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Durante muchos años las infecciones de transmisión sexual (ITS) han sido un tema de gran preocupación, y según expertos el número de agentes reconocidos que se pueden contagiar por esa vía está aumentando.
Si bien la mayoría es de etiología bacteriana o viral, varias infecciones por protozoos intestinales también pueden transmitirse por actividad sexual.
El principal modo de propagación resulta de naturaleza no genital, pero el sentido más amplio de las actividades sexuales puede resultar en contacto fecal-oral que posteriormente conduce a la transmisión de estos agentes.
Una de estas infecciones potencialmente transmitida por esa vía es la Giardia lamblia (G. intestinalis o G. duodenalis), el agente causal de la giardiasis humana, asegura el Doctor Ángel Arturo Escobedo Carbonell, Especialista de I y II Grados en Microbiología y Parasitología y connotado experto en el tema.
Los médicos consideran el diagnóstico de esta dolencia por protozoos en función de factores de riesgo como la exposición previa a agua contaminada, la zona endémica y el historial de viajes a esos lugares, sin embargo, en menor medida en el contexto de las ITS, precisó en exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias el también Máster en Epidemiología.
Contagio por Giardia
En opinión del doctor Escobedo Carbonell, quien se desempeña como Jefe de Epidemiología hospitalaria del Instituto Nacional de Gastroenterología, uno de los protozoos intestinales patógenos más frecuentemente diagnosticados en todo el mundo lo constituye la Giardia lamblia.
Ejemplificó que en países industrializados las tasas de detección oscilan desde dos hasta un cinco por ciento, y entre el 20 y el 30 % en naciones en desarrollo, fundamentalmente por la falta de saneamiento e higiene adecuados.
Aclaró que se considera una enfermedad reemergente debido a su papel reconocido en numerosos brotes de enfermedades diarreicas en guarderías infantiles, en epidemias transmitidas por el agua y, en menor medida, por los alimentos.
Giardia, una vez considerado un organismo flagelado comensal inofensivo, se ha implicado en dos escenarios epidemiológicos importantes: diarrea en niños pequeños en países subdesarrollados y brotes esporádicos, a menudo relacionados con el agua o los alimentos, sobre todo en naciones industrializadas, señaló.
También la enfermedad se puede observar en viajeros que regresan de áreas endémicas, aseguró a la ACN el Doctor Ángel Arturo Escobedo Carbonell, quien por el trabajo desarrollado en la investigación sobre la infección por giardiasis en humanos, el ranking médico de expertos mundiales EXPERTSCAPE, lo situó en la primera posición en el planeta durante el periodo 2013-2023.
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Prácticas sexuales y transmisión de Giardia
Giardia se transmite por vía fecal-oral, ya sea indirectamente a través de agua o alimentos contaminados, o de forma directa, de persona a persona; se ha informado con frecuencia entre hombres que tienen sexo con hombres (HSH), y el sexo oral-anal se ha asociado con infección, precisó el entrevistado.
Durante las últimas tres décadas del siglo pasado, este protozoo intestinal fue reportado entre HSH, sugiriendo transmisión por contacto homosexual y, en algunos casos, apuntando directamente a la relación anilingus.
También según estudios reconocieron cada vez más la prevalencia entre las poblaciones de hombres homosexuales en comparación con los controles heterosexuales.
Según investigaciones internacionales las tasas de infección por protozoos entéricos “hiperendémicos” en HSH están relacionadas con tres factores principales: el nivel endémico original en la población general, la prevalencia de actos sexuales que facilitan la transmisión y la frecuencia de exposición a una persona infectada.
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Hoy se puede reconocer que, como en otras vías de transmisión, varios elementos aumentan la posibilidad de contagio sexual de este protozoo.
Ellos son el alto número de individuos asintomáticos; los quistes de Giardia sobreviven a las barreras químicas del estómago y prosperan en el duodeno; y la excreción fecal asintomática o subclínica, intermitente y prolongada de esos quistes, refirió el eminente científico cubano.
La práctica y la frecuencia del anilingus, la felación y/o el contacto digital-anal, particularmente con los juguetes sexuales penetrantes compartidos, cuyo uso parece ser común entre los hombres homosexuales y bisexuales durante las actividades sexuales tanto en solitario como en pareja, también podrían influir en la transmisión de esta bacteria, alertó.
Transmisión fecal-oral de Giardia y epidemia de VIH/SIDA
Desde el inicio de la epidemia del VIH, la transmisión de este virus por vía oral se consideró un fenómeno raro.
De hecho, debido a la percepción de “seguridad relativa” del anilingus en comparación con otros tipos de comportamientos sexuales, esas prácticas sin protección han prevalecido entre grupos de alto riesgo y los expone a otros peligros como la infección por Giardia, subrayó.
A pesar de que el sexo oral se ha practicado como una forma de reducción del riesgo contra la transmisión del VIH, este como otros virus, se puede aislar en la saliva y el peligro de transmisión del VIH a través de prácticas sexuales orales parece ser muy bajo, enfatizó el especialista, quien desde 1995 se ha dedicado a la investigación en Parasitología clínica y dentro de ella a la giardiasis. (Iris Armas Padrino, ACN)
28 de agosto 2023, acn(Agencia Cubana de Noticias)