La Organización Mundial de la Salud (OMS) le solicitó a investigadores y gobiernos expandir la investigación sobre patógenos que podrían evolucionar y causar futuras pandemias.

Entre estos patógenos se encuentran los responsables de enfermedades como la gripe, el Covid-19 y la tuberculosis, además de otros. Esta recomendación cuenta con el respaldo de la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI), una organización público-privada de la que forma parte la Fundación Bill y Melinda Gates y gobiernos como el de Alemania, Japón, Noruega, entre otros, que tiene como objetivo financiar proyectos de investigación independientes para desarrollar vacunas contra enfermedades infecciosas emergentes.

En un comunicado de prensa, la OMS precisó que junto a la CEPI “han subrayado la importancia de ampliar la investigación para englobar familias enteras de patógenos que pueden infectar a los seres humanos —independientemente de su presunto riesgo pandémico— y de centrarse en patógenos concretos”.

“Con este método se propone utilizar prototipos de patógenos como guías o precursores para establecer la base de conocimientos de familias enteras de patógenos”, detallaron en la publicación. Y ampliaron: “Con esta estrategia se pretende también acelerar la vigilancia y la investigación con el fin de comprender la transmisión de los patógenos, cómo infectan a los seres humanos y cómo responde a ellos el sistema inmunitario”.

Estos postulados forman parte de un informe presentado por la OMS durante la Cumbre Mundial de Preparación para Pandemias celebrada esta semana en Brasil. “Necesitamos que la ciencia y la determinación política se unan mientras nos preparamos para la próxima pandemia”, declaró el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Tedros enfatizó la importancia de superar estos desafíos: “Profundizar nuestros conocimientos sobre los muchos patógenos que nos rodean es un proyecto de ámbito mundial que requiere la participación de científicos de todos los países”.

6 agosto 2024 Fuente: Perlavisión/ Noticias/ Salud

La Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra hoy el Día Mundial de los Pacientes Trasplantados, por la necesidad de millones de pacientes de enfermedades crónicas o terminales de la realización de esta práctica para seguir viviendo.

Procedimientos como los trasplantes de riñón, hígado, corazón, y pulmones son comunes y salvan muchas vidas, en tanto la ciencia médica mejora las técnicas quirúrgicas y los tratamientos postoperatorios, incrementando las tasas de éxito y la calidad de vida de estas personas.

En el transcurso de la pasada 77 Asamblea Mundial de la Salud los delegados aprobaron un nuevo y pionero acuerdo sobre el aumento de la disponibilidad, el acceso ético y la supervisión del trasplante de células, tejidos y órganos humanos, señaló el portal cubano Infomed.

Los datos más recientes de 2022 del Observatorio Mundial de Donación y Trasplante indican que anualmente se realizan más de 150 mil trasplantes (el 10 por ciento o menos de las necesidades mundiales) de órganos sólidos en todo el mundo, una cifra que no obstante supone un aumento del 52 por ciento con respecto a 2010.

Sin embargo, todavía se observa un crecimiento insuficiente y un desarrollo asimétrico en materia de trasplantes en todo el mundo, pues muchos países no cuentan con sistemas adecuados, por ejemplo, en términos de legislación, gobernanza, mano de obra especializada, infraestructura y financiación.

La falta de disponibilidad y de acceso equitativo a los trasplantes puede provocar la muerte o derivar en prácticas poco éticas o ilegales, como el turismo de trasplante y el tráfico de órganos. La resolución pretende mejorar la disponibilidad de los trasplantes, sobre todo en los países con recursos limitados.

Con la resolución se pretende introducir medidas para prevenir y combatir la trata de personas con fines de extracción de órganos y el tráfico de órganos humanos, y proteger a las víctimas y supervivientes de estos delitos reforzando los marcos legislativos.

Los Estados Miembros se comprometieron a adoptar una serie de medidas, entre ellas, integrar las actividades de donación y trasplante en los sistemas de atención de salud, de modo que la donación tras el fallecimiento sea contemplada sistemáticamente como una posibilidad al final de la vida.

Asimismo, proteger a los donantes vivos de la explotación y que reciban una atención de seguimiento adecuada.

La OMS tiene el encargo de elaborar una estrategia mundial sobre donaciones y trasplantes, que se presentará a la Asamblea para su adopción en 2026.

6 junio 2024 Fuente: Prensa Latina/ Noticias/ Cuba

El cáncer de pulmón continúa constituyendo una de los primordiales factores de mortalidad a nivel de todo el mundo, con alarmantes cifras que manifiestan su demoledor impacto en la salud pública.

