Intervención de Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en la Reunión de Alto Nivel sobre Prevención, Preparación y Respuesta frente a pandemias, en la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York, el 20 de septiembre de 2023, “Año 65 de la Revolución”

Señor Presidente:

La pandemia de la COVID-19 nos impuso una triste y amarga lección de la que estamos obligados a aprender.

Develó la fragilidad de los sistemas de salud y puso al desnudo la crueldad de las inequidades que caracterizan al mundo. Millones de vidas se perdieron, la mayor parte entre los más pobres y vulnerables.

Las pandemias no distinguen fronteras, ideologías o niveles de desarrollo, por lo que el enfrentamiento a las mismas también debe ser global, superando las diferencias políticas.

Señor Presidente:

Durante la pandemia de la COVID-19 el Gobierno de Estados Unidos aplicó exenciones humanitarias temporales a países víctimas de sus medidas coercitivas unilaterales. Sin embargo, excluyó a los cubanos de ese alivio humanitario temporal.

Aún peor, mientras la pandemia cobraba millones de vidas en el planeta, el criminal bloqueo contra Cuba se intensificó a niveles sin precedentes y generó dificultades y demoras para el arribo de insumos y equipamientos médicos imprescindibles para enfrentarla, en particular, para la industrialización de las vacunas cubanas. Se obstaculizó, incluso, la adquisición de oxígeno medicinal en terceros países y el suministro de ventiladores pulmonares.

A pesar de las adversidades, nuestra industria biofarmacéutica y el potencial de los científicos cubanos nos permitieron crear en tiempo récord tres vacunas y dos candidatos vacunales contra la COVID-19.

Mientras en el peor momento de la pandemia las corporaciones transnacionales y los Estados más ricos de occidente acaparaban los medios necesarios para combatir la enfermedad, Cuba colaboró con el envío de 58 brigadas médicas a 42 países y territorios, que se sumaron a los más de 28 000 profesionales de la salud de nuestro país que en ese momento prestaban servicios en 59 naciones.

Señor Presidente:

La COVID-19 evidenció que la cooperación global es una necesidad, no una elección.

Cuba aboga por la adopción de un instrumento internacional robusto para la prevención, respuesta y recuperación ante pandemias, bajo la conducción de la Organización Mundial de la Salud.

Hacemos un llamado a la adopción de políticas universales, redistributivas y solidarias con el compromiso de no dejar a nadie atrás.

Nuestro país pone a disposición de todos los pueblos sus capacidades tecnológicas y científicas y sus recursos humanos, para ayudar en la prevención, preparación y respuesta frente a pandemias presentes y futuras.

Estamos listos para desarrollar intercambios científicos y en salud con los países interesados, y brindar asesoramiento para promover la colaboración internacional.

También ponemos a disposición de todos nuestros protocolos epidemiológicos, clínicos y de laboratorio; los resultados de nuestras investigaciones en el desarrollo de medicamentos innovadores de próxima generación, y de la investigación científica.

Cada país puede y debe contribuir en lo que está a su alcance. Los beneficios deben ser universalmente accesibles para todos.

¡Para avanzar por ese camino, cuenten siempre con Cuba!

20/09/2023

Fuente(Granma)   Tomado de Mundo

Llamada Iniciativa de Preparación y Resiliencia para las Amenazas Emergentes (PRET), incorpora las últimas herramientas y enfoques para el aprendizaje compartido y la acción colectiva establecidos durante la pandemia de la Covid-19 y otras emergencias de salud pública recientes.

A través de esta, la Organización Mundial de la Salud (OMS) utilizará un enfoque de modo de transmisión para guiar a los países en la planificación de una pandemia, dado que muchas capacidades son comunes entre los grupos de patógenos.

La PRET responde al llamado de orientación técnica y apoyo para promover y fortalecer la preparación y respuesta integradas, como se describe en las resoluciones de la Asamblea Mundial de la Salud.

Según el organismo, la Covid-19 y otras emergencias sanitarias demostraron que las naciones deben estar listas operativamente para responder a las amenazas de enfermedades infecciosas, con planes de preparación personalizados y una mejor coordinación y colaboración con otros sectores, como la agricultura.

En opinión del doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, esta preparación y respuesta no debe ser competencia absoluta del sector de la Salud, sino que deben abarcar diversos sectores y disciplinas.

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