Feb
10
Un equipo médico del Pediátrico espirituano José Martí concretó la compleja operación de extirpar un linfangioma quístico benigno de más de una libra en un paciente de apenas cuatro años de edad.
Quizás la cotidianidad de lo extraordinario en la cirugía pediátrica espirituana ponga velos a proezas salvadoras que se hacen sin llamar al mundo para que sea testigo de ellas. La más reciente es la extirpación a un niño de solo cuatro años, de un tumor de grandes proporciones (un linfangioma quístico benigno de más de una libra) que ocupaba buena parte de la región dorsal, es decir, de su espalda.
Considerada una de las cirugías más complejas realizadas desde la reapertura, en diciembre último, de la Unidad Quirúrgica del Hospital Pediátrico Provincial José Martí, de Sancti Spíritus, la intervención duró hora y media y fue practicada por un equipo de cirujanos, anestesiólogos y enfermeras de alta calificación científica, además de residentes en formación.
HORA CERO EN EL SALÓN
Las manos blandas y pequeñísimas del niño Keiler Coca Valdivia caben en un beso de la enfermera que lo guía a la mesa de operaciones. Entra asustadizo y otras muchas manos lo cargan, callan su llanto, abrigan su menudo cuerpo con las sábanas verdes estériles que solo dejan al descubierto la protuberancia, el bulto, como dice la abuela, que hace cuatro años perturba la tranquilidad de la familia.
“Se trata de una malformación quística congénita, relacionada con los vasos linfáticos, diagnosticada desde el nacimiento del pequeño y que ha evolucionado, a pesar de haber sido aplicados varios tratamientos”, explicó el doctor Joan Varela Rodríguez, especialista de primer grado en Cirugía pediátrica quien dio seguimiento al paciente desde sus primeros días de vida.
El linfangioma quístico —precisó el especialista— está incluido entre las enfermedades derivadas de las malformaciones vasculares o tumores vasculares. Generalmente, se comporta de manera quística con localizaciones en el cuello, axilas, zona inguinal y en otras partes del cuerpo; en este caso es una lesión situada en la región dorsal, es decir, en la espalda, y estéticamente afecta al paciente.
“La anomalía más grande que el niño ha presentado no es esta, precisamente, era otra ubicada en el lado derecho que, afortunadamente, logramos infiltrar y reducir el tamaño”, señaló Varela Rodríguez.
“Dichas malformaciones —agregó— en algunos casos muestran un crecimiento acelerado en los primeros dos años de vida; después, se mantienen más o menos estables, y luego, regresan y causan algunos efectos nocivos. En dependencia de lugar donde se localice puede comprimir alguna estructura mediastina, provocar dificultad respiratoria, entre otras afecciones”.
HORA Y MEDIA DE LATIDOS
Ciencia y experticia médica se alinean para el éxito final de la intervención quirúrgica, liderada por los cirujanos pediatras Joan Varela y Jorge Leguen Berwich, quienes, pinzas y electrocuabulador en manos, se adentran bajo la piel donde yace la tumoración de unos 10 centímetros de diámetro, realmente grande para un niño de esa edad, afirman los doctores.
Por la localización de este linfangioma, el acto quirúrgico resulta menos complicado, aseveró el profesor Leguen Berwich, que ha extraído tumores de este tipo ubicados en áreas más complejas, como las cavidades internas, el cuello y el mediastino.
Según la literatura médica, esta malformación por alteración del sistema linfático embrionario debe desaparecer a los 6 años; pero hay un porcentaje que cursa por una deformidad antes de esa edad y es necesario tomar una conducta operatoria, como ocurrió con este paciente, indicó Leguen.
Para la doctora Aylin Cruz Guinaga, especialista de primer grado en Anestesiología, esta operación exige tomar varias medidas a la hora de la entubación del enfermo. “Por la dimensión del tumor, el manejo quirúrgico es más complejo y siempre constituyen un reto para los anestesiólogos intervenciones como estas asumidas por un grupo multidisciplinario.
