Nov
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Con la mirada puesta en los niños, quienes enfrentan en la actualidad uno de los mayores riesgos ante el avance de los contagios por el virus de Chikungunya en Cuba, expertos y científicos asociados al sector de la Salud compartieron en la tarde de este martes con el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, ideas y acciones trascendentales para la atención y el cuidado de la población pediátrica.
Durante la reunión, que tuvo lugar en la tarde de este miércoles, y donde estuvo presente el miembro del Buró Político y Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, se detallaron testimonios clínicos y evidencias científicas recientes de importancia para actualizar y delinear estrategias que permitan estar mejor preparados para proteger a los menores ante el virus.
Mientras el Chikungunya reconfigura los mapas epidemiológicos de la región y coloca a la infancia en una zona de mayor vulnerabilidad, desde el Sistema Nacional de Salud se continúan realizando múltiples estudios que permiten, entre otros elementos, tener una visión más completa del comportamiento de la enfermedad en cada etapa y así estar en mejores condiciones de tratarla.
De ahí la insistencia del Presidente Díaz-Canel en priorizar las acciones preventivas y de control para disminuir los casos provocados por la epidemia, la cual debemos enfrentar cada vez con mayor inteligencia y efectividad.
Al respecto, la doctora Tania Roing Álvarez, jefa del Grupo Nacional de Neonatología, explicó que como parte de la caracterización clínica del Chikungunya realizada en el país, el primer paso fue una amplia revisión sobre la temática a nivel internacional, pues en Cuba no existían antecedentes de la enfermedad. Ello permitió confirmar, entre otros elementos, que la transmisión puede ser vertical (de madre a niño) o por picadura de mosquitos; que es alto el riesgo de transmisión a la descendencia si la madre se encuentra en periodo de viremia en el parto, así como que la enfermedad puede ser grave en los neonatos.
Las manifestaciones clínicas, tanto en el mundo como en Cuba, refirió, se ha demostrado que son diversas, y aunque la menos grave puede ser la fiebre, también pueden llegar a producirse otras más complicadas como las alteraciones neurológicas, dermatológicas, respiratorias, hematológicas, cardiovasculares y gastrointestinales.
De ahí su insistencia en la afectación orgánica que puede ocasionar el virus en los neonatos, con peligro real para su vida, al ser un grupo poblacional muy vulnerable.
Como respaldo a sus valoraciones, la pediatra infectóloga Ileana Álvarez Lam comentó que se ha trazado una estrategia para el enfrentamiento a la enfermedad dividida en tres etapas: identificación de las principales manifestaciones clínicas en grupos de edades; reconocimiento de los signos de alarma de la enfermedad, y diseño del algoritmo para la atención del paciente pediátrico.
En todo ello, aseguró, ha sido de mucha utilidad la experiencia de los médicos que han estado en la primera línea de enfrentamiento en la atención a los infantes, sobre todo de los menores de tres meses que son los de mayor riesgo.
En sus palabras también quedó el llamado a las familias para estar alertas ante la presencia de signos de alarma que no pueden ser ignorados, entre los cuales destacó, irritabilidad, somnolencia, cambio en las características de las deposiciones, indiferencia a la alimentación y distensión abdominal.
Teniendo en cuenta la vulnerabilidad de la población pediátrica ante la enfermedad y la magnitud de las complejidades, la doctora Yagen Pomares, directora nacional de Atención Primaria de Salud del Ministerio de Salud Pública, aseguró que constantemente se están definiendo y actualizando en el Sistema Nacional de Salud acciones que permitan una atención cada vez más oportuna.
Con especial énfasis se refirió al trabajo que se realiza para garantizar entornos y viviendas seguras allí donde se encuentren gestantes, puérperas, recién nacidos y lactantes; el ingreso en hogares maternos de gestantes a partir de las 37 semanas y la aplicación de un ciclo de Biomodulina T; el seguimiento diario a todos los neonatos y puérperas que se encuentran en la comunidad, así como la discusión y evaluación constante del cumplimiento de los protocolos establecidos, por parte de grupos de expertos nacionales que recorren todas las provincias del país.
