Existen múltiples enfoques terapéuticos, desde la psicoterapia hasta tratamientos farmacológicos, que han demostrado ser efectivos para aliviar los síntomas y ayudar a las personas a retomar el control de sus vidas.

En un mundo donde la productividad y el éxito son valorados por encima de todo, la depresión se erige como un enemigo silencioso que afecta a millones de personas en el globo. Esta enfermedad mental, a menudo incomprendida y estigmatizada, no discrimina; puede tocar la puerta de cualquier persona, independientemente de su edad, género o situación socioeconómica.

La depresión no es simplemente sentirse triste o desanimado. Es un trastorno complejo que puede manifestarse de diversas maneras: desde una profunda sensación de vacío, hasta la incapacidad para disfrutar de las actividades que antes se consideraban placenteras. Según la Organización Mundial de la Salud, más de 264 millones de personas en el mundo padecen depresión, lo que la convierte en una de las principales causas de discapacidad.
A pesar de su prevalencia, constituye un tema tabú en muchas sociedades. El estigma asociado a los problemas de salud mental puede llevar a quienes sufren a ocultar su dolor, evitando buscar la ayuda necesaria. Esto crea un ciclo vicioso donde el sufrimiento se agrava y las oportunidades de recuperación se reducen.
La buena noticia es que la depresión es tratable. Existen múltiples enfoques terapéuticos, desde la psicoterapia hasta tratamientos farmacológicos, que han demostrado ser efectivos para aliviar los síntomas y ayudar a las personas a retomar el control de sus vidas.
En conclusión, la depresión resulta un desafío significativo que requiere atención urgente. Al abrir el diálogo sobre la salud mental y promover una cultura de empatía y comprensión, podemos ayudar a desestigmatizar esta condición y alentar a quienes sufren a buscar ayuda.

Según el sitio web del Colegio Americano de Gastroenterología, la náusea es aquel deseo fuerte y desagradable de vomitar, mientras que el vómito es la expulsión violenta por la boca de los contenidos estomacales. Por lo general, el vómito es un mecanismo protector que permite expulsar alguna sustancia nociva que haya sido ingerida, pero también puede generarse por otras causas, incluidas varias enfermedades infecciosas o inflamatorias del organismo.

«Los músculos de la pared abdominal se contraen fuertemente a fin de crear la presión necesaria para vomitar, y a esto se le denomina arcadas. Las arcadas no siempre se presentan con el vómito, sino que pueden estar precedidas o seguidas del mismo. Por su parte, la náusea puede ocurrir sin vómito o antes de éste».

Tales síntomas resultan bastante molestos y hay que tener en cuenta que pueden relacionarse con el consumo de casi cualquier medicamento. En particular, algunos fármacos, como los de la quimioterapia para cáncer y los anestésicos, son especialmente conocidos por provocar náuseas y vómitos. Existe un trastorno conocido como cinetosis o mareo por movimiento que resulta un problema común entre las personas que viajan en automóvil, tren, avión y sobre todo en barco. Además de mareos y sudoraciones frías, este padecimiento suele acompañarse de náuseas y vómitos, los que también son frecuentes durante el embarazo.

No necesariamente las náuseas y los vómitos clasifican como síntomas banales. Estos podrían formar parte del cuadro clínico de enfermedades serias, algunas que requieren tratamiento quirúrgico, entre ellas la apendicitis y la oclusión intestinal. Por tal motivo, siempre conviene una valoración médica, sobre todo cuando a las náuseas y vómitos se asocian, entre otros, síntomas y signos como dolor abdominal o de cabeza severos, boca seca y la presencia de sangre en el vómito.

Desde la Medicina Natural y Tradicional existen recursos a los que puede recurrirse para su control. Acá compartimos dos opciones sencillas, el uso del rizoma del jengibre (Zingiber officinale Roscoe) y la estimulación del punto acupuntural Pericardio 6 (Neiguan).