“Nunca enfrentamos un caso de esta envergadura sin la presencia de dos especialistas en Cirugía, dos anestesiólogos y el personal de enfermería, que resulta vital en todos estos procederes”, añadió Cruz Guinaga.
Luego de hora y media de latidos junto al pequeño Keiler culmina la intervención quirúrgica, y en el rostro de todos, detrás de los nasobucos, una sonrisa. Finalmente —explicó el doctor Joan Varela—, se logró resecar la tumoración que supera la libra.
A pesar de la magnitud de la lesión, todo estaba en el tejido celular subcutáneo y, afortunadamente, no comprometía otros vecinos. No fue necesario, incluso, transfundir al paciente.
Con esta operación, el pediátrico espirituano inició el proceso de reactivación de las cirugías electivas en una Unidad Quirúrgica renovada completamente a un costo de más de 49 millones de pesos y que, de acuerdo con valoraciones del doctor Jorge Leguen Berwich, “representa un salto en la calidad del proceso quirúrgico y una inversión millonaria a favor de los niños espirituanos”.
Pronto, el niño Keiler Coca Valdivia saldrá a correr en su caballo sin bridas, el que le regalan en los cuentos al acostarse. Volverá a las andadas; así vivaracho lo quieren sus padres, sus abuelos…, quienes ahora agradecen tanto desvelo y, en particular, el haberle devuelto la tranquilidad a la familia. Con seguridad, no hay mayor gozo, que saberlo en casa dueño de las inocencias y, también, de las alegrías.
9 Febrero 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud
Feb
8
La insuficiencia cardíaca afecta a más de 64 millones de personas en el mundo. Consiste en un trastorno por el cual el corazón pierde su capacidad para bombear sangre de manera eficiente, y los tratamientos actuales no logran restaurar el tejido dañado.
Un equipo de investigadores de Alemania y Estados Unidos desarrolló un parche con tejido de músculo cultivado en el laboratorio que consigue mejorar la función cardíaca.
El tejido está compuesto por células madre diferenciadas en cardiomiocitos. Se sutura al corazón y contribuye a fortalecer su capacidad contráctil sin los riesgos de arritmias o tumores asociados a otras terapias celulares, según detallaron los científicos en su artículo publicado en la revista Nature.
En diálogo con Infobae, Sergio Baratta, médico, jefe de cardiología del Hospital Universitario Austral y presidente electo de la Sociedad Argentina de Cardiología, dijo tras leer el nuevo estudio: “Se trata de un trabajo muy interesante. Arroja una luz de esperanza al evaluar un parche desarrollado a partir de células madres inducidas. Anteriormente, hubo otros intentos que no prosperaron bien. En cambio, este nuevo desarrollo ya está dando prometedores resultados”.
Por supuesto —aclaró el experto— “se necesitan más ensayos para contar con más pruebas de eficacia y seguridad. Si todo resulta óptimo, el parche podría ser una opción para pacientes con insuficiencia cardíaca avanzada que no consiguen a tiempo un trasplante del corazón o que no responden a otras opciones terapéuticas”.
Qué síntomas provoca la insuficiencia cardíaca
La insuficiencia cardíaca afecta a más de 64 millones de personas en el mundo y es un trastorno en el que el corazón pierde la capacidad de bombear sangre eficientemente (Imagen Ilustrativa Infobae)
Los síntomas más comunes de la insuficiencia cardíaca son tos, fatiga, debilidad, desmayos, pérdida de apetito (inapetencia), necesidad de orinar en la noche, pulso irregular o rápido, dificultad para respirar cuando está activo o después de acostarse, hígado o abdomen inflamado, hinchazón de pies y tobillos, y aumento de peso.
Entre sus principales causas de la afección se encuentran los infartos de miocardio, la hipertensión arterial y la enfermedad coronaria.
