La Organización Mundial de la Salud alertó este miércoles que en la primera semana de 2022 se reportaron 15 millones de nuevos casos de COVID-19 en todo el mundo, el mayor número notificado en una sola semana.

El doctor Tedros Adhanom Ghebreyesu, director de la OMS, destacó en rueda de prensa que el incremento de infecciones por coronavirus lo provocó mayoritariamente la variante ómicron del virus SARS-CoV-2, que está desbancando con rapidez en todos los países a la variante delta.

Pese a este aumento de contagios, el número de muertes semanales notificadas se mantiene estable desde octubre, con una media de 48 000 muertes a la semana.

Aunque aparentemente ómicron provoca una infección menos grave que la variante delta, Tedros advirtió sobre la peligrosidad del virus, especialmente para las personas no vacunadas.

“Casi 50 000 muertes a la semana son 50 000 muertes de más. Aprender a vivir con este virus no significa que podamos, o debamos, aceptar este número de muertes. No debemos permitir que este virus tenga vía libre ni ondear una bandera blanca, especialmente cuando tantas personas en todo el mundo siguen sin vacunarse”, dijo.

Con relación a la desigualdad mundial en las inmunizaciones, resaltó que más del 85% de personas en África todavía no han recibido una sola dosis de la vacuna. “No se podrá acabar con la fase aguda de la pandemia si no se cierra esta brecha”, advirtió.

Pese a los avances del mecanismo Covax, que en los próximos días llegará a los 1 000 millones de vacunas suministradas, 90 países todavía no han conseguido alcanzar el objetivo previsto por la OMS para 2021 de vacunar al 40% de su población, y 36 de ellos han inoculado a menos del 10% de su población.

Ante la pregunta de si durante la próxima primavera se podría pasar a una situación endémica de la enfermedad, la doctora Maria Van Kerkove, la epidemióloga que lidera la respuesta de la organización, respondió que el virus “está en camino de convertirse en endémico”, pero que dependerá de “múltiples factores y de nosotros”, y recordó que “todavía estamos en medio de la pandemia”.

“Con los niveles de transmisión que vemos ahora, con la intensidad de la propagación que vemos, con el nivel de impacto que estos casos están teniendo en nuestros servicios médicos esenciales, en las tasas de hospitalización que están aumentando en varios países (…), el gran volumen de casos está realmente poniendo una gran carga en nuestros sistemas de salud. Así que el impacto que estamos viendo es realmente muy sustancial”, afirmó.

Respecto a la evolución del virus y las más que posibles próximas variantes destacó un escenario de imprevisibilidad
“No tenemos la misma previsibilidad que con la gripe, donde tenemos un patrón estacional típico. Puede que lleguemos a eso con la COVID-19, pero aún no lo hemos conseguido”, comentó.

Por ello –continuó–, “somos cautos a la hora de hacer predicciones muy firmes sobre lo que puede ocurrir, porque cada país está afrontando esta pandemia de forma diferente en cuanto a su estrategia, en cuanto a la aplicación de sus medidas de control, en cuanto a su ajuste de esas medidas de control y lo que necesitamos es una renovación colectiva”.

La directora general de la Organización Panamericana de la Salud, Carissa Etienne, precisó que la variante ómicron ya se encuentra en 42 países y territorios de todas las subregiones del continente, con transmisión comunitaria generalizada en algunos de ellos.

Carissa Etienne confirmó que ómicron va camino de convertirse en la cepa dominante en las Américas y ha provocado un aumento de las reinfecciones, incluso entre quienes han recibido todas las pautas de vacunación.

“Esta nueva oleada de infecciones no será suave para nuestros sistemas sanitarios, pues la variante ómicron ya está poniendo a prueba a nuestro personal sanitario y limitando la atención a otras enfermedades. En los Estados insulares más pequeños, algunos hospitales ya estaban sobrecargados por los casos de la variante delta, y ahora más hospitales se enfrentan a la perspectiva de verse desbordados por los casos”, alertó.

En la última semana, las infecciones por COVID-19 en América casi se han duplicado, pasando de 3.4 millones el primero de enero a 6.1 millones el 8 de enero.

El mayor número de nuevos casos se produjo en Estados Unidos, mientras que Belice y Panamá registran la mayor incidencia de coronavirus en Centroamérica.

Ecuador, Perú y Brasil también experimentaron un aumento significativo de nuevos casos. En Brasil crecieron las hospitalizaciones y en Argentina y Paraguay las infecciones experimentaron un ascenso de casi un 300% durante la última semana.

(Con información de Noticias ONU y OMS)

enero 13/2022 (Cubadebate)

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