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Cuba tiene una amplia experiencia en el desarrollo de las industrias biotecnológica y farmacéutica, creadas por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, líder de la Revolución cubana. El progreso histórico de este sector está marcado por varios hitos importantes, que pasan por la creación del Centro Nacional de Investigaciones Científicas, en 1965; la constitución del Frente Biológico, en 1981; que da lugar posteriormente al Polo Científico del Oeste de la Habana, en 1992; la constitución de Quimefa en 2001; hasta la creación del Grupo Empresarial BioCubaFarma, en 2012.
A lo largo de estos años se ha logrado resultados importantes para la salud del pueblo cubano. Actualmente, la industria biofarmacéutica se consolida como un sector emergente de la economía del conocimiento en nuestro país. La comunidad científica internacional reconoce los avances alcanzados por Cuba en este sector, que ha tenido su máxima expresión en el enfrentamiento a la pandemia de COVID-19, especialmente en el desarrollo de vacunas seguras y efectivas contra esta enfermedad.(Ver noticia completa)
17 enero 2024| Fuente: Cubadebate| Tomado de |Especiales |Salud
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La Habana, 26 sep (ACN) Este martes, el encuentro semanal de la dirección del país con expertos y científicos para temas de salud abordó el resultado del uso de los interferones cubanos en el Protocolo de Actuación Nacional para la COVID-19, según informó el sitio de la Presidencia.
En el encuentro, encabezado por Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, se resaltó la capacidad de la ciencia y el sistema de salud cubanos para acudir a productos que ya han conseguido y demostrado su eficacia, y su valor, como los interferones, para el uso preventivo y el enfrentamiento inicial de enfermedades nuevas.
Sobre la presentación, el Jefe de Estado afirmó que es otra validación de la robustez de un grupo de medicamentos desarrollados por la mayor de las Antillas.
La Doctora en Ciencias Marta Ayala Ávila, miembro del Buró Político y directora general del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), significó que a más de 40 años de que Cuba hubiera logrado producir los primeros interferones, las nuevas generaciones en la ciencia y la salud pública sigan defendiendo un proyecto impulsado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Al destacar el interés renovado que hay en el mundo con relación a los interferones, Ayala Ávila subrayó la organización de nuestro sistema de salud para su uso y la capacidad de utilizar y colocar herramientas que deben seguir siendo evaluadas y posicionadas ante la aparición de nuevas pandemias, un criterio que es compartido por buena parte de la comunidad científica internacional.
Cuba fue uno de los países pioneros en la producción de interferones, con la obtención del interferón leucocitario en 1981, uno de los primeros en el mundo. Es un desarrollo que ha tenido a lo largo de los años varias formulaciones y que tuvo entre sus puntos culminantes más reciente, su amplio uso en el enfrentamiento y control de la pandemia de COVID-19.
El Doctor en Ciencias Hugo Nodarse Cuní, jefe de Departamento de Investigaciones Clinicas del CIGB, recordó que el primer uso de interferones en el tratamiento de contagiados por el nuevo coronavirus fue en China, al inicio de la epidemia, y se empleó, precisamente, un fármaco creado por científicos de la Isla y producido por la empresa mixta chino-cubana ChangHEBER.
El experto señaló que como resultado de que en Cuba se dirigió y controló la COVID-19 en base a la ciencia y la innovación, fue el interferón el medicamento que más ampliamente se usó en la etapa pre-vacunación.
Subrayó que este es un producto de nuestra biotecnología que se empleó 40 años atrás en la epidemia de Dengue Hemorrágico, y 40 años después contribuyó de manera decisiva en el enfrentamiento al principal reto que ha tenido que enfrentar la Salud Pública cubana, la pandemia de COVID-19.
El interferón, sentenció Nodarse Cuní, es un sólido antiviral que enfrentó una enfermedad nueva, que demostró en la práctica las potencialidades de los productos biotecnológicos cubanos.
En un recuento de los resultados del uso de este medicamento en el tratamiento a la COVID-19, el científico recordó que el Interferón tipo I ya había sido usado anteriormente en el tratamiento de coronavirus, pero en el caso del virus SARS CoV-2 se demostró que era más sensible.
El especialista hizo una reseña de los resultados de los estudios clínicos para la evaluación del efecto y seguridad de los interferones cubanos HeberFERÓN versus Heberón Alfa R; así como el empleo de este último en pacientes con COVID-19.
Informó que entre el 11 de marzo de 2020 al 12 de abril de 2021, período previo al inicio de la inmunización masiva con vacunas anti-COVID-19, también totalmente cubanas, más de 88 000 individuos participaron en un ensayo clínico con la aplicación de interferones, de ellos, más de 10 000 pacientes de pediatría, incluyendo el uso de una formulación liofilizada en cerca de dos mil niñas y niños sobre los tres años de edad.
