Representantes del grupo estatal BioCubaFarma y de la empresa Labiofam firmaron hoy un memorando con la sociedad anónima rusa Phitovit para la cooperación en las esferas biotecnológica y farmacéutica.

La rúbrica tuvo como escenario la Feria de Salud Moscú 2023, donde Cuba está representada por un amplio grupo de científicos y desarrolladores tecnológicos de las entidades adscritas al Grupo de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica de la isla caribeña.

En ese sentido, argumentó que dicho convenio permitirá ampliar los nexos bilaterales en el área científico-técnica, especialmente en proyectos de vacunas recombinantes para el uso no solo en animales domésticos, sino también para los que tienen interés económico.

Por otra parte, el director de negocios y exportaciones del grupo empresarial cubano Labiofam, Alejandro González, quien también firmó un acuerdo con Phitovit, explicó que trabajarán para establecer una producción cooperativa.

“Vamos a compartir con los rusos las diferentes tecnologías que tenemos desarrolladas con el objetivo de llegar a extenderlas hasta su mercado y hacer un pacto con un medio de producción cooperativa, tanto aquí como en Cuba. El objetivo final es hacer desarrollos conjuntos, innovaciones nuevas para pasar a un grado superior de la ciencia y la tecnología”, enfatizó.

Asimismo, Tusupov Omarzhan, director general de la sociedad anónima Phitovit resaltó el auge que por más de 30 años ha tenido la biotecnología cubana, ante lo cual destacó que es un enorme potencial asociarse para establecer la transferencia de tecnología.

Tras la firma de los memorandos el embajador de La Habana en Moscú, Julio Garmendía, manifestó que las entidades implicadas tienen amplias potencialidades para el suministro de diferentes componentes en aras de aumentar la producción de medicamentos con tecnologías de punta.

“Esta cooperación puede, sin duda alguna, potenciar nuestros vínculos que hoy día son amplios y abarcan muchísimas esferas de la vida”, refirió el diplomático.

Cuba participa en la Feria de Salud de Moscú desde hace cuatro años, una plataforma que constituye el proyecto de atención médica más grande de Rusia, donde se despliegan varias iniciativas como ferias comerciales internacionales, congresos, foros, conferencias y otros eventos.

En la feria, que concluirá mañana viernes, participan 15 países y cuenta con el apoyo de las autoridades y Gobierno rusos, los órganos ejecutivos legislativos, federales y regionales en el cuidado de la salud, la industria manufacturera y el turismo.  (Con información de Prensa Latina)

8 diciembre 2023 | Fuentes: Cubadebate| Tomado de | Noticias| Ciencia y Tecnología|

Desde su cuenta oficial en la red social X, el presidente Díaz-Canel Bermúdez compartía impresiones sobre su visita a un instituto que tiene una historia muy importante con Cuba y es parte de las relaciones de hermandad existentes entre la isla y la República Islámica de Irán.

“Muy grato visitar el Instituto Pasteur de Irán. Su exitosa experiencia con el @FinlayInstituto en la producción conjunta de vacunas contra la COVID-19 es un ejemplo a seguir. Tenemos el compromiso de afianzar los nexos que nos unen, en función del bienestar de nuestros pueblos”.

En la jornada, donde confluyeron científicos de ambas naciones, el dignatario afirmó a modo de justo homenaje al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz: “Hemos llegado hasta aquí por Fidel, que está presente como expresión de la solidaridad que nos enseñó”.

Durante los duros e inolvidables tiempos de pandemia de COVID-19, el Instituto Pasteur de Irán y el Instituto Finlay de Vacunas (IFV) estrecharon alianzas a partir de la vacuna cubana Soberana. Este lunes, durante la visita del presidente Díaz-Canel al centro científico ubicado en Teherán, el director general del IFV, Vicente Vérez Bencomo, estuvo presente en ese momento de indudable relevancia para la ciencia de ambas naciones.

Horas después, en diálogo con parte del equipo de prensa de la Presidencia de la República de Cuba, el científico recordó: “Nosotros empezamos una colaboración con el Instituto Pasteur hace unos cuantos años: desde el 2016 empezamos a verla, y la firmamos en el 2019”.

Bencomo dijo que el Instituto Pasteur de Irán había tenido una colaboración con el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de Cuba, donde se había transferido un grupo de tecnología y se había propiciado una facilidad productiva, donde “las plantas se habían hecho a partir de transferencia de tecnología; o sea, que hay todo un precedente”.

“Ellos (los amigos) se mostraron muy interesados en la vacuna conjugada contra el neumococo, que en estos días estamos terminando”. Sobre ese producto científico complejo y que ha llevado no poco tiempo hacer, Bencomo recordó a la prensa que es “una vacuna que en aquel momento solo la tenía una firma norteamericana, y por lo tanto nuestros niños y los de ellos no tenían”.

“Es una vacuna que promete, por lo que han explicado nuestros científicos”, le comentamos.

“Sí. Y ellos (los iraníes) se interesaron mucho en la tecnología”, explicó el experto, quien hizo alusión a un contrato de transferencia de tecnología y a un pago que el país del Oriente Medio iba a hacer al país caribeño, “para nosotros reinvertirlo en terminar de desarrollar la tecnología” necesaria.

