Causa Palma, jefa Nacional del Departamento Materno-Infantil del Ministerio de Salud Pública (Minsap), comentó sobre las acciones en las que se trabaja con mayor énfasis para ese propósito.
«Nos estamos enfocando en evitar la prematuridad, debido a que los pre términos bajo peso constituyen un número importante de los infantes fallecidos», afirmó.
Entre las principales medidas, refirió, se encuentra el aprovechamiento máximo de las capacidades instaladas en los más de 300 hogares maternos del país, donde deben estar las pacientes gestantes de riesgo, tal es el caso de las adolescentes, las pacientes con alguna enfermedad asociada, los embarazos múltiples, y quienes por el propio embarazo se acompañan de otras enfermedades como la preeclampsia (presión arterial alta y signos de daño hepático o renal que ocurren en las mujeres después de la semana 20 de embarazo).
Por otra parte, comentó, existe la necesidad de fortalecer todas las acciones intersectoriales que nos permitan evitar el embarazo en edades tempranas, como la adolescencia, que constituye un riesgo no solo para la salud materna, sino también de que nazca un niño pre término y bajo peso.
Además, aseguró que cada provincia en sus distintos niveles de atención, ya sea hospitales o policlínicos, tiene su plan de entrenamiento y capacitación para dirigir acciones docentes que fortalezcan a los especialistas, sobre todo los más jóvenes.
Es primordial robustecer el trabajo del médico de la familia, como la base del sistema, pues es precisamente en el área de Salud, donde hay que realizar labores con respecto al riesgo reproductivo preconcepcional, o sea, con la mujer en edad fértil antes de embarazarse, para que llegue al embarazo en las mejores condiciones.
ACOMPAÑAR A LA FAMILIA EN LA PROTECCIÓN A NUESTROS NIÑOS
La directiva consideró, además, importante el reforzamiento de las medidas higiénicas y sanitarias para evitar las enfermedades infantiles, especialmente en esta etapa veraniega.
La primera alarma está sobre el dengue y relacionado con este explicó que todas las medidas están encaminadas a la preparación a las madres y al resto de la familia para, si los niños presentan algún síntoma, que sepan deben acudir tempranamente a los servicios de Salud, donde se le darán todas las indicaciones al respecto.
En el Ministerio de Salud Pública, afirmó, está muy claro el protocolo para la atención en todas las edades, en particular con los niños.
«Tenemos un grupo identificado que tiene que ver con los niños con enfermedades asociadas, menores de dos años, con signo de alarma, que tienen criterio de estar ingresados en nuestras instituciones, pero otros pueden permanecer en sus casas bajo una vigilancia estricta», especificó la doctora Causa Palma.
Garantizó que en la atención primaria a nivel de consultorios tienen la obligación de pesquisar, darles atención a los niños que están en las casas en esas condiciones.
En sentido general, argumentó, se deben reforzar todas las medidas higiénicas y sanitarias en función de la alimentación y el agua, sobre todo fomentar la lactancia materna, de mucho valor para los niños, porque esta leche, además de protegerlos de muchas enfermedades, le impide infecciones en el orden digestivo, muy recurrentes en estos meses.
Mientras, con respecto a las infecciones respiratorias agudas, insistió en la necesidad de evitar la exposición de los niños a grandes aglomeraciones de personas, e incluso, para los de mayor edad, el uso del naso buco si fuera preciso.