Jengibre (Zingiber officinale Roscoe)

La Agencia Europea de Medicamentos reconoce el “uso bien establecido” del jengibre para controlar las náuseas y vómitos asociados a la cinetosis, lo que significa que existen datos bibliográficos que aportan pruebas científicas de su eficacia y seguridad. Por otro lado, una descripción general de revisiones sistemáticas y metaanálisis sobre el tratamiento con jengibre de las náuseas y vómitos, publicada el pasado año por autores chinos en International Journal of Food Sciences and Nutrition (DOI: 10.1080/09637486.2023.2284647), concluyó que:

“Los hallazgos (…) respaldan la eficacia del jengibre en el tratamiento de las náuseas y los vómitos inducidos por la quimioterapia en pacientes con cáncer. También reduce la gravedad de las náuseas y los vómitos posoperatorios, disminuyendo la necesidad de antieméticos de rescate. Además, el jengibre es prometedor para aliviar los síntomas de náuseas y vómitos relacionados con el embarazo. La evidencia agrupada sugiere que el jengibre es una opción botánica segura para controlar las náuseas y los vómitos (…)”.

Los autores también agregan que “es importante mejorar la calidad científica de los metanálisis publicados en el futuro”, pero sin dudas el rizoma de esta especie resulta un excelente recurso antiemético. Así lo reconoce la Farmacopea Vegetal Caribeña en su tercera edición, que avala su uso con base en el empleo significativo tradicional documentado en las encuestas TRAMIL, los estudios de toxicidad y la información científica publicada.

Este texto recomienda emplear el rizoma fresco, a razón de 20 gramos en un litro de agua, lo que equivale aproximadamente a dos cucharadas y media de dicho rizoma rallado. La mezcla se hierve por 10 minutos en un recipiente tapado y posteriormente se deja enfriar, se filtra y se bebe una taza (250 mililitros) entre dos y cuatro veces al día.

Se recomienda administrar el jengibre con cuidado en pacientes que padecen de cálculos biliares y en aquellos que consumen anticoagulantes o antiagregantes plaquetarios. A dosis excesivas puede provocar irritación del tracto digestivo y en el caso de embarazadas su uso no debe ser prolongado, siempre bajo criterio médico. Tampoco se recomienda en niños menores de seis años.

Pericardio 6 (Neiguan)

El valor de este punto acupuntural en la prevención y el tratamiento de las náuseas y los vómitos ha sido demostrado en diferentes condiciones, incluyendo el embarazo, el posoperatorio y los tratamientos de quimioterapia. Se han evaluado diferentes métodos de estimulación y generalmente se considera una terapia complementaria en estos casos pero, a partir de las evidencias acumuladas, instituciones líderes en el tratamiento del cáncer en Norteamérica como el Memorial Sloan Kettering Cancer Center, orientan a los pacientes acerca del uso de la acupresión sobre este punto para controlar las náuseas y los vómitos.

La digitopuntura o acupresión es una técnica que consiste en hacer presión sobre determinados puntos del cuerpo, utilizando principalmente los dedos. En caso de que se empleen otros medios de estimulación mecánica, entonces se habla solo de acupresión y no de digitopuntura. Se trata de un método sencillo, que puede enseñarse al enfermo o a sus familiares para aplicarlo como autoayuda. No debe ser usado cuando existen heridas, presencia de signos inflamatorios, pus u otras lesiones de la piel en la zona del punto.

Neiguan o Pericardio 6 (Pc-6), se ubica en el antebrazo y su localización es sencilla. Primero se abre la mano de manera tal que los dedos apunten hacia arriba y la palma le quede de frente, luego coloca los dedos anular, medio e índice justo por debajo del pliegue de la muñeca. Una vez hecho esto se pone el extremo del pulgar debajo del dedo índice, se retiran los otros tres dedos y con el pulgar se ejerce presión sobre el punto. Debe poder sentirse dos tendones grandes entre el pulgar, lugar donde precisamente se ubica Neiguan.

Una vez que se ha localizado bien el punto, se puede relajar la mano y colocarla en una posición cómoda. Entonces se mantiene la presión con el pulgar, realizando movimientos circulares en contra de las manecillas del reloj por entre dos y tres minutos. La estimulación se debe realizar en ambos antebrazos y es posible su aplicación varias veces al día, hasta que los síntomas mejoren.

Estas dos opciones, el rizoma de jengibre y la estimulación de Neiguan, se incluyen actualmente en guías de práctica clínica basadas en evidencias. Por ejemplo, el Instituto Nacional para la Calidad de la Sanidad y de la Asistencia (NICE por sus siglas en inglés) del Reino Unido, publicó en agosto de 2021 su Guía NICE [NG201] de Atención prenatal, donde se plantean dos recomendaciones relacionadas con el jengibre y Neiguan, respectivamente:

1.4.3: Para las mujeres embarazadas con náuseas y vómitos leves o moderados que prefieren una opción no farmacológica, se sugiere que prueben el jengibre.