Y en medio del complejo escenario epidemiológico que vive la nación, así como se hizo en el transcurso del enfrentamiento a la pandemia de la COVID-19, en el encuentro de este miércoles el doctor Raúl Guinovart Díaz, decano de la Facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana, compartió elementos sobre los modelos matemáticos aplicados para interpretar el comportamiento de las arbovirosis durante el 2025 en Cuba.
“Los modelos, que tienen en cuenta la interacción entre los focos y las personas enfermas, a partir del análisis de datos proporcionados por el Ministerio de Salud Pública, coinciden con todo lo que está sucediendo”, aseveró.
En estos momentos, dijo, vivimos un pico de la epidemia y un crecimiento de las arbovirosis, lo cual requiere de un refuerzo de las medidas de control antivectorial en cada escenario donde sea posible.
26 Noviembre 2025 Fuente: Tribuna de La Habana/ Noticias/ Salud
Nov
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Más de 600 nuevos profesionales egresados de la Universidad de Ciencias Médicas de Guantánamo (UCMG) recibieron este miércoles sus títulos en la graduación del Aniversario 43 del Destacamento Carlos J. Finlay, con la cual un nuevo capital humano altamente calificado se suma a los servicios de salud del territorio.
La ceremonia, realizada en la plaza polifuncional Pedro Agustín Pérez, reunió a autoridades políticas, gubernamentales, profesores, familiares y amigos en un ambiente matizado por las presentaciones de los jóvenes talentos artísticos de la UCMG.
La doctora Yamilé Rodríguez Sotomayor, rectora de la Casa de Altos Estudios, destacó el carácter excepcional de esta promoción, su activa y valiente participación en tareas de alto impacto desde sus inicios, como el enfrentamiento a la pandemia de COVID 19 y la recuperación tras el huracán Oscar en 2024, experiencias que forjaron su carácter profesional antes incluso de graduarse.
Con un llamado a la superación constante, instó a los nuevos galenos a defender desde «el ejército de las batas blancas» los principios de la Revolución, y les encomendó asumir con altruismo y valentía la noble misión de aliviar el sufrimiento y promover la salud, tanto en Cuba como en cualquier rincón del mundo que lo necesite.
Con un total de 725 graduados, la provincia se fortalece con 390 Doctores en Medicina (incluye uno de la República de Palau), 13 estomatólogos, 75 Licenciados en Enfermería, 86 tecnólogos y 161 Técnicos Superiores de Ciclo Corto, perfiles necesarios para la atención integral.
En la excelencia académica se destacan la entrega de 83 títulos de oro, 26 de ellos en la licenciatura de Medicina, y los demás de Enfermería, Logofonoaudiología, Nutrición, Sistema de Información en la Salud, Optometría y Óptica, Rehabilitación en Salud y otras especialidades técnicas y de formación de ciclo corto.
Fueron reconocidos también siete nuevos doctores con el Premio al Mérito Científico, asimismo, se distinguió a siete integrantes del movimiento de vanguardia Mario Muñoz Monroy, (quienes tienen condiciones para integrar la cantera de cuadros del sector de la salud en los diferentes niveles de dirección).
La emoción del momento fue resumida en Carmen Lidia Carbonel Garbey, la graduada más integral del curso 2024-2025 (de Medicina), quien con orgullo y gratitud, agradeció a la Revolución y a su universidad al afirmar que este fin es solo el comienzo de una etapa de sacrificio y compromiso inquebrantable con el pueblo y la salud.
Esta celebración, dedicada al 67 Aniversario de la Revolución, al 103 de la FEU y al centenario de Fidel Castro, pone otro broche de oro a 45 años de docencia médica superior en Guantánamo, la cual ya suma 25 mil 834 profesionales formados, que incluyen a 811 estudiantes de 54 nacionalidades y consolida así su contribución no solo a la salud local, sino también al internacionalismo médico cubano.