Las opciones terapéuticas actuales, como los trasplantes de corazón y los dispositivos de asistencia ventricular, presentan desafíos significativos. La escasez de órganos limita el acceso a trasplantes, mientras que los dispositivos mecánicos pueden generar complicaciones y requieren un alto costo de mantenimiento.
En qué consiste la innovación para la insuficiencia cardíaca
Investigadores del Centro Médico Universitario de Gotinga, en Alemania, junto con colegas de los Estados Unidos, desarrollaron una alternativa innovadora basada en ingeniería de tejidos.
El equipo, liderado por Wolfram-Hubertus Zimmermann, creó parches musculares implantables capaces de mejorar la función del corazón afectado.
Zimmermann afirmó en diálogo con el diario The Guardian que el objetivo de esta tecnología “no es necesariamente reemplazar los trasplantes de corazón”, sino “ofrecer un tratamiento novedoso a pacientes que actualmente reciben cuidados paliativos y que tienen una mortalidad del 50% en 12 meses”.
La investigación recibió financiamiento del Consejo Europeo de Investigación (ERC) y del Centro Alemán de Enfermedades Cardiovasculares (DZHK).
Cómo funcionan los parches musculares implantables
El desarrollo de estos parches se basa en células madre pluripotentes inducidas (iPSCs), obtenidas a partir de células sanguíneas reprogramadas.
A través de procesos de diferenciación celular, los investigadores lograron transformarlas en células de músculo cardíaco y tejido conectivo. Luego, las incrustaron en un gel de colágeno y las cultivaron en moldes especializados hasta formar estructuras hexagonales. Las pruebas en seres humanos utilizaron una membrana de aproximadamente 5 centímetros por 10 centímetros, donde se fijaron los parches antes de implantarlos en el corazón del paciente.
El enfoque busca solucionar una de las principales limitaciones de las terapias celulares previas: la baja retención de células tras el implante. La inyección directa de células cardíacas en el corazón había demostrado poca eficacia, además de aumentar el riesgo de tumores y arritmias. Los parches, en cambio, permiten administrar una mayor cantidad de células con una integración más eficiente y sin efectos adversos significativos.
Cómo se hicieron los estudios con modelos animales y humanos
Las primeras pruebas se realizaron en macacos Rhesus con insuficiencia cardíaca crónica. A lo largo de seis meses, los parches favorecieron el engrosamiento de la pared del ventrículo izquierdo y mejoraron la capacidad contráctil del corazón. Los investigadores no observaron formación de tumores, arritmias, ni enfermedades asociadas al implante en los animales.
El equipo también aplicó el tratamiento en una paciente de 46 años con insuficiencia cardíaca avanzada. Los parches fueron fabricados con células de un donante y suturados sobre su corazón mediante una cirugía mínimamente invasiva.
Tres meses después, la paciente recibió un trasplante cardíaco, lo que permitió analizar su órgano original. Hasta la fecha, 15 pacientes han recibido estos implantes como parte de la intervención aún en desarrollo.
Los parches de células madre podrían representar una opción complementaria para algunos pacientes. Sin embargo, su efectividad no es inmediata. Zimmermann advirtió que “toma entre tres y seis meses para producir efectos terapéuticos”, lo que los hace inadecuados para quienes requieren una intervención urgente.
Además, debido al uso de células donadas, los pacientes tratados con esta tecnología deben recibir inmunosupresores.
El equipo de investigadores planea avanzar a un ensayo de fase III, por los buenos resultados obtenidos en seguridad en las etapas previas. También buscan optimizar la producción de los implantes, con la posibilidad de crear versiones “listas para usar” a partir de células donadas.
Sian Harding, profesora del Imperial College London del Reino Unido, no participó en el estudio, pero lo calificó como “revolucionario”, aunque señaló que “todavía se necesita más trabajo, porque las células musculares del parche no maduran completamente y el establecimiento del flujo sanguíneo es lento”.su
Por su parte, Mirta Diez, médica cardióloga y vicepresidenta de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Cardiología, consideró al ser consultada por Infobae que el desarrollo del parche es prometedor. Forma parte de una línea de investigación de terapia celular que lleva dos décadas de estudios.
