La Habana, 24 feb (ACN) El 24 febrero de 1970 se realizó el primer trasplante renal exitoso en Cuba, con lo cual se inició la era de la trasplantología en la mayor de las Antillas, y suman más de seis mil las personas que recibieron ese costoso proceder de forma totalmente gratuita.

En declaraciones a la Agencia Cubana de Noticias, el doctor en Ciencias Jorge Pérez Oliva, presidente de la Sociedad Cubana de Nefrología, primera especialidad médica fundada por la Revolución, explicó que tanto la intervención quirúrgica como los medicamentos inmunosupresores se garantizan a esos pacientes de por vida sin costo alguno.

El también jefe del Programa nacional de enfermedad renal, diálisis y trasplante del Ministerio de Salud Pública precisó que el inicio de los trasplantes renales marcó una etapa diferente de desarrollo cualitativo de la medicina en Cuba.
Pérez-Oliva, Profesor Titular del Instituto de Nefrología Doctor Abelardo Buch López, enfatizó que al igual que en el resto del mundo, en 2020 hubo una disminución del número de esos injertos debido a la COVID-19.

Bajo la tutela del Instituto de Nefrología “Abelardo Buch López” un grupo multidisciplinario con más de 40 especialistas, incluidos los del hospital capitalino clínico, quirúrgico y docente Salvador Allende realizaron una investigación de la enfermedad renal crónica en pacientes contagiados con el nuevo coronavirus COVID-19: riesgo, daño y secuelas, liderada por el doctor Raúl Herrera Valdés.

Pese a la complejidad de la epidemia este programa se ha mantenido funcionando a nivel nacional ya que el trasplante es una operación de urgencia que puede salvar vidas, dijo el experto.

Un paciente trasplantado le cuesta a Cuba 20 mil dólares, solo la intervención quirúrgica, sin incluir los medicamentos inmunosupresores que se le garantizan de por vida, y el seguimiento, mientras en el mundo oscila de 20 mil a 60 mil dólares ese proceder.
Cuba cuenta con un Programa de Enfermedad Renal Crónica, Diálisis y Trasplante, 56 servicios de nefrología, nueve centros de trasplantes, una Organización Nacional de Trasplante consolidada y estudios inmunológicos de primer mundo, en los que más de dos mil profesionales atienden a los pacientes en Terapia Sustitutiva de la Función Renal, precisó el doctor Pérez-Oliva.

Ponderó el espíritu solidario del pueblo cubano que, ante el fallecimiento de un ser querido está dispuesto a donar órganos para salvar otras vidas, con el fin de cumplir con «la conciencia del beneficio extraordinario, de que en el momento en que una vida se pierde, podamos darle vida a otra persona», como expresara el Comandante en Jefe Fidel Castro.

Guillermo Guerra Bustillo, director del Instituto Nacional de Nefrología, destacó la trascendencia de la atención brindada por el líder de la Revolución cubana al desarrollo del programa, que ha contribuido a que Cuba sea el segundo país en Latinoamérica en la tasa de trasplante por millón de habitantes, que en caso de los renales es de 16.

Actualmente en toda Cuba hay más de tres mil 500 pacientes en hemodiálisis crónica, cerca de 80 en diálisis peritoneal y más de mil personas con trasplante renal, en tanto resulta importante el trabajo de la Nefrología en la comunidad, enfatizó el doctor Pérez-Oliva.

En la extrahospitalaria se atienden las principales causas que llevan a los pacientes a tener un fallo renal de diferentes grados, que son la enfermedad renal diabética y la hipertensiva, esto en el contexto del envejecimiento de la población cubana, subrayó.

Entre los profesores destacados en el desarrollo del Programa sobresalen Charles Magrans Buc, Reynaldo Mañalich Comas y Jorge Pablo Alfonzo Guerra, quienes han realizado su aporte incondicional a la medicina cubana y a la obra de la Revolución.

Los expertos enfatizan en el desafío que constituye promover e impulsar la prevención y atención de los pacientes con enfermedad renal crónica en la Atención Primaria de Salud.

Ello presupone potenciar al máximo el trabajo del Médico y Enfermera de la Familia, mediante la identificación y modificación de los factores de riesgo presentes en la comunidad, así como la pesquisa temprana del paciente y la interconsulta con el nefrólogo.

Estas acciones de salud realizadas con eficacia permitirán, no solo la prevención, sino también enlentecer la progresión de la enfermedad y sus complicaciones.

febrero 24/2022 (ACN)

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