Las ciencias forenses matanceras, en representación de la Medicina Legal cubana, se alzaron con el lauro de la edición provincial del XLVII Premio Anual de la Salud 2024.

Se concursó en la categoría de artículo científico con Desafíos forenses para el rescate e identificación de los desaparecidos en el Incendio de la Base de Supertanqueros de Matanzas, trabajo que expone la labor realizada durante el siniestro matancero, donde la Medicina Legal (ML), auxiliada por la Antropología Forense logró cumplir con su objetivo principal, desde lo científico, social y sobre todo humanitario”, enfatizó el MSc. Juan Carlos Morales Valdés, Jefe del Grupo y Servicio de Medicina Legal en la provincia, galardonado en la cita.

Era necesario escribir algo de carácter científico sobre lo que sucedió en Supertanqueros porque fue un hecho con gran repercusión internacional. Nunca antes había ocurrido un incendio de tal magnitud en esta isla. Junto con el dolor por los caídos se obtuvo una experiencia de trabajo única dado el carácter extraordinario del siniestro y esos resultados había que darlos a conocer a la comunidad científica, expresó Norge Estupiñán Rodríguez, presidente del Capítulo Científico de ML y Jefe de Tanatología, también laureado.

Por su parte, el biólogo y miembro de la Asociación Latinoamericana de Antropología Forense, Yoel Monzón González, refirió como primer júbilo que dicho artículo fuera publicado por la revista de Ciencias Forense de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Este reconocimiento no es más que el mérito a todo el esfuerzo que se ha venido haciendo y generalmente tiene una misión principal: el cumplimiento de la labor humanitaria”, acotó.

3 julio 2024| Fuente: Girón

Enrique Rosendo Pérez Cruz, doctor en Ciencias y director del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Sancti Spíritus (CIGBSS), desanda los pasillos de la Universidad de Ciencias Médicas (UCM) de la provincia, dentro de la cual está enclavada la institución científica que dirige, y en cada paso recuerda el 26 de julio de 1986, cuando Fidel inauguró esa casa de altos estudios.

“El CIGBSS existe a raíz de esas celebraciones moncadistas, porque en un recorrido por la UCM, Fidel se quedó maravillado y comentó lo excelentes que estaban estos laboratorios para hacer biotecnología”, cuenta Enrique.

A partir de ese momento, las autoridades del territorio tomaron la palabra al líder de la Revolución cubana y pocos meses después ya estaban los primeros espirituanos capacitándose en el CIGB de La Habana, hasta que finalmente regresaron a la provincia en 1990 con la encomienda de potenciar la biotecnología.

“Y lo hicieron no solo con el aporte de su intelecto, sino de sus propias manos, al tomar pico y pala para acondicionar la sede que ocupamos desde entonces en la UCM”, dice Pérez Cruz con orgullo.

Mucho ha llovido y hoy más de 50 trabajadores se afanan en encontrar respuestas a enfermedades como el dengue o la diabetes, en su compromiso por desarrollar la ciencia en la provincia y en el país.

La actual etapa está marcada por el cumplimiento de la elaboración de reactivos biológicos asociados a la liberación de más del 95% de productos biotecnológicos de la industria, lo cual han cumplido con esmero.

De igual forma, generan y comercializan anticuerpos monoclonales, sus conjugados y proteínas recombinantes para su empleo como reactivos biológicos destinados a la investigación-desarrollo de productos biotecnológicos y de diagnóstico.

“También diseñamos, desarrollamos, producimos y comercializamos diagnosticadores del tipo tira reactiva rápida, basada en la tecnología del flujo lateral, para uso humano y veterinario. Diseñamos y desarrollamos sistemas analíticos para estudios de farmacovigilancia y farmacocinética de productos líderes de la biotecnología cubana”, agrega Enrique Rosendo.

De hecho, el quipo del CIGBSS está inmerso en la producción de tirillas para el diagnóstico temprano del embarazo, que se comercializan bajo el nombre de HeberFast Line® MaterniTest II. Es un método sencillo y confiable que, tras poco tiempo de espera, ofrece un resultado certero.

Investigar, desarrollar y transferir tecnologías enzimáticas de uso industrial para obtener productos de alto valor agregado, aplicables a las industrias azucarera y alimentaria, y expresar proteínas recombinantes en diferentes hospederos para usos biotecnológicos, son también áreas en que sobresale el centro espirituano.

Según el director del CIGBSS, actualmente desarrollan varios proyectos en colaboración con centros de BioCubaFarma, entre ellos los relacionados con la generación de anticuerpos monoclonales para el diagnóstico temprano de los candidatos vacunales que se crean contra el dengue y el virus del papiloma humano.

Nuevos retos para nuevos tiempos

Para logar soberanía tecnológica y resolver los casos en menor tiempo se trabaja, en conjunto con el Laboratorio Central de Criminalística y el sistema criminalístico de la provincia, en la creación de varios reactivos que permitan identificar la especie a la cual pertenece determinada mácula de sangre hallada en la escena de un delito.

Esta investigación se proyecta con el empleo de la tecnología del Sistema Ultramicroanalítico (SUMA) del Centro de Inmunoensayo (CIE).

“Ya hemos dado una respuesta inicial en la producción de anticuerpos policlonales que reconocen hasta siete especies diferentes sin reactividad cruzada entre ellos, y eso es un resultado importante. Ha sido un trabajo de ambas partes y pretendemos, en unos dos años, mostrar un resultado con total soberanía nacional”, señala el director del CIGBSS.

