Abr
18
Existen ciertas plantas medicinales que tienen sus propiedades terapéuticas en partes de ellas que normalmente se desechan cuando las consumimos, generalmente como alimento. Aunque no son las únicas, la calabaza y el maíz son sin dudas buenos ejemplos que ilustran esta realidad. Coincidimos que las semillas de la calabaza o los estigmas del maíz no suelen conservarse para su procesamiento como agentes terapéuticos y, sin embargo, tienen importantes propiedades medicinales.
La calabaza
La calabaza es una baya de cáscara dura, generalmente distribuida en las regiones cálidas y templadas del planeta. Es el fruto de las cucurbitáceas, del que existen diferentes variedades, silvestres y cultivadas, que pueden presentar diversidad en cuanto a forma, tamaño, textura, sabor y color.
El hombre suele aprovechar la calabaza en varios sentidos, fundamentalmente como alimento y también para la elaboración de bebidas. La cáscara puede usarse en la fabricación de utensilios, artesanías e incluso instrumentos musicales. Además, distintas partes del fruto y la planta en general son empleadas con fines medicinales y cosméticos. Específicamente las semillas de especies como Cucurbita pepo y Cucurbita moschata se utilizan para tratar la hiperplasia prostática benigna y algunos tipos de parásitos intestinales. Existe un uso etnomédico registrado, así como investigaciones preclínicas y clínicas que avalan tales aplicaciones terapéuticas.
Para no desechar las semillas, la parte más medicinal de la calabaza y que de seguro usted puede emplear en casa, lo primero es lavarlas bien con agua corriente una vez extraídas y colocarlas en una bandeja o un plato, cubiertas por una gasa o malla fina. De esta forma se exponen al sol para su secado. Como quiera que este proceso puede durar varios días, se tiene como opción tostarlas al horno, a una temperatura de 75 grados Celsius hasta que queden doradas. Alternativamente puede tostarse en el sartén. Ya sea al sol, en el horno o el sartén, siempre se deben remover las semillas, con mayor o menor frecuencia, en el primer caso para garantizar que se alcance un secado homogéneo y en los otros dos, para evitar que se quemen.
Una vez que están adecuadamente tostadas, estas pueden consumirse enteras o trituradas. Para triturarlas puede utilizarse la batidora y de esta forma se pueden mezclar mejor en jugos, yogurt, caldos u otros alimentos. Las semillas enteras pueden ser consumidas con un poco de sal, pero debe tenerse cuidado con esto en caso de hipertensión arterial.
Si se van a utilizar para el tratamiento de la hiperplasia prostática benigna, las ‘Monografías de plantas medicinales de la Organización Mundial de la Salud’ recomiendan una dosis diaria de 10 gramos. Esto equivale aproximadamente a una cucharada sopera completa de las semillas trituradas y poco menos de cucharada y media de las semillas enteras. Aquí su uso debe ser prolongado.
Para el tratamiento de las lombrices intestinales Roig reconoce que en Cuba era habitual el uso de las semillas trituradas en forma de horchata. Con este fin se toma una taza de semillas y se remojan en 3 tazas de agua por al menos una hora, luego se licúa esta mezcla, se filtra y se agrega hasta litro y medio de agua. Por supuesto, el agua debe ser hervida. Para su consumo se agrega azúcar a gusto y opcionalmente puede utilizarse algún saborizante como esencia de vainilla. La preparación suele servirse fría. De cualquier forma, el uso por varios días seguidos de 10 gramos diarios de la semilla también garantiza un efecto vermífugo.
No se recomienda el consumo de semillas de calabaza con fines medicinales en gestantes por sus propiedades emenagogas. Tampoco se deben emplear en mujeres que lactan o en niños menores de 12 años por no estar demostrada la seguridad de su uso en estas poblaciones.
El maíz
Es una gramínea originaria de Mesoamérica y su nombre binomial o científico es Zea mays. Su infrutescencia femenina se conoce como mazorca en Cuba, aunque en otros países puede denominársele elote o choclo. En ella crecen los granos y los estigmas, los primeros la parte comestible de la planta y los segundos la medicinal.
Su domesticación se inició hace doce mil años aproximadamente en el eje neovolcánico de México, desde donde se propagó por el resto del continente, mucho antes de la llegada de los españoles. En el siglo XVI fue llevado a Europa y actualmente es el cereal con el mayor volumen de producción a nivel mundial, seguido por el trigo y el arroz.
Para su uso terapéutico se emplean los estigmas, también llamados estilos, barbas o pelos. Esta es una parte de la planta que comúnmente se desecha cuando se procesan las mazorcas, aunque se reconoce que su empleo puede ser beneficioso en pacientes afectados fundamentalmente por enfermedades del sistema urinario.
La ciencia moderna ha demostrado los efectos antiespasmódico, diurético, hipotensor y antiinflamatorio de los estigmas del maíz. Al respecto, la ‘Farmacopea Vegetal Caribeña’ en su tercera edición señala que puede ser recomendado su empleo para tratar el edema, la inflamación y el dolor de riñón. En el caso de infección o cálculos renales su uso debe ser considerado como complementario al tratamiento médico por su efecto diurético.
