Sep
27
Dijo Martí que la química celosa ha robado sus retortas a la naturaleza. Y es muy cierto. Antes que surgieran los fármacos el hombre utilizaba las bondades de la medicina verde, y las sigue utilizando.
Y es que ella no es una solución de tiempos difíciles como algunos han considerado erróneamente sino de todos los tiempos. También se equivocan quienes la califican de medicina de los pobres porque en naciones desarrolladas se recetan fitofármacos.
Pocos conocen los antepasados vegetales de la aspirina, por ejemplo. Su origen está en la corteza del sauce cuya decocción se empleaba desde la antigüedad para combatir la fiebre. En la Grecia de Hipócrates, la escuela médica de Cos utilizaba la corteza de Sauce para el tratamiento de la fiebre y el dolor, incluso con preferencia sobre el opio.
Con el transcurso de los siglos la aspirina fue evolucionando y ha demostrado propiedades antiplaquetarias por la cual se convierte en un útil recurso para la prevención de enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares y se siguen estudiando sus efectos en otras afecciones.
De manera parecida surgieron muchos fármacos que utilizamos hoy: primero el empleo terapéutico de la planta, después el uso de las sustancias activas que encierran y más adelante estas fueron imitadas por los químicos quienes las reprodujeron por síntesis.
La menta, de la cual existen varias especies, tiene una historia curiosa. En la Roma antigua su aroma era buen síntoma, se consideraba que su olor levantaba los ánimos y amenizaba las tertulias. Los científicos antiguos afirmaban que influía en el funcionamiento del cerebro, por eso Plinio el Viejo, célebre historiador romano, llevaba siempre en la cabeza una corona de hojas de menta fresca y aconsejaba a sus discípulos que hicieran lo mismo.
El efecto refrescante de la menta alivia la irritación de la garganta, combate la tos crónica y es un bálsamo para descongestionar la nariz. Sus infusiones se han utilizado desde tiempos remotos para aliviar la hinchazón abdominal y los cólicos. Por tanto, alivia los gases y permite digerir las comidas pesadas.
Podrían mencionarse infinidad de plantas cuyo uso está estudiado y aprobado por el Ministerio de Salud Pública.
Según el sitio Web de medicina natural de Infomed, la información obtenida de los clásicos de la literatura botánica de las plantas medicinales empleadas en Cuba, enriquecida con la información etnobotánica recopilada en los tres últimos lustros, así como con las investigaciones farmacológicas realizadas por distintas instituciones del país durante los últimos años, han permitido detectar la presencia en Cuba de mil 258 especies (de ellas 106 son endémicas), agrupadas en 732 géneros de 180 familias para las que se conocen o atribuyen propiedades medicinales.
El ajo, por ejemplo, protege las arterias, combate la hipertensión y disminuye el colesterol, además su tintura ayuda a combatir los hongos. El gel de la sábila (Aloe vera) funciona para tratar diferentes lesiones en la piel. De este modo, uno de sus principales usos es como cicatrizante de heridas, quemaduras, y hasta para tratar problemas de acné. Además, es una planta medicinal que ayuda a superar problemas estomacales y gastrointestinales. Como resultado, su consumo favorece la digestión, ayuda a superar problemas de gastritis, acidez, e igualmente funciona como antioxidante.
Para la ansiedad es muy conocido el boldo, al que la población llama metrobamato, la pasiflora también promueve la relajación. Una de las mejores opciones para consumir antes de ir a dormir es el té de romero y manzanilla para combatir la ansiedad, el estrés y los problemas de sueño.
El té de orégano resulta muy eficaz para combatir la tos y aliviar el dolor y la inflamación de garganta. Además, es un excelente antiviral para prevenir infecciones originadas por virus. Entre otras bondades. A la caña santa se le reconocen cualidades antihipertensivas en el sistema cardio-circulatorio, también es antiespasmódica en el sistema digestivo; antiasmática para el sistema respiratorio, y anti fúngica y antibacteriana en su aplicación sobre la piel y mucosa.
Dependiendo de su maduración la guayaba puede usarse tanto para tratar la diarrea como el estreñimiento. Cuando está verde es rica en compuestos astringentes que ayudan a controlar la diarrea; cuando está madura aporta gran cantidad de fibra insoluble, que actúa como un suave laxante.
Podrían mencionarse otros muchos ejemplos, pero lo importante en el uso de las plantas medicinales es que no se empleen de forma desordenada, sino consultar con un médico la forma de prepararla y su empleo.
