Jun
12
Comprometida con la salud de los recién nacidos, Yaimara Rodríguez pertenece a una nueva generación de neonatólogos que convierten su vocación y compromiso en positivos indicadores para el sistema de salud cubano.
En medio de sonidos vitales en la sala del Hospital Eusebio Hernández, la doctora apuesta por salvaguardar la vida de los neonatos en estado crítico.
A propósito hoy del Día Mundial del Neonatólogo, refirió a la ACN que dedicarse a atender niños es hermoso, pero hacerlo con quienes luchan por la vida ante partos prematuros o enfermedades complejas, cobra mayor sentido.
Para ello hay que estudiar mucho, actualizar constantemente los conocimientos y saber de antemano signos y síntomas que pueden ser reveladores, dijo.
Tratar con la familia también forma parte de ese juego, pues toca reducir la angustia y la desesperación de los seres queridos del niño, pero también muchas veces servir de consuelo, hacer de psicóloga y amiga.
Paciencia y ternura resultan requisitos indispensables en esta profesión, confesó esta médico quien nunca piensa en la muerte sino en la esperanza, en la sonrisa de ese infante, en la gratitud de los familiares por alejarlo del peligro.
Rodríguez significó que conseguir una mayor calidad de vida de niños nacidos con bajo peso y manejar la hemodinamia para garantizar una adecuada función cardiovascular constituyen retos cada día en la atención oportuna al recién nacido.
Historias como la de la doctora Yaimara Rodríguez son testimonios de que la vocación no entiende de horarios.
Ella eligió la vida y, cada día, en esa sala donde todo empieza, la defiende con amor, ciencia y humanidad.
La atención neonatal en Cuba, que comenzó en 1961, ha contribuido a disminuir cada año la mortalidad infantil y destaca en 2018 con 3,9 por mil nacidos vivos, la tasa más baja lograda en la historia de la isla caribeña.
10 Junio 2025 Fuente: ACN/ Noticias/ Salud
May
8
A sus 85 años y con 55 de labor ininterrumpida, el doctor Ángel Píriz Momblant continúa entregándose a sus pacientes con el mismo ímpetu y compromiso que lo han caracterizado a lo largo de su carrera.
Es un honor muy grande, que me ha emocionado mucho.
Al dialogar con directivos del Ministerio de Salud Pública, encabezados por el titular del sector, doctor José Angel Portal Miranda, recordó orgulloso el acto de imposición de condecoraciones de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), en saludo al Primero de Mayo en este 2025, con la presencia del Primer Secretario del Partido y Presidente Miguel Díaz Canel Bermúdez, de quien recibió el Título Honorífico de Héroe del Trabajo.
Expresó con humildad y gratitud que, tal reconocimiento, «refuerza la responsabilidad que tengo con mis pacientes, con la sociedad, con la Revolución, con todo mi quehacer diario que es mi razón de ser”.
De las salas, consultas y pasillos del Hospital Dr. Agustinho Neto, en el oriente de la Isla, lugar que ha sido su casa durante décadas, Píriz Momblant habla con pasión, a la vez que reafirma su vocación inquebrantable…
El hospital para mí es como si fuera mi casa, mi hogar. A más de medio siglo de trabajo tengo un gran sentido de pertenencia, no solo con esta institución, sino también con Guantánamo.
Siempre he trabajado allí, agrega a esta reportera, pudiéndome quedar en otra provincia o incluso venir para La Habana como parte de mi crecimiento profesional, decidí quedarme en Guantánamo porque creo que hacía falta y era útil.
Aseguró con la convicción de quien ha entregado su vida a la medicina revolucionaria, que es precisamente ese su mayor agrado: aportar a la salud de su pueblo y al cuidado de la vida, como el bien más preciado.
