Oct
7
Passiflora es un género de plantas de la familia Passifloraceae que está distribuido principalmente en América tropical y subtropical. Su nombre, adoptado por Carlos Linneo en 1753, proviene del latín flos passionis, que significa literalmente “flor del sufrimiento” o “flor de la pasión” y alude a la Pasión de Jesús.
Originalmente tal denominación fue otorgada por los misioneros jesuitas en 1610, debido a la similitud de algunas partes de las flores con los símbolos religiosos relativos a este particular episodio de la vida de Jesús, narrado en los Evangelios. Los jesuitas quisieron ver el látigo con el que fuera azotado en los zarcillos, los clavos de la cruz en los estilos, mientras que la corona de espinas estaría representada por los estambres y la corola radial de la flor.
Las pasifloráceas pueden ser enredaderas de varios metros de longitud o también plantas erectas, semierectas y semirrastreras, siendo en este último caso menores de un metro. Actualmente se considera que se encuentran distribuidas por todo el mundo, excepto en la Antártida, aunque el género Passiflora en particular está ausente de África.
Hay tres especies en específico cuyo interés medicinal aparece referido en el Formulario de fitoterápicos de la Farmacopea Brasileña. Estas son la Passiflora alata, la Passiflora edulis y la Passiflora incarnata, que se recomiendan en ese texto como ansiolíticas y sedantes leves.
La Passiflora alata es nativa de la región del Amazonas en Brasil, donde se le conoce como ‘ouvaca’. Esto significa estrella roja, y se le denomina así debido a la apariencia de su flor. Se trata de una planta trepadora, con frutos comestibles y muy apreciados, cuyas flagrantes flores alcanzan entre siete y diez centímetros de diámetro.
La Passiflora edulis es una planta trepadora, propia de Sudamérica y Centroamérica, que específicamente se considera nativa de Brasil. Esta especie puede alcanzar hasta nueve metros de longitud en condiciones climáticas favorables y su flor normalmente es de color blanco, con tintes rosáceos o rojizos. Su fruto comestible, conocido como fruta de la pasión o maracuyá, es de color amarillo, anaranjado o morado.
Por último, la Passiflora incarnata es una liana trepadora de rápido crecimiento, alcanza un largo de hasta nueve metros y posee unos zarcillos que le sirven para trepar. Sus flores son aromáticas, grandes y solitarias, de cinco centímetros de diámetro y de color blanco, amarillento o carnoso con tonos púrpuras. Su fruto también es comestible, pero posee muchas semillas. En algunos lugares se le conoce como flor de pasión o también maracuyá.
De estas tres especies, solo están presentes en Cuba Passiflora edulis y Passiflora incarnata. Aunque las tres tienen propiedades ansiolíticas y sedantes, es realmente Passiflora incarnata la mejor estudiada y documentada, con mejores evidencias a favor de su empleo terapéutico.
De acuerdo con el referido texto brasileño, las hojas secas de las tres pasifloras se pueden utilizar para elaborar una infusión, a razón de una cucharadita del material vegetal troceado en 150 mililitros de agua hirviendo. En mayores de 12 años se puede utilizar esta cantidad, los 150 mililitros, entre dos y cuatro veces en el día.
No se recomienda su uso prolongado y debe limitarse en las mujeres embarazadas o que lactan, así como por niños menores de 12 años. Tampoco se debe consumir asociado a medicamentos sedantes o depresores del sistema nervioso. Es posible que en los pacientes que utilicen esta infusión se presente un poco de somnolencia, un efecto adverso asociado a su consumo.
Así entonces, las hojas de cada una de las tres especies aquí comentadas constituyen una opción en el tratamiento de problemas de ansiedad e insomnio, a partir de sus propiedades medicinales. Las mismas poseen flavonoides, fenoles y aceites esenciales, principios activos responsables en conjunto de las acciones farmacológicas referidas, por las cuales tradicionalmente han sido utilizadas estas pasifloras. Es por ello que está respaldada su recomendación, desde el punto de vista etnomédico y sobre la base de evidencias científicas sustentadas en la investigación moderna, para el cuidado de nuestra salud mental… ¡desde lo natural!
30 Septiembre 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Desde lo natural
Sep
23
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado sus estadísticas mundiales de cólera para 2024, que muestran un aumento tanto en el número de personas que enfermaron como en las que murieron a causa de la enfermedad.
Los casos de cólera notificados aumentaron un 5% y las muertes un 50% en 2024 en comparación con 2023, con más de 6 000 personas fallecidas a causa de una enfermedad que es prevenible y tratable. Si bien estas cifras son alarmantes en sí mismas, son subestimaciones de la verdadera carga del cólera.
Los conflictos, el cambio climático, el desplazamiento de la población y las deficiencias a largo plazo en la infraestructura de agua, saneamiento e higiene continúan alimentando el aumento del cólera, una enfermedad causada por la bacteria Vibrio cholerae, que se propaga rápidamente a través del agua contaminada con heces.
Sesenta países informaron casos en 2024, un aumento de 45 en 2023. La carga de la enfermedad se concentró en África, Oriente Medio y Asia, que en conjunto representaron el 98% de todos los casos notificados.
El alcance de los brotes de cólera siguió ampliándose en 2024, con 12 países notificando cada uno más de 10 000 casos, siete de los cuales experimentaron grandes brotes por primera vez en el año. El resurgimiento del cólera en las Comoras después de más de 15 años sin brotes notificados, subraya la amenaza persistente de la transmisión mundial.
