A Mara y Alberto los une mucho más que el matrimonio. Chequear temperaturas, rash, sangrados y todo lo que pueda activar las alarmas, velar por la estabilidad de cada uno de los pacientes bajo su custodia, aúna a estos profesionales de la salud.

Luego de asumir funciones directivas en los momentos más cruentos de la covid-19, el matrimonio vuelve a la carga, esta vez al frente del Centro Anexo al Hospital Faustino Pérez.

“El centro abrió hace aproximadamente una semana, dada la situación epidemiológica que presenta la provincia de Matanzas, bastante compleja por el número in crescendo de pacientes con arbovirosis y dengue específicamente”, refiere Mara Verónica Álvarez Valdés, responsable de Asistencia Médica.

Ubicado en la residencia B de mujeres de la Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas y con capacidad para 50 ingresos, en el Centro “los casos han ido oscilando entre 18 y 20, porque los que recibimos acá son pacientes que están clasificados como dengue sin signos de alarmas, o lo que se conoce también dentro de las clasificaciones como dengues que son B1”, acotó la especialista, quien no descartó la presencia en la institución de pacientes con otras condiciones de salud.

“Al haber un aumento de casos bastante considerable, el Hospital Faustino Pérez, que está asumiendo todos los pacientes con signos de alarmas (clasificados como B2), se ha visto abarrotado, y por eso nosotros nos hemos visto en la necesidad de asumir también dengue con signos de alarma”.

Por su parte, Alberto Denis Pérez, quien funge como director del Centro Anexo, comenta que en estos momentos de los cuatro serotipos de dengue existentes en la provincia “están circulando fundamentalmente los serotipos 3 y 1, de ahí la cantidad de casos con complicaciones, que necesitan de ingreso hospitalario y/o centros de aislamiento por la masividad y la infestación que produce este mosquito”.

Tres médicos y tres enfermeros de la atención primaria de la salud, una jefa de sala de Enfermería y residentes de Áreas Básicas de la Universidad de Ciencias Médicas matancera, trabajan de conjunto con personal de apoyo a favor de la evolución favorable de los pacientes.

“Ellos me han atendido superbién, han estado al pendiente de todo”, alega Tailenis Bernal Rodríguez, quien llegó a la institución de salud con sangrado en su encía.

También satisfecha se muestra su acompañante, Caridad Rodríguez Sánchez: “Muy bueno, muy bueno. Los médicos son maravillosos y los enfermeros igual, y están pendientes del paciente. De verdad que no tengo queja ninguna”.

En el mismo cubículo se encuentra ingresada Yanelis Pérez Rodríguez. “En todo trabajan para garantizar la atención de uno: la limpieza, la comida, todo. Está muy bueno todo”, asegura la paciente que llegó al centro con evidencias de dengue grave.

Mara y Alberto no se quedan tras los burós dirigiendo de lejos. A cada rato se ve al matrimonio subir y bajar escaleras, supervisar hematrocritos, sueros y limpieza y constatar evoluciones desde bien cerca. Ambos no son nuevos en la lucha contra enemigos silenciosos y saben que, como en la covid-19, la clave del éxito está en la constancia, en no dejar brechas, en no dar oportunidad al enemigo. Ganar batallas en tiempos de dengue requiere de una fórmula bien conocida por ellos: dedicación, amor y entrega.

(Tomado de TV Yumurí)

septiembre 01/2022 (Cubadebate)

septiembre 1, 2022 | Maria Elena Reyes González | Filed under: Cuba, De la prensa cubana, Dengue, Ministerio de Salud Pública (MINSAP), Salud, Salud Pública, virus | Etiquetas: , , , , , , , , , |

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