24 Septiembre 2025 Fuente: Trabajadores/ Noticias/ Salud
Jun
23
La semana pasada dedicamos esta columna a Psidium guajava, una especie medicinal con reconocido efecto antidiarreico. La realidad es que muchas otras plantas medicinales poseen igual acción farmacológica, lo cual las hace susceptibles de ser utilizadas con fines terapéuticos en el abordaje de la diarrea.
Se diagnostica este padecimiento cuando se tiene deposiciones de heces sueltas o líquidas, tres o más veces al día, o con una frecuencia mayor que la normal para la persona. Suele ser un síntoma de infección en el tracto digestivo, ocasionado por diversas bacterias, virus o parásitos. La infección se transmite por alimentos o agua para beber contaminados, o bien de una persona a otra como resultado de una higiene deficiente.
Una proporción importante de las enfermedades diarreicas puede prevenirse mediante el suministro de agua potable salubre y un saneamiento e higiene adecuados. Sin embargo, la incidencia de este trastorno a nivel internacional es alta. La diarrea puede durar varios días y dejar el cuerpo sin el agua y las sales que necesita para vivir.
En el pasado, la deshidratación grave y la pérdida de líquidos eran, en la mayoría de los casos, las principales causas de muerte por diarrea. Actualmente, es probable que otras causas como las infecciones bacterianas septicémicas determinen una proporción cada vez mayor de muertes relacionadas con la diarrea. Los niños malnutridos o inmunodeprimidos, así como las personas que viven con el VIH, son los que presentan el mayor riesgo de padecer enfermedades diarreicas potencialmente mortales.
Entre las medidas clave para prevenir las enfermedades diarreicas se pueden citar el acceso a agua potable salubre, el uso de servicios de saneamiento mejorado, el lavado de las manos con jabón, la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, una higiene personal y alimentaria correctas, así como la educación sanitaria en cuanto a los modos de transmisión de las infecciones, entre otros.
Para su tratamiento se considera el uso de sales de rehidratación oral, suplementos de zinc y alimentos ricos en nutrientes. Es necesario siempre consultar a un profesional de la salud, en particular para el tratamiento de la diarrea persistente, cuando haya sangre en las heces o signos de deshidratación.
Aunque no es la base del tratamiento en estos casos, el uso de plantas medicinales puede resultar de ayuda, sin sustituir ningún tratamiento convencional, en especial las sales de rehidratación oral. Algunas especies de utilidad, según la tercera edición de la Farmacopea Vegetal Caribeña, son:
Cymbopogon citratus (caña santa): Se prepara una decocción o infusión con entre tres y cinco cucharadas de las hojas frescas troceadas en un litro de agua. En caso de decocción se deja hervir por cinco minutos en recipiente tapado y para la infusión se agrega el agua hirviendo al recipiente con el material vegetal. Siempre se debe tapar, dejar reposar cinco minutos, filtrar a través de un paño fino y beber una taza entre dos y tres veces en el día. En el caso de esta especie, es obligatorio el filtrado de la preparación a través de un paño previo a su consumo para evitar lesiones mecánicas sobre las mucosas, atribuidas a los microfilamentos o tricomas rígidos presentes en la hoja.
Euphorbia hirta (tapón): Se prepara una decocción con ocho cucharadas de las partes aéreas frescas de la planta en litro y medio de agua. Esta mezcla se pone a hervir en un recipiente abierto y deja reducir hasta la mitad. Luego se enfría, se filtra y se bebe una taza tres veces al día durante tres días.
Dysphania ambrosioides (apazote): Se emplea fundamentalmente en diarreas de etiología parasitaria, como es en caso de áscaris. Se recomienda preparar una decocción o infusión con cucharada y media de las partes aéreas de la planta en una taza de agua, equivalente a 250 mililitros. En caso de decocción se deja hervir por cinco minutos en recipiente tapado, mientras que para la infusión se agrega el agua hirviendo al recipiente con el material vegetal y se tapa. Ambas preparaciones se dejan enfriar durante diez minutos, se filtran y se bebe una taza al día de cualquiera de las dos, durante tres días seguidos en caso de adultos. Otras dosis referidas son media taza para personas de 35 kg y un tercio de taza, u 80 mililitros, para niños mayores de 5 años. Este tratamiento no se debe repetir antes de los seis meses.
