El nombre binomial de la especie, que pertenece a la familia de las fabáceas, es Senna occidentalis. Se dice que es una planta pantroplical y subtropical.

Según Roig, se le conoce en nuestro país por varios nombres. Yerba hedionda es más comúnmente utilizado en la región occidental, y platanillo en la zona oriental. También se le identifica como brusca, guanina o martinica. Hay que tener en cuenta que Senna occidentalis no es la planta que usualmente nuestra población denomina platanillo de Cuba, el Piper aduncum. Son dos especies diferentes.

En su obra Plantas medicinales, aromáticas y venenosas de Cuba, Roig apunta que es “una hierba muy común en los terrenos yermos y cultivados de toda la isla, siendo más abundante en los calcáreos, donde constituye una de las malas hierbas”.

Más allá de sus usos medicinales, está reportado que sus semillas tostadas se han empleado como sucedáneo y adulterante del café, además de que se sabe que se ha utilizado como parte de la dieta en las islas Maldivas durante siglos.

El uso de esta planta en el tratamiento de afecciones de la piel como llagas y tiña, del dolor de estómago, de la fiebre y la ictericia se considera recomendado por la red científica Tramil, con base en el empleo significativo tradicional documentado, los estudios de toxicidad y la información científica publicada.

En el caso del dolor de cabeza y del cuerpo, la recomendación se basa fundamentalmente en los usos tradicionales registrados y los estudios de toxicidad.

Las formas de preparación y modo de empleo serían los siguientes:

Contra afecciones cutáneas, llaga o tiña: limpiar la lesión con agua hervida y jabón. Lavar adecuadamente una hoja antes de sacar los foliolos de la misma, machacarlos y aplicar localmente en cantidad suficiente para abarcar el área afectada. Cubrir con un apósito o paño limpio y cambiar tres o cuatro veces al día.

Contra dolor de cuerpo, fiebre o ictericia: preparar una decocción con seis cucharadas de las hojas troceadas en un litro de agua, hirviendo por cinco minutos en recipiente tapado. Luego dejar enfriar, filtrar y beber una taza, equivalente a 250 mililitros, tres veces al día.

Contra dolor de estómago: preparar una decocción o infusión. En caso de decocción, hervir durante 10 minutos en recipiente tapado tres cucharadas de las hojas troceadas y tres cucharaditas de la raíz también troceada, en un litro de agua. Para la infusión, agregar seis cucharadas de las hojas troceadas a un litro de agua hirviendo y tapar. En cualquiera de los dos casos, dejar enfriar, filtrar y beber una taza tres veces al día.

Contra dolor de cabeza: lavar adecuadamente una o dos hojas, estrujar ligeramente los foliolos y aplicar en forma de cataplasma sobre la frente o la cabeza, cubriendo luego con una venda o un pañuelo. Repetir cuatro veces al día.

Como en toda aplicación tópica, es necesario recordar la importancia de seguir medidas higiénicas estrictas que impidan la contaminación del material vegetal y sus preparados, para evitar una infección sobreañadida de la piel.

En el caso de la hierba hedionda o platanillo, se debe evitar su uso durante el embarazo, la lactancia y en los niños menores de tres años.

Un elemento que se debe conocer es que existen reportes de intoxicación del ganado por el consumo de esta especie. Igualmente, estudios experimentales en modelos animales han demostrado actividad cardiotóxica de las hojas, ataxia y otros disfuncionamientos neuromusculares por las semillas, así como degeneración muscular o toxicidad hepática y renal por las vainas.

Sin embargo, su consumo asociado a las recomendaciones anteriores es seguro, aunque sin dudas no puede dejarse de lado la posible toxicidad de la planta. Hay que recordar siempre en este sentido a Paracelso, quien en su obra Septem defensiones apuntó que “todas las cosas son veneno y nada está sin veneno; la dosis por sí sola hace que una cosa no sea un veneno”.

La hierba hedionda o platanillo, utilizada apropiadamente, puede ser una herramienta desde el hogar que nos permite tratar o complementar el tratamiento de varios padecimientos, desde enfermedades dermatológicas hasta la fiebre, la ictericia y los dolores de cabeza o del cuerpo. Otra planta medicinal a considerar para el cuidado de nuestra salud… ¡desde lo natural!