Ahí, según explicó Vicente Vérez, “empezó una relación muy buena con ellos. Avanzamos mucho”. Y en ese punto, el científico trajo a colación la vacuna contra la covid-19, la Soberana 02, una vacuna conjugada, al igual que la vacuna contra el neumococo. Lo dijo porque “cuando empezamos a desarrollar una vacuna conjugada contra la covid, que es la única conjugada que se hizo para la pandemia en el mundo, ellos dijeron: ‘Ya tenemos pasos de avance en transferencia y tecnología de vacunas conjugadas, ¿por qué no hacemos también esto para la covid y empezamos una transferencia de la vacuna Soberana 02?’”.

Con la concreción de esa propuesta, Cuba se benefició de la gran capacidad técnica de los científicos iraníes: “Se hicieron muchos ensayos clínicos en Irán, que validaron la vacuna también, y realmente tenemos un nivel de colaboración con ellos muy importante”.

Como todos los caminos verdaderos, este de alianza científica generó, recordó Bencomo, “momentos tensos y momentos de alegría, y realmente hemos creado un equipo conjunto de trabajo entre las dos instituciones”.

Sobre la visita del presidente Díaz-Canel a Teherán, el científico cubano resaltó el valor que ha tenido para relanzar la colaboración mutua “a un momento más alto”.

“Por lo tanto –dijo el director general del Instituto Finlay de Vacunas–, ahora estamos justamente proponiéndonos integrarnos más, ser más complementarios. Ellos tienen algunas vacunas que podemos utilizar en Cuba a través del Instituto Finlay, llevándolas incluso a América Latina, y nosotros vamos a aprovechar la capacidad de ellos para hacer ensayos clínicos aquí, utilizarlas aquí y también en la región”.

Es ese –agregó– un acuerdo estratégico que hemos firmado también, además de todo lo que ya permitió que deudas que teníamos y algunas otras cosas se aclararan en acuerdos que firmamos. “Vamos a lanzar la relación a un nivel mucho más alto”.

“Esto, evidentemente es muy positivo para las dos instituciones, en primer lugar, y para los dos pueblos”.

La visita del presidente cubano al Instituto Pasteur, consideró Bencomo, “fue muy importante”. Primero, porque permitió al mandatario “ver el nivel de relaciones entre las dos instituciones, tan cercanas y tan complementarias”.

La segunda razón tiene que ver con que el dignatario “explicó muy bien el origen de las relaciones entre Irán y Cuba, y qué papel juega la relación entre el Instituto Pasteur y el Finlay”. Bencomo contó a la prensa que en los rostros de los investigadores allí presentes era palpable un efecto, en positivo, que nacía de las palabras del mandatario.

Ante la pregunta de si él siente como promisorio todo lo que se está haciendo, Vicente Vérez Bencomo fue rotundo en la afirmación y dijo estar “muy satisfecho” con todo lo que se ha logrado hasta ahora.

7 diciembre 2023|Fuente: Cubadebate | Tomado de |Noticias| Política

A la par del ejercicio tradicional hipocrático, quienes apuestan por servir desde la Medicina deben comprometerse también con la investigación. Con ello le ofrecerán al mundo nuevas visiones sobre problemáticas que requieren propuestas de soluciones o ser enriquecida.

Querer ser médico es, ante todo, una decisión valiente. Por las venas debe correr la vocación y el respeto hacia una noble profesión, de esas que son necesarias de día y de noche, sin importar idiomas o ideologías. Brindar la asistencia requerida es un deber, y la bata blanca se convierte en más que un símbolo.

La actitud ante la vida cambia de dimensión una vez que se ha elegido luchar por la de los demás bajo cualquier circunstancia. La mano extendida, el abrazo apretado, la sonrisa de agradecimiento se convierten en los grandes premios cuando se ve a una madre cargar a su bebé, a un anciano caminar después de un accidente o un adolescente recuperar la alegría.

Sin embargo, a la par del ejercicio tradicional hipocrático, quienes apuestan por servir desde la Medicina deben comprometerse también con la investigación. Con ello garantizarán una calidad mayor de su atención y le ofrecerán al mundo nuevas visiones sobre problemáticas que requieren propuestas de soluciones o ser enriquecidas.

Entre los jóvenes galenos cubanos pueden encontrarse numerosos estudios que apuntan hacia un mejor futuro de la salud. Hoy compartimos la experiencia de uno de ellos, que evidencia la magnitud que puede tomar lo que, desde su silla de consulta, una vez fue una pregunta.

Un espacio para crecer

Justo el día que defendía su tesis de fin de la especialidad en Medicina General Integral, el pinareño Lázaro Pablo Linares dialogó con esta reportera sobre su proyecto de investigación, con el cual aspira a incorporarse al programa de formación doctoral.

Para concluir la especialidad diseñó y ejecutó una intervención educativa que tiene como objetivo mejorar el control de la presión arterial en hipertensos.

