A veces vemos pequeños actos, que encierran grandes acciones, y no nos damos cuenta. Quizá porque estamos acostumbrados al desprendimiento con pueblos hermanos, con provincias vecinas, con familiares, amigos, allegados y lo hacemos de manera natural, hay gestos de solidaridad que pasan inadvertidos.

Así, en una tarde calurosa, con las prisas, los problemas, las urgencias, las prioridades…, ningún pasajero reparó en el parabrisas de aquel almendrón y el letrero que, sin grandes aspavientos, dice mucho de los cubanos: Médicos gratis.

En un semáforo, la respuesta del chofer, al saludo de otro conductor, fue una de esas frases que caracterizan a los de esta Isla: «Aquí, en la pelea». Y nuevamente la premura llevó a cada pasajero a indicar el sitio exacto donde apearse. Ninguno era de los médicos que en los últimos 18 meses han puesto alma, corazón y vida para enfrentar a la COVID-19 y sus secuelas en nuestros compatriotas.

Nada de eso importa. Algunos viajeros terminaron su recorrido, otros siguieron la marcha hasta un punto en el centro de la ciudad. Lo que importa es que cada quien, a su modo, encuentre la forma de a Cuba ponerle corazón. Para aquel chofer ese modo es no cobrar un centavo a nuestro ejército de batas blancas, quienes no desperdician un minuto para proteger nuestras vidas.

septiembre 08/2021 (Granma)

septiembre 8, 2021 | Maria Elena Reyes González | Filed under: De la prensa cubana | Etiquetas: , , , , |

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