La tasa de letalidad en África aumentó del 1.4% en 2023 al 1.9% en 2024, lo que revela brechas críticas en la prestación de atención que salva vidas y señala la fragilidad de muchos sistemas de salud, junto con desafíos en el acceso a los servicios básicos de salud.
Una cuarta parte de las muertes ocurrieron en la comunidad, fuera de los centros de salud, lo que pone de relieve graves brechas en el acceso al tratamiento y la necesidad de fortalecer el trabajo con las comunidades.
Para combatir el cólera, los gobiernos, los donantes y las comunidades deben garantizar que las personas tengan acceso a agua potable e instalaciones de higiene, tengan información precisa sobre cómo protegerse y acceso rápido al tratamiento y la vacunación cuando haya brotes. Una fuerte vigilancia y diagnóstico ayudarán a guiar estas respuestas. También se necesita más inversión en la producción de vacunas.
A principios de 2024 se precalificó una nueva e innovadora vacuna oral contra el cólera, Euvichol-S®, que entró en la reserva mundial. Su adición ayudó a mantener los niveles promedio de reservas por encima del umbral de emergencia de 5 millones de dosis durante los primeros 6 meses de 2025. Sin embargo, debido a la alta demanda continua de OCV, el cambio temporal de un régimen de dos dosis a una sola dosis se mantuvo vigente durante 2024 y 2025.
En 2024 se solicitaron 61 millones de dosis de OCV a la reserva mundial, y se aprobó un récord de 40 millones para uso de emergencia en campañas reactivas de dosis única en 16 países.
Sin embargo, las limitaciones de la oferta continuaron superando la demanda en 2024 y en 2025.
Los datos preliminares muestran que la crisis mundial del cólera continúa en 2025, con 31 países reportando brotes desde principios de año.
La OMS considera que el riesgo mundial de cólera es muy alto y está respondiendo con urgencia para reducir las muertes y contener los brotes en países de todo el mundo.
La OMS sigue apoyando a los países mediante el fortalecimiento de la vigilancia de la salud pública, la gestión de casos y las medidas de prevención; suministro de suministros médicos esenciales; coordinación de despliegues sobre el terreno con los asociados; y apoyo a la comunicación de riesgos y la participación de la comunidad.
Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud
Sep
23
Según Roig el nombre vulgar en Cuba para Taraxacum officinale es diente de león. Esta planta es de procedencia europea, pero se ha naturalizado y vuelto subespontánea en Cuba. Se le suele considerar una mala hierba, pero independientemente de ello es una de las principales especies de interés apícola a escala global, siendo conocida en todo el mundo por los apicultores ya que su distribución es prácticamente cosmopolita.
Las hojas y flores del diente de león tienen valor culinario ya que se consumen crudas en ensaladas, hervidas o fritas. Las raíces tienen valor como condimento y su polvo seco constituye un sucedáneo del café. Por su parte, las flores contribuyen a dar color y sabor a las ensaladas vegetales, siendo posible utilizarlas para preparar un tipo de mermelada y con ellas se elabora el así también denominado vino del estío o verano, a partir de su fermentación.
Por supuesto, el diente de león sin dudas es una especie que ha sido utilizada para tratar no pocas enfermedades. Las monografías de plantas medicinales de la Organización Mundial de la Salud plantean que toda la planta se utiliza para promover la diuresis, incrementar la secreción biliar, estimular el apetito y tratar la dispepsia, según se describe en farmacopeas y otros documentos bien establecidos.
Tradicionalmente se ha reportado su uso como galactogogo, laxante, tónico, para tratar granos y heridas, diabetes, fiebre, inflamación ocular, insomnio, dolor de garganta, absceso pulmonar, ictericia, reumatismo e infecciones del tracto urinario.
Por otra parte, en su monografía europea de 2021, esta especie se recomienda para aliviar síntomas asociados a trastornos digestivos ligeros tales como sensación de plenitud abdominal, flatulencias y digestión lenta.
Además, se emplea para el alivio temporal de la pérdida de apetito y, al aumentar la cantidad de orina, se utiliza como coadyuvante del tratamiento convencional de problemas urinarios leves. Aquí particularmente se refiere el empleo de la raíz de la planta.
En el caso de las monografías de la Organización Mundial de la Salud, para el uso del diente de león se propone utilizar una cucharada del material vegetal bien troceado o en polvo. Con esto se puede preparar una infusión o decocción utilizando 150 mililitros de agua, lo cual se consume tres veces al día.
Hay que tener en cuenta que con el diente de león se han reportado reacciones alérgicas, incluyendo anafilaxia y dermatitis de contacto pseudoalérgica, así como reactividad cruzada en individuos hipersensibles al polen de otras especies de asteráceas., entre ellas la achicoria y la caléndula.
Su uso está contraindicado en casos de obstrucción del tracto biliar o intestinal, así como de inflamación aguda de la vesícula biliar. En presencia de enfermedades de la vesícula biliar, el diente de león solo podría emplearse bajo la supervisión de un especialista.
Además, la planta puede causar hiperacidez estomacal y disminuir la concentración plasmática de ciprofloxacino. Las mujeres embarazadas o que lactan, así como los niños, no deben hacer uso de esta especie.
De cualquier manera, más allá de sus limitaciones o contraindicaciones, incluso de su fama como maleza, el diente de león resulta una importante planta medicinal, que puede ser de ayuda en presencia de síntomas digestivos leves, falta de apetito o como diurético. De esta forma, se convierte en otra de esas importantes modestas aliadas del hombre para cuidar la salud… ¡desde lo natural!
16 Septiembre 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Desde lo natural