Tras la historia del doctor Píriz Momblant, de estatura pequeña, pero de una altura inmensa, se desdobla la grandeza de un hombre que, más allá de los títulos y reconocimientos, ha sabido convertir el compromiso social en una forma de vida. Ha resistido los desafíos del tiempo y la profesión, con la certeza de que, la medicina, no es solo una ciencia, sino un acto de entrega y humanismo.
A pesar de los años, sigue ejerciendo con la misma energía de siempre, un testimonio de que la verdadera vocación en Salud, nunca se jubila.
Con este reconocimiento, Cuba no solo celebra a un médico excepcional, sino que rinde homenaje a una trayectoria que ha marcado vidas, y dejado huellas en generaciones de pacientes y profesionales de la salud. Desde Guantánamo, el doctor Píriz Momblant sigue su andar, demostrando que la medicina, cuando se ejerce con pasión y convicción, es un legado que trasciende el tiempo.
4 Mayo 2025 Fuente: Radio Caribe/ Noticias/ Salud
Dic
7
A la par del ejercicio tradicional hipocrático, quienes apuestan por servir desde la Medicina deben comprometerse también con la investigación. Con ello le ofrecerán al mundo nuevas visiones sobre problemáticas que requieren propuestas de soluciones o ser enriquecida.
Querer ser médico es, ante todo, una decisión valiente. Por las venas debe correr la vocación y el respeto hacia una noble profesión, de esas que son necesarias de día y de noche, sin importar idiomas o ideologías. Brindar la asistencia requerida es un deber, y la bata blanca se convierte en más que un símbolo.
La actitud ante la vida cambia de dimensión una vez que se ha elegido luchar por la de los demás bajo cualquier circunstancia. La mano extendida, el abrazo apretado, la sonrisa de agradecimiento se convierten en los grandes premios cuando se ve a una madre cargar a su bebé, a un anciano caminar después de un accidente o un adolescente recuperar la alegría.
Sin embargo, a la par del ejercicio tradicional hipocrático, quienes apuestan por servir desde la Medicina deben comprometerse también con la investigación. Con ello garantizarán una calidad mayor de su atención y le ofrecerán al mundo nuevas visiones sobre problemáticas que requieren propuestas de soluciones o ser enriquecidas.
Entre los jóvenes galenos cubanos pueden encontrarse numerosos estudios que apuntan hacia un mejor futuro de la salud. Hoy compartimos la experiencia de uno de ellos, que evidencia la magnitud que puede tomar lo que, desde su silla de consulta, una vez fue una pregunta.
Un espacio para crecer
Justo el día que defendía su tesis de fin de la especialidad en Medicina General Integral, el pinareño Lázaro Pablo Linares dialogó con esta reportera sobre su proyecto de investigación, con el cual aspira a incorporarse al programa de formación doctoral.
Para concluir la especialidad diseñó y ejecutó una intervención educativa que tiene como objetivo mejorar el control de la presión arterial en hipertensos.
Su tema parte de una problemática sanitaria puntual, y es el elevado porcentaje de hipertensos descompensados constatado en su área, «cuyos niveles de presión no se acercaban a los indicados por la Organización Mundial de la Salud y los indicadores nacionales, que son los recomendables para que el paciente no tenga el riesgo de padecer un evento cardiovascular, una enfermedad coronaria, renal u otras complicaciones», precisó.
«La muestra para la investigación la integraron 140 pacientes de mi consultorio, de diferentes edades, sexo, posición económica».
Este es un estudio no observacional (intervención-acción), longitudinal prospectivo, desarrollado entre 2021 y 2023, que tuvo tres etapas, en las que se vincularon métodos teóricos y prácticos, la primera de ellas fue la revisión documental, la segunda correspondió a la evaluación clínica y paraclínica, y la tercera a la aplicación de instrumentos, lo cual permitió la obtención de la información necesaria.
Tras concluir el trabajo con la muestra seleccionada y realizar charlas educativas al respecto con este grupo, se evidenció que las modificaciones reportadas sobre el control de la presión, el nivel de conocimientos y la adherencia farmacológica no se correspondían con lo deseado.
