Un equipo médico del Pediátrico espirituano José Martí concretó la compleja operación de extirpar un linfangioma quístico benigno de más de una libra en un paciente de apenas cuatro años de edad.

Quizás la cotidianidad de lo extraordinario en la cirugía pediátrica espirituana ponga velos a proezas salvadoras que se hacen sin llamar al mundo para que sea testigo de ellas. La más reciente es la extirpación a un niño de solo cuatro años, de un tumor de grandes proporciones (un linfangioma quístico benigno de más de una libra) que ocupaba buena parte de la región dorsal, es decir, de su espalda.

Considerada una de las cirugías más complejas realizadas desde la reapertura, en diciembre último, de la Unidad Quirúrgica del Hospital Pediátrico Provincial José Martí, de Sancti Spíritus, la intervención duró hora y media y fue practicada por un equipo de cirujanos, anestesiólogos y enfermeras de alta calificación científica, además de residentes en formación.

HORA CERO EN EL SALÓN

Las manos blandas y pequeñísimas del niño Keiler Coca Valdivia caben en un beso de la enfermera que lo guía a la mesa de operaciones. Entra asustadizo y otras muchas manos lo cargan, callan su llanto, abrigan su menudo cuerpo con las sábanas verdes estériles que solo dejan al descubierto la protuberancia, el bulto, como dice la abuela, que hace cuatro años perturba la tranquilidad de la familia.

“Se trata de una malformación quística congénita, relacionada con los vasos linfáticos, diagnosticada desde el nacimiento del pequeño y que ha evolucionado, a pesar de haber sido aplicados varios tratamientos”, explicó el doctor Joan Varela Rodríguez, especialista de primer grado en Cirugía pediátrica quien dio seguimiento al paciente desde sus primeros días de vida.

El linfangioma quístico —precisó el especialista— está incluido entre las enfermedades derivadas de las malformaciones vasculares o tumores vasculares. Generalmente, se comporta de manera quística con localizaciones en el cuello, axilas, zona inguinal y en otras partes del cuerpo; en este caso es una lesión situada en la región dorsal, es decir, en la espalda, y estéticamente afecta al paciente.

“La anomalía más grande que el niño ha presentado no es esta, precisamente, era otra ubicada en el lado derecho que, afortunadamente, logramos infiltrar y reducir el tamaño”, señaló Varela Rodríguez.

“Dichas malformaciones —agregó— en algunos casos muestran un crecimiento acelerado en los primeros dos años de vida; después, se mantienen más o menos estables, y luego, regresan y causan algunos efectos nocivos. En dependencia de lugar donde se localice puede comprimir alguna estructura mediastina, provocar dificultad respiratoria, entre otras afecciones”.

HORA Y MEDIA DE LATIDOS

Ciencia y experticia médica se alinean para el éxito final de la intervención quirúrgica, liderada por los cirujanos pediatras Joan Varela y Jorge Leguen Berwich, quienes, pinzas y electrocuabulador en manos, se adentran bajo la piel donde yace la tumoración de unos 10 centímetros de diámetro, realmente grande para un niño de esa edad, afirman los doctores.

Por la localización de este linfangioma, el acto quirúrgico resulta menos complicado, aseveró el profesor Leguen Berwich, que ha extraído tumores de este tipo ubicados en áreas más complejas, como las cavidades internas, el cuello y el mediastino.

Según la literatura médica, esta malformación por alteración del sistema linfático embrionario debe desaparecer a los 6 años; pero hay un porcentaje que cursa por una deformidad antes de esa edad y es necesario tomar una conducta operatoria, como ocurrió con este paciente, indicó Leguen.

Para la doctora Aylin Cruz Guinaga, especialista de primer grado en Anestesiología, esta operación exige tomar varias medidas a la hora de la entubación del enfermo. “Por la dimensión del tumor, el manejo quirúrgico es más complejo y siempre constituyen un reto para los anestesiólogos intervenciones como estas asumidas por un grupo multidisciplinario.

“Nunca enfrentamos un caso de esta envergadura sin la presencia de dos especialistas en Cirugía, dos anestesiólogos y el personal de enfermería, que resulta vital en todos estos procederes”, añadió Cruz Guinaga.

Luego de hora y media de latidos junto al pequeño Keiler culmina la intervención quirúrgica, y en el rostro de todos, detrás de los nasobucos, una sonrisa. Finalmente —explicó el doctor Joan Varela—, se logró resecar la tumoración que supera la libra.

A pesar de la magnitud de la lesión, todo estaba en el tejido celular subcutáneo y, afortunadamente, no comprometía otros vecinos. No fue necesario, incluso, transfundir al paciente.

Con esta operación, el pediátrico espirituano inició el proceso de reactivación de las cirugías electivas en una Unidad Quirúrgica renovada completamente a un costo de más de 49 millones de pesos y que, de acuerdo con valoraciones del doctor Jorge Leguen Berwich, “representa un salto en la calidad del proceso quirúrgico y una inversión millonaria a favor de los niños espirituanos”.

Pronto, el niño Keiler Coca Valdivia saldrá a correr en su caballo sin bridas, el que le regalan en los cuentos al acostarse. Volverá a las andadas; así vivaracho lo quieren sus padres, sus abuelos…, quienes ahora agradecen tanto desvelo y, en particular, el haberle devuelto la tranquilidad a la familia. Con seguridad, no hay mayor gozo, que saberlo en casa dueño de las inocencias y, también, de las alegrías.

