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Son las piedras preciosas de la cocina, pues acentúan y mejoran el sabor y el color de los alimentos, pero además constituyen un eficaz aliado de nuestra salud.
Basta poner un pie en Sri Lanka para darse cuenta de que esta gran isla del Índico huele a especias. A canela y a nuez moscada, sobre todo, pero también a cardamomo, comino, cilantro, jengibre, pimienta, azafrán, clavo, comino, cúrcuma y chile picante, los ingredientes con los que en la antes llamada Ceilán preparan su potente curry. Más aromático, complejo, fresco y rico en matices que el curry indio, según presumen los chefs de la isla más bonita del mundo, como la llamó Marco Polo.
Comer especias a diario podría reducir el riesgo de muerte
Hacen bien al condimentar sin remilgos su comida. No solo por el placer que supone para el paladar. Es que, además, este hábito culinario los ayuda a alargar su vida. Así lo insinuaban hace poco científicos de la Academia China de Ciencias Médicas y de la Universidad de Harvard. Se basaban en datos de casi medio millón de individuos registrados en el Biobanco Kadoorie de China, con edades comprendidas entre 30 y 79 años.
Durante los siete años que duró el seguimiento exhaustivo a su estado de salud, los investigadores conocieron al dedillo detalles como cuánto pesaban en cada momento, qué cantidad de verduras comían o cuánto alcohol bebían. Y también en qué medida aderezaban sus platos, que era lo que más les interesaba para su estudio.
Los resultados no dejaban lugar a dudas: quienes recurrían al especiero casi a diario veían reducido su riesgo de muerte en un 14 %, que no es poco. “Se trata de un estudio observacional, así que no podemos extraer conclusiones definitivas sobre la relación causa-efecto, pero supone un incentivo importante para investigar a fondo la repercusión de las especias sobre la salud”, apuntaban los autores en el British Medical Journal.
No son las únicas voces que apelan a poner en valor las especias. En la última década, se han multiplicado los estudios que apuntan que el jengibre y la canela le paran los pies al cáncer, que el romero tiene propiedades antibióticas, que el perejil ayuda a combatir la diabetes o que la salvia y la cúrcuma desafían al mal de alzhéimer y a la demencia senil.
Polifenoles: los compuestos que esconden el secreto de las especias
Desenmascarar a los responsables de semejante dechado de bondades es, desde hace algún tiempo, el caballo de batalla de nutricionistas, químicos y biólogos de todo el mundo. Los principales sospechosos de momento son los polifenoles, un grupo de compuestos vegetales populares por sus propiedades antioxidantes, que también han demostrado una importante actividad antiinflamatoria, anticancerígena, neuroprotectora, antiasmática y antidiabética.
Incluso hay pruebas de que benefician a la flora digestiva, la microbiota, que cuando tiene una composición equilibrada protege de enfermedades. No parece que sea una mera coincidencia. Entonces, ¿por qué titubean los científicos cuando se les pregunta si habría que atiborrar de especias la comida para vivir más tiempo y más sanos?
La dificultad de demostrar efectos contundentes
Pues porque para que algo se acepte como verdad absoluta en ciencia hay que disponer de pruebas irrefutables. Y, hasta ahora, a los investigadores no les ha resultado fácil demostrar que, tras consumir un puñado de hierbas y condimentos naturales, la actividad antioxidante aumente lo suficiente en la sangre como para salir de dudas.
Una de las primeras expertas en aportar pruebas fue Elizabeth Opara, investigadora de la Universidad de Kingston (Reino Unido). En sus trabajos con tomillo, salvia y romero, demostró que estos condimentos presentan una actividad que imita a la de la superóxido dismutasa (SOD), una enzima natural de la célula con actividad antioxidante y antiinflamatoria que, curiosamente, es más potente en las especias cocinadas y digeridas que en las crudas. Para que nos quitemos de la cabeza de una vez por todas eso de que cocinar los alimentos merma sus propiedades.
Radicales libres y superóxido dismutasa: la química detrás de las especias
El mecanismo de funcionamiento de la superóxido dismutasa es fácil de explicar. Resulta que, cuando el cuerpo quema oxígeno, se forman unas moléculas un poco canallas: los radicales libres. Un sugerente nombre para designar a ciertas especies químicas con electrones no apareados en alguno de sus orbitales que están siempre ansiosas por mezclarse con otras especies químicas.
El peligro surge cuando estos radicales tan promiscuos reaccionan con moléculas de importancia vital para las células sanas, como los lípidos de las membranas, y las desestabilizan. Una cosa lleva a la otra y, al final, el exceso de radicales libres precipita el envejecimiento y favorece el desarrollo de enfermedades crónicas como las cardiopatías o el cáncer.
