Feb
12
Un grupo de investigadores presentó nueva evidencia que sugiere que determinadas poblaciones específicas de bacterias en nuestra boca podrían afectar al funcionamiento del cerebro a medida que envejecemos, informa la Universidad de Exeter (Reino Unido).
Alrededor de 15 % de los adultos mayores padecen de deterioro cognitivo leve, una afección que puede aumentar considerablemente el riesgo de desarrollar demencia o la enfermedad de Alzheimer.
Para este nuevo estudio, los científicos analizaron muestras de saliva de 115 adultos mayores de 50 años, algunos con deterioro cognitivo leve y otros con una función cerebral saludable.
Los expertos descubrieron que los participantes con niveles más elevados de bacterias ‘Neisseria’ y ‘Haemophilus’ mostraron un mejor rendimiento en memoria, atención y tareas complejas.
También observaron que tenían altos niveles de nitrito en su boca, que es producido por las bacterias cuando descomponen el nitrato, un componente que se encuentra en dietas ricas en vegetales.
De acuerdo con la investigadora Joanna L’Heureux, estas bacterias también pueden descomponer el nitrito en óxido nítrico, que ayuda a mejorar la circulación, incluido el flujo de sangre hacia el cerebro.
Por otro lado, L’Heureux destacó que existen dos grupos de bacterias que están potencialmente asociadas con una peor salud cerebral. Las ‘Porphyromonas’, a menudo relacionadas con enfermedades de encías, eran más comunes en aquellos participantes con problemas de memoria, mientras que las ‘Prevotella’ estaban vinculadas con niveles bajos de nitrito y eran más frecuentes en personas portadoras del gen de riesgo de la enfermedad de Alzheimer, APOE4.
Estos hallazgos, reportados en la revista PNAS Nexus, plantean el potencial de detección temprana del deterioro cognitivo mediante controles dentales regulares.
Por su parte, la profesora Anne Corbett señaló que “los tratamientos que alteran el equilibrio de bacterias en la boca podrían ser parte de una solución para prevenir la demencia”.
Según explicó, esto se lograría a través de modificar nuestra dieta, consumir probióticos, mejorar las “rutinas en la higiene bucal” o someternos a “tratamientos específicos”.
10 Febrero 2025 Fuente: Periódico Victoria/ Noticias/ Salud
Feb
10
El desarrollo de alternativas para mejorar la calidad de vida de los pacientes con enfermedades reumáticas es uno de los objetivos de ese servicio en el Hospital Clínico Quirúrgico Lucía Íñiguez Landín de la provincia de Holguín.
Alberto Alberteris, especialista de esta institución precisó a la ACN que en estas consultas se atienden pacientes con artritis, artrosis, lupus entre otros padecimientos, cuyo diagnóstico precoz es imprescindible para elevar las posibilidades de lograr avances satisfactorios en los afectados.
Indicó que la investigación de estas afecciones y sus causas contribuye a una mayor interacción médico-paciente y la realización de ensayos clínicos para aliviar la sintomatología, a partir de productos biotecnológicos cubanos.
El experto destacó que se realizan estudios en poblaciones vulnerables o con factores de riesgo y tratamientos de medicina natural y tradicional, desde la propia atención primaria de salud, con probada efectividad.
Además se trabaja en la capacitación de especialistas y la socialización de resultados a través de eventos nacionales y territoriales, como herramientas de formación profesional afirmó Alberteris Rodríguez.
La Reumatología es la disciplina médica que se encarga de prevenir, diagnosticar y tratar las enfermedades musculoesqueléticas y es una de las que más incrementos en diagnóstico oportuno y tratamiento ha experimentado en los últimos años.
Entre las dolencias más comunes tratadas están la artrosis, la gota la artritis reumatoide, el dolor de espalda crónico, la tendinitis y el lupus.
07 Febrero 2025 Fuente: ACN/ Noticias/ Salud
Feb
8
La luteína, conocido también como “la vitamina del ojo”, está presente en alimentos como hojas verdes, frutas y verduras, y su consumo regular podría marcar la diferencia en un mundo donde las enfermedades visuales crecen rápidamente
En un mundo cada vez más tecnológico, en el que las pantallas dominan la vida cotidiana, el cuidado de la salud ocular se ha convertido en una prioridad que no puede ignorarse.
Entre los nutrientes más destacados para proteger la visión, la luteína emerge como un héroe silencioso, capaz de prevenir enfermedades como las cataratas y el glaucoma, mientras mejora la calidad de vida visual de millones de personas, de acuerdo con Medline Plus, una página de la Biblioteca Nacional de Medicina del Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) del gobierno de Estados Unidos.
Qué es la luteína y qué rol cumple en el organismo
Conocido también como “la vitamina del ojo”, este carotenoide natural se puede encontrar en distintos alimentos como frutas y verduras, y su consumo regular podría marcar la diferencia en un mundo donde las enfermedades visuales crecen rápidamente.
Las cataratas y el glaucoma representan dos de las principales amenazas para la salud ocular, especialmente en adultos mayores. Estas condiciones son la causa principal de ceguera y discapacidad visual.
Según los expertos, las cataratas, caracterizadas por el empañamiento del cristalino, afectan con mayor frecuencia a personas mayores de 50 años. Por otro lado, el glaucoma, una enfermedad que daña el nervio óptico debido a la presión intraocular elevada, es igualmente preocupante, ya que puede provocar ceguera irreversible si no se detecta a tiempo.
