Hay estadísticas alejadas de la realidad. Aclaro, no por el malsano propósito de nadie, sino porque —como ocurre en el caso que nos ocupa esta vez— las instituciones sanitarias no pueden inventar pacientes que no acuden a recibir determinado servicio; ante todo, por una elemental cuestión de ética médica.

Apegadas a la verdad, autoridades del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología (CPHEM) registran más de 9 500 casos febriles inespecíficos este año en Sancti Spíritus; cifra superior en unos 2 000 a los notificados en igual período del 2023.

Pero si les tiramos un vistazo a los colegas que no han asistido a los centros laborales en las últimas jornadas, a los niños que se han ausentado del aula o a integrantes de nuestras propias familias que aseguran sentirse como si un tren les hubiera pasado por encima, debido a la fiebre y al malestar general asociado a esta, el número real de casos febriles inespecíficos del territorio se distancia de lo informado por el CPHEM. Sucede así por una simple razón: un porcentaje no desestimable de enfermos no ha acudido a ninguna institución de Salud Pública para ser valorado por un facultativo.

Aunque se trata de una decisión individual, tal comportamiento se torna contraproducente, dada la circulación del virus de Oropouche en la provincia, según una nota difundida por el Ministerio de Salud Pública el pasado martes en su sitio web. Ese mismo día, la doctora Yurien Negrín Calvo, subdirectora de Epidemiología del CPHEM, manifestó a esta periodista que los primeros casos de pacientes espirituanos diagnosticados con la enfermedad, a partir del estudio de muestras enviadas y analizadas en el laboratorio nacional de referencia del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), de La Habana, se reportaron, específicamente, en el Consejo Popular de Santa Lucía, perteneciente al Área de Salud número 1, de Cabaiguán, y en Colón, Área Sur, en la ciudad cabecera.

El propio 25 de junio, se esperaba por los resultados de las muestras enviadas al IPK de personas residentes en Mayajigua, Yaguajay, con sintomatologías de la fiebre de Oropouche.

Independientemente de que la información emitida por el Minsap vino a confirmar los rumores de la presencia del virus en el territorio espirituano, nos pone sobre aviso y ratifica la necesidad de asistir al médico ante los síntomas de fiebre, diarreas y vómitos, así como dolores musculares, de cabeza y articulares.

Esta recomendación no parte de supuestos, sino de la evidencia práctica: la sintomatología de esa afección tiene puntos de contacto con la del dengue, padecimiento que sí ha cobrado vidas humanas en años precedentes en el territorio espirituano.

A comienzos de la presente semana, la Dirección Nacional de Epidemiología del Minsap afirmó que todos los diagnosticados con el virus de Oropouche en Cuba habían evolucionado favorablemente, con mejoría de los síntomas entre el tercer y cuarto días del inicio de la enfermedad.

Los expertos sostienen, además, que el cuadro clínico manifestado está precedido por un período de incubación de cinco a siete días, caracterizado por los síntomas ya mencionados. Relacionado con este virus, en determinados enfermos se ha constatado que sobre el sexto día aparece un cuadro similar al del principio.

Si bien los casos con complicaciones son poco frecuentes, los especialistas enumeran, entre estas, el desarrollo de un cuadro de meningitis aséptica; por ello, toda precaución debe verse como poca.

Preocupación que debe mantenerse. Es lo más sensato porque, según la doctora Yurien Negrín Calvo, existe el pronóstico del alza de las arbovirosis en las venideras semanas; o sea, de los virus trasmitidos por mosquitos, jejenes, etc., incluido el Aedes aegypti, agente trasmisor del dengue, enfermedad con mayor incidencia en La Sierpe, Yaguajay, Trinidad y en el municipio cabecera.

Los vaticinios de ese incremento descansan en análisis anclados en las favorables condiciones medioambientales para la proliferación de estos insectos; citemos, por ejemplo, la persistencia de las lluvias y las actuales elevadas temperaturas, propias de esta época del año.

Atentos a esta realidad, se encuentran los directivos y expertos del Minsap, quienes visitaron la provincia espirituana en fecha reciente para comprobar con sus mismos ojos la situación epidemiológica del territorio. Y, más que para comprobar, para verificar la estrategia aplicada aquí en función de reducir los casos afectados por arbovirosis y de enfrentar un ascenso significativo de estos, incluidas las salas para posibles ingresos hospitalarios. Se trata, en esencia, de precaver.

A partir de lo constatado en estos predios, las autoridades de ese ministerio orientaron aumentar las acciones de prevención de salud entre la ciudadanía, sin necesidad de alarmar a nadie. Al respecto, aunque suene a discurso trillado, habrá que continuar insistiendo en la importancia del autocuidado y del saneamiento ambiental en las viviendas, en el barrio y en las entidades laborales.

Si no hay un saneamiento efectivo, los mosquitos seguirán volando a sus anchas, y la fiebre del Oropouche y el dengue continuarán manteniéndonos en vilo, con un panorama agravado por la escasísima disponibilidad de analgésicos y antipiréticos en la red farmacéutica. De ahí, lo relevante de evitar el contagio con la desidia.

30 junio 2024 Fuente: Escambray/ Noticias/ Salud

El sistema de salud en la provincia de Cienfuegos mantiene una estrecha vigilancia epidemiológica en el consejo popular de Reina, donde reportan un incremento de casos de hepatitis viral tipo A.