Además, se señala que la ingestión, dos veces al día, del zumo del fruto de Citrus sinensis (naranja dulce), Citrus aurantium (naranja agria) o Citrus aurantiifolia (limón) está recomendado en presencia de diarreas. Siempre el uso de estos recursos debe ser considerado como complementario de la terapia con sales de rehidratación oral, nunca como sustitución.
Si así lo hacemos, podremos sin dudas beneficiarnos de las plantas medicinales y su efecto antidiarreico, para responsablemente cuidar nuestra salud… ¡desde lo natural!
17 Junio 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Desde lo natural
Jun
12
Es otra especie frutal muy apreciada. Su nombre científico o binomial es Psidium guajava y es un arbusto o árbol pequeño, natural de América tropical, que se ha asilvestrado en otras zonas tropicales del planeta.
Su fruto tiene una cáscara de tonos amarillo-verdosos y su interior puede ser rosado, rojo, blanco, amarillo o anaranjado. Es de sabor agradable y ligeramente ácido, con un aroma dulce característico. El guayabo es reconocido por sus usos medicinales que, al menos en Cuba, anteceden a la llegada de los conquistadores españoles.
Aunque el sabio cubano Juan Tomás Roig y Mesa apunta en su obra Plantas medicinales, aromáticas y venenosas de Cuba que de esta especie se utilizan con fines terapéuticos las hojas, los frutos y la corteza, les comparto ahora los usos recomendados para la especie en la tercera edición de la Farmacopea vegetal caribeña.
Esta obra respalda el empleo de las hojas y los cogollos del guayabo para tratar los ataques de nervios, la diarrea, los mareos, el vómito, los granos en la piel y el salpullido.
En la referida farmacopea se plantea que, de acuerdo con la información disponible, el uso del guayabo para ataque de nervios, diarrea, granos en la piel y salpullido se clasifica como recomendado con base en el empleo significativo tradicional documentado en las encuestas TRAMIL, los estudios de toxicidad, de validación y la información científica publicada.
El uso de este recurso en caso de diarrea debe ser considerado como complementario de la terapia con sales de rehidratación oral, no un sustituto.
Para el tratamiento de problemas de la piel, debemos recordar que toda aplicación tópica debe seguir estrictas medidas higiénicas con el objetivo de impedir la contaminación del preparado o la infección sobreañadida de la piel.
En mareos y vómitos, la recomendación está solo basada en el empleo significativo tradicional documentado en las encuestas TRAMIL y los estudios de toxicidad.
Por supuesto, no debe usarse esta especie con fines medicinales durante el embarazo y la lactancia, ni en niños menores de tres años.
Contra ataques de nervios, diarreas, mareos o vómitos, es conveniente preparar una decocción o infusión con entre cuatro o cinco cucharadas de hojas frescas troceadas, prefiriendo eventualmente los cogollos o brotes foliares, en un litro de agua.
En caso de decocción, hervir durante cinco minutos en un recipiente tapado. Para la infusión, agregar el agua hirviendo al recipiente con el material vegetal y tapar.
En cualquiera de los casos, se deja enfriar, eventualmente después de agregar algo más de media cucharadita de sal y cuatro cucharaditas de azúcar. Antes de consumir, se filtra y se bebe entonces una taza, equivalente a 250 mililitros, tres o cuatro veces en el día.
Contra granos en la piel o salpullido, se lavan adecuadamente las ramitas o las hojas y se prepara una decocción con igual cantidad, entre cuatro y cinco cucharadas del material vegetal en un litro de agua. Se deja hervir por cinco minutos en recipiente abierto y pasado el tiempo señalado se aparta del fuego, se deja enfriar y se filtra.
Antes de aplicar este preparado, se debe lavar la zona de la piel afectada con agua hervida y jabón. Entonces, se emplea en forma de baños, lavados o compresas locales, tres veces al día.
Más allá de estas recomendaciones específicas, de acuerdo con lo referido por el Grupo TRAMIL en la tercera edición de la Farmacopea vegetal caribeña, sabemos que el guayabo tiene otros usos medicinales.
Sin embargo, basta tener en cuenta las aplicaciones aquí descritas para reconocer que no solo es un árbol con una fruta agradable y nutritiva; también puede ser una herramienta muy útil en casa para abordar varios padecimientos bastante frecuentes y sobre los cuales está demostrado el valor de las hojas y los cogollos de la planta.
En caso de que sea necesario, se puede hacer uso de esta especie, que aporta grandes beneficios para la salud… ¡desde lo natural!
10 Junio 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Desde lo natural
