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El encierro durante la pandemia del coronavirus cambió el microbioma intestinal de los bebés nacidos en ese periodo, concluye un estudio publicado en la revista Allergy.
Los investigadores compararon muestras de heces de 351 bebés irlandeses nacidos entre marzo y mayo de 2020 con las de niños que nacieron antes de la pandemia y descubrieron diferencias significativas en la composición del microbioma intestinal entre los dos grupos.
Según el estudio, las diferencias pueden haber estado condicionadas por el entorno único del confinamiento, incluida una mayor duración de la lactancia materna y menores tasas de infección, debido a que se redujo la exposición a gérmenes y bacterias, lo que derivó en una menor necesidad de antibióticos: solo el 17 % de los bebés consumieron antibióticos al año de edad, frente al 80 % de los niños prepandémicos. El menor consumo de antibióticos se tradujo en un mejor microbioma.
Además, los científicos encontraron que los bebés nacidos durante la pandemia presentaron tasas más bajas de lo esperado de enfermedades alérgicas, como las alergias alimentarias. Así, solo cerca del 5 % de los bebés habían desarrollado una alergia alimentaria cuando tenían un año de edad, en comparación con el 22,8 % de los niños nacidos antes de la pandemia. (Con Información de RT en Español)
02 marzo 2024| Fuente: Cubadebate| Tomado de | Noticias | Salud
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Su palabra es bálsamo y llega a curar tanto o más que los medicamentos. Niños y adultos la prefieren por ello, por la calidez de sus manos, por el acierto y pericia en el diagnóstico de las enfermedades alérgicas.
Desde hace más de tres décadas, la doctora espirituana Iraida Morera Franco vive apegada al juramento hipocrático de consagrarse por siempre al servicio de sus pacientes.
DESLUMBRAMIENTO
En 1992, la investigación científica hizo posible el deslumbramiento por la Alergología, una especialidad médica que, como otras, necesita constante actualización.
“Mi trabajo de terminación de residencia analizó el comportamiento de la dosificación de IgE en un grupo determinado de niños. Dicha prueba, que se hacía en el cordón umbilical del recién nacido, daba un índice predictivo de padecer enfermedades alérgicas. Esta investigación hizo que me enamora de la especialidad y coincidió que, dado el déficit de alergólogos en la provincia, se empezaron a brindar cursos de adiestramiento, diplomados, a los que me inserté hasta hacerme especialista”.
En los policlínicos Sur y Centro, de la ciudad de Sancti Spíritus, la doctora Iraida ofrece sus consultas para niños y adultos. Con los niños —confiesa— tiene una conexión especial. Con ellos ha creado lazos, ligaduras necesarias. Una vez que los trata, se convierten en sus amigos puntuales, más puntuales que los relojes suizos.
“Para mí es bien placentero trabajar con niños; asumen su enfermedad con mucha disciplina, son más moldeables en cuanto al cumplimiento del tratamiento. Ellos llegan a la consulta y te dicen: ‘Yo no puedo echarme al perfume, no puedo comer nada con fresa porque me da tos’. Hay padres y madres que son asmáticos y no dejan de llevarme a su niño a la consulta nunca; sin embargo, los que van con criterio de tratamiento médico son ellos porque muchas veces no son disciplinados”.
La mirada escrutadora, la observación, el método clínico. Este es el ABC de la práctica médica de la doctora Iraida quien pondera la importancia de la prevención desde edades tempranas.
La prevención se comienza desde el embarazo. El hábito de fumar, tan frecuente en nuestro medio, es un factor de riesgo para el desarrollo de las alergias en el futuro bebé. Es vital que se fomente la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad, que se evite dar medicamentos innecesarios en esos primeros años de vida porque son factores que pueden incidir en el aumento de la severidad de esas afecciones.
“En la edad pediátrica es donde mayormente se inician los síntomas de la enfermedad alérgica y el asma, por ejemplo, afecta a muchos niños espirituanos. De hecho, hoy se considera una de las alergopatías con mayor incidencia en Cuba y el mundo”.
¿Cuáles son las enfermedades alérgicas más frecuentes en Sancti Spíritus?
El asma, la rinitis, dermatitis atópica, y en los últimos tiempos se han incrementado las alergias alimentarias, sobre todo en la primera infancia, con las alergias a la proteína de la leche y a la de los huevos.
¿Qué previsiones se tienen de los padecimientos alérgicos?
Para el 2050, la mitad de la población mundial pudiera padecer de alguna enfermedad alérgica. Se ha visto mucho en los últimos años un incremento de las alergias alimentarias, por medicamentos, por los efectos del cambio climát
HONDURAS, LA GRANDEZA DE LO ÚTIL
Sabedora de la fuerza monumental del ejercicio de la solidaridad, la doctora Iraida Morera Franco vuelve a las remembranzas de la ayuda médica de Cuba en Honduras de 2014 a 2016. Llegar hasta las aldeas más intrincadas del municipio de Trinidad, en el departamento de Santa Bárbara, improvisar consultas debajo de los árboles, pesquisar, atender hasta el último paciente se hicieron acto común en aquellos parajes; quizás, por ello, a estos salvadores de almas la gente noble de allí continúe levantándoles templos de gratitud.
“Honduras es un país que te enamora por su geografía y por su gente. La brigada médica cubana fue muy aceptada por la población pobre, y cuando llegabas a uno de esos lugares, no era necesario decir tu nombre. Te llamaban cubana o cubano.
“Llegué como especialista en Medicina General Integral y cuando se enteraron que atendía las alergias, enseguida iban conmigo. Por suerte, no hubo conflictos entre la atención médica privada y la pública. Cuando llevábamos seis meses en Trinidad, ya los mismos médicos enviaban sus casos más difíciles a nosotros y a los pediatras que allí cumplíamos misión.
“En ese país, la incidencia de enfermedades alérgicas era alta; estábamos en una zona montañosa donde muchas personas padecían de asma, y el único tratamiento que recibían, debido a sus bajos recursos, era el salbutamol durante la crisis de asma y el esteroide. Aquí, en Cuba los niños tienen un tratamiento profiláctico; allá se indicaba el tratamiento de la crisis y punto. Eso nos chocaba, era fuerte el contraste”.
¿Qué pasaje de salvación le resulta más gratificante recordar?
“El de una niña con una dermatitis atópica difícil, difícil de tratar. Procedía de una familia con muy bajos recursos y vivía en una aldea intrincada del municipio de Las Vegas; hasta allí íbamos periódicamente a valorarla. Nos costó mucho trabajo su curación, incluso, cuando veníamos de vacaciones a Cuba llevábamos de aquí una crema hidratante que le fue muy efectiva.
“Su familia y ella no sabían cómo agradecernos. Cuando la brigada médica estaba casi al regresar, la pequeña me regaló un osito de peluche, que conservo aún”.
Sentada ahora en su consulta habitual, la bata blanquísima sobre su vestido azul, la mano suave, la voz serena; Iraida, la reconocida alergista espirituana se aferra a la práctica de la medicina del cariño, que también cura y mucho.
11 octubre 2023|Fuente: escambray| Tomado de Noticias Salud