11 Noviembre 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Desde lo natural

noviembre 14, 2025 | Arlenes Tamayo Osorio | Filed under: Cuba, De la prensa cubana, Salud, Salud Pública | Etiquetas: , , , , |

 


Muchas afecciones ortopédicas y reumáticas pueden cursar con dolor articular como un síntoma frecuente, sin dudas más común de lo deseable. Según el MeSH (acrónimo en inglés para Encabezados de Temas Médicos), un vocabulario terminológico controlado para publicaciones de artículos y libros de ciencia creado por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el término «artralgia» debería usarse únicamente si la afección se debe a un proceso no inflamatorio, y el término «artritis» se usa cuando se trata de un proceso inflamatorio. “Reumatismo” es otro término, pero actualmente se considera en desuso…

Independientemente de las causas etiológicas, hay remedios desde el reino vegetal para ayudar a controlar el dolor de las articulaciones. En su tercera edición, la Farmacopea Vegetal Caribeña refiere algunos, de los cuales ya se han comentado en esta columna el anisón o caisimón de anís (Piper auritum) y el anamú (Petiveria aliácea). Otras especies de interés en este sentido son:

Mamey de Santo Domingo (Mammea americana): Se utilizan las hojas, las que se lavan y se aplican sobre la piel de la articulación o articulaciones afectadas. Luego se cubre el área con un apósito o paño limpio y se repite el procedimiento tres o cuatro veces al día. No está recomendado su uso durante el embarazo, la lactancia ni en niños menores de 5 años.

Noni (Morinda citrifolia): Se utilizan también las hojas, con un procedimiento similar, pero en el caso de esta especie se cambia entre cuatro y seis veces al día. No debe ser utilizado el noni durante el embarazo, la lactancia ni en niños.

Plátano (Musa x paradisiaca): Son también las hojas la parte empleada. Se toma de una de estas un trozo del tamaño adecuado, se lava y se calienta, pasándole por encima de una llama. Luego se cubre la parte afectada de igual manera que en los casos anteriores y se repite el proceder cuatro veces al día.

Malagueta o pimiento (Pimenta racemosa): Igualmente se emplean las hojas. Estas se lavan adecuadamente, se machacan y se toma una cantidad equivalente a seis cucharadas del material vegetal para friccionar por hasta cinco minutos sobre la piel de la zona afectada. Esta aplicación se repite dos veces por día. Se sabe que la hoja de malagueta puede producir reacciones de hipersensibilidad y no se debe usar este remedio durante el embarazo, la lactancia ni en niños menores de 5 años.

Coco (Cocos nucifera): Se emplea el aceite de coco, el cual se aplica localmente en cantidad suficiente para cubrir el área, realizando un masaje de la articulación o las articulaciones dolorosas. Este procedimiento se realiza tres o cuatro veces al día.

Todas las recomendaciones aquí comentadas se corresponden con un uso tópico de cualquiera de estas especies. El empleo de las hojas de mamey de Santo Domingo y noni se basa fundamentalmente en sus aplicaciones etnomédicas documentadas y los estudios de toxicidad. Estos dos recursos deben ser considerados como complementarios al tratamiento médico convencional, salvo contraindicación. Por otro lado, las hojas de plátano y las de malagueta, así como el aceite de coco, cuentan con algunos avales de estudios preclínicos y clínicos que respaldan su uso. Recordar siempre que toda aplicación tópica debe seguir estrictas medidas higiénicas para impedir la contaminación del material vegetal y así una infección sobreañadida en la zona de la piel a tratar.

Muchas otras plantas podrían ser referidas como útiles para tratar el dolor articular. La cúrcuma, el jengibre y el romero, entre otras, se utilizan ya sea por vía oral o tópica. Sin embargo, acá solo se han referido las recomendaciones desde la tercera edición de la Farmacopea Vegetal Caribeña para un grupo de especies bastante bien conocidas en Cuba. Su uso resulta sin dudas bien factible, en caso de dolores articulares, para cuidar nuestra salud… ¡desde lo natural!

4 Noviembre 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Desde lo natural

noviembre 10, 2025 | Arlenes Tamayo Osorio | Filed under: Cuba, De la prensa cubana, Salud, Salud Pública | Etiquetas: , , , |

No hay dudas de que los mosquitos son siempre molestos, pero sobre todo, resultan peligrosos. El hecho de que transmitan enfermedades como el dengue, el zika o el chikungunya, y otras ya erradicadas en Cuba como el paludismo o la fiebre amarilla, hace que sea necesario combatir estos vectores. Por supuesto, la ofensiva contra el mosquito depende de muchísimas acciones y quizás las plantas medicinales no son la primera línea de combate, aunque de seguro sí pueden ser de ayuda.

