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El desarrollo de Jusvinza comenzó hace varios años y hoy se consolida como un innovador tratamiento antiinflamatorio con grandes potencialidades para combatir enfermedades de este tipo agudas y crónicas. Con un equipo multidisciplinario liderado por el líder científico del proyecto, la iniciativa cuenta con especialistas en laboratorio, desarrollo tecnológico, control de calidad, producción y comercialización, operando tanto en Cuba como en México.
“La investigación con Jusvinza se ha centrado en patologías autoinmunes, con especial énfasis en la artritis reumatoide. Para demostrar su efectividad, hemos realizado varios estudios clínicos. En la fase uno, documentamos la seguridad del medicamento, mientras que en la fase dos lo combinamos con metotrexato, que es el tratamiento estándar para pacientes con artritis. Además, hemos obtenido evidencia de su efectividad en el mundo real, sin necesidad de otro modificador”, explicó Gillian Martínez Donato, gerente de Jusvinza.
Afirmó que actualmente, el equipo se encuentra culminando la fase tres del estudio clínico para obtener el registro en Cuba. Este proceso implica la combinación del medicamento con metotrexato, estrategia que se alinea con los protocolos internacionales. Si los resultados son positivos, se espera la aprobación de un registro condicionado, lo que permitirá avanzar hacia su comercialización.
“El siguiente paso será desarrollar estudios clínicos adicionales para evaluar el uso del medicamento de manera independiente, sin combinarlo con metotrexato. Las evidencias recopiladas en su aplicación en el mundo real indican que este fármaco podría ofrecer beneficios significativos cuando se administra por sí solo”, confirmó Martínez Donato.
Este avance representa una esperanza para quienes padecen artritis reumatoide y otras enfermedades inflamatorias, ofreciendo un tratamiento con un mecanismo de acción innovador que busca mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Añadió que además del estudio clínico del medicamento combinado con metotrexato, Jusvinza también se encuentra en una línea de desarrollo independiente para su uso exclusivo en pacientes con artritis reumatoide. Este enfoque busca consolidar su posicionamiento como tratamiento autónomo.
“Actualmente, en Cuba, Jusvinza cuenta con un registro condicional, otorgado tras los resultados obtenidos en la fase dos del estudio clínico. Este registro permite su uso bajo condiciones similares a las evaluadas en esa fase y está sujeto a la culminación de la fase tres, que involucra un mayor número de pacientes y una muestra más representativa de la población real”, señaló la gerente.
Según comunicó se prevé que la fase tres concluya este año, con el objetivo de obtener el registro definitivo en 2026, lo que permitirá su uso expandido en todo el país. Si los resultados cumplen las expectativas científicas, Jusvinza podrá consolidarse como un tratamiento clave para enfermedades inflamatorias.
Gracias a su amplio mecanismo de acción, Jusvinza presenta potencialidades para el tratamiento de diversas enfermedades inflamatorias, tanto agudas como crónicas. “Actualmente, se desarrollan estudios clínicos en otras indicaciones médicas de alto impacto, como el síndrome de distrés respiratorio agudo y la neumonía grave adquirida en la comunidad, esta última siendo la cuarta causa de muerte en unidades de cuidados intensivos en Cuba”, expuso la especialista.
En comparación con otros antiinflamatorios disponibles, este ofrece ventajas significativas, aunque su mecanismo de acción continúa siendo objeto de una investigación profunda. En Cuba, estas investigaciones avanzan en colaboración con empresas extranjeras, lo que permitirá demostrar todas las potencialidades del medicamento.
Además de la artritis reumatoide, Jusvinza proyecta estudios clínicos en espondilitis anquilosante, una enfermedad autoinmune similar a la artritis, pero localizada en la columna vertebral. También se evalúa su aplicación en pacientes con lupus, especialmente aquellos que, durante la pandemia de COVID-19, fueron tratados con el medicamento y mostraron mejoras en sus condiciones preexistentes.
“El desarrollo de Jusvinza comenzó hace aproximadamente 15 años y ha avanzado significativamente a pesar de los desafíos impuestos por el contexto económico. A lo largo de este tiempo, además de los estudios preclínicos que respaldan su eficacia, se ha acumulado evidencia en pacientes reales, lo que refuerza su potencial para el tratamiento de enfermedades inflamatorias”, dijo.
