Oct
14
El presidente Fidel Castro Ruz concibió la colaboración médica de Cuba con otras naciones en 1963 y dejó sentadas las bases de una obra humana de alcance internacional que perdura hasta nuestros días mediante las brigadas médicas cubanas en el exterior.
Desde entonces, más de 605 mil profesionales de la salud, incluidos médicos, enfermeras, técnicos y auxiliares, han cumplido misiones en 165 países donde realizaron 17 millones de intervenciones quirúrgicas, más de 1 900 millones de consultas y atendido a más de 2 300 millones de pacientes. En total, han salvado la vida de unos 12 millones de personas.
El ataque sistemático de EE.UU. a las brigadas médicas cubanas
Sin embargo, a pesar de estos asombrosos resultados los médicos cubanos son objeto de constantes presiones y campañas de descrédito por el gobierno de Estados Unidos. La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Fundación Nacional para la Democracia (NED) no escatiman esfuerzos ni recursos financieros para afectar el prestigio del sistema de salud cubano.
En esas campañas difamatorias, los enemigos de la Revolución argumentan que las autoridades cubanas “imponen a sus médicos injustas medidas como la retención de salarios, la restricción de movimientos y diferentes tipos de coacciones”. Por si fuera poco, afirman que los médicos cubanos son sometidos a métodos de “esclavitud moderna” y “trabajos forzosos”.
Esta guerra mediática no es nueva en el accionar subversivo de los Estados Unidos contra la Revolución cubana. Persigue el propósito de evitar la satisfacción de las necesidades del pueblo, a partir de cortar la entrada de divisas al país, como recomendó en 1960 el subsecretario de Estado yanqui Lester Mallory:
“Debe utilizarse prontamente cualquier medio concebible para debilitar la vida económica de Cuba. Negarle dinero y suministros para disminuir los salarios reales y monetarios, a fin de causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.
Una guerra económica de larga data: De la doctrina Mallory a los Principios Arcos
En 1994, ante la apertura de Cuba a la inversión extranjera para recuperar la economía después de la caída del campo socialista europeo y la desintegración de la URSS, Estados Unidos quiso utilizar los llamados Principios Arcos. El propósito era presionar a las empresas extranjeras para que le exigieran al Gobierno de Cuba cumplir con “normas básicas de derechos humanos y laborales de validez universal”, según los valores de las sociedades capitalistas.
Entre estos estaban “no aceptar la contratación de los trabajadores por agencias intermediarias estatales para las empresas inversoras extranjeras y la confiscación de una parte sustancial del salario de los trabajadores de las empresas con inversiones extranjeras en Cuba”.
Es el mismo fin, privar al Estado de las divisas necesarias que se emplean en el mantenimiento del sistema de salud y de educación gratuitos, la práctica masiva del deporte y el desarrollo de un programa de cultura para el disfrute del pueblo, más otras acciones en beneficio de la población, muy diferente a las sociedades capitalistas donde la medicina es un lucrativo negocio.
La “Ley de Ajuste” para médicos: Un programa para fomentar la deserción
Una de las iniciativas más mezquinas elaboradas por Estados Unidos en su obsesión por destruir el sistema médico, fue el “Cuban Medical Professional Parole”, puesto en vigor en septiembre del año 2006 para incitar a los integrantes de las brigadas médicas a desertar de las misiones donde prestaban servicios, principalmente en Venezuela, Nicaragua y Bolivia.
Dicho programa subversivo estuvo coordinado por el Departamento de Estado y el Departamento de Seguridad Nacional, con el apoyo, directo o indirecto, de los grandes medios de comunicación y la gran prensa.
Héroes anónimos: Reconocimiento a las brigadas médicas cubanas
A pesar de esa cruzada en su contra, las brigadas médicas cubanas cuentan con reconocimiento internacional por su eficiencia en el enfrentamiento al Ébola, la Covid-19, el Cólera y el Dengue Hemorrágico, entre otras enfermedades.