¿Resultados esperados?
Lázaro Pablo refiere que «en la investigación no hay resultados buenos ni malos. Son los resultados que hay, y sobre ellos hay que trabajar», apunta. Para el doctorado, dijo, será necesario aplicar modificaciones sobre las brechas detectadas.
Al referirse al empleo de la investigación educativa en la resolución de problemáticas asociadas directamente con la Salud, este doctor señala en su tesis que, por medio de las intervenciones educativas, se observa la importancia de la transmisión de conocimientos a pacientes o individuos vulnerables o en situación de riesgo.
Es este un proceso que permite modificar conductas a través de estrategias y enfocadas en un plan de mejoras.
A sus 28 años y como autor de varias publicaciones en revistas científicas que abordan temáticas tan complejas en la Cuba de hoy como la calidad de vida en el personal sanitario de la Atención Primaria, con una muestra seleccionada en Pinar del Río, Lázaro Pablo no piensa abandonar la asistencia.
«Desde primer año fui alumno ayudante de Neurocirugía, y me concebía en un salón, pero cuando llegué a quinto año se implementó la verticalización. Solo había dos opciones: hacer el sexto año en el internado rotatorio o hacer el vertical.
«Ambas opciones tenían sus pros y sus contras; evalué las situaciones y vi que el interés era hacer el internado rotatorio, o sea, pasar el sexto año repasando todas esas especialidades que dimos durante la carrera, por ejemplo, Medicina interna, Cirugía, Ginecología…».
Alumno más integral de su graduación en 2020, este joven asegura: «Las especialidades que más me gustaban eran las quirúrgicas. La clínica sé que es la base de las medicinas, pero no me atraía tanto. No obstante, en aquel momento dije, voy a hacer Medicina General Integral y no me arrepiento. Creo que es la mejor decisión que he tomado en mi vida.
Este galeno explica que las especialidades quirúrgicas requieren de años de práctica para ganar en el desarrollo de habilidades. «Creo que ya no tengo ese tiempo, pero una segunda especialidad que siempre me ha llamado la atención es Bioestadísticas. Como limitante tiene que solo se estudia en La Habana y está regulada».
Para Lázaro Pablo es esencial que los jóvenes médicos y estudiantes de Medicina se interesen por la investigación, más entiende que primero es necesario que se incentiven por la profesión, que no la abandonen, y que se visualicen como médicos dentro de 20 años.
«Otro aspecto relevante es que en la universidad nos enseñen a investigar. Asignaturas como Metodología tienen que estar más aterrizadas a las líneas y necesidades de investigación reales que tenemos».
Integrante del equipo editorial de la Revista de la Universidad de Ciencias Médicas de Pinar del Río desde que concluyó el segundo año de la carrera, el joven asegura que cada día dedica un tiempo a estos asuntos, y para ello recibe el apoyo incondicional de su familia, la que ha creado las condiciones para ello.
Sueña con que llegue hasta los consultorios la informatización de la sociedad. «El médico se ahorraría la mitad del papeleo y la documentación, la Medicina va a mejorar entonces porque sería solo enfocarse en ver al paciente».
Solo una duda lo asalta. «¿Por qué no puede tener una categoría como investigador que no sea la de aspirante hasta cinco años después de graduado, aun cuando reúna los requisitos de idiomas, participación en eventos y publicaciones científicas?
«Es ilógico que me pueda presentar al programa de formación doctoral en Medicina, incluso desde la etapa de residencia, y no pueda aspirar a esa categoría».
Según su criterio, es preciso seguir trabajando en que los jóvenes se interesen más por la ciencia, que logren hacer maestrías y doctorados, que se superen en el posgrado, pues ello impactaría también en la asistencia. Es este un tema que, asegura, en el sector de la Salud debe tener un mayor impulso.
7 diciembre 2023|Fuente: Juventud Rebelde | Tomado de |Noticias| Suplementos en Red