Pero la doctora Diez, que es también jefa del servicio de insuficiencia cardíaca, hipertensión pulmonar y trasplante cardíaco del Instituto Cardiovascular (ICBA), recomendó esperar los resultados de futuros ensayos con muchos pacientes. Se debería evaluar más la seguridad con respecto al riesgo de que los pacientes con el parche tengan arritmias o tumores.
4 Febrero 2025 Fuente: Radio Caribe/ Noticias/ Salud
Feb
8
La luteína, conocido también como “la vitamina del ojo”, está presente en alimentos como hojas verdes, frutas y verduras, y su consumo regular podría marcar la diferencia en un mundo donde las enfermedades visuales crecen rápidamente
En un mundo cada vez más tecnológico, en el que las pantallas dominan la vida cotidiana, el cuidado de la salud ocular se ha convertido en una prioridad que no puede ignorarse.
Entre los nutrientes más destacados para proteger la visión, la luteína emerge como un héroe silencioso, capaz de prevenir enfermedades como las cataratas y el glaucoma, mientras mejora la calidad de vida visual de millones de personas, de acuerdo con Medline Plus, una página de la Biblioteca Nacional de Medicina del Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) del gobierno de Estados Unidos.
Qué es la luteína y qué rol cumple en el organismo
Conocido también como “la vitamina del ojo”, este carotenoide natural se puede encontrar en distintos alimentos como frutas y verduras, y su consumo regular podría marcar la diferencia en un mundo donde las enfermedades visuales crecen rápidamente.
Las cataratas y el glaucoma representan dos de las principales amenazas para la salud ocular, especialmente en adultos mayores. Estas condiciones son la causa principal de ceguera y discapacidad visual.
Según los expertos, las cataratas, caracterizadas por el empañamiento del cristalino, afectan con mayor frecuencia a personas mayores de 50 años. Por otro lado, el glaucoma, una enfermedad que daña el nervio óptico debido a la presión intraocular elevada, es igualmente preocupante, ya que puede provocar ceguera irreversible si no se detecta a tiempo.
Ambas condiciones comparten un factor común: el daño oxidativo provocado por el envejecimiento, la contaminación y la exposición excesiva a la luz, especialmente la luz azul emitida por las pantallas de dispositivos electrónicos. Es aquí donde la luteína entra en acción, no solo como un antioxidante natural, sino también como un filtro de protección que ayuda a minimizar los efectos nocivos de estos factores.
Cómo saber si me falta luteína
La luteína, un tipo de pigmento carotenoide, tiene propiedades únicas que la convierten en un nutriente esencial para la salud ocular. Una vez consumida, se acumula principalmente en la retina, especialmente en la mácula, la región responsable de la visión central y la capacidad de distinguir detalles finos. Su acción protectora radica en su capacidad para filtrar la dañina luz azul, un factor que puede contribuir al desarrollo de cataratas y glaucoma si no se controla.
Además, como antioxidante, la luteína combate los radicales libres y reduce el estrés oxidativo en los tejidos oculares. Esto no solo previene daños celulares, sino que también mejora la agudeza visual y favorece la percepción del contraste y los colores. La luteína ayuda a evitar la formación de radicales libres y de moléculas oxidativas, que son las causantes de los daños en las membranas de las células de los tejidos oculares.
Cómo saber cuándo es necesario consultar a un oftalmólogo
El cristalino, una estructura clave para enfocar la luz en la retina, es particularmente vulnerable al daño oxidativo. A medida que envejecemos, los radicales libres se acumulan, dañando las proteínas del cristalino y provocando su opacidad, lo que lleva al desarrollo de cataratas. Y ese signo es determinante para consultar a un oftalmólogo previamente.
Según investigaciones, un consumo adecuado de luteína puede frenar este proceso, reduciendo el riesgo de formación de cataratas al actuar como un escudo antioxidante.