Durante la pandemia de la Covid-19, los médicos cubanos estuvieron presentes en más de 40 países y trabajaron en condiciones muy difíciles por diferentes contextos sociales, culturales y lingüísticos, incluso en circunstancias climatológicas adversas y en regiones remotas de difícil acceso, pero convencidos de lo que representa la salud para esos pueblos.
Formando a los médicos del mundo
Sobreponiéndose a las limitaciones materiales impuestas por el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, el sistema de formación de profesionales de la salud cubano ha graduado unos 27 mil estudiantes de medicina de 90 países de Europa, Asia, África, América Latina y el Medio Oriente, incluido los Estados Unidos.
Reconocimiento especial tienen los claustros de profesores de la Escuela Latinoamericana de Medicina y de las Facultades que funcionan en las provincias de la Isla. Ante estos datos vale preguntar ¿alguna otra nación en la historia de la humanidad ha hecho algo similar?
La brigada que Bush rechazó
El 19 de septiembre de 2005 en el coliseo de la Ciudad Deportiva de La Habana, en un emotivo acto presidido por Fidel Castro, quedó oficialmente constituido el Contingente Internacional “Henry Reeve”, con médicos especializados en situaciones de desastre y graves epidemias.
Para esa fecha el devastador huracán “Katrina” había azotado varias localidades de Estados Unidos y Fidel le propuso al gobierno yanqui enviar de inmediato 1,500 médicos cubanos capacitados para ayudar a su población, pero la Administración de George W. Bush rechazó la propuesta. En esa ocasión los médicos cubanos no pudieron colaborar con los ciudadanos estadounidenses, pero partieron hacia otras tierras en las que dejaron una huella imborrable.
La maquinaria de la financiación
La USAID financió varios centros de subversión política e ideológica y proyectos de prensa, para desatar campañas de propaganda subversiva contra las brigadas médicas cubanas. En 2019 celebraron un evento titulado “acontecimientos sobre abusos en misiones médicas cubanas en el exterior” en el centro de prensa internacional de la Organización de Naciones Unidas en Nueva York.
En diciembre de ese mismo año la agencia francesa de prensa, AFP, publicó un artículo donde varios médicos cubanos desertores expresaron en una sesión de la Organización de Estados Americanos (OEA), que la labor realizada por las brigadas médicas cubanas “era presa de una esclavitud moderna por parte del gobierno cubano”, con el fin de desprestigiar la labor humanitaria e impedir la entrada de dinero a Cuba.
Esos desertores presentaron en la Corte Federal de Miami una demanda fraudulenta contra funcionarios de la Organización Panamericana de la Salud, por el supuesto papel de intermediarios en el “Programa más médicos” de Cuba.
En 2020 la fundación digital News Association (ADN Cuba) recibió 3 millones 72 mil 123 dólares de la USAID. La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FDHC) recibió dos millones de dólares para invertir en los denominados “Programas de democracia en Cuba”, para supuestos medios independientes y el flujo libre de información, haciendo énfasis en tratar de desacreditar a los médicos cubanos.
Ese programa renovó un fondo previo de 1,5 millones de dólares que asignó la USAID a la agrupación ADN Cuba durante el período 2022-2024. Dicho presupuesto está vigente desde el 1ro de octubre de 2023 hasta el 30 de septiembre de 2025.
Objetivos claros: La hoja de ruta de la campaña subversiva
Antes de la congelación de los fondos ejecutado por Donald Trump al asumir la presidencia, no se sabía exactamente en qué se había empleado el dinero y al hacer el balance del presupuesto gastado, se conoció que la FDHC solo había justificado 723,631 dólares desde su sede en Florida.
Se conoce que la USAID articuló a través de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba, (FDHC), un programa subversivo contra las brigadas médicas cubanas en América Latina, principalmente en Brasil, México y Guatemala. El programa estuvo dirigido contra el desempeño de las brigadas médicas cubanas principalmente en Brasil, pues era una de las naciones donde había más médicos cubanos.
Entre los principales objetivos de este programa subversivo están:
- Difundir campañas nocivas contra las brigadas médicas cubanas y posicionar el tema en los medios de difusión, como una supuesta “explotación forzosa de profesionales en el exterior.”