En el caso de la artritis reumatoide, Jusvinza se posiciona como una alternativa innovadora en un mercado donde los pacientes suelen depender de múltiples tratamientos, como esteroides y otros fármacos tradicionales. Sin embargo, la disponibilidad limitada de ciertos medicamentos complica el acceso a opciones terapéuticas efectivas, sobre todo en enfermedades graves.
Martínez Donato aseguró que, para acelerar su desarrollo y registro en nuevos mercados, Jusvinza ha explorado diversas modalidades de negocio. La expansión internacional requiere estudios clínicos en cada país, lo que ha llevado a la firma de acuerdos estratégicos. En 2018, se concretó una licencia de patente en China con una empresa farmacéutica, y recientemente se aprobó un estudio clínico fase uno en colaboración con Pfizer en ese país.
Además de China, otras compañías extranjeras han mostrado interés en el desarrollo de Jusvinza, lo que ha propiciado negociaciones clave para su expansión. Eventos internacionales, como ferias especializadas, ofrecen una oportunidad para visibilizar sus beneficios y conectar con empresas que podrían facilitar su registro y comercialización en diferentes regiones.
“Jusvinza destaca por su potencial para tratar enfermedades sin soluciones terapéuticas definidas, lo que lo convierte en una alternativa prometedora para abordar problemas de salud que afectan a numerosas poblaciones. A través del contacto con compañías y la presentación de resultados en eventos internacionales, se busca consolidar acuerdos que impulsen su desarrollo y permitan su llegada a nuevos mercados”, ratificó la gerente.
Este esfuerzo no solo representa un avance en el ámbito farmacéutico, sino que también podría contribuir significativamente a mejorar la calidad de vida de pacientes con enfermedades inflamatorias graves y crónicas en distintas partes del mundo.
23 Abril 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud
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“El futuro de la salud necesita miradas integradoras. No podemos responder de manera fragmentada”, afirmó el ministro de Salud Pública, doctor José Angel Portal Miranda, al dejar inaugurada este 21 de abril la V Convención Internacional Cuba-Salud 2025, en el Palacio de Convenciones de La Habana.
El cónclave abrió sus puertas bajo el lema “Ciencia, solidaridad y compromiso humano frente a los desafíos globales”, con la presencia del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez; los miembros del Buró Político Esteban Lazo Hernández, presidente del Consejo de Estado y de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el primer ministro Manuel Marrero Cruz y el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla; así como otros miembros del Buró Político del Partido el Gobierno y autoridades de salud.
La magna cita vuelve a erigirse como el evento científico más importante que desarrolla el sector de la salud pública cubano; y en esta ocasión está dedicado a promover el enfoque de “Una Sola Salud”.
“En un escenario internacional donde las fronteras entre lo humano, lo animal y el entorno natural se entrelazan cada vez con mayor fuerza, el futuro de la Salud necesita, más que nunca, enfoques transversales y respuestas globales ante desafíos que no reconocen límites geográficos ni sectoriales”, sostuvo Portal Miranda en su conferencia inaugural, ante delegados de 88 países de todos los continentes y una veintena de ministros de Salud.
Subrayó que fenómenos como la pérdida de biodiversidad y la inseguridad alimentaria “exigen acciones sistémicas y solidarias”, alineadas con los principios de este paradigma. “Nuestra respuesta, inevitablemente, tiene que ser una: ciencia con conciencia, solidaridad y compromiso humano sin fronteras”, sostuvo.
En opinión de Portal Miranda, en la actualidad el paradigma de “Una sola Salud” adquiere dimensiones y desafíos diferentes.
“Nacido del diálogo entre la medicina humana, la veterinaria y la ecología, ese enfoque reconoce que la salud humana, la animal y la ambiental están definitivamente conectadas. No obstante esa realidad, dicha visión se mantuvo durante décadas en los márgenes de las políticas sanitarias globales. Crisis como la provocada por la pandemia de la covid-19; la reemergencia de enfermedades zoonóticas; el deterioro ambiental, y el cambio climático, han confirmado que no podemos actuar de manera aislada, y hacia la búsqueda de esa complementariedad en el hacer se encamina “Una Sola Salud”.
El ministro resaltó que es un concepto aplicado en Cuba desde el triunfo de la Revolución en 1959, con la implementación de un sistema sanitario “gratuito, accesible y centrado en la prevención”.
“La Medicina cubana revolucionaria, desde su concepción primigenia, tuvo sus bases, entre otros elementos, en la prevención, el control comunitario de vectores, el vínculo entre Salud y medioambiente, así como la formación integral de sus profesionales”, afirmó.