Es necesario señalar que, aunque el consumo de los estigmas de maíz es bastante seguro, debe observarse bien la dosificación, ya que en altas dosis pueden producir cólicos y diarrea. Las formas de preparación con estos fines pueden ser la decocción, la infusión y la maceración. La doctora en Ciencias Agrícolas Lérida Lázara Acosta de la Luz, en su obra ‘Plantas medicinales. Farmacia verde, una alternativa de cura’ recomienda emplear un manojo de los estigmas frescos para un litro de agua. En caso de decocción, se debe hervir por 10 minutos en recipiente tapado y para la infusión se agrega el agua hirviendo al envase con los estigmas. En una u otra preparación, se mantiene tapado el recipiente y se deja enfriar. Para la maceración, se agregan los estigmas a un litro de agua previamente hervida y se deja en reposo durante 12 horas. Antes de consumir, se deben filtrar estas preparaciones y se recomienda la ingestión de una taza, al menos cuatro veces en el día.
Estos son solo dos ejemplos de partes de plantas que normalmente en casa se desechan y que tienen propiedades medicinales bien demostradas. La Naturaleza es sabia, muchas veces se repite la frase, pero a veces obviamos esta sabiduría. Podemos de la calabaza y el maíz utilizar más que el fruto y las semillas, respectivamente, para cuidar nuestra salud… ¡desde lo natural!
Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Desde lo natural
Abr
15
Con el paso de los años un padecimiento bastante frecuente es el dolor articular. Este suele ser molesto y en no pocas ocasiones difícil de manejar. Desde siempre las plantas medicinales han constituido una herramienta a la mano en tales casos, las que pueden ser realmente de ayuda para aliviar el dolor.
Según el sitio web nortemericano Medline Plus, entre las diversas causas de dolor articular se encuentran varios tipos de artritis, bursitis y dolor muscular. Algunas enfermedades que pueden provocar este padecimiento son los trastornos autoinmunitarios como la artritis reumatoidea y el lupus eritematoso sistémico, la gota, los esguinces, la artritis séptica y la osteoartritis, entre otros. Además del dolor, los síntomas principales que pueden estar presentes en estos casos son la hipersensibilidad, la inflamación, el enrojecimiento y el aumento de la temperatura en la articulación afectada.
El tratamiento médico convencional incluye como primera línea los analgésicos y los antinflamatorios no esteroideos, pero muchas personas recurren a la Medicina Natural y Tradicional buscando mejoría. Aquí la Fitoterapia y específicamente Piper auritum, el comúnmente llamado caisimón de anís, resulta muy útil.
Se trata de una especie ampliamente cultivada en Cuba pero que es originaria del sureste de México y Centroamérica. La planta es un arbusto herbáceo, aromático y ramificado, que alcanza hasta cinco metros de altura. Sus hojas, que son la parte que se emplea con fines medicinales, son ovadas u oblongo-ovadas de hasta 60 centímetros de largo. Posee espigas de color verde pálido de 10 a 20 centímetros de largo, brácteas redondeadas y densamente ciliadas. Los frutos son pequeños y se agrupan en las espigas.
El uso de las hojas del caisimón de anís para tratar los dolores articulares puede ser de diferentes formas. La ‘Farmacopea vegetal caribeña’ recomienda tanto la infusión como la decocción y la aplicación local de la hoja fresca calentada.
Para su preparación se recomienda emplear entre cuatro y cinco hojas bien lavadas en un litro de agua para su consumo por vía oral. Si se trata de una decocción se deja hervir el material vegetal por cinco minutos en recipiente tapado y si se prefiere la infusión se agrega el agua hirviendo, para entonces tapar el recipiente. En cualquiera de los dos casos, se deja reposar, se enfría y se filtra para su consumo. Se recomienda beber una taza, equivalente a 250 mililitros, entre dos y tres veces al día, dependiendo de la intensidad del dolor. El tratamiento puede prolongarse por una o dos semanas.
En caso de que se proceda a la aplicación local, se recomienda emplear hojas adecuadamente lavadas, las que previamente se calientan al fuego y luego se colocan a una temperatura tolerable sobre la articulación afectada, durante cuatro horas, cubriéndolas con gasa o un paño limpio. Evidentemente, la combinación de la vía oral y la tópica es posible.
Aunque los estudios toxicológicos sobre la planta han mostrado que su consumo es bastante seguro, se conoce que el uso prolongado de la hoja puede provocar irritación de la piel, por lo que este es un elemento a observar cuando se usa por vía externa. Tampoco se dispone de datos suficientes sobre la seguridad de su consumo en niños, mujeres embarazadas y durante la lactación. Específicamente en el caso de gestantes, esta especie es susceptible de provocar abortos cuando se consume por vía oral y es importante que así se sepa.
Algunos otros usos referidos de las hojas de caisimón de anís son para el tratamiento de afecciones digestivas, por su efecto antiespasmódico y carminativo. Se le atribuye también un efecto emoliente y, según Roig, Grossourdy le confiere al sumo de la planta la propiedad de ser un antídoto de la mordedura de culebras, tanto por su ingestión como por su aplicación tópica. Se emplean además las hojas colocadas sobre la frente para el tratamiento de la cefalea.