El doctor Livan Rojas Lantigua, director de gestión sanitaria de la Dirección General de Salud en el territorio sureño, informó en conferencia de prensa que la mayor parte de los casos se concentran en cuatro manzanas de ese reparto, donde ejecutan un control de foco de la enfermedad, que tiene un periodo de incubación el cual oscila entre 15 y 50 días.

El Área de Salud de este consejo popular de la capital provincial realiza diversas acciones en la comunidad para incrementar la percepción de riego de contraer el virus y está activado un grupo de trabajo temporal, que se reúne diariamente con la participación del Gobierno municipal, la dirección general de salud, el Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología (CPHEM) y otros organismos e instituciones vinculadas a servicios básicos a la población.

Por estos días, las empresas de Acueducto y Alcantarillado y Servicios Comunales intensifican la recogida de basura y eliminación de microvertederos, la reparación de salideros y obstrucciones en las redes hidráulicas e instalaron un hipoclorador, equipo de tratamiento para la cloración y desinfección del agua.

Se facilita además a las familias de Reina la adquisición de hipoclorito de sodio en las farmacias.

Especialistas del CPHEM recuerdan que el virus de la hepatitis A se transmite principalmente por vía fecal-oral, es decir, cuando una persona no infectada ingiere agua o alimentos contaminados por heces de una persona infectada. En las familias, esto puede ocurrir si las manos de la persona encargada de cocinar están sucias.

Síntomas de la hepatitis A

Los síntomas de la hepatitis A generalmente aparecen unas semanas después de que tuviste el virus. Sin embargo, no todas las personas con hepatitis A manifiestan síntomas. Si tienes síntomas, podrían incluir lo siguiente:

  • Cansancio y debilidad inusuales
  • Náuseas, vómitos y diarrea repentinos
  • Dolor o molestias abdominales, especialmente en la parte superior derecha debajo de las costillas inferiores, que está por encima del hígado
  • Heces de color arcilla o gris
  • Pérdida del apetito
  • Fiebre baja
  • Orina oscura
  • Dolor articular
  • Color amarillento en la piel y en la parte blanca de los ojos (ictericia)
  • Picazón intensa

8 Mayo 2024 Fuente: Perlavisión/ Noticias/ Salud

Aunque aseguran que el comportamiento no es inusual para esta época del año —cuando debido a las altas temperaturas y el incremento de las lluvias aparecen estas enfermedades—, alarmante sí fueron las 160 atenciones médicas por diarreas que durante la segunda semana de agosto se computaron en el Hospital Pediátrico Provincial José Martí Pérez.

De acuerdo con las autoridades sanitarias de la provincia, los infantes atendidos, la mayoría residentes en el municipio cabecera, no presentaron síntomas de gravedad y solo más de una treintena permanecía ingresado al cierre de esta edición.

El doctor Carlos Ruiz Santos, director del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología (CPHEM), explicaba en conferencia de prensa que los test de rotavirus realizados a los pacientes hospitalizados confirmaron que se tratan de diarreas de etiología viral, respaldado, además, con los coprocultivos efectuados, los cuales no arrojaron bacterias.

“Está asociado, por supuesto, a la época del año: las altas temperaturas, las lluvias que han venido sucediendo y también con la calidad del agua. No tenemos brotes institucionales ni familiares ni colectivos, solo han sido casos aislados”, aseguró a la prensa Ruiz Santos.

El tratamiento, por ende, ha sido sintomático con hidratación oral y, en los casos en que el cuadro clínico lo ha requerido, parenteral.

“La provincia ya tiene una disminución de casos, todos los territorios decrecen en las atenciones acumuladas por diarreas”, sostuvo el director del CPHEM. Para ilustrarlo añadió que en lo que va de año se han suscitado 3 530 atenciones médicas por enfermedades diarreicas agudas —donde se engloban niños y adultos—, cifra inferior a la reportada en igual período del 2022 cuando ascendía a más de 4 000.

“Se ha venido muestreando la calidad del agua en varios puntos de la ciudad y ha habido mejorías, pero todavía hay dificultades con la llegada del nivel de cloro adecuado del agua a la vivienda”, puntualizó Ruiz Santos.

Tanto que, según los exámenes realizados por Salud, entre el primero y el 15 de agosto la calidad del agua en la cabecera provincial se enmarcaba entre el 41 y el 81 por ciento. De ahí que, al decir de Pedro Jiménez Pérez, director adjunto de la Empresa Provincial de Acueducto y Alcantarillado, entre los trabajos que se acometen se hallan la limpieza de los tanques elevados y de las conductoras, la supresión de los salideros y la cloración manual del agua, para lo cual existe disponibilidad del producto.

Contra ello conspira la caducidad de las redes hidráulicas del municipio, las roturas de las bombas y los problemas técnicos que conllevan a la intermitencia en el bombeo y, por ende, al almacenamiento del líquido en los hogares.

Es por ello que los especialistas insisten en el manejo y tratamiento adecuado del agua de consumo. Y, además, porque otras de las enfermedades que ha incidido en la provincia es la hepatitis A, de la cual se diagnosticaron presuntivamente 92 casos en el mes de julio, la mayoría adultos y residentes en las cuatro áreas de salud de la cabecera provincial.

Ante tal panorama epidemiológico las autoridades sanitarias han insistido en extremar las medidas como lo es hervir el agua o administrarle el hipoclorito a razón de cuatro a cinco gotas por litro y velar por la adecuada conservación de los alimentos.

17 agosto 2023, Escambray