Por estos días, en los que los cubanos exteriorizamos nuestros “conocimientos” y demostramos dotes de epidemiólogos, meteorólogos, economistas y hasta de ingenieros eléctricos, entre otras áreas del saber, demasiadas veces citando a Facebook como fuente oficial, sin una base teórica que los sustente, me gustaría compartir un tema del diccionario médico, sobre el que nos invitan a debatir expertos en salud ambiental, a través de un boletín informativo que recibo con regularidad desde el departamento de Enfermedades No Transmisibles del Minsap. Se trata de la Sindemia.

El significado del término, según sitios web consultados, consigna que no es más que la concentración de dos o más epidemias, o brotes de enfermedades en una población que interacciona entre sí, y que se condicionan por circunstancias sociales, políticas y económicas de tal población durante un tiempo y área geográfica determinada. En su acepción más común así aparece en el ciberespacio.

El término de marras surgió en los años 90, a partir de una propuesta del Dr. Merril Singer, antropólogo estadounidense, médico e innovador, quien explorara las raíces sociales y estructurales que moldean la vida de las personas. El concepto tiene que ver con sinergia y epidemia. Inicialmente se refería a dos epidemias que se retroalimentaban, causando un efecto superior a la suma de ambas. En el escenario cubano pasan de cinco los virus a los que nos enfrentamos.

Cuando con regularidad nos referimos en los medios de difusión a la situación epidemiológica lo hacemos apuntando casi con exclusividad a brotes epidémicos de enfermedades infecto-contagiosas, sin embargo, las circunstancias engloban el panorama sanitario en su integralidad, fundamentalmente en cuanto a lo mórbido que embarga a una población determinada en un momento determinado.

Nunca se podrá subestimar la importancia que merece asumir un brote epidémico en el panorama sanitario, pero se deben tener muy en cuenta las condicionantes sociales, lecciones que aprendimos en los momentos álgidos de la pandemia de COVID-19, pero que mucho antes aprendieron otros cuando la de gripe española en 1918. De esta gripe, de la que Cienfuegos en particular resultó uno de los territorios del país más afectados en la segunda década del siglo XX, se recuerda a Victoria Brú, mártir de la Enfermería, mujer que murió a consecuencia de la enfermedad, atendiendo a pacientes en los barrios más humildes de la ciudad.

Según especialistas de la salud pública y su administración en la sociedad, el concepto de carga de enfermedad trata de la posibilidad de producir evidencias a nivel estatal sobre las causas fundamentales de pérdidas en salud, discapacidad y mortalidad, atribuible a los principales factores de riesgo.

Este término: carga enfermedad, resultó tratado ampliamente en este propio sitio web, y tiene relación directa en cómo los pacientes con enfermedades no transmisibles padecen un efecto significativo a largo plazo ante epidemias y brotes, lo que pone en peligro la sostenibilidad de los sistemas de prestación de servicios de salud.

La situación de sindemia no debiera ser asumida ni comprendida como coyuntural, que se presenta por la llegada de un nuevo brote o epidemia o porque vivimos en el Trópico; debe ser considerada, en cambio, y tras las enseñanzas que nos dejó la COVID-19, como una condición del panorama sanitario que se mantendrá, profundizará y complejizará cada vez más, y para ello la sociedad toda deberá prepararse, fundamentalmente en la gestión de los recursos, y podemos apuntar en esa lista hasta el pollo para una sopa.

Estas enfermedades infecto-contagiosas agudas a las que nos enfrentamos los cubanos por estos días, generan convalecencias complejas, largas y muchas veces nuevas condiciones de cronicidad o complejizan las ya establecidas, como la diabetes, enfermedades del corazón, oncológicas, autoinmunes, entre otras patologías no transmisibles.

El modelo sindémico comparte hipótesis ecológicas de disciplinas de una larga historia de investigación e intervención en Salud. Más allá de las teorías, y en mi opinión, deberíamos estar mejor preparados para enfrentar estas patologías en forma de brotes, con la disposición de un mayor acceso a los servicios de salud, de medicamentos (antipiréricos, por solo citar) y tecnologías de diagnóstico.

Pero también cuentan las condicionantes sociales: limpieza e higiene en los entornos, que podría gestionarse desde las comunidades con soluciones localistas, donde se supone funcione un consejo popular, que vaya mucho más allá de la recogida de la basura, y que comprometa a los individuos, esos a quienes les “entra”, literalmente, la hierba por las ventanas, o arrojan la basura desde los apartamentos y casas.

