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Bayamo, 21 jun (ACN) Más de 300 determinaciones en una hora permite realizar el analizador automático de química clínica del laboratorio central del hospital Carlos Manuel de Céspedes, de esta ciudad, donde continúa activo gracias al talento del innovador cubano Miguel Mustelier Pereira.
En el año 2019, la rotura del émbolo de una de las jeringas de muestra, generó un verdadero problema en el estratégico punto, prácticamente el corazón de la unidad asistencial, ubicada en la capital de la provincia de Granma, recordó Miguel, quien al momento emprendió la búsqueda de posibles soluciones junto a su compañero Danilo Vega.
El dispositivo no sólo optimiza el trabajo, sino que reduce el tiempo necesario para dar respuesta a los pacientes en espera de los análisis, todo lo cual se vio interrumpido durante casi un mes, explicó en exclusiva para la Agencia Cubana de Noticias el licenciado en Tecnología de la Salud y especialista del Centro Provincial de Electromedicina.
En ese lapso, dijo, estudiamos distintos materiales en pos de encontrar el más adecuado para sustituir el componente original, hecho de cerámica, hasta que encontramos un electrodo (varilla) de soldar, a base de argón, con aleaciones de tungsteno y titanio.
Además de ser resistente a las fricciones y la oxidación-imprescindible para su uso en el laboratorio- tenía el mismo diámetro de la pieza rota, lo cual evitó inconvenientes a la hora del montaje, señaló.
Realizadas las adecuaciones pertinentes, comprobamos el funcionamiento y de nuevo se echó a andar el analizador automático, que en estos momentos continúa prestando servicio.
Frente a las históricas afectaciones que sufre el sistema cubano de Salud Pública, producto al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos, y en un contexto de crisis como consecuencia de la pandemia de la COVID-19, la innovación resulta vital para asegurar la asistencia médica, subrayó Mustelier Pereira.
Con misiones internacionalista en Eritrea, Argelia, Guatemala y Bolivia, y más de 20 años en el movimiento de innovadores y racionalizadores de su centro laboral, en fechas recientes Miguel también contribuyó a la recuperación de fuentes de alimentación y tarjeta de control para gasómetro, un equipo de alto valor en salas de terapia intensiva.