- Evitar la contratación de las brigadas médicas cubanas por países amigos de Cuba como Brasil, con el propósito de impedir que las autoridades cubanas obtuvieran ingresos en divisas por esa vía y contrarrestar la imagen positiva que proyectan los médicos cubanos a escala mundial.
- Exponer la supuesta realidad de las misiones médicas cubanas, a través de noticias tergiversadas y falsas que se refirieran a nuevas contrataciones, supuestamente violatorias por denuncias de médicos y familiares, ante presuntas infracciones del estado cubano a los derechos de los médicos y las normas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
- Mostrar, a través de denuncias y falsos testimonios, la supuesta ineficiencia del Estado cubano sobre el funcionamiento de su sistema de salud pública, responsabilizándolo por los denominados “trabajos forzados” a los que supuestamente son sometidos los médicos cubanos.
- Buscar apoyo en instancias multilaterales y con parlamentarios de derecha de varios países, que pudieran presionar y respaldar las denuncias y las campañas contra Cuba relacionadas con las brigadas médicas.
La subversión contra las brigadas médicas cubanas se actualiza
Parte de las acciones de este programa subversivo financiado por la USAID, incluyó un presupuesto para que la FDHC subcontratara a organizaciones integradas por elementos contrarrevolucionarios cubanos en América Latina. La asesoría de los programas contra los médicos cubanos estuvo a cargo de los miembros de la FDHC, Milena del Río do Valle y Hugo Antonio Acha. Estas personas se trazaron como objetivo amplificar campañas nocivas contra las misiones cubanas de colaboración médica, así como potenciar agrupaciones que pudieran brindar sus testimonios para engrosar un expediente con falsas pruebas contra Cuba.
Año 2023
En el 2023 el programa continuó con la licitación abierta por la USAID para cubrir los gastos de su actividad contra las brigadas médicas cubanas. Previamente la USAID había financiado a la Fundación Víctimas del Comunismo, con más de tres millones de dólares para el desarrollo de acciones contra el personal de salud cubano que prestaba servicios en diferentes países. La USAID había otorgado financiamiento a los principales centros de subversión política e ideológica y a otros proyectos de prensa, dirigidos a desprestigiar a las brigadas médicas cubanas.
El dinero asignado por la USAID fue utilizado para promover la deserción de médicos cubanos, por indicación expresa del congresista Mario Díaz-Balart y la aprobación del senador Marco Rubio.
Por su parte, la organización “Green Cross Team” incrementó una intensa campaña mediática a través de juegos electrónicos y redes sociales, con el fin de promover la deserción de miembros de las brigadas médicas cubanas en América Latina, especialmente en México.
Año 2024
El 17 de junio de 2024 realizaron una reunión en la sede de la FDHC en Miami, encabezada por el presidente de esa Fundación Antonio Costa, con el objetivo de organizar varios encuentros con parlamentarios europeos y lograr el suficiente apoyo para incrementar las campañas contra Cuba en esa instancia internacional.
Al día siguiente se financió un encuentro académico celebrado en la Universidad Internacional de Florida (FIU), con el título “lucha contra el trabajo forzoso en las brigadas médicas cubanas”. Ese evento sin precedentes, intentó reunir expertos en el tema y las “supuestas víctimas” de las brigadas médicas cubanas, brindándole un acompañamiento académico a este programa subversivo.
Una coalición fabricada: El OCDH y su red de organizaciones
En septiembre de 2024 la FDHC organizó un seminario internacional titulado “Autoritarismos y derechos humanos en América Latina, con énfasis en Cuba”, realizado en la Universidad Federal de Goias, en la ciudad brasileña de Goiania, al que asistieron directivos de centros subversivos anticubanos como Freedom House.
Además, participaron como contratistas por la NED el colombiano Sergio Ángel Baquero del programa Cuba de la “Universidad Sergio Arboleda” y Magdelivia Hidalgo García de la FDHC, entre otros elementos anticubanos. Las acciones ejecutadas sirvieron de excusa para reportar gastos, atribuir resultados a la USAID y ejecutar la mayor cantidad del financiamiento entregado antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, de noviembre 2024.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), engendro anticubano radicado en España, recibió un millón 450,048 dólares, vigente hasta el 30 de septiembre de 2025, proyecto certificado en el contexto de los “programas de asistencia exterior”. Dicho presupuesto fue aprobado desde el 1ro de octubre de 2022 y utilizado en sus sedes de España y Panamá.