La buena noticia es que la SOD inhabilita por completo al superóxido: lo fulmina, al convertirlo en oxígeno y peróxido de hidrógeno, que a su vez se transforma en agua. Se acabó el problema. Eso explica por qué Opara descubrió en sus ensayos que las especias que manejaba tenían un potente efecto antiinflamatorio y antioxidante.
“Solo queda por averiguar si el efecto se altera cuando se combina con diferentes alimentos, como carnes, pescados, verduras o leche de coco”, concluía la citada investigadora.
Resultados prometedores en estudios con humanos
Sheila G. West, profesora de salud bioconductual en la universidad estatal de pensilvania (EE. UU.), también ha experimentado con las especias. Los sujetos de su estudio eran hombres con problemas de sobrepeso, a los que les ofrecieron un suculento almuerzo que consistía en pollo al curry, pan de hierbas italianas y una galleta de canela.
En total, incluían dos cucharadas soperas de especias culinarias que aquellos individuos se llevaban al buche. En las tres horas siguientes, les hicieron análisis de sangre cada treinta minutos. El resultado: la actividad antioxidante subía un 13 % y la respuesta a la insulina caía un 20 %. Además de que los niveles de triglicéridos, un tipo de grasas bastante dañinas para el corazón, bajaban un 30 % si se aderezaba con especias la comida.
Aunque aún no son datos suficientes para etiquetar a estas hierbas de panacea y hay que afinar en cuanto a concentraciones y cantidades, salta a la vista que influyen para bien.
Menos sal, más salud: otro beneficio de las especias
Está más que probado, por otra parte, que la comida con especias reduce la ingesta de sal. Y resulta que, cuanto menos le damos al salero, mejor le va a nuestra salud. Fundamentalmente, porque al rebajar el cloruro sódico la hipertensión disminuye y con esa caída se aminoran los problemas cardiovasculares.
Incorporar especias a los guisos supone recortar el consumo de sal en 966 miligramos diarios sin darnos cuenta, según calcularon hace poco investigadores de la Universidad de California. Influye, dicen, la versatilidad de los condimentos al estimular el paladar. Eso y que la capsaicina, la molécula responsable del picor de los pimientos chiles, cambia por completo el modo en el que el cerebro percibe el sabor salado.
Hasta tal punto que cuando se examina el encéfalo con un escáner, se puede ver que consumir alimentos picantes aumenta la actividad en áreas cerebrales vinculadas a la percepción del sabor salado. Si a eso le sumamos que comer guindillas contribuye a que nuestras venas y arterias se relajen y, encima, promueve la pérdida de grasa, sobran argumentos para pedir: “Más picante, por favor”.
27 Marzo 2025 Fuente: Radio Caribe/ Noticias/ Salud
Ene
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Transcurría el año 2011 cuando una de las bandas de música popular bailable más importante de nuestro país, sacara a la luz un tema musical que, por su sonoridad, ritmo contagioso y letra pintoresca, la convertirían en uno de los de preferencia de los bailadores y amantes de la música cubana.
Pero la capacidad de “enganche” de este tema musical trascendía sus propiedades sonoras, pues esa atractiva letra se refería por primera vez a una nueva droga alucinógena que comenzaba a ganar espacios en Cuba.
Su nombre fue evolucionado y cambiando constantemente; conocida en su momento como la bailarina, luego pasó a llamarse, cielo azul, diablo rojo, la bella durmiente, hasta que por temas comerciales o evoluciones lingüísticas de los consumidores se generalizó el nombre de Químico, un cannabinoide sintético que por sus síntomas se clasifica como droga alucinógena que posee gran capacidad de estímulos sobre sus receptores y al compararse con la marihuana, que pertenece a este mismo grupo, la potencia se supera hasta 50 veces.
Estas características provocan una gran capacidad adictiva, y por consiguiente un aumento el daño de los consumidores. Es una droga que en ocasiones se desconocen sus principios activos, pues los traficantes con el objetivo de aumentar su volumen y ganancias monetarias, la adulteran con otras sustancias tóxicas, para provocar una hiperestimulación en el consumidor con un incremento del daño orgánico.
Las formas de consumo varían según la presentación de la droga, la encontramos en aceites, “picaduras” y una de las últimas presentaciones que aparecieron en el mercado fue el “papelito” todas estas presentaciones por lo general se fuma, en el caso de la última no despide olores en el momento del consumo, por lo que puede camuflarse como un cigarrillo tradicional.
Las principales afectaciones sobre la salud de aquellos que la consumen variarán según la edad y el tiempo de exposición a ésta, predominan efectos cardiovasculares (hipertensión, taquicardia, arritmias, bloqueos de II y III grados e infartos), neurológicos, (convulsiones, fasciculaciones, alucinaciones visuales, gustativas, táctiles, auditivas y olfativas, ataxia, midriasis) y sicológicos, entre otras.