Sin embargo, a pesar de todas estas recomendaciones tradicionales, acá estamos comentando puntualmente el empleo de las hojas del caisimón de anís para tratar el dolor articular. En este caso, se trata de una indicación respaldada por el uso etnomédico y la investigación científica, de acuerdo con el grupo TRAMIL, responsable de la ‘Farmacopea Vegetal Caribeña’.
Hay que reconocer que también otras modalidades terapéuticas de la Medicina Natural y Tradicional pueden ser empleadas en el tratamiento del dolor articular, tomando siempre en cuenta el tipo de enfermedad a la que se asocia este síntoma. Aquí podríamos mencionar la acupuntura y sus técnicas afines, la homeopatía, el uso de peloides o fangos y aguas mineromedicinales, la ozonoterapia y hasta el empleo de la apitoxina; pero imprescindible es mantener una buena actividad física y de esta forma la práctica de ejercicios terapéuticos tradicionales sería un factor clave para garanrizae una buena salud articular.
Así entonces, la Medicina Natural y Tradicional ofrece muchísimas opciones para combatir este molesto padecimiento, pero el Piper auritum o caisimón de anís, también llamado anisón, resulta un elemento que desde casa puede ser utilizado. Su empleo nos ayuda de seguro a aliviar el dolor articular y a cuidar la salud… ¡desde lo natural!
8 Abril 2025 Fuente: Cubadebate/Salud/ Desde lo natural
Mar
2
Al menos una de cada ocho personas en la Tierra vive con obesidad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), citando un estudio médico mundial recientemente publicado.
Eso supone que más de 1000 millones de personas vivían con esta enfermedad en 2022, una cifra que se ha duplicado entre los adultos y cuadruplicado entre los jóvenes de 5 a 19 años desde 1990, según los datos del estudio, publicado en The Lancet, una reputada revista médica con sede en el Reino Unido.
La obesidad se define en adultos como un Índice de Masa Corporal (IMC) igual o superior a 30 kg/m2.
Los datos del estudio también mostraron que el 43% de los adultos tenían sobrepeso en 2022.
En general, el análisis de las medidas de peso y estatura de más de 220 millones de personas de más de 190 países muestra cómo ha cambiado el índice de masa corporal (IMC) en todo el mundo entre 1990 y 2022.
La prevalencia combinada de peso por debajo de lo normal y obesidad en adultos disminuyó en 11 países (6%) en el caso de las mujeres y en 17 (9%) en el de los hombres. Esa misma prevalencia combinada aumentó en 162 países (81%) en el caso de las mujeres y en 140 países (70%) en el caso de los hombres, con una probabilidad posterior de al menos 0-80.
En 2022, la prevalencia combinada de delgadez y obesidad para adultos fue mayor en las naciones insulares del Caribe y Polinesia y Micronesia, y en los países de Oriente Medio y el norte de África, mientras que para niños y adolescentes en edad escolar se encontraban en Polinesia y Micronesia y el Caribe para ambos sexos, y Chile y Qatar para los chicos.
Consecuencias mortales
En Europa, el sobrepeso y la obesidad figuran entre las principales causas de muerte y discapacidad, con estimaciones que sugieren que causan más de 1,2 millones de muertes al año, según la oficina regional de la OMS.
La obesidad aumenta el riesgo de muchas enfermedades no transmisibles, entre ellas las cardiovasculares, la diabetes de tipo 2 y las enfermedades respiratorias crónicas.
Las personas con sobrepeso y las que viven con obesidad se han visto afectadas de forma desproporcionada por las consecuencias de la pandemia de covid-19, y a menudo sufren enfermedades más graves y otras complicaciones, según la agencia de la ONU.
La obesidad se considera una causa de al menos 13 tipos diferentes de cáncer y probablemente responsable directa de al menos 200.000 nuevos casos al año de esta enfermedad en toda Europa.
“Este nuevo estudio pone de relieve la importancia de prevenir y tratar la obesidad desde los primeros años de vida hasta la edad adulta mediante la dieta, la actividad física y la atención adecuada, según sea necesario”, ha declarado Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, que ha colaborado en el estudio.
Objetivos para frenar la obesidad
La obesidad, una enfermedad crónica compleja, se ha convertido en una crisis, desplegándose en proporciones epidémicas que reflejan un marcado aumento en las últimas décadas.
Aunque las causas se conocen bien, al igual que las intervenciones basadas en pruebas necesarias para contener la crisis, el problema es que no se aplican, según la agencia sanitaria de la ONU.
“Retomar el camino para alcanzar los objetivos mundiales de reducción de la obesidad exigirá el trabajo de los gobiernos y las comunidades, con el apoyo de políticas basadas en pruebas científicas por parte de la OMS y los organismos nacionales de salud pública”, declaró la responsable de la OMS.
También requiere la cooperación del sector privado, que debe rendir cuentas de las repercusiones de sus productos en la salud, añadió.(Tomado de ONU Noticias)
29 febrero 2024│Fuente: Cubadebate │ tomado de │Noticias│ Salud