Los ataques a las brigadas médicas cubanas
Por su parte, el OCDH conformó una coalición contra las brigadas médicas cubanas, aliándose con los grupos contrarrevolucionarios fabricados en el exterior por los Servicios Especiales de Estados Unidos, entre ellos: CADAL, CUBALEX, Cuba Decide, Archivo Cuba, Red Femenina de Cuba, Instituto Británico de Derecho Internacional y Comparado, Gremio médicos cubanos libres, Civil Rights Defender, People in Need, Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC) y el Instituto Cubano por la libertad de expresión y prensa (ICLEP).
Esa “coalición” integrada por una docena de organizaciones, sin apoyo interno en la Isla y construidas como parte de la estrategia subversiva contra la Revolución cubana, elaboró unos denominados “informes de incidencia”, que tratan sobre el supuesto “trabajo forzoso que se impone en las brigadas médicas cubanas”. El fin es cortar toda entrada de dinero a Cuba, para ahogar económicamente a la Revolución y exponerla como un estado fallido.
El 30 de septiembre de 2024 la USAID aprobó otro presupuesto de 1,1 millón de dólares a la organización contrarrevolucionaria ADN Cuba, con fecha límite de contrato para el 29 de septiembre de 2026. El objetivo es promover más información nociva sobre Cuba, incluida la sistemática difamación contra los médicos cubanos que prestan servicios en diferentes naciones.
La estrategia continúa: De Biden a Trump y la sombra de Rubio
Durante la Administración de Joe Biden se manifestó una creciente actividad de la USAID y la NED con los grupos anticubanos en Miami, que financiaron proyectos para tratar de potenciar el denominado “periodismo independiente” dentro del territorio cubano, e incrementar el financiamiento para actuar contra las brigadas médicas cubanas, mediante la divulgación de noticias falsas y campañas de descrédito a escala internacional, aprovechando las posibilidades que brindan Internet y las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones.
En este proceso subversivo están incluidos: la CIA y su Grupo de Acción Política (GAP) del Centro de Actividades Especiales, el Departamento de Estado, el Grupo Fuerza de Tarea en Internet creado en 2018-2019 y el Grupo Operativo de Internet para la subversión en Cuba aprobado el 23 de enero del 2018 por el Departamento de Estado, para subvertir el orden interno en Cuba bajo las directrices aprobadas por el presidente Donald Trump, en su memorando presidencial del 16 de junio del 2017.
Ese grupo lo integran representantes del gobierno, entidades “No Gubernamentales”, como la USAID, Freedom House, la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y el Buró de Transmisiones hacia Cuba, responsable de Radio y TV Martí. En ese período el financiamiento de la USAID procedió de la oficina regional de América Latina y el Caribe, aplicado por su oficina de gestión de adquisiciones y asistencia.
Con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en 2025, después de la etapa inicial de recortes financieros e incremento de los aranceles a todas las naciones del planeta y la desintegración de la USAID, el trabajo fue retomado por el Departamento de Estado dirigido por Marco Rubio y se continúa sufragando económicamente el programa contra las brigadas médicas cubanas, dirigido a privar al gobierno revolucionario de los millones de dólares que ingresan anualmente por esa vía.
Presión y resistencia: Los países que defienden a las brigadas médicas cubanas
El programa subversivo contra Cuba ha causado mucho daño a las naciones que reciben esa asistencia médica, porque carecen de suficientes médicos, enfermeras y técnicos de la salud, a pesar de ser países que mantienen relaciones diplomáticas, militares, políticas, económicas y comerciales con Estados Unidos.
Todo forma parte de un diseño cuidadosamente estructurado, con el objetivo de presionar a los gobiernos que necesitan los servicios médicos, para que no acepten bajo ningún concepto la colaboración de las brigadas médicas cubanas.
