Finlay enunció por primera vez, el 18 de febrero de 1881, ante la V Conferencia Sanitaria Internacional de Washington, su teoría del contagio de la fiebre amarilla, a través de la existencia de un agente biológico intermedio, capaz de transmitir esa dolencia de un individuo enfermo a otro sano

Hijo de padre escocés y madre francesa, Carlos Juan Finlay Barrés, el más universal de los científicos cubanos, nació el 3 de diciembre de 1833 en Puerto Príncipe, actual ciudad de Camagüey, hace 190 años.

Médico de profesión, Finlay enunció por primera vez, el 18 de febrero de 1881, ante la V Conferencia Sanitaria Internacional de Washington, su teoría del contagio de la fiebre amarilla, a través de la existencia de un agente biológico intermedio, capaz de transmitir esa dolencia de un individuo enfermo a otro sano.

Ese revolucionario planteamiento constituyó su más grande aporte a la ciencia médica mundial, al representar una ruptura radical con las concepciones epidemiológicas prevalecientes hasta entonces, según las cuales las dolencias solo podían diseminarse por contacto directo entre las personas o debido a la influencia de un factor ambiental.

Seis meses después, en una sesión de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, celebrada el 14 de agosto de 1881 (fue elegido Miembro de Número de esa institución, en 1872, y en 1895 Miembro de Mérito), el sabio cubano esbozó la hipótesis de que el agente transmisor debía ser un mosquito, probablemente la hembra de la especie hoy denominada Aedes aegypti.

Así, Finlay no solo identificó al vector transmisor de esa enfermedad, también fundamentó y demostró un nuevo modo de propagación de las enfermedades no enunciado hasta ese momento.

Tuvo también la genialidad de diseñar y proponer las recomendaciones higiénicas destinadas a la eliminación del mosquito, deviniendo así en precursor de la lucha antivectorial.

Pasaron casi 20 años años para que sus postulados relacionados con la prevención de la fiebre amarilla fueran sometidos a prueba por el Gobierno interventor estadounidense, en 1901.

Basadas en las recomendaciones de Finlay, en ese propio año La Habana se vio envuelta en una masiva batida contra el insecto, cuya acción fundamental radicaba en destruir las larvas en los propios criaderos localizados en acumulaciones de agua estancada.

Con la instauración de la República, el 20 de mayo de 1902, es nombrado Jefe Superior de Sa­nidad, y confeccionó el primer código sanitario que tuvo nuestro país.

Dispuso, de manera obligatoria, la vacunación contra la viruela, y abogó por crear mecanismos capaces de garantizar el saneamiento sistemático de la vía pública. Prohibió, de igual modo, los baños en determinadas áreas del litoral habanero, al considerar que las aguas estaban contaminadas.

Al igual que su padre, Finlay fue un reconocido oftalmólogo. En el ejercicio de esa especialidad describió un nuevo método quirúrgico para la extracción de cataratas, y diseñó un dispositivo capaz de atenuar la brillantez de la luz natural en los pacientes operados, así como un efectivo vendaje ocular.

Hizo diferentes investigaciones sobre el cólera en La Habana, logrando corroborar que la mayor incidencia de pacientes se concentraba en las áreas más cercanas a la Zanja Real.

Como aparece reseñado en el libro Historia de la ciencia y la tecnología en Cuba, de un colectivo de autores encabezados por el fallecido doctor Pedro Marino Pruna, entre 1905 y 1915 (año en que falleció, el día 20 de agosto), Finlay fue propuesto en varias ocasiones al Premio Nobel de Medicina y Fisiología, único cubano conocido en el orden individual que haya sido candidato a merecer tan alta distinción en reiteradas oportunidades, pero no se le concedió.

Si bien hubo intentos malintencionados de silenciar su monumental obra o arrebatarle, incluso, la paternidad de la teoría del mosquito como transmisor de la fiebre amarilla, el XII Congreso de Historia de la Medicina, celebrado en Roma, en 1954, ratificó que solo a Carlos Juan Finlay le corresponde el mérito de haber logrado tan significativo descubrimiento.

Para rendir permanente homenaje a Finlay en la fecha de su natalicio, a propuesta de la delegación cubana, los participantes en el IV Congreso de la Asociación Médica Panamericana, efectuado en la ciudad de Dallas, Estados Unidos, en marzo de 1933, aprobaron por unanimidad instituir, con carácter permanente, el 3 de diciembre, como Día de la Medicina Americana.

Después del triunfo de la Revolución, en Cuba la efeméride pasó a ser el Día de la Medicina Latinoamericana y del Trabajador de la Salud.

5 diciembre 2023 | Fuente: Granma| Tomado de |Noticias| Cuba

DOHA, Catar.-Un sentir se ha vuelto recurrente dentro de la población catarí: sin importar cuán lejos pueda estar de casa el “Hospital de los Cubanos” -el que está enclavado en Dukhan, pequeña ciudad cercana a Doha-, muchas familias lo prefieren.

Es esa la historia de un prestigio creciente, sobre la cual pudo hablarse con orgullo y cariño durante la llegada al centro médico, este domingo en la tarde (hora local), de la delegación cubana que ha estado en la nación árabe dando cumplimiento a una visita oficial de trabajo, y que ha estado encabezada por el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista y presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez. Leer más

En un complejo escenario, la salud pública prioriza acciones orientadas hacia la promoción del bienestar, a pesar de la intensificación de la crisis económica.