9 Febrero 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud

 

Nueve pacientes pediátricos, cinco hembras y cuatro varones fueron sometidos, este jueves y viernes, a técnicas laparoscópicas para la reparación de la hernia inguinal en niñas y niños como parte de los esfuerzos del Hospital Pediátrico Eduardo Agramonte Piña, de Camagüey, por extender las cirugías por mínimo acceso que son menos invasivas y reportan considerables ahorros de material.
El curso de entrenamiento, con sesiones teóricas y prácticas, es impartido por el doctor colombiano Gustavo Cala, especialista de primer grado en cirugía pediátrica, quien durante su carrera ya acumula experiencia en el dominio de esa técnica. La sesión teórica incluyó ejercicios de simulación de la cirugía, antes de enfrentarse a los nueve casos.
Según explicó el doctor Mauro Castelló González, este tipo de hernia es la enfermedad quirúrgica electiva más frecuente en la provincia. «Sin embargo, hasta el momento no hemos usado técnicas de mínimo acceso para su reparación.
«El Servicio cuenta con la técnica de mínimo acceso desde el año 2000 y realizamos operaciones para otras enfermedades, pero para la hernia inguinal solamente se usaba tratamiento convencional. Usarlo en este padecimiento simplifica mucho el proceder, disminuye el tiempo de cirugía. Además, es fácilmente reproducible, por eso con cursos intensivos como este podemos apropiarnos de la técnica para su posterior realización», dijo.
El profesor Cala es graduado en la Escuela Latinoamericana de Medicina en Camagüey, además realizó sus estudios de cirugía pediátrica en este servicio del Hospital Pediátrico Eduardo Agramonte Piña, al que regresa por estos días para brindar sus conocimientos y entrenar en estos procederes a quienes fueron sus compañeros de estudio.
28 abril 2024 Fuente: Cubadebate/ Noticia/ Salud

Un suceso poco común trastocó la guardia del 29 de febrero de la doctora Niurys Aguilar Ramírez al recibir en el Hospital Pediátrico Eduardo Agramonte Piña, de Camagüey, a Henry Cristian, un niño de 13 años con un arpón en la región abdominal que comprometía su vida.

Sin perder un segundo, según relata la especialista en primer grado en Anestesiología y Reanimación activaron al equipo de trabajo para emergencias y todos dieron lo mejor de cada uno y lograron que fuera un éxito el proceder.

Otra de las participantes de aquel desafío fue Dayannelis Aguilar Atanay especialista de segundo grado de cirugía pediátrica, quien aseguró que desde que llegó al cuerpo de guardia fue muy bien manejado por el servicio de urgencias y anestesiólogos que con agilidad y profesionalidad laboraron para la reposición de volumen.

Cuando llegamos al abdomen, dijo, comprobamos que tenía una lesión intestinal y una vascular, en la vena cava inferior que es un vaso importante que comprometía la vida del paciente y tuvimos que solicitar a los especialistas del Hospital Provincial Manuel Ascunce Domenech que vinieron rápidamente, por lo cual estamos seguros de que el resultado que hoy exhibimos es el fruto del esfuerzo de muchas personas.

Uno de los galenos que asistieron fue el angiólogo Raúl Romay Buitrago, quien reconoció en conversación con la Agencia Cubana de Noticias, la complejidad de la cirugía y los positivos resultados que tuvieron por tener claros los conceptos de urgencia y del trabajo en equipo, solo así se salvan vidas, recalcó.

Aunque la anestesióloga Georgina Sánchez Andújar cuente con más de 27 años de experiencia, casos así no la dejan de impactar.

Realizamos una cirugía de control de daños de gran envergadura porque lo más importante en ese momento es salvarle la vida al paciente, donde se le ponen transfusiones y la reposición de volumen tiene que ser enérgica para que el paciente sobreviva, y en este caso fue del 75 por ciento, informó Sánchez.

El joven Daimel Rodríguez Lugones, jefe del servicio de Anestesiología añadió que fueron como apoyo ante un suceso de gran envergadura y grande fue su sorpresa al encontrarse con un niño muy conservador que cooperó con la entrevista de la anestesia y que por suerte no se movió el objeto extraño en su cuerpo para evitar mayores complicaciones.

Añadió que en todo momento contaron con los materiales necesarios para realizar su trabajo como plasmas, plaquetas, albúminas y lograron que mantuviera sus parámetros vitales estables, un adolescente súper fuerte que se recuperaba cada 30 minutos, se canalizaron varios accesos venosos y se reparan grandes vasos sanguíneos y el intestino delgado.

Doy gracias a todo el personal por la atención esmerada, a cada momento preguntan cómo se siente, verlo recuperarse es una gran satisfacción, confío en los médicos y enfermeras que han salvado la vida de mi hijo, expresó esa madre camagüeyana.

Hoy Henry conversa y sonríe, cuenta que colocó el arpón confeccionado por el mismo en un poste de alumbrado público para hacerle una foto y se disparó.

Nunca se había disparado! dice, al mismo tiempo que asegura que jamás volverá a tocar ninguno.

La evolución de Henry es favorable, dentro de poco irá a jugar, a estudiar para realizar sus sueños, a donde quiera que vaya llevará una cicatriz que recordará un momento triste, pero lleno de recuerdos donde manos valerosas pusieron sus conocimientos, profesionalidad y amor para devolverle lo más valioso en el universo: la vida.

En la historia de la medicina pediátrica deberá constar que en un año bisiesto en Camagüey los héroes de la salud cubana protagonizaron una verdadera proeza. Tomado de ACN

06 marzo 2024/Fuente: Cubadebate / Tomado de / Noticias/ Salud