Su tema parte de una problemática sanitaria puntual, y es el elevado porcentaje de hipertensos descompensados constatado en su área, «cuyos niveles de presión no se acercaban a los indicados por la Organización Mundial de la Salud y los indicadores nacionales, que son los recomendables para que el paciente no tenga el riesgo de padecer un evento cardiovascular, una enfermedad coronaria, renal u otras complicaciones», precisó.

«La muestra para la investigación la integraron 140 pacientes de mi consultorio, de diferentes edades, sexo, posición económica».

Este es un estudio no observacional (intervención-acción), longitudinal prospectivo, desarrollado entre 2021 y 2023, que tuvo tres etapas, en las que se vincularon métodos teóricos y prácticos, la primera de ellas fue la revisión documental, la segunda correspondió a la evaluación clínica y paraclínica, y la tercera a la aplicación de instrumentos, lo cual permitió la obtención de la información necesaria.

Tras concluir el trabajo con la muestra seleccionada y realizar charlas educativas al respecto con este grupo, se evidenció que las modificaciones reportadas sobre el control de la presión, el nivel de conocimientos y la adherencia farmacológica no se correspondían con lo deseado.

¿Resultados esperados?

Lázaro Pablo refiere que «en la investigación no hay resultados buenos ni malos. Son los resultados que hay, y sobre ellos hay que trabajar», apunta. Para el doctorado, dijo, será necesario aplicar modificaciones sobre las brechas detectadas.

Al referirse al empleo de la investigación educativa en la resolución de problemáticas asociadas directamente con la Salud, este doctor señala en su tesis que, por medio de las intervenciones educativas, se observa la importancia de la transmisión de conocimientos a pacientes o individuos vulnerables o en situación de riesgo.

Es este un proceso que permite modificar conductas a través de estrategias y enfocadas en un plan de mejoras.

A sus 28 años y como autor de varias publicaciones en revistas científicas que abordan temáticas tan complejas en la Cuba de hoy como la calidad de vida en el personal sanitario de la Atención Primaria, con una muestra seleccionada en Pinar del Río, Lázaro Pablo no piensa abandonar la asistencia.

«Desde primer año fui alumno ayudante de Neurocirugía, y me concebía en un salón, pero cuando llegué a quinto año se implementó la verticalización. Solo había dos opciones: hacer el sexto año en el internado rotatorio o hacer el vertical.

«Ambas opciones tenían sus pros y sus contras; evalué las situaciones y vi que el interés era hacer el internado rotatorio, o sea, pasar el sexto año repasando todas esas especialidades que dimos durante la carrera, por ejemplo, Medicina interna, Cirugía, Ginecología…».

Alumno más integral de su graduación en 2020, este joven asegura: «Las especialidades que más me gustaban eran las quirúrgicas. La clínica sé que es la base de las medicinas, pero no me atraía tanto. No obstante, en aquel momento dije, voy a hacer Medicina General Integral y no me arrepiento. Creo que es la mejor decisión que he tomado en mi vida.

Este galeno explica que las especialidades quirúrgicas requieren de años de práctica para ganar en el desarrollo de habilidades. «Creo que ya no tengo ese tiempo, pero una segunda especialidad que siempre me ha llamado la atención es Bioestadísticas. Como limitante tiene que solo se estudia en La Habana y está regulada».

Para Lázaro Pablo es esencial que los jóvenes médicos y estudiantes de Medicina se interesen por la investigación, más entiende que primero es necesario que se incentiven por la profesión, que no la abandonen, y que se visualicen como médicos dentro de 20 años.

«Otro aspecto relevante es que en la universidad nos enseñen a investigar. Asignaturas como Metodología tienen que estar más aterrizadas a las líneas y necesidades de investigación reales que tenemos».

Integrante del equipo editorial de la Revista de la Universidad de Ciencias Médicas de Pinar del Río desde que concluyó el segundo año de la carrera, el joven asegura que cada día dedica un tiempo a estos asuntos, y para ello recibe el apoyo incondicional de su familia, la que ha creado las condiciones para ello.

Sueña con que llegue hasta los consultorios la informatización de la sociedad. «El médico se ahorraría la mitad del papeleo y la documentación, la Medicina va a mejorar entonces porque sería solo enfocarse en ver al paciente».

Solo una duda lo asalta. «¿Por qué no puede tener una categoría como investigador que no sea la de aspirante hasta cinco años después de graduado, aun cuando reúna los requisitos de idiomas, participación en eventos y publicaciones científicas?

«Es ilógico que me pueda presentar al programa de formación doctoral en Medicina, incluso desde la etapa de residencia, y no pueda aspirar a esa categoría».

Según su criterio, es preciso seguir trabajando en que los jóvenes se interesen más por la ciencia, que logren hacer maestrías y doctorados, que se superen en el posgrado, pues ello impactaría también en la asistencia. Es este un tema que, asegura, en el sector de la Salud debe tener un mayor impulso.

7 diciembre 2023|Fuente: Juventud Rebelde | Tomado de |Noticias| Suplementos en Red

diciembre 7, 2023 | Gleidis Hurtado Cumbá | Filed under: Ciencia, Cuba, De la prensa cubana, Salud | Etiquetas: , , , , , , |