27 Noviembre 2025 Fuente: ACN/ Noticias/ Salud
Nov
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La pertinaz lluvia de noviembre anunciaba la llegada del breve invierno caribeño. Llegar al Puente de 100, en La Habana, más que brindarme protección, me deparó una sorpresa y, sobre todo, una gran preocupación. Ahí, en medio de la marginalidad y el desorden, ciertos fenómenos ocurren a la vista de todos, sin el menor pudor. Y uno, en particular, se ha salido de control por completo: la venta indiscriminada de medicamentos.
Ya ni siquiera se esconden. Los pasillos están copados por una variada oferta de medicamentos de toda índole —importados y también de nuestra industria farmacéutica— que, con frecuencia, escasean en la red de farmacias del Ministerio de Salud Pública. Sobre palanganas y banquitos improvisados se apilan fármacos de todo tipo: antidepresivos, antibióticos, analgésicos, pastillas para la presión. Los mismos que faltan en la red de farmacias aquí se ofrecen sin receta ni control.
Lo más alarmante es la venta de medicamentos de uso controlado junto a productos comunes. La carbamazepina, un fármaco que requiere supervisión médica estricta, se ofrece como si fuera una mercancía cualquiera. Ante esta realidad, surgen preguntas indispensables: ¿quién garantiza que estos medicamentos son seguros? ¿Dónde se almacenaron? ¿Bajo qué condiciones se transportaron? ¿Quién controla su autenticidad y estado, incluido el cumplimiento de las condiciones de preservación, como en el caso de las vitaminas inyectables? ¿Quién responde si ocurre una reacción adversa?
Estos vendedores se aprovechan de la escasez y lucran de forma impúdica. El país, ante las limitaciones en el cuadro básico de medicamentos, implementa desde hace dos años medidas para facilitar su importación, una brecha que estos mercaderes explotan para mantener y hacer crecer un negocio muy lucrativo.
Pregunté por varios medicamentos. Si no los tenían en su amplia oferta, me remitían a la Güinera o a la Calzada de Diez de Octubre, una suerte de circuito premium de compras donde, con el presupuesto suficiente, aparece cualquier medicamento.
La escena se repite a cualquier hora. Hay quien compra por necesidad urgente, quien lo hace por impulso y quien, con la conciencia adormecida por la escasez, normaliza la práctica. La circulación de fármacos fuera de los canales regulados crea, además, un efecto llamada: proveedores y clientes se reconocen, se organizan y profesionalizan la oferta.
Entre vendedores ocasionales y comerciantes asentados, emergen prácticas que deberían alarmar a cualquier autoridad sanitaria: frascos sin etiqueta original, envases abiertos, pastillas reempaquetadas en bolsas plásticas y falta de información sobre lotes y fechas de caducidad.
Esta improvisación no solo oblitera la trazabilidad del producto, sino que convierte al paciente en un conejillo de Indias —comprador y usuario a la vez— sin garantía alguna sobre la procedencia o la eficacia de lo adquirido.
La responsabilidad social se diluye en la lógica del trueque y la ganancia rápida. Hay familias que recurren a ese mercado porque no les queda otra opción; y hay, también, quienes explotan esa desesperación para lucrarse.
La venta indiscriminada de medicamentos en espacios públicos como el Puente de 100 no es solo un síntoma de escasez: revela fallas en la fiscalización y un deterioro de la ética colectiva. Se requieren medidas urgentes y coordinadas que articulen un control efectivo, la recuperación del abastecimiento formal y campañas informativas claras y accesibles para la población.
Sin intervenciones rápidas y sostenidas, la medicina seguirá siendo tratada como mercancía, y quienes menos tienen continuarán pagando el precio más alto: su salud.
28 Noviembre 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud