Datos recopilados por el Imperial College de Londres explican que la protección que ofrece una infección previa se habría reducido frente a Ómicron al 19 % frente al 85 % calculado con otras variantes.

El último informe del Instituto Superior de Salud italiano da cuenta de que el riesgo de reinfección con Ómicron existe, y no es despreciable, en tanto las reinfecciones entre el 24 de agosto de 2021 y el 9 de enero de 2022 representaron el 2,7 % de los casos (más de 108,000), y en febrero aumentaron al 3,2 %, frente al entorno del 1 % registrado entre octubre y principios de diciembre.

Los datos, recopilados por el Imperial College de Londres, muestran que, con la nueva variante, la infección después de recuperarse, es cinco veces más frecuente que con Delta. Por lo tanto, la protección que ofrece una infección previa se habría reducido frente a Ómicron al 19 % frente al 85 % calculado con otras variantes, refiere el periódico El Mundo.

«La proporción de personas que se reinfectan de COVID está aumentando, pero las células T permanecen activas contra la nueva variante y protegen contra la enfermedad grave», da cuenta el diario español.

Refiere, además, que los no vacunados y sanitarios corren los mayores riesgos: según el informe sanitario italiano, se han dado 21 000 casos de reinfección en personas no inmunizadas entre mediados de diciembre y mediados de enero, 2 800 casos entre los vacunados con al menos una dosis en el momento del primer diagnóstico y 65 000 entre los que recibieron la vacuna después de la primera infección.

Por su parte, entre los trabajadores sanitarios hubo más de 4 000 reinfecciones en un mes, frente a 37 000 primeros diagnósticos (en el resto de la población, el ISS calculó 72 000 reinfecciones frente a dos millones de primeros diagnósticos).

Por grupos de edad, las personas entre 20 y 39 años representaron el 39 % del total de reinfecciones, seguidas de las de 40 a 59 años (34 %).

El Ministerio de Salud define como «caso de reinfección» a la persona que contrae el coronavirus al menos 90 días después de la enfermedad anterior, o menos de 90 días, pero con una cepa viral diferente.

Ómicron está relacionada con la evasión inmune parcial, en lo que a infección se refiere. Esto significa que los recuperados y vacunados están menos protegidos del contagio.

«Sin embargo, tenemos datos muy sólidos que muestran cómo las células T, las que rigen la memoria inmunológica, permanecen activas, incluso, frente a la nueva variante y evitan formas graves de enfermedad», explica Mario Clerici, profesor titular de Inmunología en la Universidad de Milán y director científico de la Fundación Don Gnocchi. «Esto explica por qué hoy, a pesar del altísimo número de infecciones, la proporción de pacientes hospitalizados, incluso en cuidados intensivos, no alcanza niveles alarmantes».

Esto es poco probable que los recuperados Ómicron puedan infectarse con la misma variante, porque durante una infección el cuerpo produce una respuesta inmunitaria dirigida específicamente contra el virus responsable. Por lo tanto, podemos suponer, excepto en sujetos muy frágiles o inmunodeprimidos, que infectarse varias veces con la misma cepa es muy raro.

Clerici subraya que Delta y Ómicron conviven actualmente, y asegura que «la primera puede estar disminuyendo en términos porcentuales, pero no ha desaparecido. Curarse de una de las dos variantes puede no proteger de la otra. Vacunarse es más importante que nunca, porque nos salva de la COVID grave».

febrero 13/2022 (Granma)

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