El sistema de salud cubano “no es un conjunto de instituciones dispersas, sino una red coherente” con base comunitaria, destacó el ministro. Su eje es la Atención Primaria, “transversaliza todos los niveles de atención médica” y se enfoca en “las personas y las familias” mediante redes integradas que llegan a todo el territorio.
Un ejemplo emblemático, dijo, es el Programa del Médico y la Enfermera de la Familia, creado en 1984 bajo la visión de Fidel, donde equipos sanitarios trabajan “con responsabilidad directa sobre un número limitado de familias” en un modelo “preventivo, continuo e integral”. Para Cuba, esta articulación es “una expresión concreta de ‘Una Sola Salud’”, vinculando lo clínico, lo social y lo ambiental, subrayó.
Cuba cuenta actualmente con “10 mil 835 consultorios del Médico y la Enfermera de la Familia, integrados a 451 policlínicos”, una red que ha permitido alcanzar “indicadores de salud comparables con naciones desarrolladas”, destacó el ministro de Salud.
Entre ellos, una tasa de mortalidad infantil de 7.1 por cada mil nacidos vivos en 2024 y una esperanza de vida de 77.8 años, pese a limitaciones financieras y al bloqueo económico de EE.UU., que el ministro denunció como “una violación de los derechos humanos” por limitar el acceso a medicamentos y tecnología médica.
El sistema de vacunación —con 17 vacunas, 10 de producción nacional— ha sido clave para eliminar 14 enfermedades infecciosas y mantener bajo control otras 29. Además, Cuba fue el primer país certificado por la OPS/OMS en eliminar la transmisión materno-infantil del VIH/sida y la sífilis congénita (2015), condición que mantiene vigente.
“Son verdades que no pueden ser ignoradas”, subrayó Portal Miranda, reconociendo el esfuerzo de los trabajadores sanitarios ante las disímiles carencias materiales.
Ciencia y cooperación como pilares
Los logros del sistema sanitario cubano se sustentan en “profesionales no solo altamente calificados, sino también profundamente humanos”, formados en “la ciencia, la empatía y el acompañamiento”, destacó el ministro de Salud.
Cuba cuenta con 391 726 trabajadores sanitarios, incluyendo 7.4 médicos por cada mil habitantes- entre los índices más altos del mundo -, y un sistema educativo con 28 400 docentes y 113 400 estudiantes en 13 universidades médicas.
La formación trasciende fronteras: la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), creada en 1999, ha graduado a 31 235 médicos de 122 países con visión “ética, humanista y comunitaria”. En total, más de 87 980 profesionales de 150 naciones se han formado en Cuba. “Allí donde otros no llegan… allí van nuestros profesionales”, subrayó Portal Miranda, quien destacó además que muchos de los médicos formados en Cuba ocupan cargos relevantes en gobiernos e instituciones globales.
Compartir conocimientos, construir capacidades locales, y empoderar a los pueblos desde el saber y la equidad, son esencias de ese esfuerzo educativo de Cuba, que también encarnan el espíritu de “Una Sola Salud”, aseveró.
“La cooperación médica internacional es quizás la expresión más concreta del compromiso de Cuba con la Salud global”, destacó Portal Miranda.
Desde 1963, más de 605 000 profesionales cubanos han brindado servicios en 165 países, y actualmente 24 867 colaboradores trabajan en 56 naciones.
“Nuestros cooperantes han llegado a los rincones más remotos, llevando no solo medicamentos, sino también consuelo, esperanza y dignidad”, subrayó.
Entre sus misiones destacan la lucha contra el ébola en África Occidental (2014) y el envío de 58 brigadas a 42 países durante la pandemia de covid-19, aunque el ministro resaltó, además, los aportes de la colaboración médica cubana a enfrentar en diversas naciones los efectos de catástrofes naturales; desigualdades sociales relacionadas con la atención sanitaria; múltiples epidemias, entre ellas las de la malaria, la fiebre amarilla, el cólera, el dengue.
El Contingente Henry Reeve, creado en 2005 para asistir a los territorios estadounidenses severamente afectados por el huracán Katrina en septiembre de ese año —aunque rechazado entonces—, ha sido clave en estas acciones y se convirtió en un pilar central de la diplomacia cubana en Salud, cuyo esfuerzo no solo salva vidas, sino que además ratifica el compromiso de Cuba con el principio de solidaridad internacional. dijo el titular.
En 2017, recibió el Premio de Salud Pública de la OMS en Memoria del Dr. Lee Jong-wook, durante la 70 Asamblea Mundial de la Salud, por su labor en desastres y epidemias.
