Tres reconocidas instituciones cubanas presentaron hoy sus productos más destacados durante el congreso internacional BioHabana 2024, que se desarrolla en Varadero hasta el 5 de abril.

El Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) expuso al público productos biomédicos destinados al tratamiento de enfermedades gastrointestinales, oncológicas, entre otras.

Miriela Gil Mena, directora de Ventas Internacionales de la institución, se refirió a la Heberkinasa, empleada en todos los centros hospitalarios para la prevención del infarto agudo de miocardio; la vacuna recombinante contra la hepatitis B, con importantes resultados de seguridad y eficacia, y empleada en Cuba desde 1992; y la vacuna Abdala contra la Covid-19, aplicada durante la pandemia.

También son importantes los medicamentos empleados en animales, como la vacuna contra la garrapata del ganado vacuno, la vacuna de proteína contra la fiebre porcina y el suplemento nutricional para peces.

Entre los productos líderes del centro destaca el Heberprot P, destinado al tratamiento de las úlceras diabéticas, con alta eficacia en la prevención de amputaciones y suministrado por infiltración.

Fueron presentados también el HeberFeron (que evita mutilar zonas dañadas por cáncer de piel), el Nasalferon y Jusvinza, antiinflamatorio para el tratamiento de la artritis reumatoidea, que fue empleado de emergencia en pacientes en cuidado intensivo durante la Covid-19.

Por su parte, Bárbara Isabel Ordaz Lazo de la Vega, especialista comercial del Instituto Finlay de Vacunas, presentó los productos exportables de su institución, centro que cuenta con plantas para investigación, desarrollo, entre otros procesos industriales.

Entre esos productos destacan la vacuna QuimiBio y las vacunas Soberanas contra la Covid-19. Además, el Finlay produce siete de las 12 vacunas del Programa Nacional de Inmunización; así como tres antígenos a una vacuna en colaboración con el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB).

Cuba obtuvo gracias al Finlay la primera vacuna para inmunización del Covid-19 en pediatría, registrada en Bielorrusia y con permiso de uso de emergencia en México y Venezuela.

Ordaz Lazo de la Vega comentó que su institución comercializa también ingredientes farmacéuticos activos para diferentes tipos de vacunas.

Entre los proyectos en que se encuentra inmerso el centro destaca el de vacuna atenuada contra el cólera, el de vacuna meningocócica (que incluya varias valencias) y la vacuna contra la fiebre tifoidea.

En otro momento de presentaciones, Yudith Rodríguez, de la Dirección de Ciencias e Innovación del Grupo Empresarial Labiofam explicó que su empresa cuenta con 160 proyectos de investigación.

También existe una línea de medicamentos homeopáticos para uso veterinario, como los antidiarreicos.

Como productos innovadores de la empresa destacan los controladores de larvas de mosquitos que causan el dengue y la malaria; así como la comercialización de servicios de alto valor agregado, como los servicios de las instituciones que trabajan ciencia en la agricultura cubana.

El grupo incursiona igualmente en la producción de alimentos probióticos como el yogurt y derivados de maíz, además de aditivos alimentarios capaces de mejorar el rendimiento.

02 abril 2024| Fuente: Cubadebate| Tomado de| Noticias| Ciencia y Tecnología

La Habana, 26 sep (ACN) Este martes, el encuentro semanal de la dirección del país con expertos y científicos para temas de salud abordó el resultado del uso de los interferones cubanos en el Protocolo de Actuación Nacional para la COVID-19, según informó el sitio de la Presidencia.

En el encuentro, encabezado por Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, se resaltó la capacidad de la ciencia y el sistema de salud cubanos para acudir a productos que ya han conseguido y demostrado su eficacia, y su valor, como los interferones, para el uso preventivo y el enfrentamiento inicial de enfermedades nuevas.

Sobre la presentación, el Jefe de Estado afirmó que es otra validación de la robustez de un grupo de medicamentos desarrollados por la mayor de las Antillas.

La Doctora en Ciencias Marta Ayala Ávila, miembro del Buró Político y directora general del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), significó que a más de 40 años de que Cuba hubiera logrado producir los primeros interferones, las nuevas generaciones en la ciencia y la salud pública sigan defendiendo un proyecto impulsado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Al destacar el interés renovado que hay en el mundo con relación a los interferones, Ayala Ávila subrayó la organización de nuestro sistema de salud para su uso y la capacidad de utilizar y colocar herramientas que deben seguir siendo evaluadas y posicionadas ante la aparición de nuevas pandemias, un criterio que es compartido por buena parte de la comunidad científica internacional.