Sin embargo, aunque la luteína ha demostrado ser eficaz para prevenir la aparición de cataratas, aún no está claro si los suplementos de este carotenoide son igual de efectivos para quienes ya padecen esta condición. Lo que sí es indiscutible es que una dieta rica en luteína, combinada con otras vitaminas carotenoides, ofrece beneficios sustanciales para la salud visual.
Glaucoma: la protección del nervio óptico
En el caso del glaucoma, la luteína también juega un papel crucial, aunque de forma indirecta. Si bien no reduce la presión intraocular, que es la causa principal de esta enfermedad, su potente acción antioxidante protege el nervio óptico del daño oxidativo. Este nervio es esencial para transmitir las señales visuales al cerebro, y su deterioro puede resultar en pérdida de visión permanente.
Además, la luteína mejora la circulación sanguínea en los ojos, lo que contribuye a mantener la salud del nervio óptico y a prevenir el daño asociado con el glaucoma. Estas propiedades hacen que este carotenoide sea un componente indispensable para quienes buscan proteger su visión a largo plazo.
Con el auge de la tecnología, los ojos enfrentan un nuevo desafío: la exposición constante a dispositivos electrónicos. Estudios recientes han señalado que el uso prolongado de pantallas puede provocar fatiga visual y aumentar el riesgo de daño ocular permanente. La luz azul emitida por estos dispositivos penetra profundamente en los tejidos oculares, aumentando el estrés oxidativo y acelerando el daño celular.
En este contexto, la luteína no solo actúa como un filtro natural para la luz azul, sino que también reduce la fatiga ocular y mejora la visión nocturna. Esto la convierte en una herramienta esencial para quienes pasan largas horas frente a pantallas, ya sea por trabajo, estudio o entretenimiento.
Qué alimentos contienen luteína
La luteína se encuentra en una amplia variedad de alimentos, lo que facilita su incorporación en la dieta diaria. Las principales fuentes de este carotenoide incluyen:
- Hojas verdes como la espinaca, la col rizada y el brócoli
- Frutas como el kiwi, frambuesas, ciruelas, manzana, pera, uvas y los cítricos
- Hortalizas como el maíz, los pimientos y la zanahoria
Además, existen suplementos de luteína que suelen recomendarse para personas con un mayor riesgo de enfermedades oculares. Según los expertos, el consumo diario de hasta 20 mg de luteína es seguro y puede ofrecer beneficios significativos para la salud visual.
A pesar de sus numerosos beneficios, es importante tener en cuenta ciertas precauciones al consumir luteína. Por ejemplo, aunque su uso durante el embarazo y la lactancia es seguro en cantidades moderadas, siempre se recomienda consultar a un médico antes de iniciar cualquier suplemento. Además, la luteína no es una solución milagrosa; si bien puede retrasar el avance de enfermedades como la degeneración macular, no detiene su progresión por completo.
En el caso de personas con condiciones oculares preexistentes, como la retinosis pigmentaria o la displasia broncopulmonar, los estudios han demostrado que la luteína no ofrece mejoras significativas. Por ello, es fundamental abordar su consumo como parte de un enfoque integral para la salud ocular, que incluya revisiones médicas regulares y otras medidas preventivas.
La luteína representa una esperanza tangible en la lucha contra las enfermedades oculares más comunes y debilitantes. Su capacidad para proteger los ojos del daño oxidativo y mejorar la calidad de la visión la convierte en un recurso valioso para todas las edades.
En un mundo donde los factores de riesgo para la salud ocular están en constante aumento, desde el envejecimiento hasta la exposición digital, nutrir los ojos con luteína podría ser la clave para mantener una visión clara y saludable a lo largo de los años. Como dice el viejo refrán, “es mejor prevenir que curar”, y la luteína ofrece una forma sencilla y efectiva de hacerlo.
4 Febrero 2025 Fuente: Radio Caribe/ Noticias/ Salud