En diferentes culturas el empleo de especies aromáticas como repelente de insectos, tanto en forma de barrera natural como aplicadas directamente a la piel, ha sido una práctica habitual. Cada una puede actuar de manera diferente en dependencia del espacio, el modo y el momento en el cual se utilicen.

Para tener idea de cuan antiguo resulta el uso de plantas con estos fines, podemos remontarnos según una publicación aparecida en 2020 en la revista National Geographic a doscientos mil años atrás, en la zona que hoy ocupa Sudáfrica, donde en una cueva se encontró evidencias de una especie de cama vegetal, la más antigua al menos hasta el momento de esa publicación. Según fue reportado, un equipo de investigadores encontró la referida cama junto con restos aglutinados de madera de alcanforero y hojas de alcanfor, una familia de plantas empleada para mantener alejados los insectos.

Desde esos tiempos tan antiguos hasta nuestros días, en muchas culturas se ha documentado el empleo de repelentes naturales a partir de especímenes vegetales. Por ejemplo, la aplicación de la bija sobre la piel ha sido referida desde diferentes pueblos indígenas con el objetivo de repeler insectos. También las hojas del piñón florido se han utilizado como sahumerio con igual propósito.

Plantas de uso común como las albahacas, los cítricos, las mentas, la caña santa, el eucalipto, el cayeput, la citronela, el romero, el tomillo e incluso el tilo, resultan útiles en este sentido, a partir de sus propiedades aromáticas.

Existen diferentes formas en que pueden utilizarse estas especies. Algunas recetas a considerar son:

Caña santa (Cymbopogon citratus): Se elabora una infusión, utilizando una proporción de una cucharada de las hojas troceadas por una taza de agua hirviendo, equivalente a 250 mililitros. Una vez que se mezcla el material vegetal con el agua, se tapa el recipiente y se deja reposar durante diez minutos.

Tilo (Justicia pectoralis): Se utiliza un procedimiento similar al anterior, pero la proporción es de cuatro hojas de tilo por cada taza de agua.

El extracto acuoso de cualquiera de las dos plantas se filtra y luego se coloca en un frasco atomizador para su aplicación sobre las zonas expuestas de la piel. Se plantea que con este tipo de soluciones es necesario repetir el procedimiento cada dos horas, para mantener la efectividad y lograr así una actividad repelente sostenida en el tiempo. Igual, siempre es necesario recordar que toda aplicación tópica debe seguir estrictas medidas higiénicas para impedir la contaminación o la infección sobreañadida de la piel, una vez se aplique.

Además de lo anterior, también es posible preparar extractos hidroalcohólicos en casa. Para ello se debe tener a mano alguna de las especies anteriormente mencionadas, ya sea algún tipo de menta o el eucalipto, por solo mencionar como ejemplos dos de las que tienen un olor quizás más agradable.

De la planta seleccionada se coloca una cantidad de sus hojas, previamente lavadas y humectadas, en un frasco transparente al cual se le agrega alcohol al 70% hasta sobrepasar cinco centímetros por encima del material vegetal. Se marca la fecha exacta en que se comenzó a procesar esta preparación y se guarda el recipiente en un lugar seco y protegido de la luz solar, velándose siempre porque la solución hidroalcohólica cubra adecuadamente la masa verde.

Si es necesario, se puede agregar más alcohol. Luego de al menos catorce y hasta veintiocho días, se filtra este preparado en un frasco de color ámbar y se puede aplicar sobre la piel. Para su empleo, se procede de igual manera que con los extractos acuosos de caña santa y tilo, solo que siendo estos de base hidroalcohólica, no es necesario repetir con tanta frecuencia su aplicación.

Los ejemplos comentados son solo algunas de las formas en que podemos vincular las plantas medicinales con el resto de las medidas que hoy se adoptan en función de la lucha antivectorial. Como parte de nuestro autocuidado, el empleo de especies aromáticas puede ser una forma válida y sencilla de ahuyentar los mosquitos y así cuidar nuestra salud … ¡desde lo natural!

28 Octubre 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Desde lo natural

noviembre 4, 2025 | Arlenes Tamayo Osorio | Filed under: Cuba, De la prensa cubana, Salud, Salud Pública | Etiquetas: , , , , , |