Cuba fue uno de los países pioneros en la producción de interferones, con la obtención del interferón leucocitario en 1981, uno de los primeros en el mundo. Es un desarrollo que ha tenido a lo largo de los años varias formulaciones y que tuvo entre sus puntos culminantes más reciente, su amplio uso en el enfrentamiento y control de la pandemia de COVID-19.

El Doctor en Ciencias Hugo Nodarse Cuní, jefe de Departamento de Investigaciones Clinicas del CIGB, recordó que el primer uso de interferones en el tratamiento de contagiados por el nuevo coronavirus fue en China, al inicio de la epidemia, y se empleó, precisamente, un fármaco creado por científicos de la Isla y producido por la empresa mixta chino-cubana ChangHEBER.

El experto señaló que como resultado de que en Cuba se dirigió y controló la COVID-19 en base a la ciencia y la innovación, fue el interferón el medicamento que más ampliamente se usó en la etapa pre-vacunación.

Subrayó que este es un producto de nuestra biotecnología que se empleó 40 años atrás en la epidemia de Dengue Hemorrágico, y 40 años después contribuyó de manera decisiva en el enfrentamiento al principal reto que ha tenido que enfrentar la Salud Pública cubana, la pandemia de COVID-19.

El interferón, sentenció Nodarse Cuní, es un sólido antiviral que enfrentó una enfermedad nueva, que demostró en la práctica las potencialidades de los productos biotecnológicos cubanos.

En un recuento de los resultados del uso de este medicamento en el tratamiento a la COVID-19, el científico recordó que el Interferón tipo I ya había sido usado anteriormente en el tratamiento de coronavirus, pero en el caso del virus SARS CoV-2 se demostró que era más sensible.

El especialista hizo una reseña de los resultados de los estudios clínicos para la evaluación del efecto y seguridad de los interferones cubanos HeberFERÓN versus Heberón Alfa R; así como el empleo de este último en pacientes con COVID-19.

Informó que entre el 11 de marzo de 2020 al 12 de abril de 2021, período previo al inicio de la inmunización masiva con vacunas anti-COVID-19, también totalmente cubanas, más de 88 000 individuos participaron en un ensayo clínico con la aplicación de interferones, de ellos, más de 10 000 pacientes de pediatría, incluyendo el uso de una formulación liofilizada en cerca de dos mil niñas y niños sobre los tres años de edad.

Entre los resultados de los estudios, señaló que el tratamiento con Interferón Alfa-2b en pacientes COVID-19 contribuyó a la recuperación, independientemente de la presencia de síntomas respiratorios clínicos; se asoció con un menor requerimiento de la unidad de cuidados intensivos, y redujo significativamente el riesgo de muerte.

En el encuentro, que fue moderado por la doctora Tania Margarita Cruz Hernández, viceministra primera del MINSAP, y en el que también participaron los viceprimeros ministros, Inés María Chapman Waugh y Jorge Luis Perdomo Di-Lella, el científico abordó en detalle la formulación farmacéutica del Interferón Alfa 2b humano recombinante en solución para administración nasal.

En los estudios realizados, el ya icónico Nasalferón, otro fruto de la ciencia cubana durante el enfrentamiento a la pandemia de COVID-19, demostró, por ejemplo, tener potencia para efecto antiviral nasofaríngeo, así como efectos sostenidos y prolongados. Su seguridad y efecto profiláctico permitió que obtuviera el Autorizo de Uso de Emergencia por la autoridad regulatoria cubana.

El Nasalferón, un producto genuino de la biotecnología cubana, nació, enfatizó el Dr.C. Nodarse Cuní, como un producto profiláctico y se convirtió en una herramienta terapéutica.

25/09/2023

Fuente: (acn)  Tomado de Noticias | Salud 

La Habana, 20 ago.- Resultado de los esfuerzos en el control de la COVID-19 y la aplicación exitosa de vacunas de producción nacional para la prevención de la enfermedad, Cuba no registra hace un año muertes por el coronavirus SRAS-CoV-2.

El último deceso se produjo el 20 de agosto del 2022, cuando la cifra total de fallecidos desde el inicio de la pandemia se ubicó en ocho mil 530, lo que indica una letalidad de 0,76, entre las más bajas de América Latina.

A partir de medidas en la prevención y diagnóstico, la atención hospitalaria y el uso de medicamentos y vacunas fabricadas por la biotecnología cubana se logró el control en la presencia de la COVID-19.

Cuando Cuba transita hacia el cuarto año del inicio de la pandemia en la isla, hoy la cifra de casos que se detectan es baja, lo que confirma la efectividad de la estrategia implementada. (Tomado de Radio Cadena Agramonte)