La Oficina de Regulación y Seguridad Ambiental (ORSA) fomenta la adopción de un proyecto para el fortalecimiento de la capacidad analítica y de laboratorio con vistas a la detección e identificación de organismos genéticamente modificados OGMs).

Todo ello con la debida acreditación de las técnicas, comentó en exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias Jorge Álvarez Álvarez, director de la institución, del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).

Es imprescindible también el establecimiento de un sistema de monitoreo y vigilancia de efectos adversos asociados, incluidos los procedimientos de muestreo en el campo y en los puntos de entrada al país, lo que permitiría aprobar medidas correctoras de forma oportuna, señaló.

Además, es vital la definición de los impactos económicos y sociales que deben formar parte del proceso de toma de decisiones por las autoridades competentes, mediante su vinculación con la consulta pública y la creación de espacios para su participación.

Aclaró que la ORSA es la autoridad competente en materia de bioseguridad y la autoridad nacional para el Protocolo de Cartagena, programado en 1999 en esa ciudad de Colombia y adoptado en 2000 en Montreal, Canadá, que establece normas internacionales para el uso de OGMs con un enfoque preventivo.

Explicó que su organización coordina el proceso de adopción de decisiones en materia de OGMs y en ella radica la Secretaría de la recientemente constituida Comisión Nacional para el Uso de los Organismos Genéticamente Modificados en la Agricultura Cubana.

Los laboratorios designados para su integración son los de los centros de Investigaciones Científicas de la Defensa Civil y el Nacional de Sanidad Agropecuaria, responsables por la identificación y detección de OGMs bajo la guía y supervisión de la ORSA.

El Centro Nacional de Toxicología CENATOX interviene en los análisis ecotoxicológicos relacionados con los efectos adversos que este tipo de organismos pudiera provocar.

Una vez concluido el proyecto, de cinco años de duración, el país contará con una infraestructura consolidada de apoyo al proceso de toma de decisiones en materia de organismos genéticamente modificados, cuya sostenibilidad está garantizada.

Es una necesidad de la nación incrementar la producción de alimentos a partir de las producciones agropecuarias, por lo que se aprobó el Plan Nacional de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional, de acuerdo con el director de la ORSA, quien agregó: Solo aproximadamente el 23 % de los suelos en Cuba se clasifican de muy productivos y el resto se dividen en productivos y poco productivos.

A esta limitación se añaden los efectos del cambio climático sobre un pequeño estado insular muy vulnerable, por lo que para el incremento de la producción de alimentos se requiere de ciencia y paquetes tecnológicos, además los resultados de investigaciones en la biotecnología.

El uso de los productos de la moderna biotecnología, tales como los OGMs, ha sido controversial a lo largo de los años, toda vez que ellos tienen potencial para contribuir al bienestar humano en campos como la agricultura, bioremediación y cambio climático, principalmente.

Sin embargo, su empleo seguro es imperativo para minimizar los posibles riesgos a la salud y al medio ambiente.
Cuba, de conjunto con otros países de la región, ha invertido significativos esfuerzos en el establecimiento de un sistema de bioseguridad adecuadamente organizado y funcional.

Pero la complejidad de tal empresa requiere acciones adicionales para poner en funcionamiento un sistema completo que posibilite la obtención de todos los beneficios posibles de ellos y minimizar los probables impactos negativos que puedan tener.

En ese sentido, existen gestiones de proyectos con financiamiento proveniente del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF) y del Programa de ONU para el Medio Ambiente (PNUMA).

No obstante, todavía prevalecen necesidades que deben ser consideradas en aras de lograr una mayor fluidez en el funcionamiento del actual sistema de Bioseguridad.

Un ejemplo es que pueden ser los vacíos relativos a la capacidad nacional en materia de detección y monitoreo de OGMs, así como sus consideraciones socioeconómicas vitales para el país si se tiene cuenta su condición de importador y la posibilidad de cambios en el entorno comercial.

La Oficina de Regulación Ambiental y Seguridad Nuclear (ORASEN), fundada en 2002, estaba integrada por los centros de Inspección y Control Ambiental, de Seguridad Química, de Seguridad Biológica y de Seguridad Nuclear.

En su proceso de perfeccionamiento, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente decidió integrarlos en las direcciones de Control Ambiental y de Seguridad Nuclear, y llamarse en adelante ORSA.

septiembre 12 /2021 (Cubasi)

septiembre 12, 2021 | Maria Elena Reyes González | Filed under: De la prensa cubana | Etiquetas: , |

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