Entre los resultados de los estudios, señaló que el tratamiento con Interferón Alfa-2b en pacientes COVID-19 contribuyó a la recuperación, independientemente de la presencia de síntomas respiratorios clínicos; se asoció con un menor requerimiento de la unidad de cuidados intensivos, y redujo significativamente el riesgo de muerte.
En el encuentro, que fue moderado por la doctora Tania Margarita Cruz Hernández, viceministra primera del MINSAP, y en el que también participaron los viceprimeros ministros, Inés María Chapman Waugh y Jorge Luis Perdomo Di-Lella, el científico abordó en detalle la formulación farmacéutica del Interferón Alfa 2b humano recombinante en solución para administración nasal.
En los estudios realizados, el ya icónico Nasalferón, otro fruto de la ciencia cubana durante el enfrentamiento a la pandemia de COVID-19, demostró, por ejemplo, tener potencia para efecto antiviral nasofaríngeo, así como efectos sostenidos y prolongados. Su seguridad y efecto profiláctico permitió que obtuviera el Autorizo de Uso de Emergencia por la autoridad regulatoria cubana.
El Nasalferón, un producto genuino de la biotecnología cubana, nació, enfatizó el Dr.C. Nodarse Cuní, como un producto profiláctico y se convirtió en una herramienta terapéutica.
25/09/2023
Fuente: (acn) Tomado de Noticias | Salud
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Que se estén desarrollando este año 104 ensayos clínicos, ratifican la capacidad científica de Cuba en el área médico-investigativa; la comunidad científica y el sistema de Salud Pública trabajan actualmente en más de 30 ensayos vinculados al cáncer, más de 40 a la clínica, cerca de 20 relacionados con la COVID-19 y más de diez en el área de las infecciones, entre otros.
En cuanto a la distribución de esos ensayos clínicos según tipos de productos, 60 versan sobre productos biológicos, 18 sobre productos naturales, 17 son vacunas, cinco giran en torno a equipos y dispositivos médicos, y otros son de base químico-farmacéutica.
El desarrollo y perspectivas de los ensayos clínicos en Cuba fue el tema tratado esta vez en el habitual encuentro del primer secretario del Comité Central del Partido y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el miembro del Buró Político y Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, con expertos y científicos para temas de salud.
La Doctora Amaylid Arteaga García, directora del Centro Nacional Coordinador de Ensayos Clínicos (CENCEC), centro rector metodológico de la actividad del país, rindió homenaje al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, impulsor del desarrollo de la Salud Pública cubana y de la industria biofarmacéutica, así como a la doctora María Amparo Pascual López, fundadora del sistema integrado de ensayos clínicos en Cuba.
La presentación a la dirección del país del estado actual de la actividad tuvo como premisa los cambios radicales que ha traído para el mundo, y en especial para Cuba, el enfrentamiento y actividad científica ante la COVID-19, por lo que hoy se puede hablar de un antes y un después en los conceptos y el hacer.
Destacó que de las lecciones aprendidas en el bregar del sistema integrado de ensayos clínicos, resalta la importancia de haber priorizado el desarrollo de la industria biofarmacéutica cubana; el que en el Protocolo Nacional de Actuación, el 85 por ciento de los productos sean de nuestra industria; y que se haya alcanzado una innovación regulatoria en función de acortar los tiempos sin afectar la calidad del dato clínico, entre otras.
En el encuentro, al que también asistieron el viceprimer ministro Jorge Luis Perdomo Di-Lella y el titular del Minsap, Dr. José Ángel Portal Miranda, la doctora Arteaga García resaltó a su vez que en el centro de esta actividad están las investigadoras e investigadores y sus equipos de trabajo de enfermería, farmacéutica y personal de otras disciplinas.
Se trata, añadió, de un sistema de responsabilidades compartidas, a partir de las buenas prácticas clínicas, que incluyen instituciones de salud y comités de ética de investigación, promotores y monitores, y a las autoridades reguladoras.
La directora del Centro Nacional Coordinador de Ensayos Clínicos (CENCEC) informó que a pesar de las dificultades y limitaciones materiales, debido, en primer lugar, al bloqueo de EE.UU. contra Cuba, que sin dudas ralentizan los ensayos, en este momento se realizan estudios muy relevantes para la atención y calidad de vida de nuestro pueblo.
Entre los ensayos clínicos actuales destacan, dijo, el vinculado al NeuroEPO en Alzheimer, que incluye a unos 500 pacientes de varias provincias; el relacionado con el NeuroEPO en Ataxia, con más de 70 personas incluidas; el Jusvinza en Artritis Reumatoide, en cerca de 300 pacientes; la vacuna antineumocócica, con una intervención en Cienfuegos con más de mil niñas y niños vacunados; y el Cimavax-EGF en escenario preventivo de cáncer de pulmón, en el que están incluido más de 30 pacientes.
13/09/2023
Fuente: (Cubadebate) Tomado- Noticias Salud © 2014, UCI, La Habana, Cuba