“Eramos pocos y parió Katana”, el viejo refrán suena estos días por la ciudad de Guantánamo ante la aparición del virus Oropouche que, como cualquier otro, pone en tensión al Sistema de la Salud Pública cubana, y exige la más rigurosa atención y seguimiento. Esta arbovirosis no es la excepción.

Los municipios de Songo-La Maya y Santiago de Cuba, en el oriente del país, y Abreu, Rodas, Aguada y Cumanayagua, de Cienfuegos, son los territorios donde apareció el Orthobunyavirus oropoucheense (nombre científico), aislado por vez primera en Oropouche, región de Trinidad y Tobago, de donde toma su apelativo en 1955. Desde entonces, ha tenido brotes epidémicos en Centro y Sur de América, sobre todo, en las regiones amazónicas de Brasil, Perú, Bolivia, Ecuador…

El virus es transmitido por vectores del género Culicidae (mosquitos) y Culicoides (jejenes) y en Cuba no se han registrado casos críticos, graves ni fallecidos, en tanto los contagiados han mostrado evolución satisfactoria de la enfermedad a partir del tercer y quinto días de mostrar señales, aseguró el doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del ministerio de Salud Pública, quien agregó que el proceso de incubación de la enfermedad dura de cinco a siete días entre la picada y la aparición de los síntomas.

El renombrado epidemiólogo cubano apuntó como los síntomas más comunes: cuadro febril acompañado por dolores musculares, en las articulaciones, en la cabeza y, en ocasiones, se han reportado vómitos y diarreas. Alertó que el cuadro puede encubrir Dengue, Chikungunya, Zika, o Fiebre Amarilla, patologías complicables, por lo que es importante acudir al médico.

El Oropouche tiene en común con las patologías referidas que es transmitido por el mosquito, pero no el Aedes aegypti, y aquí “parió Katana”, al entrar en escena el Culex, tan familiar como su congénere y sumarse un jején (Culicoides paraensis). A diferencia del primero (negro con rayas blancas y hábitos diurnos) este es marrón, protagonista del molesto zumbido nocturno en los oídos, y ataca entre la puesta y la salida del sol.

Como todos, su reproducción es acuífera (sin exigir aguas limpias, como el Aedes), vulnerabilidad que debemos aprovechar sus víctimas para cortarle el ciclo vital y eso se logra con disciplina domiciliaria y consecuente práctica del autofocal familiar, chequeo que evita que existan criaderos en la vivienda y sus alrededores.

Las autoridades de Salud, al respecto aconsejan la inspección de todas las áreas de la casa o centro laboral cada siete días (siempre el mismo día) de manera tal que se rompa el ciclo evolutivo del vector, insecto que vuela al octavo día de depositado el huevo.

El autofocal debe acompañarse de medidas como destruir todos los potenciales reservorios; cepillar semanalmente el tercio superior de los tanques bajos, eliminar desechos en los patios que puedan almacenar agua, con lo cual se reducen las posibilidades de vida del alado, se protege a la familia y contribuimos a la salud, en momentos de déficit de insecticidas y medios que no escapan a la criminalidad del bloqueo.

La Salud está en nuestras propias manos.

Realizar autofocal tanto en la vivienda como en los centros de trabajo cada 7 días. Esto incluye cepillar interior de recipientes de agua (incluidos bebederos de mascotas), voltear y colocar bajo techo los recipientes vacíos.

Mantener tapados todos los depósitos de agua.

Permitir la fumigación y mantener las viviendas cerradas 45 minutos después de ser fumigadas.

Lamentablemente estas medidas, aunque vitales, no son suficientes. De manera que deben completarse con el uso de mosquiteros, ropa adecuada para prevenir las picaduras así como el uso de repelentes.

Además, es recomendable visitar al médico ante la presencia de síntomas como los mencionados, especialmente, en el caso de las personas más vulnerables: niños, ancianos, embarazadas, inmunodeprimidos… Si bien no se reportan fallecidos por el VORO, se trata de una enfermedad de la que existe un enorme subregistro y lo mismo que no se diagnostican o se diagnostican mal algunos casos.

Una enfermedad parecida al dengue con un curso más benigno

La expansión de la fiebre por el virus de Oropouche es una realidad de nuestros tiempos condicionada por la invasión de los hábitats animales, la deforestación, el cambio clímatico, las migraciones… Su llegada a Cuba implica otro reto para el sistema de salud y la población, en especial las de Santiago de Cuba, el único lugar que hasta el momento ha reportado casos.

Se trata de una enfermedad viral, trasmitida por mosquitos distintos al conocido Aedes Aegypti, con un curso muy parecido al dengue, pero en general más benigno y sin que se reporten fallecidos por su causa. No significa que podamos confiarnos; todo lo contrario.

3 junio 2024 Fuente: Venceremos/ Noticias/ Portada

En su primer lustro de instituida, la escuela especial Amistad Cuba-Vietnam, para niños en situación de discapacidad físico- motora, ratifica la premisa del Comandante en Jefe Fidel Castro sobre esta enseñanza como sublime profesión de amor.

Con una matrícula de 90 educandos, distribuidos en 10 grupos desde preescolar hasta noveno grado, el centro recibe a infantes de todas las provincias orientales del país, a fin de brindar formación escolar y rehabilitación física.

Según refirió a la Agencia Cubana de Noticias Ydiobis Rodríguez, director del centro, 134 trabajadores de los sectores Educación, Salud Pública, Deporte y Recreación y personal de los servicios se encargan del cuidado permanente y formación de los estudiantes.

Destacó el funcionamiento de talleres de Belleza, Técnicas básicas de agropecuaria, Sillas de ruedas, Artesanías y Economía doméstica, además de la práctica de Educación Física y manifestaciones artísticas, fundamentales en la orientación vocacional.

Apuntó la siembra de hortalizas, vegetales, frutas y otros productos en seis áreas cultivables, y la crianza de cerdos y patos, logros que convierten a la escuela en institución de referencia en cuanto al impulso del programa de soberanía alimentaria.

De acuerdo con el directivo, reciben a infantes con patologías como Parálisis Cerebral y Osteogénesis Imperfecta, así como menores amputados y con deformidades, de ahí la importancia del reforzado equipo de rehabilitación.

Aliennys Tissert, galena del centro, se refirió a los tratamientos con agentes físicos, mecanoterapia y terapia ocupacional, en tanto mantienen un convenio con el Hospital Pediátrico Sur Antonio María Béguez, a fin de garantizar la periodicidad de las interconsultas de cada diagnóstico.

Significó el apoyo de un especialista del taller de Órtesis y Prótesis para la adaptación y reparación de los aditamentos utilizados en la mejora de la marcha y la calidad de vida.

Fundada el 23 de abril del 2019, la escuela especial Amistad Cuba-Vietnam contribuye al desarrollo de diversas habilidades en niños y adolescentes, en favor de su crecimiento personal.

24 abril 2024 Fuente: Sierra Maestra/ Noticias