Por sus capacidades de hiperestimulaciones sobre el sistema nervioso central y otro mecanismo de acción puede llegar a inducir en el consumidor patologías psiquiátricas como, cuadros psicóticos agudos, depresión y llegar incluso a la esquizofrenia.
Los signos de alarma que permiten conocer o sospechar del consumo de este tipo de sustancia en algún familiar o amigo varían, pero por lo general lo delatan ciertos aspectos como:
Ojos rojos
Dilatación de las pupilas
Lenguaje tropeloso
Palpitaciones
Hipertensión
Alucinaciones a nivel de todos los sensores
Risa inmotivada
Euforia, excitación
Pérdida de la conciencia
Movimientos involuntarios
Cambios de humor
Trastornos de la conducta
Cambios en la calidad y horarios del sueño
Pérdida de objetos de valor, tanto personales como del hogar
El sistema de salud pública cubano tiene bien definido el tratamiento integral para el paciente adicto, en cada policlínico del país existe una consulta para el tratamiento de esta patología a nivel pediátrico y de adultos, además se crearon líneas telefónicas de ayuda, la más conocida es el 103 o línea confidencial antidrogas.
El proceso de deshabituación (nombre del tratamiento a pacientes adictos) es extremadamente complejo, sólo el 10 % logra con éxito desintoxicarse, tras definirse como paciente adicto, este lo será para toda su vida y la posibilidad de recaída siempre está presente, por todo lo anterior expuesto lo mejor será NO EMPEZAR.
30 Enero 2025 Fuente: Tiempo 21/ Noticias/ Salud
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En un contexto complejo ante el fenómeno del consumo de sustancias tóxicas, profesionales de la Salud Pública en Las Tunas desarrollaron el I Taller Provincial de Adicciones a partir de una estrategia de trabajo que tiene como propósito la dispensarización, capacitación y diálogo ante el manejo de los pacientes.
En esta oportunidad psicólogos, psiquiatras infantiles y de adultos, representantes de grupos básicos de trabajo y de los servicios de Salud Mental, junto a autoridades de la dirección general del sector, dialogaron referente al enfrentamiento a este problema que afecta a las nuevas generaciones ante una iniciación temprana en la adolescencia del consumo de drogas de abuso.
El doctor Alejandro Mestre Barroso, especialista en Toxicología, del Hospital General Docente Doctor Ernesto Guevara de la Serna, alertó que corresponde como sistema sanitario transformar las debilidades ante quienes comienzan el consumo mediante una prevención personalizada en centros de las enseñanzas secundaria básica, politécnica y preuniversitaria, unido a la familia y al claustro docente.
Significó que actualmente no se puede estigmatizar un grupo etario porque el inicio en edades tempranas no está determinado por menores de familias disfuncionales, y se relaciona con otros fenómenos como el embarazo en la adolescencia, la violencia y la Enfermedades de Transmisión Sexual.
Apuntó que urge una actualización del personal sanitario para la atención directa de pacientes con manifestaciones de intoxicación, con síndrome amotivacional una condición irrecuperable, con posibilidades de desarrollar Alzheimer ante la pérdida de memoria a corto y largo plazo, paulatinamente.
Por su parte la Doctora Norkis Sanchez Alonso, jefa de Asistencia Médica, subrayó que el sector se proyecta por aprovechar los servicios de Salud Mental desde la proyección comunitaria, unido a la superación de los profesionales desde la Atención Primaria de Salud con la intención de garantizar una labor asistencial integral para enfrentar este problema.
En otro orden la Máster en Ciencias Pedagógicas, Jaqueline Rivera Vázquez, denotó la trascendencia del Taller que permitirá además de la dispensarización, el diálogo intersectorial mediante la articulación con el sector de Educación para dotar a los docentes de herramientas que favorezcan la prevención pues la drogas causan daños severos en la personalidad de los jóvenes.
En el intercambio los presentes conocieron también algunos efectos de estas sustancias con adulterantes que agudizan el cuadro clínico, para la intervención en los espacios de urgencias de los policlínicos, en las diferentes áreas de salud.
Al cierre del Taller se conoció que el territorio apuesta por un proyecto multicéntrico integrado por profesionales de los servicios de Salud Mental, los hospitales provinciales y Psiquiátrico Clodomira Acosta, los centros de Higiene y Epidemiología y los departamentos de ProSalud, con intervención directa en la comunidad para incrementar la percepción de secuelas como los trastornos esquizofrénicos, los efectos geno-embriotóxicos durante la edad fértil de la mujer y las enfermedades neurodegenerativas.
23 Enero 2025 Fuente: Tiempo 21/ Noticias/ Salud