1.4.6: Para las mujeres embarazadas con náuseas y vómitos de moderados a intensos:

  • considerar el uso de hidratación intravenosa, idealmente de forma ambulatoria
  • considerar la acupresión como tratamiento complementario.

De esta forma, entre el “entusiasmo no crítico” y el “escepticismo no informado”, diferentes opciones terapéuticas tradicionales van siendo integradas a los tratamientos médicos convencionales sobre la base de evidencias rigurosas. Así, por qué no, se confirma la certeza de que podemos utilizar recursos como estos para cuidar nuestra salud… ¡desde lo natural!

4 Febrero 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud desde lo natural

La piel es un órgano delicado y sensible. Por esto, existen diversas manifestaciones en ella provocadas por enfermedades autoinmunes. Conoce a continuación cuáles son las más comunes y sus tratamientos.

La piel es el órgano más extenso del cuerpo y cumple la función de actuar como barrera protectora contra el entorno externo. No obstante, en ciertos casos, el sistema inmunitario puede desencadenar una respuesta hiperactiva y dirigirse contra los propios tejidos del organismo. Esta condición, conocida como enfermedad autoinmune, puede afectar diversos órganos, incluyendo la piel.

En este artículo, conoceremos cuáles son algunas de las afecciones de la piel más comunes por enfermedades autoinmunes y cuáles son sus tratamientos. Quédate hasta el final para saber más.

Patologías cutáneas asociadas a trastornos autoinmunes

Las enfermedades autoinmunes en la piel pueden manifestarse de diversas formas. Desde erupciones cutáneas y ampollas hasta cambios en la pigmentación y endurecimiento de la piel. Estas afecciones pueden causar molestias significativas y afectar la calidad de vida. A continuación, conocerás las 10 más comunes.

1. Lupus eritematoso sistémico (LES)

El LES es una enfermedad autoinmune crónica que puede afectar diferentes sistemas del cuerpo, entre ellos la piel. De hecho, es posible experimentar una erupción en forma de alas de mariposa en el rostro.

También se pueden presentar lesiones cutáneas en otras áreas del cuerpo que empeoran con la exposición solar. Por esto, es importante protegerse mediante el uso de protector solar de amplio espectro y ropa protectora.

Los tratamientos pueden incluir corticosteroides tópicos u orales para reducir la inflamación y aliviar los síntomas cutáneos. También se pueden indicar inmunosupresores para controlar la respuesta inmunitaria excesiva.

2. Dermatomiositis

La dermatomiositis es una enfermedad autoinmune que causa inflamación de los músculos y la piel. Los síntomas cutáneos incluyen erupciones rojas o moradas en las mejillas, los hombros y el área del escote.

Incluso, se puede observar debilidad muscular. Los corticosteroides orales o inyectables suelen ser utilizados para reducir la inflamación y mejorar los síntomas cutáneos. En algunos casos, se indican inmunosupresores adicionales para controlar la respuesta autoinmune.

3. Esclerodermia

La esclerodermia es una enfermedad autoinmune que provoca un endurecimiento y engrosamiento de la piel. También se pueden desarrollar parches duros en la superficie cutánea que afectan las manos, la cara y otras partes del cuerpo. Además, pueden provocar sequedad y picazón en la piel.

La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos destaca que, si bien no hay cura, se indican medicamentos para controlar los síntomas y prevenir las complicaciones. Para ello, son útiles las cremas y ungüentos que ayuden a hidratar la piel seca y aliviar la picazón. Incluso, se recomienda el manejo de la temperatura corporal y evitar el frío para prevenir la vasoconstricción cutánea.

4. Pénfigo vulgar

El pénfigo vulgar es una enfermedad autoinmune que provoca ampollas dolorosas en la piel y en las membranas mucosas. Estas son propensas a romperse con facilidad.

Los pacientes con pénfigo vulgar requieren un tratamiento médico intenso que implica el uso de corticosteroides y otros medicamentos inmunosupresores. También se pueden recetar antibióticos para prevenir infecciones en las ampollas. Por lo tanto, el cuidado de las ampollas y el seguimiento cercano con el médico son fundamentales.