No pueden desestimarse las experiencias, pero hoy, el pensamiento y la acción sanitaria han de estar concatenados, la teoría ha de sustentar las prácticas de salud pública, y la coherencia deberá significar la gestión del éxito en tan complejas circunstancias, en las que enfrentar sequías y aguaceros no nos enferme.

1 Noviembre 2025 Fuente: 5 Septiembre/ Noticias/ Salud

noviembre 6, 2025 | Arlenes Tamayo Osorio | Filed under: Cuba, De la prensa cubana, Enfermedad, Ministerio de Salud Pública (MINSAP), Salud, Salud Pública, virus | Etiquetas: , , , |

Durante el mes de mayo fue detectado un brote de Hepatitis A en el municipio de Cárdenas, situación que encendió las alarmas de la población y se activó el sistema de vigilancia epidemiológica dirigido por las autoridades gubernamentales y de salud.

Hasta el momento solo se reportan casos sospechosos y presuntivos de la enfermedad, circunscritos al Consejo Popular Reparto 13 de Marzo. La mayoría de los afectados son adolescentes y jóvenes. Acciones de control de foco tienen lugar en la zona para evitar la propagación de la hepatitis: la pesquisa activa, la audiencia sanitaria, la vigilancia de la calidad sanitaria del agua, la paralización de los servicios gastronómicos de cuentapropistas en la zona y la vacunación con Gammaglobulina de los contactos de casos sospechosos.

El Periódico Girón conversó con la doctora Bella Canosa Besu, directora del Centro Municipal de Higiene y Epidemiología, quien ha acompañado al territorio en el enfrentamiento de varias contingencias sanitarias. La experta ofreció detalles de la Hepatitis A y llamó a extremar las medidas para evitar el contagio de esta y otras enfermedades durante esta época del año.

¿Cuál es la situación epidemiológica en el municipio de Cárdenas actualmente?

La especialista Bella Canosa Besu explicó que la Hepatitis A es una enfermedad de transmisión digestiva, que afecta principalmente a adolescentes y niños, por lo que se deben extremar las medidas higiénicas.

“Los meses de verano son bien complejos por las características del municipio, que además tiene dentro el polo turístico de Varadero. En esta etapa aumenta el flujo de personas de otras provincias y municipios, el turismo nacional y la venta de alimentos en diferentes áreas de recreación.

“También son comunes las enfermedades de transmisión digestiva. El terreno de la ciudad, específicamente, es caliza-cavernoso y algunas fuentes de abasto son pozos profundos que se contaminan con las lluvias. Las diarreas, por ejemplo, son típicas asociadas a la mala calidad sanitaria del agua y los alimentos con mala refrigeración. Los niños son muy propensos a tener cuadros diarreicos por toda esta situación en el periodo vacacional.

“La varicela es otra enfermedad propia de esta temporada. Actualmente existen varios casos, pero se trata de un padecimiento exantemático de la infancia que cursa sin mayores dificultades. Además, aparecen los cuadros febriles relacionados con las arbovirosis. Hasta el momento el número de febriles no es alarmante. Esto ha concomitado con un incremento de influenza, de un cuadro respiratorio con fiebre, asociado con diarrea y un cuadro catarral importante de etiología viral, presente desde noviembre de 2024 hasta la fecha. No hemos tenido ningún caso sospechoso de dengue durante el año.

“De igual forma, se reporta un incremento de casos de hepatitis A, enfermedad asociada al consumo de agua contaminada. La situación de las fuentes de abasto, unida a las afectaciones eléctricas que interrumpen el bombeo estable y la filtración en la red de tuberías, influyen indiscutiblemente en la calidad de este líquido vital”.

¿La hepatitis A es hoy un problema de salud?

“En Cárdenas hace más de 20 años no registrábamos casos de hepatitis A. En el territorio tuvimos epidemias en el siglo pasado, o sea, en 1996, 1997, 1998, en el 2000 y se extendió hasta el 2003, año en que ocurre el último brote en el Consejo Popular Pueblo Nuevo Sur. Después hubo un silencio epidemiológico de la enfermedad. Hoy la alarma no es la enfermedad como tal, sino el número elevado de susceptibles con riesgo de adquirirla, pues un mínimo de casos puede dar paso a su propagación. La hepatitis no constituye hoy un problema de salud en nuestro territorio, pero evidentemente tenemos que tomar acciones alrededor de estos casos”.

¿En qué consiste la enfermedad y cuáles son los síntomas más frecuentes?

