A pesar de que es política del Estado cubano la tolerancia cero, el consumo de drogas aún es un peligro en la sociedad

De repente te detuviste a pensar cómo llegaste hasta aquí. Con apenas 14 años, coqueteabas con traspasar los límites y un día, para desinhibirte, decidiste probar. Leer más

abril 10, 2024 | Gleidis Hurtado Cumbá | Filed under: Cuba, De la prensa cubana, Niños y Adolescentes, Salud, salud mental | Etiquetas: , , |

Importancia para el desarrollo social y estabilidad física individual, especialistas de la salud en Santiago de Cuba destacan la relevancia del bienestar mental para una mejor calidad de vida.

Según refirió a la Agencia Cubana de Noticias Idalia Pérez, coordinadora del departamento de Salud Mental y Adicciones en la provincia, resultan primordiales las acciones desplegadas en instituciones educativas, a fin de advertir a niños y adolescentes sobre las consecuencias del consumo de drogas y la violencia.

Refirió las intervenciones también en centros de la economía y administración pública, así como en unidades sanitarias, con el objetivo de aconsejar sobre prácticas de cuidado en el sector obrero.

De acuerdo con la galena, la labor intersectorial facilita la aplicación de herramientas para preservar la estabilidad emocional, de ahí el reconocimiento a la fiscalía provincial, el Órgano de Atención a Menores, el sistema educacional y profesionales de la cultura y el deporte que integran los equipos de trabajo.

Significó el fortalecimiento de vínculos con las instituciones académicas de esta ciudad, para fomentar la investigación y motivar el interés de los futuros profesionales por esta rama del conocimiento.

Por su parte, Miguel Enrique Barros, estudiante de tercer año de Medicina, destacó la reciente creación de la Cátedra de Medicina Psicosomática y Terapias Naturales, a fin de socializar estudios académicos relacionados con la incidencia de trastornos psíquicos en el bienestar corporal.

Apuntó el acercamiento a comunidades en situación de vulnerabilidad, con el propósito de debatir sobre la prevención y lucha contra el estrés, ansiedad, depresión y otros signos que pueden favorecer la aparición de cáncer, hipertensión arterial y diabetes.

Con especial atención a niños, adolescentes y jóvenes, las autoridades del ramo en el territorio potencian las actividades de capacitación, orientación y promoción, en aras de contribuir al equilibrio entre la salud física y mental de la población.

13 octubre 2023|Fuente:  ACN– Tomado de Noticias- Salud

octubre 13, 2023 | Gleidis Hurtado Cumbá | Filed under: Cuba, De la prensa cubana, salud mental | Etiquetas: , , , , |

La Casa de Dementes de San Dionisio fue la primera instalación hospitalaria de nuestro país para la atención a personas con trastornos mentales. Costeada por el Capitán General Don Dionisio Vives, la inauguraron el 18 de septiembre de 1828.

Primeras experiencias en el mundo

España tiene el honor de ser pionera en el tratamiento y hospitalización de personas en situación de demencia. Desde el siglo XI los enfermos recibían atención hospitalaria con la aplicación de métodos adecuados para la época.

En esta propia nación el fraile Juan Gilabert Jofré fundó en 1409, en Valencia, lo que es considerado el primer manicomio del mundo, el Hospital de Tontos, Locos y Dementes.

Este ejemplo y la preocupación por asistir a los enfermos de demencia se extendió hacia el resto de Europa. Antes de la llegada de Cristóbal Colón a América otras naciones de ese continente ya contaban con manicomios dedicados a la atención de los enfermos.

A pesar de que España desde el siglo XV se había preocupado por la atención de su población en situación de demencia, estas experiencias llegaron tardíamente a nuestro continente, en especial a Cuba.

Casa de Dementes de San Dionisio

Hasta inicios del siglo XIX los dementes deambulaban por las calles y eran objeto de burla y de maltratos del resto de la población. El único tratamiento institucional era recluir a los hombres en las cárceles públicas, con el resto de los delincuentes. Por las conductas propias de su enfermedad eran castigados, recibían maltratos corporales y encierros en condiciones inhumanas.

Los primeros antecedentes en Cuba del interés por la atención siquiátrica  datan de finales del siglo XVIII cuando apareció el 2 de octubre de 1791 en el Papel Periódico de La Havana una publicación con el título de Idea curiosa en el que sugería la inmersión en agua de los enfermos como método terapéutico.

En 1804 se emite uno de los documentos legales de mayor antigüedad con respecto a este tema. El Capital General de la Isla, Don Salvador de Muros y Salazar, Marqués de Someruelos decretó la reclusión de los dementes, iniciándose un periodo conocido como de “reclusión compulsiva”. Los hombres serían llevados a La Real Cárcel de La Habana y las mujeres que fueran agresivas a la Casa de las Recogidas de San Juan Nepomuceno.

A partir de 1826, se inician los primeros intentos de hospitalización de los enfermos mentales y se logra un paso importante al dejar de relacionar a los criminales y leprosos con la población siquiátrica. Para ello se destinaron los Hospitales de San Francisco de Paula para las mujeres y el de San Lázaro para los hombres.

En 1827 saldría a la luz la investigación más antigua de la que se tiene referencia en nuestro país. Su autor, Tomás Pintado, como resultado de sus observaciones, expresó sus consideraciones sobre la esencia de los trastornos mentales y de la conducta de los individuos que la padecen.

La situación de la población siquiátrica en el país y el creciente interés de la medicina por este padecimiento fue determinante para que el Capitán General Don Dionisio Vives ordenara y financiara la construcción del primer hospital cubano para enfermos mentales. Se realizó entre 1826 y 1828 y fue inaugurado el 18 de septiembre de este último año. Como es lógico, dicha obra de caridad debía llevar el nombre de su benefactor: Casa de Dementes de San Dionisio.

Esta institución estuvo ubicada en la calle San Lázaro, entre el hospital para leprosos de igual nombre y el cementerio de Espada, en La Habana. Allí solo se atendían hombres. Para las mujeres se construyó un pabellón especial que compartían con personas en diversa situación, dígase esclavos, enfermos, incapacitados para el trabajo y ancianos emancipados; ello sin distinción de sexo.

El hospital funcionó hasta 1860 cuando fueron trasladados los enfermos a una nueva instalación apartada a 10 km del centro de la ciudad. El Potrero Ferro fue adquirido por el gobierno colonial por un valor de 17,000.00 pesos a José Mazorra, de ahí su nombre tan popular que con el tiempo sería sinónimo del Infierno de Dante.

17/09/2023

Fuente: (cubadebate) Tomado – Especiales/ Historia

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