“Cuando todos fallan, ahí están nuestros profesionales”, afirmó el ministro, y resaltó que la OMS considera al sistema sanitario cubano un referente mundial. Esta cooperación, dijo, refleja el principio de que “la salud es un derecho humano universal”.
“Nuestra cooperación no tiene fronteras ni intereses geopolíticos”, sostuvo el titular del sector, y rechazó duramente la “feroz campaña de descrédito” por parte del gobierno estadounidense contra los programas médicos internacionales de la nación. Agradeció a los gobiernos que, “con valentía”, mantienen colaboración con Cuba pese a las presiones.
Denunció que las recientes restricciones de visas impuestas por EE.UU. el 25 de febrero contra funcionarios cubanos y colaboradores médicos “no solo atenta contra nuestro país y la labor que realizan los cooperantes cubanos, sino que además tiene consecuencias internacionales, pues podría condicionar la asistencia médica en diversas naciones a las que llegan nuestras misiones médicas, casi siempre brindando servicios en poblaciones desatendidas o insuficientemente atendidas del Sur Global”.
Portal Miranda rechazó las acusaciones de que los médicos son “esclavos” destacando que trabajan “con contratos legales y por vocación” , bajo solicitud expresa de los países receptores y respaldada siempre en convenios de colaboración que, en ocasiones, cuentan incluso con la participación de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud.
El ministro atribuyó estas acciones al molesto ejemplo que representa Cuba con su modelo de medicina solidaria, contrastando con sistemas mercantilizados. Agradeció a los países que mantienen cooperación “pese a presiones” y alertó que el bloqueo económico “encarece en 10 veces la compra de medicamentos” al impedir adquirir tecnología médica con componentes estadounidenses.
“La firme decisión de priorizar el bienestar de sus pueblos por encima de intereses políticos ajenos, es una muestra de dignidad y compromiso con la salud como derecho humano universal. Esa confianza depositada en la Medicina cubana fortalece los lazos de solidaridad y reafirma que otro mundo, más humano y cooperativo, es posible”, sostuvo.
“La dignidad no se compra, se construye con hechos”, agregó el titular y ratificó que Cuba seguirá formando profesionales que “defiendan la vida”.
Gestión científica y políticas públicas enfocadas en la salud
Destacó que Cuba enfrentó el reto pandémico mediante un modelo de gestión científica articulado con la política pública, que permitió movilizar capacidades nacionales, generar soluciones propias y sostener una estrategia sanitaria integral y solidaria. Así pudimos desarrollar cinco candidatos vacunales, tres de ellos convertidos en vacunas propias (Soberana 02, Soberana Plus y Abdala) e inmunizar a la población.
“Cuando el mundo clamaba por vacunas justas, Cuba generó soluciones propias gracias a la integración de sus polos científicos, universidades y centros de investigación”, explicó.
La industria biofarmacéutica cubana, dijo, ha creado capacidades de investigación, desarrollo, producción y comercialización en sus 51 empresas(15 en el extranjero) que producen más de 900 productos médicos. Actualmente cuenta con 750 registros sanitarios internacionales y ha realizado transferencia tecnológica a diez países. Trece de sus productos han recibido la medalla de oro de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual.
En 2024, el país caribeño ejecutó 2 767 proyectos de investigación enfocados en mejorar su sistema de salud. “Estos logros cobran mayor sentido bajo el paradigma de ‘Una Sola Salud’, que integra prevención, cooperación internacional y resiliencia ante amenazas globales”, afirmó el ministro.
El modelo científico cubano, heredero de los polos tecnológicos creados por Fidel en los años 90, demostró durante la pandemia su capacidad para combinar innovación con equidad social. “No solo desarrollamos vacunas, sino que garantizamos acceso universal a ellas”, remarcó, subrayando que esta experiencia refuerza el compromiso cubano con la salud como derecho fundamental.
Portal Miranda destacó la Estrategia Sanitaria cubana basada en “Una Sola Salud”, aprobada en 2021, que articula acciones con sectores como agricultura y medioambiente. Adelantó que el próximo acuerdo global sobre pandemias, a discutirse en la OMS, incluirá por primera vez este enfoque.
“No puede haber salud humana si no hay salud para todos, que es también salud para el planeta”, subrayó. Este paradigma de Una sola Salud, dijo, no es una utopía académica, sino una necesidad urgente para la supervivencia y el bienestar de todos los seres vivos, afirmó el ministro quien llamó a fortalecer la cooperación internacional en ese empeño.
