Estrés y ansiedad son dos palabras que  resultan populares en el mundo moderno. Según el blog de salud de MAPFRE, en la actualidad, casi todo cuanto nos rodea (trabajo, familia, circunstancias personales), nos pueden generar grandes dosis de tensión, estrés o ansiedad. En este sitio web se explican las diferencias entre los términos, que muchas personas identifican como similares.

En cuanto a su origen, las respuestas de estrés se desencadenan ante una determinada situación, cuando la persona siente que no tiene los recursos necesarios para hacerle frente a algo y se siente superada. De tal manera, podría decirse que el estrés está determinado por factores externos. En cambio, el origen de la ansiedad es mucho más difuso y la persona se siente amenazada o experimenta miedo, pero no es necesario que sepa de donde provienen esas emociones. Aquí entonces los factores desencadentes son internos, como pueden ser pensamientos catastróficos, preocupación y anticipación de eventos improbables, angustia o miedo.

Desde el punto de vista sintomático, en el estrés la emoción predominante es la preocupación desencadenada por el estímulo que ha contribuido al desbordamiento de la persona; mientras que en la ansiedad predomina el miedo a que algo malo pueda suceder. Por ejemplo, un estudiante estaría estresado por los exámenes finales cuando a causa de su preocupación se torna irritable, triste o nervioso. En caso de ansiedad, este mismo estudiante estaría además anticipando sus errores y el fracaso escolar. Una vez pasados los exámenes el estrés remite, pero la ansiedad se mantiene ya que está asociada a una construcción interna propia y a pensamientos irracionales en torno a una idea. La persona ansiosa continuaría pensando que podría haber hecho un mejor papel, se preocupa por los resultados del examen o por las evaluaciones del próximo semestre.

Desde el punto de vista temporal el estrés se atasca en el presente y el tiempo pasa muy lento, mientras que la ansiedad se sitúa en el futuro y anticipa la derrota. Se dice que el estrés produce ansiedad, pero el individuo que padece ansiedad no necesariamente sufre de estrés. La ansiedad es considerada una manifestación del estrés. Tanto uno como la otra se consideran respuestas adaptativas, pero cuando se presentan en exceso pueden causar grandes problemas de salud. Siempre la gravedad de la ansiedad es mayor debido a que puede causar trastornos psicológicos como ansiedad generalizada, ataques de pánico, fobias e hipocondrías, entre otras. En cambio, la severidad del estrés no es tan intensa, pero su exceso puede contribuir al desencadenamiento o la agravación de enfermedades orgánicas.

En todo el mundo, muchas personas buscan ayuda en la Medicina Natural y Tradicional para lograr un mejor manejo del estrés y la ansiedad. De las múltiples opciones posibles que pudieran comentarse, les comparto acá dos bien sencillas, el uso de una planta medicinal y de un punto de acupuntura.

Toronjil o melisa

La Melissa officinalis L., perteneciente a la familia de las lamiáceas, fue incluida por Roig en su obra “Plantas Medicinales, aromáticas y venenosas de Cuba”. En ella se plantea que su cultivo se introdujo en nuestro país en 1951. Se trata de una especie probablemente originaria de Asia Menor, que se extendió durante la Edad Media a la zona occidental de la cuenca mediterránea. Es una planta herbácea perenne, que tiene la característica de que sus hojitas son dentadas, con la superficie pilosa, las que huelen a limón cuando se rompen. No es la Mentha × piperita o toronjil de menta, son dos especies diferentes.

La melisa o toronjil tiene varias indicaciones, entre ellas el manejo del estrés y la ansiedad. Téngase en cuenta, por ejemplo, que la Agencia Europea de Medicamentos respalda su uso tradicional para aliviar los síntomas de estrés mental y también para facilitar el sueño.

La forma de emplear la melisa o toronjil con este fin sería en infusión, utilizando una cucharada de las hojas troceadas para una taza de agua hirviendo, equivalente a 250 mililitros y se pueden beber hasta 3 tazas diarias. No debe utilizarse la planta en el caso de mujeres embarazadas, durante la lactancia ni en niños menores de 12 años. También se desaconseja su consumo concomitante con hormonas tiroideas.