“La hepatitis A se produce a causa de un virus que infecta las células del hígado y produce una inflamación de las mismas. Este tipo de hepatitis es la más benigna, no deja un daño como la hepatitis B o la hepatitis C, pero es la más contagiosa por sus vías de transmisión. Esta es una enfermedad de transmisión fecal-oral, es decir, cuando una persona no infectada ingiere agua o alimentos contaminados.

“A veces sus síntomas pasan inadvertidos como si se tratara de una ingesta: malestar general, sensación de repletud gástrica o náuseas. El paciente quizás siente que se recuperó, pero está enfermo, incluso puede mantenerse asintomático. Puede presentarse un síndrome febril ligero con vómitos y alguna que otra diarrea, e interpretarse como un cuadro diarreico agudo infeccioso de etiología viral. Por otro lado, se encuentra el cuadro típico: decaimiento marcado, soñolencia, pérdida del apetito, estado nauseoso, coluria (orina oscura), acolia (heces fecales pálidas) y la ictericia (color amarillo).

“El diagnóstico es clínico, epidemiológico y de laboratorio, pero con dos criterios ya podemos decir que tenemos casos sospechosos y presuntivos. Estos últimos son los que tienen una transaminasa hepática por encima de 100 unidades. Asimismo, se analiza la presencia de pigmentos biliares en la orina, lo cual apunta a una alta probabilidad de que tenga hepatitis. Pero más allá de estos análisis desde que hay un sospechoso se desencadenan las acciones.

“El tratamiento es sintomático, por eso es necesario que las personas que se sientan enfermas acudan al médico, no se automediquen. En la etapa de recuperación es importante el reposo porque el hígado lo necesita para mejorar su funcionamiento. Los casos reportados actualmente han evolucionado de forma muy favorable, sin representar peligro para la vida. No necesariamente llevan ingreso hospitalario, se orienta ingreso domiciliario, donde resulta preciso mantener las normas higiénicas”.

La mayoría de los casos son adolescentes y niños. ¿Por qué sucede esto en este grupo etario? ¿La enfermedad se expresa de una forma diferente?

“En este grupo etario es mucho más leve la enfermedad, muchos adolescentes y niños cursan con formas asintomáticas. Los adultos generalmente poseen otras enfermedades asociadas y pueden presentar variedad de sintomatologías o más complicaciones en dependencia de la comorbilidad. Pero lo común es que se presente en adolescentes y niños porque son más vulnerables a la enfermedad por los hábitos y no les ha dado en momentos anteriores. Algo positivo es que la enfermedad crea inmunidad”.

Recomendaciones para evitar contraer la enfermedad

“El llamado a la población es a mantener la disciplina social y la responsabilidad con la salud personal y colectiva. Esta es una enfermedad altamente contagiosa porque el virus también se transmite de persona a persona por medio de las manos contaminadas con la orina o las heces.

“Acciones como el lavado continuo de las manos con agua y jabón, sobre todo después de usar el baño, también antes y después de ingerir alimentos, resultan fundamentales. Igualmente, es sumamente importante hervir y tratar el agua de consumo humano. Para muchos puede ser difícil hervir el agua debido a la situación energética, pero en caso de no ser posible se recomienda clorarla con hipoclorito de sodio al 1%, se echan de cinco a seis gotas por cada pomo, o sea, litro y medio. Esta solución está disponible en las farmacias.

“Se hace necesaria la desinfección de las superficies. Los utensilios como cubiertos y vasos, deben fregarse bien y ser de uso personal. Los pomos de agua, que los más pequeños llevan a la escuela, no utilizarlos para beber de forma colectiva. Fregar adecuadamente los alimentos, y si hay alguien en casa enfermo no debe manipular los alimentos que otros van a ingerir.

“Muchas de estas normas se aplicaron en la época de pandemia. No quiere decir que estemos en ese mismo contexto, pero perdemos la percepción de riesgo, en gran medida porque nos sentimos seguros. La percepción de riesgo tiene que mantenerse y ser un trabajo no solo de salud, sino de la comunidad”

29 Mayo 2025 Fuente: Girón/ Noticias/ Salud

Las futuras epidemias podrían ser aún más letales que el COVID-19, por lo que no deben desaprovecharse las lecciones que ha aportado la pandemia y el mundo debe garantizar que está preparado para el próximo ataque viral, afirmó una de las creadoras de la vacuna de Oxford-AstraZeneca. Leer más

diciembre 6, 2021 | Maria Elena Reyes González | Filed under: coronavirus, COVID-19, De la prensa cubana, pandemia, Salud, Salud Pública, SARS-CoV-2, variante Ómicron del SARS-CoV-2, virus | Etiquetas: , , , |