“La medicina cubana estará siempre al servicio de la vida”, aseveró.
La V Convención Internacional “Cuba Salud” 2025, que se extenderá hasta el 25 de abril, incluye debates sobre enfermedades zoonóticas, innovación biotecnológica y determinantes sociales de la salud.
Tanto la convención como los eventos asociados servirán de marco científico y académico para intercambiar sobre los más relevantes temas de la Agenda de Salud de cara al 2030, además de la concreción de acuerdos, la firma de convenios de colaboración y la adopción de declaraciones estratégicas sobre los principales temas de cobertura sanitaria universal, apuntó la doctora Ileana Morales Suárez, directora de Ciencia e Innovación Tecnológica del Ministerio de Salud Pública y secretaria ejecutiva de Cuba Salud 2025.
Se presentarán temas relevantes como la inteligencia artificial aplicada a la salud, la ética médica, la normalización y los temas jurídicos entre otros, puntualizó Morales Suárez.
La cita estará dedicada además a homenajear al Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, en el contexto del centenario de su natalicio, a celebrarse en agosto del próximo año.
Paralelo a la Convención Cuba Salud 2025 se desarrolla la XVI Feria Internacional “Salud para todos” y la II Feria de Turismo Médico y Bienestar, ambas con sede Pabexpo.
«Cuba Salud 2025 ha marcado un hito histórico al convocar a 5 107 participantes, una cifra récord para este tipo de eventos en el país. De ellos, alrededor de 1 000 son delegados e invitados internacionales provenientes de 88 países de todos los continentes, lo que refleja el alcance global de esta edición, subrayó Morales Suárez».
Destaca especialmente, dijo, la presencia de ministros, viceministros y directores generales de salud, quienes encabezan 78 delegaciones de alto nivel. A estas se suman 18 delegaciones adicionales en representación de prestigiosas organizaciones internacionales, entre las que mencionó a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización de Salud de África Occidental, así como universidades y centros de investigación de prestigio mundial.
El evento contará con la participación de 250 personalidades de alto nivel global, incluyendo profesores, académicos e investigadores líderes en sus campos, quienes enriquecerán los debates con sus aportes. El programa científico, otro aspecto sobresaliente, está integrado por 33 eventos especializados, cifra sin precedentes que subraya la magnitud y diversidad temática de esta edición, apuntó la secretaria ejecutiva.
21 Abril 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud
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Existen ciertas plantas medicinales que tienen sus propiedades terapéuticas en partes de ellas que normalmente se desechan cuando las consumimos, generalmente como alimento. Aunque no son las únicas, la calabaza y el maíz son sin dudas buenos ejemplos que ilustran esta realidad. Coincidimos que las semillas de la calabaza o los estigmas del maíz no suelen conservarse para su procesamiento como agentes terapéuticos y, sin embargo, tienen importantes propiedades medicinales.
La calabaza
La calabaza es una baya de cáscara dura, generalmente distribuida en las regiones cálidas y templadas del planeta. Es el fruto de las cucurbitáceas, del que existen diferentes variedades, silvestres y cultivadas, que pueden presentar diversidad en cuanto a forma, tamaño, textura, sabor y color.
El hombre suele aprovechar la calabaza en varios sentidos, fundamentalmente como alimento y también para la elaboración de bebidas. La cáscara puede usarse en la fabricación de utensilios, artesanías e incluso instrumentos musicales. Además, distintas partes del fruto y la planta en general son empleadas con fines medicinales y cosméticos. Específicamente las semillas de especies como Cucurbita pepo y Cucurbita moschata se utilizan para tratar la hiperplasia prostática benigna y algunos tipos de parásitos intestinales. Existe un uso etnomédico registrado, así como investigaciones preclínicas y clínicas que avalan tales aplicaciones terapéuticas.
Para no desechar las semillas, la parte más medicinal de la calabaza y que de seguro usted puede emplear en casa, lo primero es lavarlas bien con agua corriente una vez extraídas y colocarlas en una bandeja o un plato, cubiertas por una gasa o malla fina. De esta forma se exponen al sol para su secado. Como quiera que este proceso puede durar varios días, se tiene como opción tostarlas al horno, a una temperatura de 75 grados Celsius hasta que queden doradas. Alternativamente puede tostarse en el sartén. Ya sea al sol, en el horno o el sartén, siempre se deben remover las semillas, con mayor o menor frecuencia, en el primer caso para garantizar que se alcance un secado homogéneo y en los otros dos, para evitar que se quemen.