Yintang

Es uno de los puntos llamados extraordinarios, ya que no pertenece a ninguno de los canales acupunturales y se localiza en la línea media, justo entre las cejas. Desde el punto de vista de la teoría de la Medicina Tradicional China, se plantea que este punto, entre otras funciones, calma el Shen (mente o ‘espíritu’). Actualmente se reconoce que su estimulación puede aliviar el estrés y la ansiedad. Por ejemplo, el Memorial Sloan Kettering Cancer Center de los Estados Unidos, recomienda en su sitio web el empleo de este punto mediante la técnica de digitopresión con el fin de controlar estos trastornos.

Para su aplicación, se recomienda al paciente adoptar una posición cómoda, preferiblemente sentado o acostado. Se coloca el pulgar de cualquiera de las dos manos en el punto medio entre las cejas y se oprime este con el pulgar, realizando movimientos circulares mientras aplica la presión durante dos o tres minutos. Preferiblemente los movimientos debieran ser en sentido antihorario, en contra de las manecillas del reloj. En caso de que sea más cómodo, puede utilizarse el dedo índice, pero siempre es necesario observar que la presión sea firme, pero sin necesidad de sentir dolor.

La estimulación del punto puede realizarse varias veces en el día, hasta que sus síntomas mejoren. No debe emplearse esta técnica sobre el punto cuando hay lesiones de piel en la zona, tales como heridas, enrojecimiento, inflamación, calor o pus.

Tanto la melisa como el punto Yintang resultan opciones válidas de autoayuda, que contribuyen al manejo del estrés y la ansiedad. Su empleo sin embargo, no sustituye la necesaria valoración profesional o la necesidad de adoptar otras medidas que serían orientadas por un médico o un psicólogo. En todo caso, y con suficiente certeza, son recursos disponibles para cuidar nuestra salud mental… ¡desde lo natural!

Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Desde lo Natural

Muchos niños hablan en sueños, gritan o mantienen conversaciones. Te contamos a qué se debe y si debes preocuparte por la somniloquia infantil.

¿Tu hijo habla en sueños? Observar este fenómeno puede resultar desconcertante para los padres y madres, especialmente cuando las vocalizaciones se acompañan de gritos o llantos. Sin embargo, es un fenómeno muy común en niños que, en principio no tiene por qué alarmarte. Se conoce como somniloquia infantil y a continuación te contamos todo lo que debes saber al respecto.

Como te decíamos, son muchas las familias que viven la somniloquia con sus pequeños. De hecho, se estima que entre el 8 y el 14,2 % de niños en edad escolar presentan esta conducta. Se trata de un trastorno del sueño inocuo y que no causa afectación en el menor. Pero, ¿cuándo debemos preocuparnos? Y ¿cómo podemos abordarlo? Te lo explicamos.

¿Qué es la somniloquia infantil?

Para entender qué es la somniloquia, primero debemos hablar de parasomnias. Estas son conductas que aparecen en diferentes fases del sueño, que son inconscientes y que, por lo general, no se recuerdan. Entre ellas encontramos algunas tan comunes como las pesadillas, los terrores nocturnos o el bruxismo y otras menos conocidas, como la somniloquia.

En el caso de estas últimas, nos referimos a episodios de corta duración en los que el niño emite vocalizaciones más o menos complejas, sin tener voluntad de hacerlo y sin recordar nada al respecto posteriormente. El contenido de los mismos puede ir desde pequeños sonidos ininteligibles hasta palabras o incluso monólogos y conversaciones. Además, se escuchan suaves susurros o verbalizaciones intensas en tono elevado.

En ocasiones, el fenómeno verbal se acompaña de expresiones emocionales, como llanto, gritos o risas. Asimismo, el niño parece confundido durante el episodio. Sin embargo, una vez finaliza continúa durmiendo sin problema y sin ser consciente de lo ocurrido.

Pese a que la somniloquia infantil puede darse en cualquier momento del sueño, es más común durante las fases de sueño profundo y durante el sueño REM (del término inglés rapid eye movement). Además, suele darse durante la primera mitad de la noche o del periodo en que el niño está dormido.

