Según el sitio web del Colegio Americano de Gastroenterología, la náusea es aquel deseo fuerte y desagradable de vomitar, mientras que el vómito es la expulsión violenta por la boca de los contenidos estomacales. Por lo general, el vómito es un mecanismo protector que permite expulsar alguna sustancia nociva que haya sido ingerida, pero también puede generarse por otras causas, incluidas varias enfermedades infecciosas o inflamatorias del organismo.

«Los músculos de la pared abdominal se contraen fuertemente a fin de crear la presión necesaria para vomitar, y a esto se le denomina arcadas. Las arcadas no siempre se presentan con el vómito, sino que pueden estar precedidas o seguidas del mismo. Por su parte, la náusea puede ocurrir sin vómito o antes de éste».

Tales síntomas resultan bastante molestos y hay que tener en cuenta que pueden relacionarse con el consumo de casi cualquier medicamento. En particular, algunos fármacos, como los de la quimioterapia para cáncer y los anestésicos, son especialmente conocidos por provocar náuseas y vómitos. Existe un trastorno conocido como cinetosis o mareo por movimiento que resulta un problema común entre las personas que viajan en automóvil, tren, avión y sobre todo en barco. Además de mareos y sudoraciones frías, este padecimiento suele acompañarse de náuseas y vómitos, los que también son frecuentes durante el embarazo.

No necesariamente las náuseas y los vómitos clasifican como síntomas banales. Estos podrían formar parte del cuadro clínico de enfermedades serias, algunas que requieren tratamiento quirúrgico, entre ellas la apendicitis y la oclusión intestinal. Por tal motivo, siempre conviene una valoración médica, sobre todo cuando a las náuseas y vómitos se asocian, entre otros, síntomas y signos como dolor abdominal o de cabeza severos, boca seca y la presencia de sangre en el vómito.

Desde la Medicina Natural y Tradicional existen recursos a los que puede recurrirse para su control. Acá compartimos dos opciones sencillas, el uso del rizoma del jengibre (Zingiber officinale Roscoe) y la estimulación del punto acupuntural Pericardio 6 (Neiguan).

Jengibre (Zingiber officinale Roscoe)

La Agencia Europea de Medicamentos reconoce el “uso bien establecido” del jengibre para controlar las náuseas y vómitos asociados a la cinetosis, lo que significa que existen datos bibliográficos que aportan pruebas científicas de su eficacia y seguridad. Por otro lado, una descripción general de revisiones sistemáticas y metaanálisis sobre el tratamiento con jengibre de las náuseas y vómitos, publicada el pasado año por autores chinos en International Journal of Food Sciences and Nutrition (DOI: 10.1080/09637486.2023.2284647), concluyó que:

“Los hallazgos (…) respaldan la eficacia del jengibre en el tratamiento de las náuseas y los vómitos inducidos por la quimioterapia en pacientes con cáncer. También reduce la gravedad de las náuseas y los vómitos posoperatorios, disminuyendo la necesidad de antieméticos de rescate. Además, el jengibre es prometedor para aliviar los síntomas de náuseas y vómitos relacionados con el embarazo. La evidencia agrupada sugiere que el jengibre es una opción botánica segura para controlar las náuseas y los vómitos (…)”.

Los autores también agregan que “es importante mejorar la calidad científica de los metanálisis publicados en el futuro”, pero sin dudas el rizoma de esta especie resulta un excelente recurso antiemético. Así lo reconoce la Farmacopea Vegetal Caribeña en su tercera edición, que avala su uso con base en el empleo significativo tradicional documentado en las encuestas TRAMIL, los estudios de toxicidad y la información científica publicada.

Este texto recomienda emplear el rizoma fresco, a razón de 20 gramos en un litro de agua, lo que equivale aproximadamente a dos cucharadas y media de dicho rizoma rallado. La mezcla se hierve por 10 minutos en un recipiente tapado y posteriormente se deja enfriar, se filtra y se bebe una taza (250 mililitros) entre dos y cuatro veces al día.

Se recomienda administrar el jengibre con cuidado en pacientes que padecen de cálculos biliares y en aquellos que consumen anticoagulantes o antiagregantes plaquetarios. A dosis excesivas puede provocar irritación del tracto digestivo y en el caso de embarazadas su uso no debe ser prolongado, siempre bajo criterio médico. Tampoco se recomienda en niños menores de seis años.

Pericardio 6 (Neiguan)

El valor de este punto acupuntural en la prevención y el tratamiento de las náuseas y los vómitos ha sido demostrado en diferentes condiciones, incluyendo el embarazo, el posoperatorio y los tratamientos de quimioterapia. Se han evaluado diferentes métodos de estimulación y generalmente se considera una terapia complementaria en estos casos pero, a partir de las evidencias acumuladas, instituciones líderes en el tratamiento del cáncer en Norteamérica como el Memorial Sloan Kettering Cancer Center, orientan a los pacientes acerca del uso de la acupresión sobre este punto para controlar las náuseas y los vómitos.

La digitopuntura o acupresión es una técnica que consiste en hacer presión sobre determinados puntos del cuerpo, utilizando principalmente los dedos. En caso de que se empleen otros medios de estimulación mecánica, entonces se habla solo de acupresión y no de digitopuntura. Se trata de un método sencillo, que puede enseñarse al enfermo o a sus familiares para aplicarlo como autoayuda. No debe ser usado cuando existen heridas, presencia de signos inflamatorios, pus u otras lesiones de la piel en la zona del punto.

Neiguan o Pericardio 6 (Pc-6), se ubica en el antebrazo y su localización es sencilla. Primero se abre la mano de manera tal que los dedos apunten hacia arriba y la palma le quede de frente, luego coloca los dedos anular, medio e índice justo por debajo del pliegue de la muñeca. Una vez hecho esto se pone el extremo del pulgar debajo del dedo índice, se retiran los otros tres dedos y con el pulgar se ejerce presión sobre el punto. Debe poder sentirse dos tendones grandes entre el pulgar, lugar donde precisamente se ubica Neiguan.

Una vez que se ha localizado bien el punto, se puede relajar la mano y colocarla en una posición cómoda. Entonces se mantiene la presión con el pulgar, realizando movimientos circulares en contra de las manecillas del reloj por entre dos y tres minutos. La estimulación se debe realizar en ambos antebrazos y es posible su aplicación varias veces al día, hasta que los síntomas mejoren.

Estas dos opciones, el rizoma de jengibre y la estimulación de Neiguan, se incluyen actualmente en guías de práctica clínica basadas en evidencias. Por ejemplo, el Instituto Nacional para la Calidad de la Sanidad y de la Asistencia (NICE por sus siglas en inglés) del Reino Unido, publicó en agosto de 2021 su Guía NICE [NG201] de Atención prenatal, donde se plantean dos recomendaciones relacionadas con el jengibre y Neiguan, respectivamente:

1.4.3: Para las mujeres embarazadas con náuseas y vómitos leves o moderados que prefieren una opción no farmacológica, se sugiere que prueben el jengibre.

1.4.6: Para las mujeres embarazadas con náuseas y vómitos de moderados a intensos:

  • considerar el uso de hidratación intravenosa, idealmente de forma ambulatoria
  • considerar la acupresión como tratamiento complementario.

De esta forma, entre el “entusiasmo no crítico” y el “escepticismo no informado”, diferentes opciones terapéuticas tradicionales van siendo integradas a los tratamientos médicos convencionales sobre la base de evidencias rigurosas. Así, por qué no, se confirma la certeza de que podemos utilizar recursos como estos para cuidar nuestra salud… ¡desde lo natural!

4 Febrero 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud desde lo natural

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