En un esfuerzo por proteger al Sistema Nacional de Salud (SNS) en medio de la crisis pospandémica más significativa del siglo XXI, el sector sanitario cubano enfrenta grandes retos en aras de mantenerse como una potencia médica a nivel mundial.

60 años de la primera misión internacionalista de Cuba, 605 mil 698 trabajadores del sector han colaborado en 165 países del mundo. En nuestra región, la salud pública cubana ha tenido siempre un lugar cimero por sus grandes aportes; con iniciativas como las brigadas Henry Reeve, el Programa Integral de Salud (PIS), el Programa Barrio Adentro y la Operación Milagro, que devolvió la visión a personas de 35 países de América Latina y África.             Consulte además: Internacionalismo médico cubano, su historia y su actualidad

La creación en 1999 de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), como parte del PIS, es otra muestra de cómo Cuba extiende solidariamente la colaboración médica a varios países; la institución educa de forma gratuita a jóvenes de América Latina, África y Estados Unidos que, luego de culminar sus estudios, retornan a sus países a contribuir en la sostenibilidad de sus sistemas de salud.

En la mayor de las Antillas, gracias al Programa de inmunización, se administran, en promedio, 4 800 000 dosis de vacunas simples o combinadas que protegen contra 13 enfermedades. La erradicación de padecimientos como la poliomielitis, la difteria, el sarampión, la parotiditis, la rubeola y la tosferina es un indicador de lo intenso del trabajo del gobierno para mejorar el estado general sanitario de la población.

La salud ha sido siempre una prioridad para el Estado cubano, quien creó un sistema público con una inversión anual que representa gran parte del presupuesto nacional. Pero, ¿solo logros caracterizan al SNS hoy en día?

Actualmente encontramos un sector con muchos desafíos; los cuales se vuelven más complejos con la presencia del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos. Las trabas en el acceso a insumos y materiales necesarios para la atención médica dificultan más la situación de un sistema de salud que aún se recupera de los estragos de la pandemia del Covid-19.

Según el más reciente informe del Ministerio de Relaciones Exteriores sobre los daños causados por el bloqueo estadounidense a Cuba, entre el 1.° de marzo de 2022 y el 28 de febrero de 2023, las pérdidas causadas al sector de la salud son de 239 millones 803 mil 690 dólares, cifra superior a la reportada en fechas anteriores. Pero las faltas en el sector sanitario no son solo materiales, sino también humanas.

“La salida de profesionales y técnicos hacia otras actividades económicas dentro y fuera del país ha afectado determinados servicios, problemática que hoy es atendida con sumo cuidado”, expresó en la Mesa Redonda Tania Margarita Cruz Hernández, viceministra primera del MINSAP.

Los trabajadores han emigrado, tanto a otros sectores o modalidades de empleo como a otros países, lo que agrava de sobremanera el panorama para el país. Estas faltas influyen directamente en la calidad de los servicios sanitarios, y hacen que hoy día, en áreas como la oftalmología y estomatología, comiencen a verse formas privadas de atención con precios poco asequibles para el pueblo.

Las ausencias materiales y humanas no son el único reto que enfrenta el SNS; la situación sanitaria posiciona al país en la zona de alarma del canal endémico. Los basureros y salideros en las calles, unidos a la falta de la realización de las pesquisas focales, han propiciado un aumento en los casos de dengue en Cuba.

Y, aunque entre los objetivos trazados por el MINSAP esté el fortalecimiento a las medidas vinculadas a la higiene, la epidemiología y la microbiología; debe existir también una conciencia en la población de hacer todo lo posible por evitar posibles focos de esta enfermedad.

Otro aspecto atendido por el SNS es el envejecimiento poblacional, que tiene como una de sus causas las bajas tasas de natalida del país; variable que, unida al comportamiento de la migración en los últimos años, ha provocado que el crecimiento poblacional sea prácticamente nulo.

Una cuestión de interes ,también es la necesidad  que tiene la racionalidad en el uso de los recursos  con la intención de responder a los compromisos que tiene el sector;entre ellos ,prestarle  atención al Programa Materno Infantil con todo lo que él representa al ser un proyecto líder en la atención a las madres gestantes.

El panorama se vuelve difícil para un país que atraviesa una crisis económica profunda; donde resulta imperante reestablecer los servicios hospitalarios con demanda acumulada a pesar de los problemas persistentes con los medios diagnósticos como ultrasonidos, rayos X, endoscopías y otros recursos materiales.

Entre los principales desafíos a tratar prevalece el intento de cerrar las brechas en la disponibilidad de insumos. El 5 de diciembre de 2022 fue un momento crítico, donde se detectaron 219 faltas de medicamentos en el país. Resulta necesario trabajar con base en aumentar el alcance y la estabilidad en la producción e importación de medicinas.

Otra acción del MINSAP para mejorar la situación es la actualización, como parte del cronograma legislativo cubano, de la Ley de Salud de 1983 que pretende incorporar medidas con el fin de mejorar los servicios ofrecidos por el sector de la salud.

En un país que defiende la medicina como un derecho para todos los ciudadanos, envía profesionales médicos a todas partes del mundo y cuyo conocimiento es demandado e incluso cotizado; se reconocen las carencias actuales. Sin embargo, el entorno condiciona, pero no determina; y se han incorporado nuevos modos de hacer para seguirse adaptando a las circunstancias y avanzar en pos de brindar un servicio sanitario de mejor calidad.

5 diciembre 2023 |Fuente: Cubahora| Tomado de |Noticias| Sociedad