A pesar de las fuertes presiones políticas y económicas, incluida la gira realizada recientemente por el Caribe de Marco Rubio como Secretario de Estado, la mayoría de esas naciones se mantienen firmes, porque sus gobernantes y la población han comprobado la calidad profesional y el humanismo que caracteriza al personal de salud pública cubana, dos cualidades que no abundan en muchas naciones, incluso en Estados Unidos donde la salud pública es un negocio muy lucrativo.
Médicos, no bombas. La respuesta humanitaria que perdura
Cuba responde a las solicitudes de colaboración médica que con todo derecho le formulan los gobiernos que carecen de una infraestructura eficiente para combatir enfermedades que afectan la salud y dañan la calidad de vida de sus ciudadanos. Cuba envía médicos y no bombas como hace Estados Unidos.
Quienes se niegan a rechazar la presencia médica cubana, son sancionados por Estados Unidos con diferentes medidas como la restricción de visados y presiones diplomáticas contra quienes solicitan los servicios de salud cubanos.
Noventa brigadas del Contingente “Henry Reeve”, integradas por unos 13,498 especialistas, han prestado servicios en 55 países, atendido a más de ocho millones de personas y salvaron la vida a más de 166 mil seres humanos, lo cual es un argumento suficiente para acallar las campañas subversivas contra las brigadas médicas cubanas.
“El médico es como un pastor, un sacerdote, un misionero, un cruzado de la salud”
Fidel Castro Ruz
Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud
Sep
23
Más que un acto conmemorativo, este viernes se rindió un homenaje sentido a los héroes de batas blancas que integran el Contingente Henry Reeve, especializado en situaciones de desastres y graves epidemias, al cumplirse veinte años de su creación. Esta iniciativa fue impulsada por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, tras la devastación provocada por el huracán Katrina en Nueva Orleans en el año 2005.
La ceremonia contó con la presencia de Yuniaski Crespo Vaquero, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y jefa de Atención al Sector Social; el viceprimer ministro Eduardo Martínez Díaz; el ministro de Salud Pública y también miembro del Comité Central, José Ángel Portal Miranda; así como otras personalidades e invitados. Participó además una representación de los más de trece mil integrantes que han formado parte del Contingente a lo largo de estas dos décadas.
El doctor Julio Guerra Izquierdo, médico especialista en nefrología y director nacional de Estadísticas del Ministerio de Salud Pública, quien integró las brigadas médicas que enfrentaron la COVID-19 en Italia y México, destacó que la colaboración médica cubana constituye una de las más genuinas expresiones de solidaridad internacional que nuestro país ha sostenido de manera ininterrumpida durante más de sesenta años.
“Muy pocas personas hubieran imaginado, en los primeros años del proceso revolucionario cubano y con escasos médicos entonces, que el líder histórico de la Revolución, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, tomaría la decisión de iniciar la colaboración médica cubana por el mundo. Ese fue el inicio de una historia brillante de internacionalismo en el campo de la medicina, de la cual me siento orgulloso de formar parte.”
El doctor Guerra Izquierdo recordó que la ayuda brindada a los damnificados del terremoto de Chile en 1960 marcó el inicio de la solidaridad de nuestra isla con los afectados por desastres naturales y epidemias. El huracán Katrina, que azotó Nueva Orleans, Estados Unidos, causando miles de fallecimientos, antecedió a la constitución, en 2005, del contingente internacional de médicos especializados en el enfrentamiento a desastres y graves epidemias Henry Reeve.
Este hecho reafirmó las palabras pronunciadas por nuestro Comandante en Jefe en la Facultad de Derecho de Buenos Aires, Argentina, el 26 de mayo de 2003, cuando expresó: “Nuestro país será capaz de enviar los médicos que se necesiten a los más oscuros rincones del mundo. Médicos y no bombas”.
Subrayó que nuestro pueblo cuenta con un sistema de salud público, universal, accesible y gratuito, sostenido por profesionales de la más alta calidad humana y científica, donde la voluntad política de nuestro Partido y Gobierno constituye el motor para seguir elevando los indicadores de salud. Todo ello se ha logrado en medio del recrudecido bloqueo económico, comercial y financiero —calificado como genocida, ilegal y extraterritorial— impuesto por más de seis décadas, así como de una guerra mediática plagada de calumnias y falsedades por parte del gobierno de los Estados Unidos, con impacto real en los servicios de salud.