5. Psoriasis

De acuerdo con un estudio publicado en la revista Indian Dermatology Online Journal, la psoriasis es una de las enfermedades autoinmunes crónicas que afecta a la piel. Se caracteriza por la aparición de parches rojos, inflamados y con escamas plateadas en la superficie.

Estos parches pueden ser pruriginosos y provocar incomodidad en los pacientes. En estos casos, los tratamientos pueden incluir corticosteroides tópicos, fototerapia, medicamentos orales o inyectables y terapias dirigidas.

Además, se recomienda mantener la piel hidratada y evitar los desencadenantes conocidos, como el estrés y ciertos alimentos.

6. Vitiligo

El vitiligo es una enfermedad de la piel bastante frecuente, de origen autoinmune, en la cual las células pigmentarias de la piel son atacadas por el sistema inmunitario. Esto resulta en la pérdida de pigmento y la aparición de manchas blancas.

Esta condición puede afectar cualquier parte del cuerpo y tener un impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes. Asimismo, el tratamiento incluye cremas o ungüentos esteroides tópicos, terapia de luz ultravioleta (PUVA), y medicamentos inmunomoduladores.

7. Dermatitis herpetiforme

La dermatitis herpetiforme es una afección de la piel relacionada con la enfermedad celíaca, una enfermedad autoinmune desencadenada por el gluten.

Se caracteriza por la presencia de ampollas y lesiones cutáneas muy pruriginosas, que suelen aparecer en rodillas, codos y glúteos.

El tratamiento principal implica una dieta sin gluten para controlar la enfermedad celíaca subyacente. También se pueden recetar medicamentos tópicos o sistémicos para aliviar los síntomas cutáneos.

Un artículo publicado en la revista American Journal of Clinical Dermatology recomienda evitar el gluten en la dieta con la finalidad de evitar esta enfermedad y leer detenidamente las etiquetas de los alimentos.

8. Liquen plano

El liquen plano es una enfermedad autoinmune que afecta la piel, las membranas mucosas y, a veces, las uñas. Se presenta como pequeñas protuberancias planas, rojas o violáceas en la piel, que pueden causar picazón y malestar.

Puede resolverse por sí solo o persistir durante mucho tiempo. En estos casos, los corticosteroides tópicos u orales suelen ser utilizados para reducir la inflamación y aliviar los síntomas. Además, se recomienda evitar el estrés y recurrir a fármacos antihistamínicos para controlar la picazón.

9. Síndrome de Sjogren

El síndrome de Sjogren es una enfermedad autoinmune que afecta a las glándulas exocrinas, como las glándulas salivales y lacrimales. Un artículo publicado en la revista Clinical and Experimental Medicine describe que se puede experimentar sequedad de la piel y desarrollar una erupción cutánea característica llamada «eritema en parches».

El tratamiento se enfoca en aliviar los síntomas, como la sequedad de la piel, con cremas hidratantes y lubricantes oculares. A su vez, se pueden indicar fármacos para estimular la producción de saliva y lágrimas.

10. Púrpura trombocitopénica trombótica (PTT)

La PTT es una enfermedad autoinmune poco común pero grave, caracterizada por la aparición de coágulos sanguíneos en los pequeños vasos sanguíneos de todo el cuerpo.

Estos coágulos pueden afectar la piel y causar manchas rojas o púrpuras, así como ampollas o úlceras. Para ello, el tratamiento suele requerir terapia de reemplazo de plasma y transfusiones de plaquetas. Además, el uso de inmunosupresores reducen la respuesta autoinmune.

Las afecciones de la piel por causas autoinmunes y la interconsulta

Es importante buscar atención médica adecuada para un diagnóstico y tratamiento preciso si se sospecha una enfermedad autoinmune de la piel. En consecuencia, los tratamientos y recomendaciones pueden variar según la gravedad de la afección y la respuesta individual de cada paciente.

28 Enero 2025 Fuente: Radio Caribe/ Noticias/ Salud

enero 31, 2025 | Arlenes Tamayo Osorio | Filed under: Bienestar, Calidad de Vida, Cuba, De la prensa cubana, Enfermedad, Salud | Etiquetas: , , , , , , |