También tienen el compromiso de desarrollar las enzimas que intervienen en el diagnóstico por reacción en cadena de la polimerasa o PCR, toda vez que Cuba enfrentó la pandemia de la covid sin tener un juego de reactivos con que realizar el PCR.

“Varias empresas aglutinadas por el Grupo de las Industrias Biotecnológicas y Farmacéuticas, BioCubaFarma, desarrollan actualmente los reactivos que pueden emplearse a modo de un PCR de producción nacional. Entre esas entidades está nuestro centro, que produce los biocatalizadores”, precisa Pérez Cruz.

“Hay, además, un laboratorio de biología molecular. Esa es una fortaleza, no solo para diagnosticar el SARS-CoV-2, sino para diagnosticar otros virus respiratorios o enfermedades que demanden la realización de PCR”, añade.

De igual forma, tienen un trabajo asociado a la leche materna como continuidad de un estudio realizado en Sancti Spíritus, el cual demostró que la respuesta inmune en las gestantes vacunadas con Abdala presentaba anticuerpos neutralizantes contra el SARS-CoV-2 en su leche materna, por lo que se generaba una protección en el lactante.

Los especialistas espirituanos demostraron que existe esa protección, incluso, contra las nuevas variantes del SARS-CoV-2, lo cual puede corroborarse en los artículos científicos “SARS-CoV-2 spike RBD-specific IgA and IgG antibodies in breast milk after vaccination with the protein subunit vaccine Abdala” y “Anti-SARS-CoV-2 Omicron BA.5 RBD antibody titers generated by the protein subunit vaccine Abdala in breast milk”, publicados en las revistas Infectious Medicine 1 (2022) y Vacunas (2024), ambas de la editorial Elsevier.

“Mientras hubo lactancia exclusiva, no tuvimos infantes enfermos de covid. Eso demuestra la producción de anticuerpos neutralizantes en las gestantes vacunadas con Abdala”, explica Enrique.

Por si esto no bastara, en la línea de desarrollo de sistemas analíticos de farmacovigilancia y farmacocinética se ha logrado desarrollar sistemas de optimización de ELISA basados en el llamado paso a paso.

“Estos son aportes al conocimiento, pero en la práctica obtenemos sistemas más sensibles y esto lo corroboran las publicaciones de varios estudios en revistas de alta repercusión como Analytical Biochemistry y Journal of Immunological Methods”, señala.

El CIGBSS tiene, además, el proyecto Desarrollo de tecnología para la producción de los fructooligosacáridos (FOS).

1 julio 2024 Fuente: Victoria/ Noticias/ Salud

Los logros del Centro Nacional de Cirugía de Mínimo Acceso (CNCMA) de Cuba se deben a la calidad de sus recursos humanos, destacó aquí una directiva de la institución de atención médica nacional e internacional.

El CNCMA obtuvo la certificación del Sistema de Gestión de Calidad bajo la norma ISO 9001:2015 por la Oficina Nacional de Normalización y por el Instituto de CERTIFICACIÓN, S.L. (ICDQ), de España, y eso no hubiera sido posible sin su capital humano, dijo a Prensa Latina la vicedirectora de docencia e investigación, Rosalba Roque.

También, añadió, esta área asistencial, ideada por el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, está certificada desde 2017 por la Junta de Acreditación Nacional, que reconoce el programa académico de una especialidad.

Al decir de Roque, llevamos 30 años con una misión clara, y se trata de la investigación, desarrollo y generalización de la cirugía mínimamente invasiva en Cuba y ese ha sido el motor impulsor del desarrollo del centro desde su fundación. En estas tres décadas tenemos más de cinco mil graduados en cada una de las áreas, más de mil pacientes operados, hemos desarrollado la cirugía oncológica, y también recibimos premios y reconocimientos, celebró la especialista.

No podemos dejar de reconocer que contamos con un líder, el director y fundador del Centro Nacional de Cirugía de Mínimo Acceso, Julian Francisco Ruiz, un hombre capaz de soñar, pero aunándonos a todos, y eso ha permitido una mejora continua con la introducción de técnicas intervención desde la organización y desde la dirección.

A una interrogante sobre la influencia del bloqueo impuesto por el gobierno de Estados Unidos para cumplir las metas del centro, respondió que a pesar de las limitaciones, su colectivo no ha dejado de formar recursos humanos y de atender los pacientes, pero tampoco lo hemos hecho solo, apuntó.

Según reconoció el viceministro cubano de Salud, Reynold Garcia, en el contexto de la Convención XXX Aniversario del centro, hemos avanzado porque tenemos el respaldo de nuestro organismo, de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana y de otras entidades, dijo Roque.

La especialista considera que para aliviar los problemas debe existir unión entre las instituciones de salud y sus profesionales. El bloqueo nos ha afectado económicamente, pero el bloqueo mental, el bloqueo espiritual ese es fatal, puntualizó.

El Centro Nacional de Cirugía de Mínimo Acceso ha alcanzado importantes resultados en estos 30 años, pero le queda mucho por avanzar, y nuestra colectivo tiene la convicción de que estamos listos para el futuro, concluyó.

30 junio 2024 Fuente: Radio Habana Cuba/ Noticias/ Salud