“A pesar de las adversidades, nunca se ha detenido el envío de brigadas del Contingente Henry Reeve. Noventa brigadas han prestado servicios en cincuenta y cinco naciones, asistiendo a poblaciones afectadas por epidemias y desastres naturales. Más de trece mil profesionales cubanos de la salud han arriesgado sus vidas para salvar las de miles de personas”, enfatizó.
“Los inicios quedaron marcados por las brigadas en Pakistán, Guatemala y Haití, a las que se sumaron las hazañas en la lucha contra el ébola en África Occidental en 2014 y, más recientemente, cincuenta y ocho brigadas desplegadas en más de cuarenta naciones durante los años 2020 y 2021 para enfrentar la pandemia de COVID-19. Estas acciones encarnan los principios martianos y fidelistas de que “Patria es Humanidad”.
Además, destacó que para los más de trece mil profesionales que hemos integrado el Contingente, constituye un orgullo y, al mismo tiempo, un reconocimiento a la profesionalidad y el altruismo que nos caracteriza.
“De manera voluntaria damos el paso al frente —en ocasiones en menos de setenta y dos horas— para partir hacia lugares desconocidos, pero con la profunda convicción del deber y el respaldo de nuestras familias, nuestro pueblo y las autoridades políticas y gubernamentales. Todos sabemos que, en cada misión, sobre nuestros hombros recae el prestigio de Cuba”.
El doctor compartió anécdotas vividas: el primer llamado, la mezcla de adrenalina y esa convicción extraña que te hace levantar la mano y decir “presente”; dejar atrás la casa, el beso de despedida que sabe a incógnita y el equipaje con lo justo.
Relató cómo han trabajado bajo soles abrasadores y lluvias torrenciales, han dormido en el suelo y caminado largas distancias. Han enfrentado el miedo con coraje, el cansancio con entereza y la tristeza con infinita compasión. No preguntan de qué país es la persona que necesita ayuda, ni su condición ideológica; solo preguntan qué necesita para vivir.
Aseguró que los más de trece mil profesionales cubanos que honrosamente han integrado las brigadas Henry Reeve han llegado a África, América Latina, el Caribe y hasta la Europa desarrollada, persiguiendo un mismo fin: salvar vidas y contribuir a un mundo mejor. Se declaran ciudadanos del mundo y hermanos de todos los pueblos. Los equipos de médicos, enfermeros, técnicos, licenciados en rehabilitación, especialistas en rayos X, estadística de salud, entre otros, han estado a la altura de cada momento histórico complejo que han enfrentado, viviendo cada minuto con intensidad.
Al final de cada jornada, dijo, solo se llevan la sonrisa de los pacientes y los resultados del trabajo, que explican por sí solos la dimensión de las palabras “solidaridad” y “humanismo”, y el verdadero significado de la ayuda desinteresada. Están convencidos de que ha crecido la admiración y la amistad entre los pueblos, y han sembrado un profundo respeto por los profesionales cubanos.
Finalizó su intervención ratificando la firme convicción de que un mundo mejor es posible, y que muchos, como él, pueden dar fe de haber cumplido misiones en varios continentes. “Algunos nos llaman locos, otros nos dicen héroes. Pero nosotros somos sencillamente médicos cubanos, amantes de la paz, la solidaridad y la vida”, concluyó, citando al Comandante en Jefe: “Ser internacionalistas es saldar nuestra propia deuda con la humanidad”.
Como parte de la ceremonia, fueron reconocidos dieciséis integrantes del Contingente, en representación de cada una de las provincias del país. Asimismo, por acuerdo del Ministerio de Salud Pública, se entregó por única vez la Placa XX Aniversario del Contingente Internacional Henry Reeve a veinte cooperantes, en reconocimiento a los resultados obtenidos en el cumplimiento de diversas misiones.
Además, se rindió tributo con un minuto de silencio a los miembros del Contingente que perdieron la vida en el cumplimiento de su misión.