El cáncer de pulmón se produce fundamentalmente por los que se exponen a agentes carcinógenos, constituyendo el tabaquismo la principal causa en la gran mayoría de los enfermos. El humo del tabaco posee una gama muy amplia de sustancias químicas carcinógenas y tóxicas que deterioran el tejido pulmonar y desencadenan cambios malignos de las células. Conjuntamente con el tabaquismo, la contaminación del aire, la exposición ocupacional a carcinógenos como la radiación ionizante y el amianto y también al humo de segunda mano, así como inequívocos factores hereditarios y genéticos, pueden también acrecentar el peligro de padecer de cáncer de pulmón.

El cáncer de pulmón continúa constituyendo una de los primordiales factores de mortalidad a nivel de todo el mundo, con alarmantes cifras que manifiestan su demoledor impacto en la salud pública. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se considera que en el año 2020 fallecieron alrededor de 1.8 millones de personas por causa de este padecimiento, lo que significa cerca del 18 por ciento de todos los fallecimientos por cáncer. A pesar de los avances en el tratamiento y la detección, la elevada existencia de factores de riesgo como el tabaquismo, ligado con el descubrimiento tardío en avanzadas etapas de la enfermedad, siguen favoreciendo a una alta tasa de mortandad por cáncer de pulmón.

EL IMPORTANTE DIAGNÓSTICO PRECOZ

En los años más recientes, los progresos en la precoz detección del cáncer de pulmón han sido representativos, transformando las perspectivas del tratamiento y del diagnóstico para esta devastadora enfermedad. La tomografía computarizada de baja dosis (TCBD) ha surgido como una fundamental herramienta en el diagnóstico precoz de sospechosas lesiones pulmonares, sobre todo en personas de elevado riesgo, como fumadores crónicos o en aquellos con referencias familiares de este tipo de cáncer.

La TCBD ofrece detalladas imágenes del pulmón con una dosis de radiación ampliamente más pequeña que la tomografía computarizada usual, lo que la vuelve más conveniente para la detección de incipientes lesiones pulmonares.

Igualmente, la llegada de avanzadas técnicas de procesamiento de imágenes, como el análisis de inteligencia artificial y la reconstrucción volumétrica, ha perfeccionado la capacidad de la TCBD para la identificación de nódulos pulmonares malignos en estadios precoces.

Un nuevo progreso concluyente en la precoz detección del cáncer de pulmón es la caracterización de específicos biomarcadores en muestras biológicas, como saliva, sangre o tejido pulmonar, que pudieran mostrar la presencia de la enfermedad inclusive antes de que surjan síntomas clínicos. Estos biomarcadores, como ácidos nucleicos, ciertas proteínas o determinados metabolitos, están siendo estudiados como herramientas complementarias a la TCBD para la detección temprana del cáncer de pulmón y para optimizar la precisión diagnóstica.

Asimismo, la exploración en el terreno de la medicina de precisión ha dejado identificar subtipos moleculares definidos de cáncer de pulmón que logran influir en la respuesta al tratamiento y en el pronóstico. Esto ha conllevado al estudio de terapias dirigidas que pudieran individualizarse según el perfil genómico de cada enfermo, reduciendo los efectos secundarios y optimizando así la eficacia del tratamiento.

Simultáneamente, los adelantos en técnicas de imagenología funcional, como la tomografía por emisión de positrones (PET), están admitiendo una más precisa evaluación de la actividad metabólica de las lesiones pulmonares, lo que posibilita la diferenciación entre tumores benignos y malignos y favorece a la toma de decisiones terapéuticas.

Al mismo tiempo, la integración de datos genómicos, clínicos e imagenológicos en patrones predictivos de peligro ha permitido una gradación más precisa de los enfermos según su posibilidad de desarrollar cáncer de pulmón, lo que pudiera optimizar la asignación de recursos de salud y la eficacia de los programas de detección temprana.

Los progresos en el diagnóstico precoz del cáncer de pulmón, a partir del desarrollo de tecnologías de imagen más sofisticadas hasta la caracterización de biomarcadores específicos y el empleo de enfoques de medicina de precisión, se encuentran cambiando el panorama de esta enfermedad, brindando nuevas esperanzas en el combate contra una de las primordiales causas de mortalidad por cáncer en todo el planeta.

29 Mayo 2024 Fuente: Radio Ciudad del Mar/ Noticias/ Salud