¿Por qué ocurre la somniloquia?

La somniloquia se debe a un despertar transitorio del sueño REM. Pero también es posible que se produzca un desajuste en la activación/inhibición de ciertas áreas cerebrales.

Por ejemplo, según recoge un artículo de Elsevier Connect, durante el sueño REM el tono muscular en todo el cuerpo se encuentra muy deprimido porque hay una fuerte inhibición de las zonas espinales de control de los músculos. Esto hace que permanezcamos inmóviles, incluso teniendo sueños muy vívidos.

Puede ocurrir, entonces, que las áreas cerebrales que controlan la actividad de los músculos bucofaciales permanezca activas. Así, al tener lugar esta activación atípica de los circuitos psicolingüísticos durante el sueño, el niño habla dormido.

Pero, ¿por qué sucede esto en algunas personas y no en otras? Pues bien, no se ha encontrado una causa exacta de la aparición de la somniloquia infantil. Sin embargo, según recogen los investigadores del Sleep Disorders Medicine parece haber ciertos factores asociados:

  • Puede haber un componente genético que lleve a que este fenómeno se presente en diferentes generaciones de una misma familia.
  • Está asociado a la presencia de otras parasomnias, como el sonambulismo o las pesadillas.
  • Ocurre de forma más frecuente en épocas de ansiedad, estrés o cambios importantes en la vida del niño.
  • Aparece con mayor frecuencia en estados febriles.

¿Tiene consecuencias la somniloquia infantil?

Como decíamos, este fenómeno es muy frecuente e inocuo. El principal efecto es la preocupación que causa en la familia del niño, por desconocimiento de lo que ocurre, o la interrupción del descanso que pueda generar en quienes duermen con él (padres o hermanos).

Además, tal como recoge un artículo publicado en la Revista de Fundamentos de Psicología, es posible que si no aborda, la somniloquia permanezca hasta la edad adulta (momento en que suele ser más infrecuente).

No obstante, si tu hijo habla dormido con mucha frecuencia, esto puede tener repercusiones en su descanso. Por ejemplo, un estudio publicado en Journal of Clinical Medicine, encontró que las personas que hablan en sueños tienen una peor calidad del descanso autoinformada. Además, la somniloquia se asocia con un sueño más fragmentado y, por ende, menos reparador.

¿Cómo actuar al respecto?

A la vista de todo lo anterior, cabe mencionar que no es necesario actuar a menos que la somniloquia esté afectando al descanso del niño o al de otras personas. Si el menor habla en sueños con mucha frecuencia, pueden tomarse algunas medidas para reducir la aparición de los episodios:

  • Reducir el nivel de estrés. Por ejemplo, reorganizando sus actividades diarias y colocándole menos carga.
  • Ayudarle a gestionar eventos o circunstancias que puedan estarle afectando emocionalmente. Por ejemplo, un divorcio de los padres, un cambio de escuela o la llegada de un hermano generan emociones de ansiedad o tristeza que alteren su descanso. Conversar con el niño al respecto, permitirle expresar sus emociones y validarlas son de gran ayuda.
  • Animarle a adquirir buenos hábitos de higiene del sueño. Estas pequeñas medidas favorecen un descanso adecuado y mejoran la aparición de diferentes parasomnias.
  • Recurrir a los ejercicios de relajación o meditación para niños, los cuales contribuye en el descanso.

Algunas consideraciones finales acerca de la somniloquia

En definitiva, si tu hijo habla dormido ocasionalmente, no tienes de qué preocuparte. Es un fenómeno muy común en niños de su edad y no comporta mayores riesgos. A medida que crezca, estos episodios aparezcan con menor frecuencia. No obstante, si consideras que está teniendo un impacto en su descanso y las anteriores recomendaciones no son suficientes, buscar ayuda profesional será la mejor opción.

28 Enero 2025 Fuente: Radio Caribe/ Noticias/ Salud

enero 31, 2025 | Arlenes Tamayo Osorio | Filed under: Bienestar, Calidad de Vida, Cuba, De la prensa cubana, Enfermedad, Salud, salud mental | Etiquetas: , , , , , |