Al concluir el acto, la viceministra primera de Salud Pública, Doctora en Ciencias Tania Margarita Cruz Hernández, expresó que esta celebración está colmada de orgullo y gratitud por lo que significan décadas de valentía, humanismo y amor desinteresado.
Destacó que, desde el triunfo de la Revolución en 1959, Cuba ha hecho suyo el principio martiano de que “Patria es Humanidad”. Recordó que en 1960, cuando un terremoto devastó Chile, veinticinco profesionales de la salud cubanos, liderados por el doctor Óscar Fernández Mel, partieron hacia el sur sin llevar armas, sino estetoscopios y esperanza.
A partir de ese momento, como semillas de dignidad, surgieron treinta brigadas médicas entre 1960 y 2005, desplegadas en diecinueve naciones e integradas por dos mil noventa y seis profesionales que enfrentaron huracanes, terremotos, epidemias y erupciones volcánicas, demostrando el espíritu solidario de Cuba.
En 2005, cuando el huracán Katrina arrasó Nueva Orleans, el mundo fue testigo una vez más de la grandeza del pueblo cubano. A pesar del bloqueo y el odio, Fidel, nuestro salubrista mayor, convocó a más de mil quinientos profesionales de la salud que, en cuestión de horas, estaban listos para asistir al pueblo de los Estados Unidos de América.
El 19 de septiembre de 2005, en la Ciudad Deportiva, Fidel los bautizó con el nombre de Henry Reeve, el joven norteamericano que murió luchando por la independencia de Cuba. Aquel día, el Comandante pronunció palabras que hoy resuenan con mayor fuerza: “Nosotros demostraremos que el ser humano puede y debe ser mejor. Nosotros demostraremos el valor de la conciencia y la ética. Nosotros ofrecemos vida”. Aunque el gobierno estadounidense rechazó la ayuda, el mundo nunca olvidó el gesto, y desde entonces el Contingente Henry Reeve ha escrito hermosas páginas de solidaridad.
La viceministra precisó que, desde su creación, noventa brigadas médicas con trece mil profesionales han brindado servicios en cincuenta y cinco países, salvando la vida de ciento sesenta y seis mil personas. Se han atendido más de ocho millones de pacientes en consultas, realizado más de cuarenta y tres mil intervenciones quirúrgicas y más de cuatro mil partos. Los colaboradores han trabajado en condiciones extremas: desde la espesa nieve del Himalaya hasta el intenso sol del Medio Oriente; en África, en América desde el Río Bravo hasta la Patagonia; en el Caribe y en la vieja Europa. De estas brigadas, tres combatieron el ébola en África Occidental y cincuenta y ocho enfrentaron la COVID-19 en cuarenta y dos naciones, con más de tres mil cooperantes.
Mencionó los múltiples reconocimientos internacionales que confirman la valía de esta obra, entre ellos el premio Friends of Africa en 2016, otorgado por una ONG canadiense; el premio Dr. Lee Jong-wook de la Organización Mundial de la Salud en 2017, por atender a 3.5 millones de personas en emergencias; y la nominación al Premio Nobel de la Paz en 2021, respaldada por más de cien naciones y organizaciones no gubernamentales.
Dirigiéndose a los presentes, afirmó que el Contingente Henry Reeve representa la materialización de uno de los sueños más revolucionarios del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. Sus integrantes honran la noble profesión médica con una respuesta rápida y sin vacilaciones, dispuestos a cumplir el deber en nuevas y difíciles condiciones. Están escribiendo una página luminosa en la historia de la solidaridad entre los pueblos, señalando un camino de paz para la sufrida humanidad.
Frente a las campañas del imperialismo contra la colaboración médica cubana, el Contingente Henry Reeve confirma que la ética, la ciencia y el amor pueden vencer al egoísmo. En cada misión, se reafirma el valor de la conciencia y la vocación de servicio como pilares de la medicina revolucionaria.