Ambas condiciones comparten un factor común: el daño oxidativo provocado por el envejecimiento, la contaminación y la exposición excesiva a la luz, especialmente la luz azul emitida por las pantallas de dispositivos electrónicos. Es aquí donde la luteína entra en acción, no solo como un antioxidante natural, sino también como un filtro de protección que ayuda a minimizar los efectos nocivos de estos factores.
Cómo saber si me falta luteína
La luteína, un tipo de pigmento carotenoide, tiene propiedades únicas que la convierten en un nutriente esencial para la salud ocular. Una vez consumida, se acumula principalmente en la retina, especialmente en la mácula, la región responsable de la visión central y la capacidad de distinguir detalles finos. Su acción protectora radica en su capacidad para filtrar la dañina luz azul, un factor que puede contribuir al desarrollo de cataratas y glaucoma si no se controla.
Además, como antioxidante, la luteína combate los radicales libres y reduce el estrés oxidativo en los tejidos oculares. Esto no solo previene daños celulares, sino que también mejora la agudeza visual y favorece la percepción del contraste y los colores. La luteína ayuda a evitar la formación de radicales libres y de moléculas oxidativas, que son las causantes de los daños en las membranas de las células de los tejidos oculares.
Cómo saber cuándo es necesario consultar a un oftalmólogo
El cristalino, una estructura clave para enfocar la luz en la retina, es particularmente vulnerable al daño oxidativo. A medida que envejecemos, los radicales libres se acumulan, dañando las proteínas del cristalino y provocando su opacidad, lo que lleva al desarrollo de cataratas. Y ese signo es determinante para consultar a un oftalmólogo previamente.
Según investigaciones, un consumo adecuado de luteína puede frenar este proceso, reduciendo el riesgo de formación de cataratas al actuar como un escudo antioxidante.
Sin embargo, aunque la luteína ha demostrado ser eficaz para prevenir la aparición de cataratas, aún no está claro si los suplementos de este carotenoide son igual de efectivos para quienes ya padecen esta condición. Lo que sí es indiscutible es que una dieta rica en luteína, combinada con otras vitaminas carotenoides, ofrece beneficios sustanciales para la salud visual.
Glaucoma: la protección del nervio óptico
En el caso del glaucoma, la luteína también juega un papel crucial, aunque de forma indirecta. Si bien no reduce la presión intraocular, que es la causa principal de esta enfermedad, su potente acción antioxidante protege el nervio óptico del daño oxidativo. Este nervio es esencial para transmitir las señales visuales al cerebro, y su deterioro puede resultar en pérdida de visión permanente.
Además, la luteína mejora la circulación sanguínea en los ojos, lo que contribuye a mantener la salud del nervio óptico y a prevenir el daño asociado con el glaucoma. Estas propiedades hacen que este carotenoide sea un componente indispensable para quienes buscan proteger su visión a largo plazo.
Con el auge de la tecnología, los ojos enfrentan un nuevo desafío: la exposición constante a dispositivos electrónicos. Estudios recientes han señalado que el uso prolongado de pantallas puede provocar fatiga visual y aumentar el riesgo de daño ocular permanente. La luz azul emitida por estos dispositivos penetra profundamente en los tejidos oculares, aumentando el estrés oxidativo y acelerando el daño celular.
En este contexto, la luteína no solo actúa como un filtro natural para la luz azul, sino que también reduce la fatiga ocular y mejora la visión nocturna. Esto la convierte en una herramienta esencial para quienes pasan largas horas frente a pantallas, ya sea por trabajo, estudio o entretenimiento.
Qué alimentos contienen luteína
La luteína se encuentra en una amplia variedad de alimentos, lo que facilita su incorporación en la dieta diaria. Las principales fuentes de este carotenoide incluyen:
- Hojas verdes como la espinaca, la col rizada y el brócoli
- Frutas como el kiwi, frambuesas, ciruelas, manzana, pera, uvas y los cítricos
- Hortalizas como el maíz, los pimientos y la zanahoria
Además, existen suplementos de luteína que suelen recomendarse para personas con un mayor riesgo de enfermedades oculares. Según los expertos, el consumo diario de hasta 20 mg de luteína es seguro y puede ofrecer beneficios significativos para la salud visual.
A pesar de sus numerosos beneficios, es importante tener en cuenta ciertas precauciones al consumir luteína. Por ejemplo, aunque su uso durante el embarazo y la lactancia es seguro en cantidades moderadas, siempre se recomienda consultar a un médico antes de iniciar cualquier suplemento. Además, la luteína no es una solución milagrosa; si bien puede retrasar el avance de enfermedades como la degeneración macular, no detiene su progresión por completo.
En el caso de personas con condiciones oculares preexistentes, como la retinosis pigmentaria o la displasia broncopulmonar, los estudios han demostrado que la luteína no ofrece mejoras significativas. Por ello, es fundamental abordar su consumo como parte de un enfoque integral para la salud ocular, que incluya revisiones médicas regulares y otras medidas preventivas.
La luteína representa una esperanza tangible en la lucha contra las enfermedades oculares más comunes y debilitantes. Su capacidad para proteger los ojos del daño oxidativo y mejorar la calidad de la visión la convierte en un recurso valioso para todas las edades.
En un mundo donde los factores de riesgo para la salud ocular están en constante aumento, desde el envejecimiento hasta la exposición digital, nutrir los ojos con luteína podría ser la clave para mantener una visión clara y saludable a lo largo de los años. Como dice el viejo refrán, “es mejor prevenir que curar”, y la luteína ofrece una forma sencilla y efectiva de hacerlo.
4 Febrero 2025 Fuente: Radio Caribe/ Noticias/ Salud