Una vez que están adecuadamente tostadas, estas pueden consumirse enteras o trituradas. Para triturarlas puede utilizarse la batidora y de esta forma se pueden mezclar mejor en jugos, yogurt, caldos u otros alimentos. Las semillas enteras pueden ser consumidas con un poco de sal, pero debe tenerse cuidado con esto en caso de hipertensión arterial.
Si se van a utilizar para el tratamiento de la hiperplasia prostática benigna, las ‘Monografías de plantas medicinales de la Organización Mundial de la Salud’ recomiendan una dosis diaria de 10 gramos. Esto equivale aproximadamente a una cucharada sopera completa de las semillas trituradas y poco menos de cucharada y media de las semillas enteras. Aquí su uso debe ser prolongado.
Para el tratamiento de las lombrices intestinales Roig reconoce que en Cuba era habitual el uso de las semillas trituradas en forma de horchata. Con este fin se toma una taza de semillas y se remojan en 3 tazas de agua por al menos una hora, luego se licúa esta mezcla, se filtra y se agrega hasta litro y medio de agua. Por supuesto, el agua debe ser hervida. Para su consumo se agrega azúcar a gusto y opcionalmente puede utilizarse algún saborizante como esencia de vainilla. La preparación suele servirse fría. De cualquier forma, el uso por varios días seguidos de 10 gramos diarios de la semilla también garantiza un efecto vermífugo.
No se recomienda el consumo de semillas de calabaza con fines medicinales en gestantes por sus propiedades emenagogas. Tampoco se deben emplear en mujeres que lactan o en niños menores de 12 años por no estar demostrada la seguridad de su uso en estas poblaciones.
El maíz
Es una gramínea originaria de Mesoamérica y su nombre binomial o científico es Zea mays. Su infrutescencia femenina se conoce como mazorca en Cuba, aunque en otros países puede denominársele elote o choclo. En ella crecen los granos y los estigmas, los primeros la parte comestible de la planta y los segundos la medicinal.
Su domesticación se inició hace doce mil años aproximadamente en el eje neovolcánico de México, desde donde se propagó por el resto del continente, mucho antes de la llegada de los españoles. En el siglo XVI fue llevado a Europa y actualmente es el cereal con el mayor volumen de producción a nivel mundial, seguido por el trigo y el arroz.
Para su uso terapéutico se emplean los estigmas, también llamados estilos, barbas o pelos. Esta es una parte de la planta que comúnmente se desecha cuando se procesan las mazorcas, aunque se reconoce que su empleo puede ser beneficioso en pacientes afectados fundamentalmente por enfermedades del sistema urinario.
La ciencia moderna ha demostrado los efectos antiespasmódico, diurético, hipotensor y antiinflamatorio de los estigmas del maíz. Al respecto, la ‘Farmacopea Vegetal Caribeña’ en su tercera edición señala que puede ser recomendado su empleo para tratar el edema, la inflamación y el dolor de riñón. En el caso de infección o cálculos renales su uso debe ser considerado como complementario al tratamiento médico por su efecto diurético.
Es necesario señalar que, aunque el consumo de los estigmas de maíz es bastante seguro, debe observarse bien la dosificación, ya que en altas dosis pueden producir cólicos y diarrea. Las formas de preparación con estos fines pueden ser la decocción, la infusión y la maceración. La doctora en Ciencias Agrícolas Lérida Lázara Acosta de la Luz, en su obra ‘Plantas medicinales. Farmacia verde, una alternativa de cura’ recomienda emplear un manojo de los estigmas frescos para un litro de agua. En caso de decocción, se debe hervir por 10 minutos en recipiente tapado y para la infusión se agrega el agua hirviendo al envase con los estigmas. En una u otra preparación, se mantiene tapado el recipiente y se deja enfriar. Para la maceración, se agregan los estigmas a un litro de agua previamente hervida y se deja en reposo durante 12 horas. Antes de consumir, se deben filtrar estas preparaciones y se recomienda la ingestión de una taza, al menos cuatro veces en el día.
Estos son solo dos ejemplos de partes de plantas que normalmente en casa se desechan y que tienen propiedades medicinales bien demostradas. La Naturaleza es sabia, muchas veces se repite la frase, pero a veces obviamos esta sabiduría. Podemos de la calabaza y el maíz utilizar más que el fruto y las semillas, respectivamente, para cuidar nuestra salud… ¡desde lo natural!
Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Desde lo natural