Extendió el más sincero reconocimiento y la gratitud eterna a todos los integrantes de las históricas brigadas Henry Reeve, por su labor incansable, por ser verdaderos ejemplos de entrega, altruismo y humanismo. Finalmente, ratificó desde ese escenario la firme disposición de todos los médicos cubanos de continuar multiplicando la solidaridad y la esperanza por el mundo, como expresión genuina del internacionalismo que define a la Revolución Cubana.
19 Septiembre 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud
Nov
16
El doctor José Angel Portal Miranda, Ministro de Salud Pública de Cuba y su homólogo de la República de Azerbaiyán, el excelentísimo. Sr. Teymur Musayev, coincidieron este miércoles en La Habana en que ambas naciones tienen potencialidades para la cooperación en el campo de la Salud y las Ciencias Médicas.
La relación de amistad entre nuestros pueblos es de larga data, y se afianzó aún más en medio de la pandemia de covid-19, cuando personal médico cubano apoyó a Azerbaiyán en la lucha contra el virus, dijo el Sr. Musayev en un intercambio entre especialistas del hospital clínico quirúrgico Hermanos Ameijeiras, como parte de la visita oficial que realiza a la nación caribeña desde este 14 de noviembre y que se extenderá hasta el próximo día 18.
Luego de recorrer un policlínico de la capital, el ministro de Salud de Azerbaiyán llegó hasta este centro hospitalario, centro de referencia en el terreno investigativo, docente y asistencial dentro del sistema nacional de Salud Pública de Cuba.
Esta es una institución de excelencia que desde su fundación por Fidel en 1982 ha cumplido el encargo de ser un centro de producción científica de la más alta calificación”, señaló el doctor Portal Miranda a su par azerí.
Agregó que el hospital Hermanos Ameijeiras ha desempeñado durante cuatro décadas un rol esencial en la asistencia médica, la formación de especialistas, la investigación científica y la prestación de servicios de alta tecnología a la población cubana.
El doctor Miguel Hernán Estévez del Toro, director de este hospital, ofreció al Ministro de Salud de Azerbaiyán y a los miembros de su delegación una minuciosa explicación sobre el funcionamiento de esta institución, que, dijo, “ha sido desde su surgimiento la puerta de entrada a Cuba de la alta tecnología médica, con el objetivo de extenderla al resto del país”.
Estévez destacó el rol desempeñado por este hospital en la formación de médicos especialistas, una cifra que sobrepasa los 3000 cubanos y 1000 de 34 países, desde 1982. Además, la formación de profesionales en enfermería de alto nivel es un aspecto distintivo del centro, dijo.
Subrayó que la institución tiene una sólida trayectoria en la actividad quirúrgica, técnicas de mínimo acceso y transplantología, entre otras.
En el intercambio, el Sr. Musayev manifestó su interés en avanzar en la colaboración en áreas como la asistencia médica, la formación de recursos humanos y la industria biofarmacéutica y destacó la postura de ayuda y contribución de su país dentro del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL).
Asimismo, agradeció a las autoridades de Salud cubanas por la cálida hospitalidad expresó su convencimiento en que los proyectos de colaboración con Cuba en este ámbito serán exitosos.
“Todo sistema de salud se construye principalmente sobre el capital humano. Cuba tiene que estar orgullosa del capital que ha formado desde la atención primaria de salud hasta el tercer nivel, donde además se realizan ensayos clínicos, investigaciones y se preparan especialistas de alto nivel”, dijo el Sr. Musayev.
El Ministro de Salud Pública cubano, doctor Portal Miranda, apuntó que en medio de las limitaciones económicas que Cuba enfrenta y ha tenido que sortear, producto de un bloqueo de más de 60 años, nunca dejó de priorizar la formación de sus médicos. “Cualquier país puede tener la mejor tecnología, pero sin recursos humanos no tiene la utilidad que se necesita”, apuntó.
“En este centro se refleja lo que se logra cuando ambos elementos van de la mano”, señaló Portal Miranda.
La visita del ministro de Salud azerí tiene como antecedentes la invitación realizada por el ministro de Salud Pública de Cuba en el contexto de la visita del vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, a Azerbaiyán en febrero de 2023, en la Cumbre del MNOAL.
16 noviembre 2023|Fuente: Cubadebate| Tomado de Noticias| Salud